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Spielberg on Spielberg: Las Aventuras de Tintín (The Adventures of Tintin, 2011). Por Francesc Marí

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"Aunque la tuve en mi corazón durante veintiocho años, más dos años de preparación y tres para hacerla, esta es la película que más me ha divertido desde E.T."
La relación de Spielberg con el joven reportero belga empezó en 1981, cuando el director leyó una crítica de En Busca del Arca Perdida (Raiders of the Lost Ark, 1981) en una revista francesa. Con el pobre francés que Spielberg había aprendido en el instituto la leyó y hubo algo que lo sorprendió, no dejaba de ver una y otra vez la misma palabra: «T-I-N-T-Í-N». Al principio creyó que era algo bueno sobre su película, sin embargo el artículo comparaba Raiders con Las aventuras de Tintín, algo que resulta evidente una vez se piensa en ello. Fue entonces, cuando aquel director treintañero descubrió uno de los iconos del cómic franco-belga.

El primer cómic que cayó en las manos de Spielberg fue una edición en francés —ya que muchos todavía no habían sido traducidos— de El Templo del Sol—en este punto debo detenerme y decir que, en mis estanterías, hay un tomo que siempre ha estado ahí y siempre estará, y no es otro que este (aunque si soy sincero dudo entre este y El Tesoro de Rackham el Rojo)—, y quedó prendado de la narrativa que Hergé conseguía en cada viñeta, y, sobre todo, de su estética cinematográfica —tanto en los colores, la composición, las figuras en acción, sus expresiones, etcétera, etcétera—; y tras El Templo del Sol lo siguieron todos los demás, hasta que se convirtió en un fan de Tintín.

Georges Prosper Remi (1907-1983), más conocido como Hergé.

El siguiente paso fue natural para un cineasta, querer conocer a Hergé para hablar de una posible adaptación cinematográfica de sus aventuras. Y lo hizo, pudiendo hablar con el maestro dibujante por teléfono. El belga estuvo encantado con la idea. Por desgracia, en aquellas mismas semanas de 1983, Hergé falleció. Pero la relación no terminó. Un mes después de la muerte del creador de Tintín, Spielberg y Kathleen Kennedy fueron invitados por Fanny, la viuda de Hergé, para que visitaran el estudio del dibujante y conocieran su obra.

En ese momento, a pesar de conseguir los derechos y de desarrollar guiones para la película, siempre había en el aire una pregunta «¿Cómo llevar a cabo una película de Tintín?». Spielberg no quería cubrir los rostros de los actores con extensas prótesis para simular las tan conocidas facciones de los personajes de Hergé, a la vez que sabía que Milú no podía ser un perro real. Tendrían que pasar más de veinte años para que Spielberg encontrara la solución: la animación digital y la captura de movimiento, y por ello recurrió a uno de los pioneros en este sector, Peter Jackson.

Por su parte, Jackson se confiesa fan acérrimo de la serie desde pequeño, llegando a afirmar que los cómics de Tintín fueron los primeros libros que leyó —algo, que debo admitir, comparto con el director neozelandés—, por lo que cuando Steven Spielberg llamó a la puerta de Weta Digital para crear a Milú, no fue extraño que Jackson hiciera todo lo posible para involucrarse en el proyecto.



Ante la propuesta de crear un Milú digital para una película de Tintín, la respuesta que Spielberg recibió de Jackson y del equipo de Weta fue una película de 35mm. Al ponerla, la gente de Amblin quedó impresionada al ver un Milú tremendamente realista correteando entre actores reales. Y lo que sorprendió aún más al equipo de Spielberg fue que uno de los actores era el propio Peter Jackson interpretando al Capitán Haddock, proponiendo que la relación para aquella película fuera mucho más allá de un pequeño fox terrier generado por ordenador.

Así que, poco después de recibir la prueba de Weta y ver el entusiasmo de Jackson por el proyecto, Spielberg se decantó por hacer la película completamente con captura de movimiento, permitiendo a la producción acercarse al máximo a la estética de los cómics de Hergé.

De este modo los destinos de Spielberg, Jackson y Tintín quedaron unidos. Ambos directores son representativos del público al que podía ir dirigida la película. Por un lado estaba Spielberg, que había descubierto Tintín de mayor, como muchos norteamericanos, y por el otro estaba Jackson, que había sido lector y fan desde pequeño, como la mayoría de europeos, aún siendo neozelandés.

Ahora que el «Cómo» ya estaba resuelto, faltaba por definir el «Qué» y el «Quién».


Al arrancar la producción, Spielberg y Jackson empezaron a trabajar con los guiones que el primero había preparado años atrás. En concreto eran dos, uno sobre El Cangrejo de las Pinzas de Oro y otro sobre El secreto del Unicornio. Barajando y desechando ideas, pudieron ver que la historia de El Cangrejo de las Pinzas de Oro no era lo bastante sólida como para sustentar un largometraje. Sin embargo era un cómic esencial en la colección, ya que es donde se conocen Tintín y Haddock. La conclusión fue clara y evidente, se tenía que unir la trama de la doble aventura de El Secreto del Unicornio y El Tesoro de Rackham el Rojo con los elementos más importantes de El Cangrejo de las Pinzas de Oro.

Así que, con el consentimiento de la viuda de Hergé y sus herederos, Spielberg y Jackson buscaron guionistas, y se pusieron en contacto con Edgar Wright (responsable de películas como Zombies Party, Scott Pilgrim vs. The World y The World's End). Éste, a su vez, recomendó a Steven Moffat (responsable de Doctor Who y Sherlock) que, a pesar de que habitualmente rechaza películas, no pudo negarse a la oferta del dúo formado por Spielberg y Jackson. Moffat se puso manos a la obra y consiguió lo imposible, unir dos historias tan dispares como El Cangrejo de las Pinzas de Oro y El Secreto del Unicornio. A pesar de tener que dejar el proyecto para producir Doctor Who, allanó muchísimo el camino para que Wright y Joe Cornish (Attack the Block) remataran el guión de forma brillante.

El siguiente paso fue configurar un casting que fuera a la vez creíble, dinámico y entregado al proyecto. Por este motivo Spielberg y Jackson recurrieron a actores con los que habían trabajado. Jamie Bell fue escogido para ponerse en la piel del reportero belga, Jackson sabía de lo que era capaz por King Kong (2005) y Spielberg respetaba su trabajo, tanto interpretativo como físico, en Billy Elliot (2000). Como ya hemos dicho, el inseparable compañero de Tintín, Milú, se creó digitalmente, pero se trabajó con diversos perros, tanto para los movimientos clave como para las expresiones sonoras.


La elección del Capitán Haddock fue lógica, ¿quién debía involucrarse en un proyecto de captura de movimiento? El maestro del sector, responsable de las interpretaciones de Gollum, King Kong o Caesar: Andy Serkis. Aportó profesionalidad al proyecto e introdujo a los demás actores en este estilo interpretativo.

Existen dos personajes en el universo Tintín que, sin duda, suponen una dificultad en el momento de llevarlos a la gran pantalla: Dupont y Dupond. Estos dos policías que son iguales pero no son gemelos, tenían que ser interpretados por dos actores que debían tener una relación que les permitiera actuar a la par sin necesidad de pensar en ello. Así que se buscó una pareja cómica, y aunque ni Jackson ni Spielberg se ponen de acuerdo de quien fue la idea —que seguramente fue de Edgar Wright— al final contrataron a Nick Frost y Simon Pegg, amigos de toda la vida y que han trabajado juntos en numerosas ocasiones.

Para el villano, Sakharine—un personaje secundario en el cómic pero que aquí se convierte en el malvado de la función—, se recurrió a un actor de aquellos que aportan fuerza y presencia, Daniel Craig, que por unos días dejó de ser James Bond y se enfundó en un traje de neopreno lleno de puntitos, convirtiéndose en un villano de corte británico clásico. Spielberg había trabajado con él en Munich y confiaba en su profunda voz para dar credibilidad a Sakharine y también a Rackham el Rojo puesto que interpreta ambos papeles.

El reparto lo completan una amalgama de actores internacionales de la talla de Toby Jones, Gad Elmaleh, Mackenzie Crook, Tony Curran, Daniel Mays, Enn Reitel y Cary Elwes.


Como no podía ser de otra forma, el responsable de la banda sonora y la orquestación de un proyecto cinematográfico de Steven Spielberg, no podía ser otro que el extensamente reconocido John Williams. El compositor mezcló su habitual orquesta completa con pequeñas musicalidades más propias de bandas de jazz francés, para obtener unas canciones que impregnan de ritmo la película, a la vez que ilustran los diferentes caracteres de los personajes, así como los situaciones. Para componer la banda sonora, se trabajó siguiendo dos métodos: el primero, muy utilizado por Disney, en el que los animadores deben adaptar la acción a la música compuesta con anterioridad, y, el segundo, más habitual en las películas con actores reales, en el que se compone la música a posteriori.

Con todas las piezas sobre el tablero, Spielberg pudo empezar a rodar en los Giant Studios de Los Ángeles, en el que se instaló el «Volumen», un espacio del tamaño de una pista de baloncesto controlado por más de un centenar de cámaras en el que se trabaja la captura del movimiento. En este lugar, Spielberg dirigió a un equipo de actores que interpretó todas las escenas en un reducido espacio, enfundados en monos negros y con las caras pintadas con puntos para el reconocimiento facial. Al grabar en este entorno, Spielberg consiguió realizar planos imposibles —o casi— en un rodaje convencional. Terminando el rodaje en tan solo treinta y un días, el peso de la producción cayó sobre las espaldas de los animadores, responsables de cada uno de los detalles de cada fotograma, fuera el pestañeo de Haddock o una pequeña botella en un estante.


La respuesta del público a este colosal trabajo de más de cinco años fue excelente. Niños de todas las edades —incluidos los mayores de quince, veinte o treinta— salían de las salas encantados y con ganas de seguir las aventuras de Tintín en el papel. A pesar de esto, de las buenas críticas y de recoger unos amplios beneficios, las academias de cine parecieron pasar por alto la película de Spielberg, que tan solo ganó premios relacionados con la banda sonora y la animación.
"Me siento halagado cuando comparan Tintín con Raiders, pero no he hecho nada especial para provocar la comparación."
Sin embargo, en este caso, los premios fueron lo de menos, ya que sesenta años después de la primera película realizada en stop-motion de Tintín, todos estuvieron de acuerdo en que esta cinta era una más que digna adaptación de la obra de Hergé.

En muchas ocasiones, las adaptaciones de novelas, cómics o videojuegos resultan ser fracasos o no están a la altura de los fans. Sin embargo, en Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio, se nota, en cada fotograma y palabra, que ha sido creada desde el respeto y el aprecio por la historia original. Algo que, sin duda, el público agradece.


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Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal (Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull, 2008)

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War Horse (2011) 

Calle Cloverfield 10 (10 Cloverfield Lane, 2016). Por Mike Sanz

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Michelle (Mary Elizabeth Winstead), aspirante a diseñadora de moda, toma una decisión drástica e intenta cambiar el rumbo de su vida. Sus planes se ven truncados por un accidente de coche, al que sobrevive de milagro. Despierta en un búnker subterráneo, en compañía de Emmett (John Gallagher Jr.) y Howard (John Goodman), un ex-marine que asegura que los tres han sobrevivido al ataque devastador con el que ha comenzado el apocalipsis. Aunque no les faltan las provisiones, Michelle no tarda en cuestionar las afirmaciones de Howard acerca del fin del mundo.

Calle Cloverfield 10 es la apuesta secreta y modesta de J. J. Abrams y el equipo de Bad Robot tras arrasar la taquilla internacional con la séptima entrega de Star Wars. Se trata de una vuelta a los orígenes, al sentido del misterio y del suspense que los dio a conocer en la serie Perdidos (Lost), además de un pequeño homenaje (o secuela espiritual, como dice el propio Abrams) a la película Monstruoso (Cloverfield, 2008), que nos descubrió el talento del director Matt Reeves y del guionista Drew Goddard (responsable de los libretos de La Cabaña en el Bosque y Marte, además de crear la base argumental de la excelente serieDaredevil).

Esta segunda entrega es más modesta que la película de Reeves, que rendía homenaje a Godzilla a través de la grabación, cámara en mano, de un grupo de jóvenes que escapaban del monstruo, salido de las profundidades marinas, que asolaba Nueva York.Calle Cloverfield 10 bebe del sentido del misterio de los capítulos Alfred Hitchcock presenta y de la puesta en escena asfixiante y teatral de La Soga (Rope, 1948). Confina la narración al reducido espacio del búnker subterráneo y sustituye el terror físico de Monstruoso por la tensión y la sospecha constante de los tres personajes, que va en aumento.


Los responsables de este ejercicio de suspense concentrado, además de los sospechosos habituales de Bad Robot, son Josh Campbell y Matthew Stuecken, cuyo guión fue reescrito y pulido por Damien Chazelle, el artífice de la magistral y también obsesiva Whiplash (2014). Dirige el debutante Dan Trachtenberg, que viene del mundo del cortometraje e imprime un ritmo pausado y constante durante la hora y media de metraje. Buena parte del peso de la película cae, como era de esperar, en el trío de actores encabezado por Mary Elizabeth Winstead, con un personaje que se impone, gracias a su fuerza de voluntad e ingenio, a las situaciones terroríficas, como ya hiciera en La Cosa (The Thing, 2011). La acompañan un comedido John Gallagher Jr. (visto en The Newsroom) y el siempre sorprendente John Goodman. Desde que Kevin Smith lo recuperara en Red State (2011), Goodman se ha convertido en uno de los mejores actores de reparto del momento, capaz de dotar de matices humanos a los personajes que interpreta, como sucede con el dueño del búnker. Estos tres actores aguantan el peso dramático de la película solos, salvo alguna que otra breve intervención y el cameo velado de Bradley Cooper.

Para una película de estas características, que se basa en el suspense, sería demasiado revelar cuáles son las conexiones con su predecesora y si aparece o no el monstruo gigante en cuestión. Basta con decir que Calle Cloverfield 10 no es una secuela al uso, pero sí comparte el espíritu de las producciones de Bad Robot y guarda algunos homenajes y detalles de la cinta de Matt Reeves. Ante todo, se trata de una película artesanal de suspense y terror, que sorprende tanto por sus reflexiones acerca del fin del mundo como por la puesta en escena y el trabajo del reparto.


Dubrovnik y Juego de Tronos: "The Old Gods and the New"

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  • Episodio 16: "The Old Gods and The New"
Tyrion Lannister (Peter Dinklage) llega a un entente con la casa Martell de Dorne para enviar allí a la joven princesa Myrcella Baratheon (Aimee Richardson). Este acuerdo significa forjar una alianza con el reino sureño a través de un futuro matrimonio. Ante la inminente llegada de las tropas de Stannis Baratheon (Stephen Dillane), a la casa reinante no le sobran aliados y es importante asegurar que el sur no se sublevará y mantendrá fidelidad al actual ocupante del Trono de Hierro. Ante la oposición de Cersei  (Lena Headey) que con esta alianza se ve separada de su única hija, Tyrion le responde que es la única manera de protegerla ante la ofensiva que se acerca y que puede acabar con todos ellos. Sin embargo, Cersei le amenaza con arrebatarle todo aquello que él pueda llegar a amar mientras despiden a Myrcella desde la Bahía del Aguasnegras.
Excepto las secuencias de combate frente a las tropas de Stannis, las demás que se ubican en la Bahía del Aguasnegras fueron filmadas en un recodo que se sitúa bajo la muralla oeste, en la zona del Fuerte Bokar. Los efectos digitales en post-producción añadieron más torreones y detalles al Fuerte Lovrijenac y su entorno, aumentando la contundencia del lugar. También reconfiguraron la apariencia de la bahía al hacer desaparecer digitalmente dos rocas espectaculares y el embarcadero. Las piraguas se guardaron durante unos días para que la playa rocosa pudiera ser el lugar donde la comitiva real despide a Myrcella. En un magnífico plano que, por primera vez, pone a Tyrion a más altura física que Cersei, observamos como la escalera que tan bien sirve a la Mano del Rey está bien presente en el escenario real de Dubrovnik.








Tras la despedida, la comitiva regresa a la Fortaleza Roja pero, durante el camino, la muchedumbre, golpeada por la hambruna, se ceba contra la presencia de Joffrey (Jack Gleeson) profiriendo un buen número de insultos. Uno de los más atrevidos lanza heces de caballo al Rey quien reacciona desaforadamente ordenando a sus guardias que maten a todos los que puedan. Este hecho desencadena una auténtica batalla campal en la que la plebe ataca con dureza a la comitiva. En el caos subsiguiente, Joffrey logra salir indemne gracias a la protección del "Perro" (Rory McCann). El septón y varias damas de cámara de la corte corren peor suerte. Sansa (Sophie Turner) se ve separada de la comitiva y trata de huir en solitario. Estando ya bajo refugio, Tyrion golpea al mismísimo Joffrey pero no consigue que los guardias salgan a rescatar a Sansa. Cuando la joven está a punto de ser violada, el "Perro" irrumpe en la escena y destroza literalmente a los asaltantes liberando a Sansa. 
La secuencia de la revuelta fue rodada en el interior de la Puerta de Pile. Se trata del acceso occidental al casco antiguo. La muralla tiene dos secciones fortificadas en este tramo y entre ellas se construyó un pasaje con pendiente que data del siglo XV. Sansa logra escapar por un pequeño túnel al cual se accede desde el pasaje. Por otra parte, el refugio en el que se oculta la comitiva tras el asalto y donde Tyrion se enfrenta a Joffrey vuelve a ser el interior del Fuerte Lovrijenac. En la secuencia vemos uno de los pasillos interiores y el patio central, con el pozo que ilustramos en el artículo anterior. 










Volvemos al extremo oriental del continente de Essos y concretamente a la ciudad de Qarth.Daenerys Targaryen (Emilia Clarke) visita el palacio del Rey de las Especies (Nicholas Blane) junto a Xaro Xhoan Daxos (Nonso Anozie). La Madre de Dragones necesita barcos para cruzar el Mar Angosto y reconquistar los Siete Reinos de Poniente. Cree que podrá conseguirlos de la mano de uno de los más notables miembros del Consejo de los Trece. Pero el astuto y orondo magnate del comercio marítimo le pide hechos y no promesas. Daenerys no cuenta con un ejército ni con aliados en Poniente y eso, desde la perspectiva de un hombre de negocios, es una apuesta perdedora. La vehemencia de la joven no causa ningún efecto en el noble corrupto y la conversación finaliza abruptamente.
La secuencia se rodó en el interior del Palacio Rector, uno de los edificios más bellos del casco antiguo de Dubrovnik y sede del Gobierno de la República de Ragusa hasta 1808. Se trata de un palacio gótico que se construyó en 1435 aunque presenta también elementos renacentistas y barrocos, además de una serie de reformas posteriores al gran terremoto de 1667. En el gran patio interior se alza una bella escalera que conduce a las dependencias superiores, donde actualmente se aloja el Museo de Historia de Dubrovnik. El patio y la escalera es el lugar que contempla el enfrentamiento dialéctico entre Daenerys y el Rey de las Especies. El equipo de caracterización de escenarios decidió mantener el busto que campea en la base de la escalera. En la serie podría tratarse de un antecesor al actual ocupante del palacio. Nada más lejos de la realidad...





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Dubrovnik y Juego de Tronos: "The Ghost of Harrenhal"

Dubrovnik y Juego de Tronos: "The Prince of Winterfell"

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  • Episodio 18: "The Prince of Winterfell"
Como Mano del Rey, Tyrion Lannister (Peter Dinklage) debe lidiar con las intrigas de palacio mientras prepara la defensa de la ciudad ante la inminente ofensiva naval de Stannis Baratheon (Stephen Dillane). Mientras trata de mantener a salvo a su amante Shae (Sibel Kekilli) de las maquinaciones de Cersei (Lena Headey), decide centrar la mayor atención en proteger la Puerta del Lodazal, lugar que considera más plausible como epicentro del ataque en tierra. Tyrion y Varys (Conleth Hill) comprueban el estado del portal mientras Joffrey (Jack Gleeson) suelta sus fanfarronadas. Cuando el joven Rey abandona la escena, Tyrion ironiza sobre el miedo que sentiría Stannis al estar tan cerca de tan "excelso" adversario. Las conversaciones entre Tyrion y Varys deparan siempre grandes momentos y, en esta ocasión, la charla trasciende cuando hablan de motivaciones personales y linaje familiar. Varys reconoce en Tyrion al hombre perfecto para ocupar el cargo de Mano del Rey. Es mucho mejor que sus antecesores a la hora de manejarse en el juego de conspiraciones que preside la corte. Se adapta mejor a la esencia taimada de la ciudad porque conoce muy de cerca los sentimientos primarios más lúgubres. Al final, el eunuco le habla de una amenaza surgida desde el más remoto Oriente: Daenerys Targaryen. No obstante, la invasión que se acerca es tan difícil de superar que poco importa el futuro.
La secuencia se rodó íntegramente en la esquina sudoeste de la muralla de Dubrovnik, concretamente en el Fuerte Bokar. Se trata de un torreón bajo de amplia base, adyacente al mar. Fue construido a lo largo del siglo XV. 
Desde el Bokar se protegía la puerta de Pile y el litoral occidental de la ciudad. Es una construcción recia y potente que, sin embargo, está cerrada al paso de los visitantes. de todas formas, desde la muralla se puede ver el gran balcón que corona la torre. Allí es donde se rodó la conversación entre Varys y Tyrion. Si nos fijamos en el fondo de los planos, a uno de los lados se alza una fortaleza cuya base es el Fuerte Lovrijenac mientras que, en el costado opuesto, se situó digitalmente La Fortaleza Roja. 
















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    Dubrovnik y Juego de Tronos: "Valar Morghulis"

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    • Episodio 20: "Valar Morghulis"
    Daenerys Targaryen (Emilia Clarke) se enfrenta al reto más difícil de su angustiada estancia en Qarth. Ha visto como la codicia se ha desatado a su alrededor, provocando que haya pasado a ser un un objeto de deseo por parte de los diferentes estamentos de la ciudad. Xaro Xhoan Daxos (Nonso Anozie) ha llegado a un acuerdo con Pyat Pree (Ian Hanmore) para convertirse en el monarca absoluto de Qarth, eliminando al resto del Consejo de los Trece. A cambio, los dragones de Daenerys están ahora bajo control del mago en la Casa de los Eternos. La ira de la joven Targaryen no tiene medida cuando se trata de sus criaturas pero son ellas las que explican la cadena de acontecimientos producida. El nacimiento de sus dragones auguró algo que parecía imposible: la magia y el ocultismo están de vuelta. Pyat Pree recuperó sus poderes mágicos a raíz del nacimiento de los tres dragones y la llegada de Daenerys a Qarth se convirtió en el mejor de los presagios para el resurgimiento de su funesta hermandad.
    Por todo ello, y con la colaboración de una de las doncellas de Daenerys, los dragones son sustraídos con la intención de reunir ese poder entorno a la Casa de los Eternos. Daenerys descubre la trama y se dirige hacia allí junto a Jorah Mormont (Iain Glen) y el dothrakiKovarro (Steven Cole). Cuando llegan a la torre observan como no hay puerta de entrada. La joven circunda la estructura y Jorah la sigue hasta que ella desaparace ante sus ojos. La magia de Pyat Pree la ha trasladado hacia dentro y allí la somete a una serie de visiones que afectan a sus sentimientos y ambiciones. Finalmente, Pree se manifiesta ante ella con su recuperado don de la multiplicidad. La encadena junto a sus dragones y la advierte de que allí seguirá durante toda la eternidad porque esa energía permitirá a la orden florecer de nuevo. No obstante, Daenerys nunca está desvalida y pronto Pyat Pree caerá ante ella. Daxos y Doreah (Roxanne McKee) serán los siguientes en comprobar hasta qué punto llega la ira de la aspirante al Trono de Hierro. 
    Aunque muy probablemente los jardines que conducen a la Casa de los Eternos se rodaron en otra ciudad croata, en este caso Split, cuando Daenerys accede al patio circular lo que vemos es la parte baja de la Torre Minčeta, en la esquina noroeste de la muralla de Dubrovnik.
    Se trata de una torre circular en cuya base se rodó la secuencia que hemos comentado anteriormente. Construida en 1461, la Torre Minčeta está unida a la muralla y representó uno de sus puntos fuertes a lo largo de los siglos. La ruta da acceso a un corredor que circunda la construcción. Las vistas a la ciudad desde este punto son espectaculares puesto que es el lugar con mayor altura de todo el Stari Grad.














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    Dubrovnik y Juego de Tronos: "Valar Dohaeris"

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    • Episodio 21: "Valar Dohaeris"
    Tras la batalla del Aguasnegras y la derrota de Stannis, Tyrion (Peter Dinklage) ha recibido un auténtico revés en todos los ámbitos. A pesar de haber diseñado una estrategia de resistencia que impidió que la ciudad cayera bajo el control de las tropas de Stannis en la primera oleada, ahora se ve completamente defenestrado porque su padre, Tywin Lannister (Charles Dance), ha asumido todo el mérito de la victoria gracias a su irrupción final junto a los regimientos de los Tyrell. Además, Tyrion habría muerto en la batalla si no hubiera sido por la afortunada aparición de su criado, Podrick Payne (Daniel Portman). Consciente de que Cersei (Lena Headey) estuvo tras ese intento de asesinato y desposeído también del cargo de Mano del Rey ya que su padre se ha instalado en la corte, Tyrion debe ahora asegurar su supervivencia. Pero su existencia prueba que, aún siendo un Lannister, nada le vendrá sin luchar ni conspirar. Porque el primero de sus enemigos es su propia familia.
    En cuanto al tema de su seguridad personal, Tyrion incluso se ve forzado a aumentar el salario de Bronn (Jerome Flynn). El otrora mercenario se ha convertido en Ser Bronn del Aguasnegras gracias a su esfuerzo en la batalla. En lo sucesivo, sus servicios deberán ser mejor retribuidos.
    Tyrion se asegura de que Bronn siga protegiéndole, bajo un nuevo acuerdo económico, mientras pasean por una sección de la muralla que ya se encuentra en plenas labores de reconstrucción. La secuencia, en la que también aparece Podrick Payne, se rodó nuevamente en el Fuerte Lovrijenac, utilizando su gran sección de muralla frontal. Allí se encuentra un largo corredor que ofrece increíbles vistas de la costa.  



    Tras la batalla, la bahía del Aguasnegras vuelve a estar abierta al comercio. Hasta allí se desplazan Sansa (Sophie Turner) y Shae (Sibel Kekilli). La joven Stark fantasea con los destinos de los barcos que se ven al horizonte como metáfora de sus ansias de libertad. Lord Petyr Baelish (Aiden Gillen) alias "Meñique" acude a verla para mostrarle una vez más su comprensión. Le explica que ha hablado con su madre, a la que una vez amó desaforadamente pero no fue correspondido, y le insufla esperanzas para que se mantenga fuerte en lo que ha de venir. Le deja caer que pronto accederá a un puesto fuera de Desembarco del Rey y tendrá la posibilidad de llevársela con él si ella mantiene la confidencialidad más absoluta. Mientras tanto, Ros (Esme Bianco), una prostituta norteña que trabaja para Baelish, advierte a Shae de la peligrosidad que siempre entraña tratar con el Meñique.  
    El embarcadero del puerto de Pile, que fue ocultado digitalmente en la secuencia de la marcha de Myrcella, fue aprovechado magníficamente para rodar esta interesante secuencia. En el enclave, solamente fue necesario retirar las embarcaciones y desmontar un soporte de hierro para los amarres. Se colocó un banco en el que Sansa y Shae están sentadas al inicio de la secuencia y se sacó partido de la gran roca de la bahía para darle un aire más agreste a la imagen en pantalla.












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    Jesse Owens: el hombre y el mito

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    La trayectoria vital de Jesse Owens tuvo su momento culminante en los Juegos Olímpicos de 1936 en Berlín. Su actuación atlética estelar generó un impacto que resonó a nivel social y político debido al entorno histórico y geoestratégico del momento. 

    Nacido el 12 de septiembre de 1913 en Oakville (Alabama), James Cleveland Owens vivió una infancia repleta de privaciones dentro de una humilde familia numerosa. Su padre, Henry Owens, era aparcero y la familia disponía de escasos recursos. De niño superó enfermedades graves, aunque este entorno precario que compartía con su familia le espoleó para recobrarse sobre la idea del esfuerzo y el trabajo duro. Aprendió a leer y escribir con muchas dificultades, llegando a caminar más de diez kilómetros diarios para acudir a una rudimentaria escuela. Por la tarde, volvía a casa y ayudaba a sus padres en las tareas de labranza. Como ocurrió con muchas familias afroamericanas del sur de Estados Unidos, la emigración al norte industrial era un paso imprescindible en la búsqueda de mejores condiciones de vida y trabajo. La familia Owens se trasladó a Cleveland (Ohio) donde las leyes segregacionistas no eran tan fuertes y había muchas más oportunidades laborales. 

    A finales de 1923, la familia ya estaba asentada en Cleveland. El futuro héroe olímpico empezó a ser conocido por el nombre de Jesse debido al error cometido por un profesor del Bolton Elementary School. Al profesor le pareció entender que su nombre era Jesse y así le inscribió. En 1927, ya en la Fairmount Junior High School, Jesse conoce a Minnie Ruth Solomon, con la que contraería matrimonio en 1930 tras recorrer varios estados en busca de un pastor que aceptara casar a una pareja tan joven. El recorrido acabó en una pequeña iglesia de Pennsylvania.

    En esa misma época, Jesse conoce también a una figura sin la cual no se entendería su evolución posterior: el entrenador Charles Riley.Owens seguía estando muy frágil y conmovió a un hombre honrado y comprensivo que además era el responsable deportivo en la Fairmount y también en la East Technical High School. Preocupado por la debilidad de Owens, el entrenador le traía comida cada mañana y le invitaba a cenar con su familia casi cada noche. Le recomendó aumentar su energía a través del ejercicio físico y no tardó en apreciar que, con la debida alimentación, Jesse podía ser un portento atlético. Al finalizar su etapa en el instituto, ya era uno de los mejores corredores del país. A los 15 años ya corría los 100 metros en 11 segundos. Una evolución que acreditó al liderar a su equipo colegial.

    Entre 1931 y 1933, ganaron los torneos estatales y en el campeonato interescolar de 1933 en Chicago, Owens igualó el récord del mundo en las 100 yardas con un tiempo de 9,4 segundos. Además, ganó la prueba de las 220 yardas y el salto de longitud. Con estas credenciales, varias universidades quisieron contar con sus servicios. No obstante, prefirió quedarse cerca de casa ingresando en la Ohio State University. No estaban instituidas las becas atléticas así que pagó sus estudios trabajando de ascensorista y prometiendo triunfos deportivos. Vivía en un apartamento fuera del campus debido a la política de segregación, pero ninguna de estas consideraciones rompía su voluntad de acero. Se adaptaba constantemente mientras perseveraba en su ideal de mejora constante. El 25 de mayo de 1935, en el marco del Big Ten Championship en Ann Arbor (Michigan), llegó uno de los momentos culminantes de su trayectoria deportiva puesto que, en 45 minutos, fue capaz de igualar el récord mundial de las 100 yardas y establecer nuevas marcas mundiales en 220 yardas, salto de longitud y 220 yardas vallas. La que fue catalogada como la mejor actuación atlética de la historia estuvo a punto de no producirse ya que Jesse superó una lesión de espalda sólo un día antes de competir.



    El horizonte estaba puesto ahora en los Juegos Olímpicos de 1936 en Berlín. Eran muchos los colectivos que defendían el boicot de los Estados Unidos a unos Juegos que definían como una plataforma de propaganda institucionalizada para el régimen autoritario, racista y antisemita de Adolf Hitler. Sin embargo, el presidente del comité olímpico norteamericano, Avery Brundage, comprobó sobre el terreno que los atletas judíos eran bien tratados en las competiciones previas y abogó en defensa de participar. Muchos editores de periódicos y grupos antinazis liderados por el Juez Jeremiah Mahoney, presidente de la Amateur Athletic Union (AAU), se oponían radicalmente, pero la fuerte determinación de Brundage no iba a quebrarse. Se reunió con miembros destacados de la AAU y les persuadió de la necesidad de hacer patente el potencial deportivo americano en las mismas fauces de Hitler. Los atletas afroamericanos podían dar más de un disgusto a los mandatarios nazis, firmes defensores de la supuesta supremacía Aria. La votación final en la AAU arrojó un estrecho resultado favorable a la participación y así fue como Estados Unidos presentó un equipo integrado por 312 miembros, de los cuales 18 eran afroamericanos. 

    En los trials celebrados el 11 de julio en Nueva York, Jesse Owens consiguió la victoria en las pruebas de 100 metros, 200 metros y salto de longitud. Se convertía en la punta de lanza de un equipo atlético que viajaría al corazón de una potencia que estaba convirtiendo la intolerancia en valor social. No era consciente aún de que, en América, se le iba a utilizar como arma para desacreditar el dogmatismo nazi entorno a la superioridad Aria. Combatiría la ideología nazi desde el deporte y los medios de comunicación se harían eco de ello de forma especial.

    Sin embargo, lo que los atletas encontraron en Berlín fue una gran hospitalidad puesto que el régimen, en ese momento, quería enseñar al mundo su compromiso con el progreso y la concordia. El público alemán era cálido y receptivo respecto a los atletas negros. Aún mantenían una cierta distancia emocional respecto a los discursos oficiales. Incluso llegaron a mostrar un enorme entusiasmo con las brillantes actuaciones de Owens. El 3 de agosto empezó a construirse el mito cuando Jesse ganó la final de los 100 metros con un tiempo de 10,3 segundos, igualando el récord mundial. Un día después, se imponía en el salto de longitud derrotando al alemán, Luz Long, con una marca de 8,06 metros que suponía un nuevo récord olímpico. Long quedó segundo y lo felicitó efusivamente alzando su brazo ante el público extasiado del Reichsportsfeld Stadium. El 5 de agosto, a pesar del fuerte viento en contra, Owens bate el récord olímpico en los 200 metros con una marca de 20,7 segundos. Con tres medallas de oro en tres días, su gloriosa actuación pasaba a los anales de la élite olímpica. 

    Su participación en los Juegos había terminado pero un incidente le volvió a llevar a la pista. En la final de los relevos 4x100, el entrenador del equipo americano, Lawson Robertson, y su ayudante, Dean Cromwell, decidieron sustituir a los atletas judíos Sam Stoller y Marty Glickman y dar entrada a Jesse Owens y Ralph Metcalfe, ambos afroamericanos. En la mañana del 9 de agosto, Robertson reunió a sus hombres y les comunicó que los alemanes habían reservado a sus mejores esprínteres para ganar la prueba. Por consiguiente, Owens y Metcalfe debían entrar para asegurar la victoria. Stoller y Glickman reaccionaron airadamente y afirmaron ante la prensa que habían sido excluidos por su condición de judíos. Stoller anunció incluso su retirada deportiva, algo que finalmente no cumplió. Sin embargo, Robertson siempre defendió que la decisión era puramente deportiva y que nadie le había presionado para tomar esa elección. La prensa se centró en Brundage, especulando sobre su posible influencia en el incidente, aunque nunca se pudo confirmar dicha hipótesis. El equipo finalmente formado por Owens, Metcalfe, Foy Draper y Frank Wykoff logró la medalla de oro estableciendo un nuevo récord del mundo con un tiempo de 39,8 segundos. Fue el primer equipo que logró bajar de los 40 segundos en esta prueba de relevos.


    La cineasta favorita del régimen, Leni Riefenstahl, inmortalizó la gestualidad y la fuerza de los atletas en su documental Olympia mientras Hitler decidió no saludar personalmente a ninguno de los atletas negros que consiguieron medallas. Tras una de sus victorias, Owens pasó cerca del palco de Hitler mientras iba a atender a la prensa. Se dice que el Führer le saludó desde la distancia y Owens le devolvió el ademán. No hubo nada más.

    Jeremy Schapp, escritor e historiador deportivo, afirma lo siguiente: Owens era un auténtico revolucionario, luchando contra el régimen más brutal jamás conocido, avergonzando a Hitler sencillamente siendo el mejor”. Las palabras de este estudioso de la figura de Owens reflejan que gran parte del aura del atleta se construyó con posterioridad, atribuyéndole un significado que él mismo no podía imaginar. 

    No obstante, aunque había servido como símbolo de respuesta al racismo nazi, sus logros tuvieron poco impacto sobre la filosofía de supremacía blanca presente en el sur de los Estados Unidos. La segregación estaba fuertemente establecida y tardaría varias décadas en ser derribada. Un ejemplo de ello muy gráfico ocurrió después de su gran desfile público en las calles de Nueva York. Tras recibir un baño de masas que después se repetiría en Cleveland, Owens no pudo subir a la habitación del hotel por el ascensor principal ya que estaba reservado a los blancos. Tuvo que utilizar el ascensor de servicio. Después de toda la crítica mediática a la ignorancia de Hitler regresaba a un país en el que no podía subir al autobús por la puerta delantera.

    Sin embargo, su impacto no fue desdeñable. Sus medallas mostraron al mundo blanco del sur lo que se podía conseguir cuando un afroamericano podía competir, de igual a igual, con sus coetáneos. Fue un alegato en defensa de la igualdad de oportunidades. El sur recibió el mensaje y aunque siguió resistiéndose, fue el inicio de un cambio irreversible. Owens demostró ser capaz de trascender a la raza para convertirse en un personaje influyente, con capital social. Junto a Joe Louis, se convirtieron en símbolos para la comunidad afroamericana y sus proezas influyeron en un cambio de mentalidad en el resto del país.

    Jesse Owens se había forjado sin odio racial, a pesar de tener que vivir bajo las limitaciones de la segregación. Bajo el amparo de un entrenador blanco como Charles Riley, aprendió los valores de respeto interracial. El entrenador supo transmitirle que el color de la piel no determinaba si una persona era amiga o enemiga. Su influencia le alejó de los prejuicios de la época y le convirtió en un hombre que sería capaz de sobreponerse a cualquier dificultad. Owens apostó por una filosofía fuertemente individualista, alejada de la voz oficial de la comunidad afroamericana. Este hecho fue particularmente importante en las décadas posteriores. 

    Dubrovnik y Juego de Tronos: "Two Swords"

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    • Episodio 31: "Two Swords"
    Se acerca la boda de Joffrey Baratheon (Jack Gleeson) y Margaery Tyrell (Natalie Dormer). Uno de las pocos reinos que siguen fieles al ocupante del trono es Dorne. Se espera la presencia del príncipe Doran Martell pero salta la sorpresa cuando Tyrion (Peter Dinklage) se dispone a recibir a la comitiva sureña y es informado del hecho que Doran no vendrá por motivos de salud. En su lugar, ha llegado a la ciudad unas horas antes su hermano, Oberyn Martell (Pedro Pascal), más conocido como "La Víbora Roja". El príncipe Oberyn es conocido en todo Poniente por su comportamiento lascivo y también por ser un gran maestro en el combate. Tras dos semanas de camino desde Dorne, Tyrion está convencido de que podrá encontrarle en el burdel del "Meñique"(Aidan Gillen).
    Llegados al lugar comprueban que Oberyn ha descargado su fiereza ante un soldado de los Lannister y, además, ya ha programado una primera orgía junto a su amante, Ellaria Arena (Indira Varma), en la que también formará parte Olyvar (Will Tudor), el administrador de los negocios del "Meñique" mientras éste se encuentra fuera de la ciudad.
    Tyrion tiene oportunidad de dialogar con la Víbora pero el discurso de bienvenida pronto queda solapado cuando Oberyn desvela los auténticos motivos que le han llevado hasta Desembarco del Rey. El principe dorniense llevaba muchos años sin pisar la capital. Habría que remontarse a la boda entre su hermana, Elia Martell, y el heredero al trono de los Targaryen, Rhaegar. Con él tuvo dos hijos pero cuando éste la abandonó por Lyanna Stark, dio inicio una guerra en Poniente que para Rhaegar terminó cuando fue vencido en combate por Robert Baratheon en el Tridente. Las tropas de Tywin Lannister (Charles Dance) sitiaron Desembarco del Rey y se dice que Gregor Clegane, más conocido como "la Montaña", violó y asesinó a Elia y también mató a sus dos hijos. Oberyn está convencido de que Tywin dio la orden y ha venido a la capital a saldar cuentas. Como le recuerda a Tyrion:"Los Lannister no son los únicos que pagan sus deudas."
    La secuencia exterior en la que Tyrion y Oberyn conversan se rodó en la entrada y alrededores del Museo Etnográfico de Dubrovnik, situado en la calle Od Rupa del casco antiguo. Este edificio fue construido en 1542 y durante varios siglos fue la nave para el grano comunal de la República de Ragusa. Allí se almacenaban reservas alimenticias en grandes sótanos de piedra que llegaban a los nueve metros de profundidad y a 17 grados de temperatura constante, aislados de la humedad. 











    Precedido por:

    Dubrovnik y Juego de Tronos: "Valar Dohaeris"

    The Walking Dead: la irrupción de Negan. Por Eva Buendía

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    Turbador e impactante final de la sexta temporada de la famosa serie basada en el cómic del mismo nombre de Robert Kirkman.

    Alcanzando sus cotas más altas de angustia tras los acontecimientos ocurridos a lo largo del último capítulo, The Walking Dead nos deja hasta dentro de unos meses con la siguiente tanda de episodios, donde saldremos de dudas y veremos a quién ha ejecutado el nuevo (y, hasta el momento, más feroz) enemigo con el que se ha encontrado el grupo de Rick.

    Después de haber luchado contra tantas adversidades (tanto humanas como circunstanciales), de haber perdido a tantos compañeros y familiares por el camino y de estar intentando sin cesar el poder encontrar un reducto de paz en el que volver a aposentar un estilo de vida que les recuerde al que tuvieron antes de la hecatombe zombie, Rick y los demás miembros del grupo protagonista se encuentran, de nuevo, con una amenaza que les será imposible evitar y a la que se tendrán que enfrentar aun sabiendo que será una lucha sin cuartel.

    Esta nueva amenaza es la irrupción de “Los Salvadores”, liderados por el sádico Negan.

    Este personaje, libre de los límites de las leyes de cualquier civilización que delimitan el respeto suficiente para poder vivir en sociedad, da rienda suelta a sus más primitivos instintos conocedor de que no habrá nadie que lo juzgue. Se dedica a someter a cualquiera que esté cerca de su poblado. Este colectivo, formado por un extenso número de hombres y mujeres, se ha erigido como el grupo dominante de la zona y obliga a todos aquellos que habitan los poblados colindantes a obedecerles y serles serviles a cambio de que los dejen vivir sin problemas.

    Dejando aparte las exigencias abusivas que imponen (como la de entregar la mitad de todo lo que consigan, ya sea comida o munición), nos encontramos con que “Los Salvadores” se han convertido en unos auténticos asesinos sin ningún tipo de límite y a los que nadie puede vencer. Son brutales en sus actos, despiadados, criminales y obsesivos con el fin de ser el grupo dominante y poder, de esta manera, sobrevivir en este nuevo orden mundial.

    Su líder, Negan, es la imagen fiel de la psicopatía y del desquiciamiento humano. No le es necesario chillar. No le es necesario enfadarse. No le es necesario convencer a los suyos de que le obedezcan. Sabe que, sin proponérselo, mandará sobre todos los que estén a su lado, sin problemas, sin luchas por el poder. Porque todos saben de qué es capaz Negan con su querida “Lucille” cuando se enfada... 

    Con una simple sonrisa medio burlona y hasta una cierta empatía para con su víctima, Negan aniquila cualquier vida sin ni siquiera pestañear o pararse a valorar si era necesario realmente hacerlo. Él no necesita cuestionarse nada. Él, simplemente, mata. Y disfruta matando. Todos lo saben y le temen y respetan por ello. Y todos también saben que él lo sabe.

    El último capítulo ha sido, literalmente, una sentencia de muerte para uno de los integrantes del grupo de Rick. Han dejado la incógnita de quién se trata para el inicio de la séptima temporada, causando con ello un golpe de efecto magistral que algunos no han sabido apreciar como es debido.


    Los guionistas nos han dejado con ganas de más, ansiosos por saber quién de nuestros protagonistas ha resultado ser el desgraciado afortunado que ha resultado ganador en el juego que les impone Negan a todos, arrodillados en el suelo, mientras él va entonando una melodía infantil hasta que la canción termina, sentenciando la vida de uno de ellos de manera totalmente absurda y casual.

    Si lo comparamos con el Negan del cómic, vemos que el actor Jeffrey Dean Morgan hace un retrato fiel del villano original. Su indumentaria, sus gestos y expresiones verbales son un exacto reflejo del personaje que Kirkman creó tan expresamente para el cómic, como se desprende de las propias declaraciones que el autor hizo en una entrevista hace ya un tiempo.

    Kirkman quiso que el personaje de Negan fuera un villano diferente al del“Gobernador” (encarnado en la serie por el actor británico David Morrissey). Para ello, le dotó de una sádica e irrefrenable necesidad de matar pero, al mismo tiempo, también de un carácter falsamente simpático y bromista, lo que le confiere una crueldad fuera de toda duda.

    Para los que seguimos el cómic, y si no hay cambios en el guión de la serie, ya sabemos quién resulta ser la víctima de Negan en su juego macabro. Como ya se veía venir desde hacía tiempo, alguno de los integrantes principales del grupo tenía que acabar su andadura por la serie para hacer que ésta siguiera siendo creíble. Como Kirkman nunca se ha cansado de decir, nadie está a salvo ya que, si fuera una situación real, no habría protagonistas principales con un salvoconducto indefinido en una situación semejante a la que están viviendo desde hace casi tres años.

    Otro de los aspectos que más impacto ha podido tener a lo largo de estos últimos capítulos de la sexta temporada es la aparente transformación del personaje de Carol en alguien otra vez muy vulnerable, como lo era antes de que toda la hecatombe zombie tuviera lugar. La Carol de ahora nos vuelve a recordar a la mujer maltratada y sometida por completo a su marido, entregada solo a servirle a él y a su hija Sophia, ambos muertos en los primeros capítulos de la serie.

    ¿Qué le ha pasado a esta mujer que se ha hecho a sí misma sin dudar jamás sobre la decisión a tomar, según las circunstancias, por dura que fuera? ¿Cómo es que vuelve a necesitar de alguien que la proteja y, al mismo tiempo, abandona a los que quiere para, precisamente, ahorrarles el dolor que sin querer les pudiera infligir?

    La respuesta la podemos encontrar en el estrés post-traumático que todos los que han sobrevivido hasta ahora sufren sin lugar a dudas. Ver cómo todo lo que conocen se desmorona, como ya nada volverá a ser igual tal y como lo han vivido hasta el momento, cómo mueren sus seres queridos, cómo están de llenas las calles de las ciudades de muertos que se devoran los unos a los otros, cómo tienen que matar para poder sobrevivir… Todos ellos son ejemplos de cómo una persona ha sido arrastrada por la fuerza de los acontecimientos sin tener tiempo de reaccionar siquiera. Los supervivientes son personas que han tenido que dejar a un lado las emociones y el sentirse humanos, casi, para poder seguir con vida. Y una situación así es imposible que deje sin afectar a alguien.

    Todos ellos tienen este trauma fuertemente enraizado en su “yo” más interno, tejiendo sus raíces cada vez más largas y fuertes, esperando solo el momento propicio para salir al exterior y manifestarse en forma de tremendo dolor, aniquilando al ser humano que lo alberga.


    A Carol parece ser que le ha llegado el momento. Cuando más segura se ha sentido, tal vez, desde que perdió a su hija, al sentirse otra vez dentro de una comunidad que le ofrece un hogar, comida y algo parecido a la sociedad que existía hasta no hace tantos años (como hemos ido viendo en Alejandría), su fortaleza se ha relajado y los diques de contención se han venido abajo. Al hacerlo, todo lo que Carol ha ido viviendo hasta ese momento, se ha manifestado como un torrente de emociones sin control alguno, dejando a uno de los personajes más fuertes y emblemáticos de la serie en una persona otra vez en manos de los demás, incapaz de sobrevivir por sí misma.

    Este mensaje que nos da Melissa McBride a través de su personaje es de una lectura tremendamente humana ya que los guionistas, con ello, van más allá y nos alejan un poco de la vorágine puramente escabrosa para adentrarnos en un plano mucho más profundo y rico en matices sentimentales y emotivos, con un hondo calado de corte psicológico.

    Si lo que le ha sucedido a Carol se debe, seguramente, a la bajada de guardia que ha hecho al sentirse segura en Alejandría, ¿cuándo les pasará a los demás si están en su misma situación? Todos ansiaban volver a construir un hogar estable en algún lugar y ahora, que parece ser que lo han conseguido (dejando a Negan aparte), cualquiera de ellos puede bajar la guardia y sufrir las consecuencias de tanto horror vivido y aletargado en su interior, de la misma manera como le ha sucedido a ella.

    Así pues, en los siguientes episodios, nuestros protagonistas no solo se enfrentarán a una amenaza física como lo es sin lugar a dudas la del líder de “Los Salvadores” sino, también, a una más invisible pero real que todos tienen en su interior y que está pugnando por salir.

    Una amenaza que obedece a sus más íntimos miedos, al terror puro de sus propios actos cometidos hasta el momento.

    Hitchcock / Truffaut : tributo al cine

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    La palabra es un canal eterno para hacer brotar lo mejor y también lo peor de la creatividad artística. A través de ella elaboramos discursos y diatribas que pueden llegar a tener un eco importante cuando del valor de las mismas se desprende una gran repercusión. Cuando las palabras surgen del diálogo reflexivo, lo que obtenemos es un fresco en el que cobran vida los posicionamientos en base al contraste de ideas y a la interpelación de argumentos. Sin embargo, la entrevista más famosa de la historia del cine es principalmente una lección de cine; probablemente la mejor que cualquier crítico o cinéfilo pueda recibir jamás.

    Debemos situarnos a finales de los años cincuenta. Una auténtica revolución sacudía los cimientos del cine francés con la aparición de una serie de jóvenes creadores que combatían el anquilosamiento del celuloide galo a través de una serie de propuestas que renovaban el lenguaje y el fondo temático. Eran directores entusiastas y rompedores que estaban cambiando la forma de entender y ver el cine a través de una fórmula estilística innovadora. Surgidos de las páginas de "Cahiers du Cinema", donde trabajaban como críticos, constituían una nueva generación de estudiosos del séptimo arte que, en cuando tuvieron la oportunidad, insuflaron modernidad a sus creaciones desde el conocimiento y el respeto exquisito por las obras de realizadores importantes en quienes hallaban unos trazos de genialidad que les resultaban extraordinariamente inspiradores. Con el tiempo, a su movimiento se le llamó "Nouvelle Vague" y entre ellos encontramos los míticos nombres de Jean-Luc Godard, Claude Chabrol, Éric Rohmer, Jacques Rivette, Agnès Varda, Louis Malle y François Truffaut.

    Truffaut era quizá el más apasionado y visceral de todos ellos. Con sólo tres películas en su haber y menos de treinta años, ya había firmado una auténtica obra maestra: Los Cuatrocientos Golpes (Les Quatre Cents Coups, 1959). No obstante, las inquietudes del joven cineasta iban más allá de sus constantes proyectos puesto que la pasión cinéfila que atesoraba le conducía constantemente hacia la revisión de otras cinematografías y, en particular, estaba particularmente atraído por la labor de algunos de los grandes colosos de Hollywood como John Ford, Howard Hawks y Alfred Hitchcock. Por la carrera de este último sentía una especial fascinación que se vio incrementada cuando tuvo la oportunidad de entrevistarle, junto a Claude Chabrol, durante la promoción de la película Atrapa a un Ladrón (To Catch a Thief, 1955) en Cannes. Ambos entrevistadores trabajaban en un artículo sobre Hitchcock para "Cahiers du Cinema", pero Truffaut consideró que aquel reportaje se quedaba corto ante la magnificencia del personaje.

    En los años posteriores siguió quedándose anonadado con la maestría del director en títulos como Vertigo (1958), Con la Muerte en los Talones (North by Northwest, 1959), y Psicosis (Psycho, 1960). Ante lo que consideraba como auténticas obras maestras, mostraba perplejidad cuando la crítica estadounidense seguía considerando a Hitchcock como un director ligero que creaba obras entretenidas con poco fondo. Herido por lo que juzgaba como una injusticia atroz, Truffaut decidió escribir una carta al maestro en la que, además de grandes alabanzas, le proponía una larga entrevista en la que la labor del realizador sería la gran protagonista. Hitch agradeció enormemente las palabras de Truffaut y aceptó la oferta.


    Así fue como el director francés viajó a Los Angeles junto al fotógrafo Philippe Halsman, a quien encomendó la tarea de documentar gráficamente el encuentro. Truffaut quería reivindicar la figura de Hitch más allá de su imagen de director con éxito en la taquilla. Pretendía explorar su carrera para mostrar al público americano que Alfred Hitchcock era el mejor director del mundo. Durante ocho días del mes de agosto de 1962, Truffaut entrevistó al realizador británico en unas dependencias de los estudios Universal. En la sala solamente hubo dos personas más: Philippe Halsman y la traductora Helen Scott. Fueron casi quinientas preguntas y un total de veintisiete horas de grabación en los que el francés consiguió un alto grado de complicidad con su idolatrado. Llegó hasta la base de sus motivaciones fílmicas y descubrió un nuevo escenario que hasta entonces se había explorado poco: el oficio del director.

    No era fácil conseguir que los grandes directores de la época se abrieran a explicar el significado de su cine. Ellos siempre decían que era el público el que veía aspectos de la película y los interpretaba. Los directores trataban que la película saliera lo mejor posible y no pensaban en otras cosas. Sin embargo, esa era la respuesta estandar que daban a la prensa del sector. Había una serie de reflexiones que se guardaban para otro tipo de conversaciones que nada tenían que ver con la promoción de las películas. El gran éxito de Truffaut fue conseguir que Hitchcock le confesase con profusión sus filias y sus fobias, además de las pautas de su lenguaje cinematográfico desde los inicios en el cine mudo. Los clásicos sonoros en Inglaterra y los grandes títulos realizados en Hollywood pueblan las páginas siguientes e ilustran los emblemas de su carrera. Hitchcock aprendió el oficio cuando la cámara debía ayudar a la expresión de los intérpretes en ausencia de diálogo. Esa forma de narrar visualmente impregnó su estilo y después hizo un sabio uso del mismo a través de secuencias con cámara subjetiva que contribuían a generar el suspense que tanto caracterizó a su filmografía.

    Finalizada la ronda de sesiones, la amistad que se estableció entre ambos permaneció en el tiempo. Siguieron enviándose cartas, compartiendo experiencias de rodaje en sus respectivos films, e incluso hubo alguna que otra visita a París por parte de Hitchcock y su esposa, la esencial Alma Reville. El libro que recogía las sesiones se publicó en 1966 con el título original de Le Cinéma selon Alfred Hitchcock, aunque pronto se generalizó su encabezamiento en inglés. Hitchcock / Truffaut está considerado como el mejor libro que se ha escrito sobre didáctica de cine. Con el paso de los años, se ha convertido en un texto de referencia absoluta para realizadores tan diversos como Peter Bogdanovich, Martin Scorsese, Paul Schrader, Olivier Assayas, David Fincher, Richard Linklater, Wes Anderson, Kiyoshi Kurosawa y James Gray, por citar solamente a algunos de ellos.


    Valiéndose de esta repercusión, el documentalista Kent Jones construye una obra que recoge los principales pasajes de la entrevista, con el sonido directo de los protagonistas, y lo va intercalando con secuencias inmortales de la carrera de Hitchcock mientras aprovecha hábilmente los testimonios de los directores anteriormente citados para elaborar un retrato honesto y brillante del maestro del suspense. No obstante, Jones va más allá de la traslación del libro en imágenes. Profundiza en la visión contemporánea del mito y elabora un producto final que rebosa cinefilia. Finalmente, consigue que el documental sea una reivindicación del oficio de director y homenajea de forma sincera a dos grandes realizadores que, desde diferentes ópticas y concepciones, hicieron más grande el séptimo arte. El documental se cierra con una frase que es el mejor ejemplo de lo que Truffaut trataba de conseguir:

    "Yo creo señor Hitchcock que usted utiliza las tramas de misterio y suspense como excusa para explorar el alma humana". Y el maestro responde: "así es".

    Vivir deprisa, morir joven: James Dean (1931-1955). Por Juan Pais

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    El breve pero denso recorrido vital que llevó a James Dean desde las llanuras de Indiana hasta el cruce de las autopistas estatales 41 y 46 en Cholame (California) se inició el 8 de febrero de 1931 en un pueblo llamado Marion. El hijo de Winton Dean y Mildred Wilson fue bautizado como James Byron Dean y creció sano y feliz, siendo su vida solamente alterada en esos primeros años por el traslado de la familia a California, donde se establecieron en 1937 cuando el padre comenzó a trabajar como mecánico dentista, profesión con la que pretendía prosperar dejando atrás el rigor y las penurias de su anterior vida como agricultor.

    Los Dean se instalaron en Santa Mónica y el pequeño, al que llamaban Jimmy, fue matriculado en un colegio de Brentwood, Los Ángeles. Según quienes los conocieron en aquella época, madre e hijo estaban muy unidos y ella era su principal compañera de juegos. Jimmy era un niño algo introvertido aunque tranquilo y feliz. Por desgracia, el destino tenía preparado un duro golpe para la familia, que cambiaría el carácter de James para siempre.

    Mildred empezó a sufrir dolores de estómago y a perder peso. Alarmada, acudió al médico y el diagnóstico de éste fue implacable: cáncer de útero. Corría el año 1938, y el tratamiento apenas mantuvo con vida a Mildred dos años. Cuando murió, Winton y James se quedaron destrozados. Para un adulto es muy duro perder a su esposa pero su dolor no es tan agudo como el de un niño de nueve años que pierde a su madre, sobre todo cuando éste tiene un carácter sensible y frágil. Tal y como dijo alguien sobre Dean, él también murió un poco con su madre.

    Incapaz de cuidarle solo, Winton llevó a su vástago a casa de su hermana, Ortense, y el marido de ésta, Marcus Winslow, que tenían un granja en su Indiana natal. Ortense y Marcus eran personas austeras y bondadosas, pertenecientes al credo quáquero, y cuidaron cariñosamente de Jimmy, cuyo padre se casó tras participar en la Segunda Guerra Mundial. La formación del muchacho, convertido en un adolescente tímido, se llevó a cabo en el Fairmount High School, donde no fue un estudiante especialmente brillante, aunque destacó en los deportes, siendo un celebrado jugador de baseball y baloncesto.

    En aquellos años, Jimmy estableció una estrecha relación con el pastor religioso James DeWeerd, que ejerció como su mentor, estimulando su entonces naciente afición por el teatro. El vínculo entre ambos dio pie años después a mucha controversia. Para algunos de sus biógrafos su relación había sido más que amistosa mientras que otros hablaban de mero tutelaje por parte del clérigo. Poco antes de morir, Elizabeth Taylor le contó a un amigo periodista que Dean le había confesado durante el rodaje de Gigante (Giant, 1956) que DeWeerd había abusado sexualmente de él, algo que le traumatizó. Taylor insistió en que esas declaraciones eran off the record.

    La UCLA fue elegida por Dean para formarse como actor. Sin embargo, sólo acudió un semestre; le aburrían las clases de arte dramático y prefería aprender trabajando, aunque no desdeñaba la formación, por lo que se trasladó a Nueva York para ser alumno del innovador Actor's Studio.Dean estaba muy orgulloso de pertenecer a la mítica escuela de actores y en una carta a su familia la define como "la mayor escuela del teatro. Alberga grandes personas como Marlon Brando, Julie Harris, Arthur Kennedy, Mildred Dunnock... Muy pocos entran en ella... Es lo mejor que le puede pasar a un actor. Yo soy uno de los más jóvenes que allí se encuentran". Con esa formación empezó a desempeñar pequeños papeles en series como Family Theatre, The Bigelow Theatre o CBS Television Workshop, así como en un anuncio muy famoso de Pepsi. También de esa época, primeros años 50, data su breve participación en la película de Sam Fuller, A Bayoneta Calada (Fixed Bayonets, 1951).

    Actor's Studio. James Dean aparece en primera fila. Lee Strasberg, impulsor del centro y gran acting coach, está sentado al lado del corredor.

    Dean amaba el teatro e interpretó diversas obras en Broadway, como See the Jaguar, de N. Richard Nash, o El inmoralista, de André Gide. Fue en ésta donde le vio Elia Kazan y se quedó sorprendido por su trabajo, ofreciéndole el papel protagonista de Al Este del Edén (East of Eden, 1955). El mito James Dean empezaba a nacer.

    Los años 1954-1955 se desarrollaron a una velocidad vertiginosa para Dean. Por diversos motivos no encajó bien en Hollywood y le desbordó su nuevo estatus de estrella de cine. Elia Kazan hizo que se mudara a un bungalow cerca del suyo durante el rodaje de Al Este del Edén porque le alarmaba su enloquecida vida nocturna y quería tenerlo controlado. El precario equilibrio emocional de Dean se fue rompiendo progresivamente y comenzó a aflorar una conducta bipolar y muchas veces desquiciada. De nada sirvió su romance con la actriz Pier Angeli, que acabó por abandonarle por el cantante Vic Damone.Dean estaba envuelto en una espiral autodestructiva.

    Ajeno a ello, el productor Jack Warner vio el potencial de la emergente estrella y ordenó que su siguiente película, Rebelde sin Causa (Rebel without a Cause, 1955), se rodase en color y no en blanco y negro como estaba previsto. Por desgracia, Dean no vio estrenarse esta película ni tampoco Gigante, la siguiente y última película del actor.

    A muchas personas les sorprende escuchar que los actores son grandes tímidos. Creen que para salir a un escenario y representar un papel hace falta tener cierto descaro y ser desenvuelto. Sin embargo, no es así. Cuando interpreta, el actor tiene previstas unas líneas de diálogo y conoce la réplica que le van a dar los otros actores. A diferencia de la vida real, el actor sabe qué va a pasar y eso le da mucha seguridad. Por ello, el inseguro Dean amaba la actuación.

    En las tres películas en las que fue actor protagonista, James Dean proyectó su propia personalidad a través de sus personajes. No es difícil reconocer en él al Cal Trask anhelante del amor materno de Jo Van Fleet ni su inadaptación al mundo de Hollywood y sus servidumbres, con la de Jim Stark a su nuevo instituto, o la de Jett Rink - siempre un desclasado ya fuera pobre o rico - a la vida de peón en Reata. Es ocioso especular qué carrera hubiera llevado a cabo Dean si no hubiese muerto, aunque se sabe que había firmado sendos contratos para actuar en Marcado por el Odio (Somebody up There like Me) y El Zurdo (The Left Handed Gun), que respectivamente dirigirían en 1956 y 1958 Robert Wise y Arthur Penn, siendo sustituido por Paul Newman. Está claro que con esas películas el mito de rebelde de Dean se hubiera consolidado.

    En su libro de memorias Canciones que mi Madre me Enseñó (Songs my Mother Taught Me), Marlon Brando dedica unas páginas a James Dean. Su testimonio es significativo puesto que Brando fue un modelo a seguir para Dean, no sólo como actor sino como persona: 

    "Jimmy Dean lo tenía todo a su favor. No sólo estaba a punto de llegar a ser un buen actor, sino que también tenía una personalidad y presencia que despertaban la curiosidad del público, y una belleza y vulnerabilidad que las mujeres, sobre todo, encontraban atractivas. Querían cuidarlo. Era sensible y en su personalidad había elementos sorprendentes. No era volcánico ni dinámico, pero posesía una energía sutil y una intangible vulnerabilidad que ejercían un efecto tremendo sobre el público". 
    "(...) Creo que Jimmy me consideraba una especie de hermano mayor o mentor, y supongo que yo respondía como si lo fuera. Sentía afinidad por él y me daba pena. Era hipersensible y en sus ojos y en la forma en que se movía y hablaba podía ver que había sufrido mucho. Se sentía torturado por la inseguridad, cuyo origen nunca logré determinar, aunque él decía que había tenido una infancia difícil y que había tenido muchos problemas con su padre. Le insistí en que buscara ayuda, tal vez que se sometiera a terapia. No sé si alguna vez lo hizo, pero sé que para un chico atormentado como él puede ser muy difícil vivir con la fama repentina y la propaganda exagerada que Hollywood creó a su alrededor". 
    "(...) Nunca sabremos qué clase de actor habría llegado a ser al cabo de otros veinte años. Creo que habría sido un gran actor. Pero murió, y quedó sepultado para siempre en el mito".
    James Dean visitó a Brando durante el rodaje de Desirée (1954), de Henry Koster.

    Continúa en:

    Joven y Rebelde: las películas de James Dean. Por Juan Pais

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    AL ESTE DEL EDÉN (East of Eden, 1955)


    Elia Kazan buscaba en 1954 un actor para interpretar a Cal Trask en la adaptación de la novela de John Steinbeck, Al Este del Edén, publicada dos años antes. Inicialmente, Kazan había pensado en Marlon Brando y Montgomery Clift para dar vida a los hermanos protagonistas pero eran demasiado mayores; fue entonces cuando descubrió a James Dean cuando éste ensayaba El Inmoralista y le pareció el adecuado para interpretar a Cal. Para el papel de su hermano audicionaron Paul Newman y Richard Davalos, siendo Davalos el interprete elegido. La confirmación del acierto de Kazan al contratar a Dean llegaría del propio John Steinbeck; tras presentárselo, el novelista le dijo que era un niñato pero que era perfecto para el papel.

    ¿Y quién es Cal Trask? ¿Qué tiene ese personaje para que su creador viese a James Dean como su reencarnación? Al Este del Edén adapta sólo la última parte de la novela, que arranca en los años posteriores a la Guerra de Secesión. En esta adaptación se nos presenta a Cal como un joven introvertido que no consigue encontrar su identidad y que se siente dolido por el desprecio que siente hacia él su padre, Adam, que prefiere al otro hermano, Aron. Con Al Este del Edén,Steinbeck revisita alegóricamente el mito del Caín, dándole una vuelta de tuerca a la tradicionalmente asignada cualidad maligna de Cal.

    Los dos hermanos viven con su padre (interpretado por Raymond Massey, con el que James Dean no se llevó nada bien durante el rodaje), en el valle de Salinas (California).Adam es un próspero granjero y un hombre puritano y riguroso. Tanto a Cal como Aron se les dijo que su madre había muerto y estaba en el cielo. Sin embargo, Cal sospecha que vive y que es una misteriosa mujer que regenta un burdel cerca de donde viven su ex marido y sus hijos. Al inicio de Al Este del Edén le vemos siguiéndola. No tardarán en conocerse y acabará por conocer todo lo que hasta entonces ignoraba sobre ella y su propia vida.


    Otro motivo de fricción entre Cal y Aron es la bella Abra, que inicialmente es la novia del segundo. Poco a poco la chica empieza conociendo a Cal y dándose cuenta de que no es malo, como todos dicen, sino que es una persona herida. Abra fue interpretada por Julie Harris, inicialmente rechazada por Jack Warner, que la consideraba demasiado mayor para dar vida a Abra. Kazan insistió y acabó haciendo el personaje, que enamoró al público con su encanto y sensibilidad.

    Para tratar de complacer a su padre, Cal planta judías, cuyo precio ha subido debido a la Primera Guerra Mundial. Está muy ilusionado con el proyecto y le pide dinero a su madre. El negocio es un éxito, y Cal decide entregarle el dinero ganado a Adam como regalo de cumpleaños. Sin embargo, éste lo rechaza argumentando que son beneficios obtenidos inmoralmente, aprovechando los bajos precios causados por la guerra. Cal, roto de dolor por su desprecio, se enfrenta a su padre violentamente.

    Partiendo del conflicto entre los dos hermanos, Kazan aborda temas más profundos como los problemas generacionales entre padres e hijos o la nociva influencia de la religión. La utilización del entonces novedoso Cinemascope (la fotografía de Ted McCord es sobresaliente) le proporciona a Kazan la oportunidad de conseguir una película de una gran belleza plástica, plasmando el encanto del paisaje californiano y subrayando la poesía de la película. Asimismo, el inteligente y arriesgado uso de los encuadres refleja muy bien las divergencias entre los personajes. Para acabar de redondear el lírico conjunto, debe hacerse una mención especial a la música de Leonard Rosenman, en su primera partitura para el cine.

    Al Este del Edén fue rodada en Salinas y Monterey (California), así como en la Denslow Morgan Preston Mansion, de Mendocino (para las escenas del interior de la casa de los Trask), y en los estudios de la Warner en Burbank.

    El estreno tuvo lugar el 9 de marzo (Nueva York) y el 16 de marzo de 1955 (Los Ángeles). En España, se estrenó el 6 de octubre de 1958 (Barcelona) y el 13 de noviembre de 1958 (Madrid).James Dean no asistió a ninguna de las premieres americanas, por lo que fue amonestado por Jack Warner.


    REBELDE SIN CAUSA (Rebel Without a Cause, 1955)


    La segunda película de James Dean fue Rebelde sin Causa, un proyecto que la Warner tenía planeado desde finales de los 40. Inicialmente, la productora quería a una estrella más importante; sin embargo, Nicholas Ray insistió en que Dean fuera el protagonista.

    Nicholas Ray aborda uno de los temas que le fueron más caros, el de la rebeldía juvenil, que ya había tratado en Llamad a Cualquier Puerta (Knock on Any Door, 1949). La intención original era adaptar el libro de Robert M. Lindner, Rebel Without A Cause: The Hypnoanalysis Of A Criminal Psychopath (Rebelde sin causa: El hipnoanálisis de un psicópata criminal), un estudio sobre jóvenes conflictivos. Ray, sin embargo, escribió una historia corta llamada The Blind Run en la que contradice las teorías de Lindner. Según éste, los delincuentes provenían de familias pobres desestructuradas y los chicos buenos formaban parte de familias acomodadas. Sin embargo, tanto en The Blind Run como en Rebelde sin Causa, Nicholas Ray puso de manifiesto que la rebeldía juvenil está relacionada con la búsqueda de la propia identidad, tiene que ver con la reafirmación personal, que generalmente colisiona con la hipocresía del mundo adulto.


    Rebelde sin Causa arranca en una comisaría de policía. Allí coinciden Jim (James Dean), Judy (Natalie Wood) y Platón (Sal Mineo). Los tres han sido arrestados por diferentes motivos, pero están unidos por un sentimiento común: el sentirse incomprendidos y despreciados por sus padres. Para Jim, los problemas ya surgen el primer día en su nuevo instituto, adonde ha llegado después de que su familia se mudara por enésima vez debido a sus constantes conflictos. Unos pandilleros la toman con el muchacho, y tras una primera pelea a navajas, Jim y el cabecilla de aquéllos se retan a lo que llaman una chicken run, una carrera de coches en dirección a un acantilado en la que vence el último que se arroje del coche. La carrera acaba en tragedia, lo que paradójicamente refuerza los lazos entre Jim y Judy, novia del pandillero, y Platón, que siente una enorme fascinación y simpatía por Jim. La represión de la policía y la hostilidad de los otros pandilleros hace que el trío busque refugio en una casa abandonada. Allí se desarrollará el último acto de la película.

    Nicholas Ray, siempre preocupado por el mundo juvenil, ofrece una película sensible y honesta. El habitual lirismo de su cine queda subrayado por el cromatismo de las imágenes (en Cinemascope). También destaca el sentido de la fatalidad que sabe imprimirle. Tal vez pueda reprochársele la forzada disposición temporal que obliga a concentrar muchos hechos en 24 horas, pero en líneas generales es una película sobresaliente.

    Rebelde sin Causa fue rodada íntegramente en California. El centro en que se desarrolla la acción fue recreado en el instituto de Santa Mónica. La localidad de Calabasas fue escenario de la chicken run. También se rodaron escenas en el Griffith Observatory y Griffith Park.

    El estreno de Rebelde sin Causa tuvo lugar el 27 de octubre de 1955. A las pantallas españolas llegaría tardíamente, el 20 de febrero de 1964.



    GIGANTE (Giant, 1956)


    Si la vida de James Dean no se hubiese interrumpido violenta y prematuramente, Gigante sería recordada como una de sus primeras películas, no como la última. Sin embargo, esta adaptación de la novela río de Edna Ferber se convirtió en su testamento cinematográfico, y como las otras dos películas en las que Dean actuó como actor protagonista, en un clásico del séptimo arte.

    Jack Warner decidió adaptar la novela río de Edna Ferber, centrada en una familia texana en la primera mitad del siglo XX, y le encomendó la dirección de la película al prestigioso George Stevens. El libro, publicado en 1952, no fue muy bien recibido inicialmente. A los sectores más conservadores del estado de la estrella solitaria no les gustó. Algunos medios consideraban que más que reflejar el estilo de vida texano lo parodiaba. Sin ir más lejos, desde las páginas del Houston Press se pidió que Ferber fuera "linchada", nada menos.

    Gigante, que fue adaptada por Ivan Moffat y Fred Guiol, se centra en el matrimonio formado por Jordan "Bick" Benedict y Leslie Lynnton, una joven de la alta sociedad del Este, y su vida en Reata, la propiedad de Bick y su familia desde varias generaciones atrás en Texas. Ambos crearán una familia y se verán afectados por los cambios sociales y políticos, destacando la progresiva inserción social de las minorías y el modo que tienen los Benedict de afrontarlo.

    Bick es el personaje principal, un hombre muy consciente de su posición social y de la herencia recibida de sus antepasados; es una persona noble, de buen corazón, por lo que termina por aceptar que los tiempos cambian. El papel de Bick fue asumido por Rock Hudson después de que se pensara en que lo interpretaran Gary Cooper y Clark Gable, lo que fue rechazado por George Stevens debido a que esos actores eran muy mayores para dar vida a Bick en sus años jóvenes.

    Para interpretar a Leslie, George Stevens le dio a elegir a Rock Hudson entre Elizabeth Taylor y Grace Kelly, decantándose Hudson por Taylor.Leslie es una mujer hermosa e inteligente, pero su sensibilidad de mujer refinada del Este no encaja muy bien en la abrupta Texas, lo que la hace tener problemas para adaptarse a su nueva vida, chocando con su cuñada, Luz (Mercedes McCambridge, en una de sus característicos personajes agrios), que la considera demasiado blanda. Leslie se indigna con las precarias condiciones de vida que llevan los empleados mexicanos de su marido e intenta mejorarlas, lo que la hace llegar a ser muy querida por éstos.


    Jett Rink es el nombre del personaje de James Dean. Es un peón de Reata, un hombre huraño y rebelde, con el que Bick tiene problemas, aunque Luz le protege siempre. Además, Rink se enamora de Leslie, pese a que sabe que su amor por ella es imposible. A la muerte de Luz, Rink hereda una pequeña propiedad, Little Reata, que Jett se resiste a venderle a Bick, el cual no quiere que se divida la propiedad. Poco después, se encuentra petróleo en Little Reata, haciéndose Rink muy rico. Sin embargo, se siente muy amargado por su frustrado amor por Leslie.

    Otros actores que participan en Gigante son Sal Mineo y Dennis Hopper. Ambos, que eran buenos amigos de Dean, habían formado parte del reparto de Rebelde sin Causa.Mineo dando vida a Platón y Hopper a uno de los pandilleros. Si en la película de Nicholas Ray tiene más protagonismo el papel de Mineo, aquí es el futuro director de Easy Rider el que tienen un rol más relevante, incorporando a Jordy, el hijo de Hudson y Taylor, mientras que aquél incorpora a Ángel Obregón, el hijo del capataz de los Benedict.

    George Stevens realiza una estupenda labor en Gigante, posiblemente su mejor película. Con inteligencia y talento utiliza los grandiosos escenarios naturales texanos para subrayar el tono épico de la película. Asimismo, le da a la película un preciso sentido del ritmo, superando el fácil riesgo de aburrir al espectador con un metraje tan extenso como el de Gigante.

    Las escenas que transcurren en Reata fueron rodadas en Marfa (Texas) durante el calurosísimo verano de 1955. Otras localizaciones texanas fueron los condados de Jeff Davis y Presidio así como el pueblo de Valentine, donde estaba ambientado el poblado mexicano cercano a Reata. El rodaje también se llevó a cabo en Arizona y en Charlottesville (Virginia) para las escenas que transcurrían en la granja de la familia Lynnton. Los estudios de la Warner en Burbank albergaron las escenas de interiores.

    Gigante se estrenó el 10 de octubre de 1956 en Nueva York y el 24 de noviembre de 1956 en Los Ángeles. En España el estreno tuvo lugar el 29 de marzo de 1959.

    Tanto Rebelde sin Causa como Gigante se estrenaron después de haber muerto James Dean.


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    Vivir deprisa, morir joven: James Dean (1931-1955)

    Dubrovnik y Juego de Tronos: "The Lion and the Rose"

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    • Episodio 32: "The Lion and the Rose"
    Llega el esperado y acordado enlace entre los linajes Lannister/Baratheon y Tyrell.  Tras la unión de Joffrey Baratheon (Jack Gleeson) y Margaery Tyrell (Natalie Dormer), ante los antiguos Dioses, en el Gran Septo de Desembarco del Rey, es el momento en que la que será conocida como Boda Carmesí celebre su banquete en los jardines exteriores de la Fortaleza Roja. 
    Hay varias conversaciones cruzadas entre los personajes antes de que el sadismo de Joffrey tome protagonismo en la parte final. Lady Olenna Tyrell (Diana Rigg) y Tywin Lannister (Charles Dance) conversan acerca de las deudas que la corona ha contraído con el Banco de Hierro de Braavos.Lady Olenna iguala en astucia y sabiduría a Tywin y sabe que en Roca Casterly ya no queda una onza de oro.
    Tyrion (Peter Dinklage), Podrick (Daniel Portman) y Bronn (Jerome Flynn) transitan por el pasillo central del banquete aunque el primero sigue sin estar seguro acerca de la huída de Shae (Sibel Kekilli).Bronn intenta tranquilizarle pero el mal presentimiento que le acecha sigue flotando en el aire.
    Ser Loras Tyrell (Finn Jones) y Jaime Lannister (Nikolaj Coster-Waldau) también tienen un encuentro en el que el segundo amenaza al primero con asesinarle si consuma un futuro matrimonio con Cersei (Lena Headey).Ser Loras, sin embargo, conoce el secreto del incesto entre hermanos y enarbola ese potente argumento frente a él. Cersei, por su parte, incomoda a Brienne de Tarth (Gwendoline Christie) cuando le dice que conoce los sentimientos de la joven guerrera hacia su hermano.
    Margaery anuncia que las sobras de la comida del banquete se entregarán a los más pobres de la ciudad pero Cersei revoca esa orden amenazando al Gran Maestro Pycelle (Julian Glover). Justo después, Cersei y su padre establecen una tensa conversación con Oberyn Martell (Pedro Pascal) y Ellaria Arena (Indira Varma) en la que reaparecen de nuevo los sentimientos de ira que siente el dorniense hacia los Lannister, verdadero motivo por el que ha venido a Desembarco del Rey.
    Lo que vemos después es la expresión cruda y palpable del carácter psicótico y sádico de Joffrey. El recién casado ha preparado un dantesco y vergonzoso espectáculo en el que cinco enanos recrean la Guerra de los Cinco Reyes de la forma más burda posible. Se trata de una humillación que lanza un mensaje directo a Tyrion y Sansa (Sophie Turner). No obstante, el calvario de Tyrion no finaliza con la representación sino que continúa a través de las constantes provocaciones que sufre a manos del monarca. Joffrey sigue humillando a su tío y éste responde enervando más aún al despiadado adolescente. Justo cuando la situación parece destinada a la catástrofe, la entrada de la tarta nupcial interrumpe el enfrentamiento. Lo que vendrá a continuación significará la defenestración final de Joffrey pero también el peor de los destinos para Tyrion.
    Aprovechando el desconcierto generado por el envenenamiento, Dontos Hollard (Tony Way) aprovecha para contactar con Sansa y facilitar su escapada de la corte. Cumple órdenes del "Meñique" (Aidan Gillen), quien la espera mar adentro.






    Toda la gran secuencia de la Boda Carmesí se rodó en el parque Gradac, en el barrio extramuros de Pile. En su gran explanada se situó el decorado de la mesa principal y el escenario, junto a una gran cabeza de león. La fuente redonda adyacente fue decorada especialmente y el espacio se convirtió, durante un par de días, en un auténtico lugar de festejo al estilo medieval. Adjuntamos fotos de diversos lugares que fueron utilizados en la secuencia. El excepcional trabajo de caracterización y ambientación, además de los efectos digitales de post-producción, hacen que cueste reconocer el lugar cuando tenemos en mente lo visto en el episodio.





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    Dubrovnik y Juego de Tronos: "Two Swords"  


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    A Scorsese Tribute

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    Martin Scorsese, director revolucionario e iconoclasta. Cinéfilo, respetuoso con el pasado pero dotado de una visceralidad y una personalidad propia que ha imprimido a todos sus trabajos. Os invito a conocer algunas de sus constantes como realizador en un espléndido video recopilatorio.


    Dubrovnik y Juego de Tronos: "The Mountain and the Viper"

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    • Episodio 38: "The Mountain and the Viper"
    Tras comprobar que no hay forma de demostrar su inocencia en el juicio en que se le acusa del envenenamiento sufrido por Joffrey (Jack Gleeson), Tyrion Lannister (Peter Dinklage) maldice a los que le rodean y reclama juicio por combate. Nadie quiere pelear por él tras conocer que será Ser Gregor Clegane "La Montaña" quien defenderá a la corona. Sin embargo, será la presencia de tan imponente rival la que precipitará que Oberyn Martell (Pedro Pascal) se convierta en el paladín de Tyrion para poder finalmente vengarse del crimen que éste perpetró al asesinar y violar a su hermana y matar también a sus hijos.
    El combate se celera en los jardines adyacentes a la Fortaleza Roja. La pericia, rapidez y agilidad de "La Víbora Roja" son virtudes que le permiten contrarestar la fuerza bruta de "La Montaña" (Hafþór Júlíus Björnsson). La lentitud de Clegane unida a la fiereza de Oberyn acaban generando una situación de ventaja para el dorniense. Ante tal situación, Oberyn reclama la venganza y exhorta al presunto moribundo para que confiese la masacre de Elia Martell y sus hijos. Pero su ambición va más allá y es entonces cuando reclama que se conozca también quién dio la orden. Por fin existe la posibilidad de que Tywin Lannister (Charles Dance) aparezca ante la corte como el responsable de la matanza.
    No obstante, el gran triunfo de Oberyn se torcerá de repente y vivirá en sus carnes la más cruel de las muertes al caer bajo el poder de las destructivas manos de "La Montaña". 
    Con este resultado, Tyrion es condenado a muerte por su propio padre ante el regocijo de Cersei (Lena Headey) y la pesadumbre de Jaime (Nicolaj Coster-Waldau). 







    Esta fenomenal secuencia necesitaba rodarse en algún lugar frente al mar que no fuera transitado. Las labores de caracterización debían ser particularmente intensas y se necesitaban semanas para preparar el escenario. El equipo de producción encontró el lugar idóneo alrededor del atrio del Hotel Belvedere. Este hotel fue, durante una época, uno de los mejores de la región pero problemas económicos diversos obligaron a su cierre. Ahora, mientras espera nuevos inversores que realicen la restauración, se ha convertido en un edificio fantasma que destaca especialmente en la costa este de Dubrovnik, dentro del barrio de San Jaime. La instalación no es accesible para los visitantes pero se puede contemplar desde el barco que lleva a la isla de Lokrum. Desde la costa, los habitantes de la zona sí que pueden acceder al atrio. Algunos han dejado consignas de apoyo al equipo de fútbol más importante de la región, el Hajduk Split. Antes del rodaje, incluso habían pintado el escudo del club en la terraza que, posteriormente, fue decorada con el escudo Baratheon - Lannister. Incorporamos varias fotos realizadas desde el mar (el atrio es visible en la parte inferior izquierda de la instalación) y también una instantánea ajena que muestra el estado actual de la terraza. Los restos del escudo aún son visibles.





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    Dubrovnik y Juego de Tronos: "The Lion and the Rose"

    El destino final de James Dean

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    En California, la intersección entre las carrreteras estatales 46 y 41 recibe el nombre de James Dean Memorial Junction. Desde que la vida del icónico actor se apagó en ese lugar el 30 de septiembre de 1955, el cruce se sumó a una desdichada lista de enclaves vinculados con la desaparición de personajes célebres.

    Hemos repasado en artículos anteriores la vida y la carrera artística de James Dean gracias al trabajo deJuan Pais. Su breve trayectoria fílmica estuvo caracterizada por la excelencia artística y, a buen seguro, le esperaba un brillante futuro en Hollywood. Sin embargo, también sabemos que su personalidad turbada era una lacra que llevaba muy dentro de sí. Quizá por ello necesitaba afrontar retos en los que se sintiera libre y donde pudiera probarse a sí mismo asumiendo grandes riesgos. Su pasión por las carreras automovilísticas fue algo que empezó a interesarle incluso antes de poder conducir un coche. Cuando logró triunfar en el teatro y el cine, dispuso de recursos para adquirir coches deportivos con los que participaba en eventos a lo largo del estado de California. 

    James Dean junto al Porsche 550 Spyder. La imagen se atribuye a la misma mañana del accidente.

    No obstante, esta actividad de riesgo no era asumible para los estudios. Los actores estaban cubiertos por seguros muy costosos mientras rodaban y no podían encarecerlos más aceptando que las estrellas participaran en actividades peligrosas. En el caso de James Dean, éste se había tenido que apartar de los coches durante todo el verano de 1955 mientras rodaba la superproducción Gigante (Giant, 1956). Cuando George Stevens culminó la filmación a mediados de septiembre, estaba claro que Dean se iba a volcar enérgicamente en las carreras automovilísticas aprovechando que no iba a trabajar en una nueva película hasta principios del año siguiente.  


    La primera oportunidad que se le presentó para entregarse a su gran pasión liberadora iba a tener lugar en la localidad de Salinas durante el fin de semana del 1 y 2 de octubre de 1955. En la mañana del 30 de septiembre, Dean y su mecánico, el alemán Rolf Wütherich, acabaron de preparar el coche con el que iba a participar en la carrera. Se trataba de un Porsche 550 Spyder descapotable que había sido adquirido recientemente por el actor. La idea inicial era la de llevar el coche en el trailer del equipo y viajar a Salinas junto al especialista Bill Hickman y el fotógrafo Sanford Roth, que estaba documentando gráficamente las vivencias de Dean para la revista Colliers Magazine. Pero, a última hora, se decidió que era mejor conducirlo hasta allí puesto que era muy nuevo y necesitaba mayor rodaje de kilómetros antes de afrontar la competición.

    Esa decisión es la que acabó precipitando el triste fin de la historia. Dean se puso al volante del Porsche con Wütherlich en el puesto de co-piloto. Hickman y Ford les seguirían en el trailer. Salieron de Los Angeles a la 1:15 del mediodía después de haber tomado café y donuts en el Hollywood Ranch Market. Tras una parada para repostar en Sherman Oaks continuaron ruta hacia Bakersfield. Fue allí donde un agente de tráfico hizo parar y multó a Dean por exceso de velocidad en una zona peri-urbana. Ante la limitación de velocidad, el actor decidió cambiar la ruta y dirigirse hacia la carretera 166/33, donde la velocidad permitida era más alta. Una vez allí conectó con la interestatal 466 (posteriormente convertida en la 46) e hizo una breve parada técnica en Blackwell's Corner. Allí encontró a otros pilotos que se dirigían a Salinas y quedaron para cenar en Paso Robles, a unos 100 kilómetros del punto en que se encontraban. Pero Dean ya no llegó a esa cita.


    A las 5:15 de la tarde, Dean y Wütherlich, a bordo del Porsche Spyder, y Hickman y Roth, en el Ford Station Wagon que transportaba el trailer, salieron de Blackwell's Corner. Ya en la carretera, Dean aceleró su automóvil y se distanció del vehículo acompañante. Aproximadamente a las 5:45, el Porsche se encontraba cerca de la intersección entre la 46 y la 41, en el término municipal de Cholame. En el otro sentido de la marcha, un Ford Tudor de 1950, conducido por el universitario Donald Turnupseed, circulaba a bastante velocidad en ruta hacia la intersección con la 41 donde el estudiante pensaba girar para dirigirse a Fresno. Justo en el momento del giro a la izquierda, el Porsche de Dean entró en escena con una velocidad de 137 km/h. El actor creyó poder esquivar al coche realizando una maniobra rápida pero no hubo tiempo de reacción suficiente para conseguirlo y ambos automóviles chocaron brutalmente. Dean se llevó la peor parte al recibir el impacto directo en el lado del conductor. Algunos testimonios del accidente relataron que el Porsche volcó y chocó con el suelo dos o tres veces antes de estamparse contra la valla lateral derecha de la carretera, a unos 20 metros del lugar del impacto. El Ford salió trompicado a través de la carretera 466 pero su mayor peso impidió el vuelco.


    Wütherlich salió despedido del coche antes del impacto final pero Dean quedó atrapado en el puesto del conductor y recibió los golpes más letales. Su pie izquierdo quedó atrapado entre los pedales y cuando otros conductores llegaron al auxilio comprobaron que el actor se encontraba en un estado irreversible aunque mantenía un pulso débil. El accidente le había supuesto la rotura del cuello además de múltiples heridas internas y externas. Bill Hickman llegó al lugar del choque poco después y fue una de las personas que colaboró en la extracción del cuerpo. El actor y Wütherlich fueron trasladados en ambulancia hasta el Paso Robles War Memorial Hospital donde Dean fue declarado muerto.


    Rolf Wütherlich sobrevivió a pesar de presentar fracturas graves en mandíbula, cadera y fémur. Fue intervenido quirúrgicamente y consiguió recuperarse. Con el tiempo regresó a Alemania donde aquejado por fuertes trastornos psicológicos, que nunca logró superar, acabó pereciendo en un accidente de tráfico. Era el año 1981.  

    Donald Turnupseed (1932-1995), por su parte, solo presentó heridas superficiales. Durante los primeros años después del accidente, el joven que seguramente salvó su vida por conducir un coche cubierto, no cesaba de repetir la siguiente frase: "I didn't see him, by God, I really didn't see him."

    James Dean, investido de forma luctuosa como un nuevo mito del cine, fue enterrado en el Park Cemetery, de Fairmount (Indiana). Su funeral fue multitudinario y todo el mundo artístico lamentó la pérdida de un actor talentoso que no llegó a cumplir los veinticinco años.

    En 2005, coincidiendo con el cincuenta aniversario de su muerte, el estado de California decidió investir con su nombre la intersección en la que se produjo la tragedia. Además, el lugar exacto en el que el Porsche finalizó su recorrido es destino constante para los fans del actor que depositan flores y dedicatorias. Es visible en este link.


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    Vivir deprisa, morir joven: James Dean (1931-1955)

    Joven y rebelde: las películas de James Dean

    Spielberg on Spielberg: War Horse (2011)

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    "Es una narración humana. Trata de la conexión que un animal puede tener con los seres humanos. Es una historia sobre la esperanza y sobre la esperanza que puede darse en circunstancias terriblemente sombrías."

    El escritor y dramaturgo inglés Michael Morpurgo, nacido en 1943, ha destacado por dedicar gran parte de su obra a la literatura infantil. Una de sus obras más laureadas es War Horse, publicada en 1982. 

    Morpurgo volcó en War Horse las constantes de la "narrativa mágica"que han marcado su trayectoria como autor. A partir de experiencias vividas con veteranos de la Primera Guerra Mundial en Devon a finales de los 70, halló una serie de elementos que le condujeron hacia la escritura del texto. Los veteranos le hablaron de la última gran guerra en la que brilló la caballería y del especial esfuerzo que representaba reunir al gran número de animales que se requerían para los regimientos. Le hablaron de las ferias que se organizaban en los pueblos del condado de Devon, donde el ejército adquiría la práctica totalidad de los equinos que habitaban la zona. El condado cercano a Cornualles era, por aquel entonces, un lugar idóneo para la crianza de los animales y de esa tradición se nutrían las caballerizas militares. 

    Morpurgo siguió investigando sobre la presencia equina en la Gran Guerra y descubrió que solamente en el bando británico murieron un millón de caballos en la contienda. Solo regresaron a casa 62.000. El resto murieron en batalla o fueron desollados en Francia para alimentar a la tropa. Extrapolando a los diferentes bandos, se calcula que hasta diez millones de caballos murieron en el conflicto que se extendió entre 1914 y 1918.

    El hilo conductor para su novela giraría entorno a la particular conexión que establece un rápido e impetuoso ejemplar equino con un joven granjero de Devon. Morpurgo observó a un chico de la región que mantenía una relación muy cercana con su caballo; le hablaba y el animal respondía con ademanes gráciles y amistosos. Esa relación especial que algunos han definido como el "susurrar a los caballos" es lo que el autor aprovechó para explicar las vicisitudes del animal desde su nacimiento, pasando por su aprendizaje en la granja y, tras la venta al ejército, nos habla de los sucesivos cambios de amo que experimenta en ambos bandos del conflicto. Se trataba de una gran aventura infantil que el escritor esperaba trasladar al cine. Durante años trabajó en un borrador de guión pero no captó el interés de ningún estudio. No obstante, sí que atrajo a varios empresarios teatrales que ampararon una versión para los escenarios londinenses que acabó obteniendo un grandísimo éxito. 


    La oportunidad fílmica volvió a presentarse en 2009. Entre el público de una de las representaciones se encontraba el matrimonio de productores formado por Kathleen Kennedy y Frank Marshall. Los socios y amigos de Spielberg durante años llevaron a sus hijas a ver el espectáculo durante unas vacaciones en la capital inglesa. Finalizada la obra, la pareja de productores quedó encantada con la propuesta y les pareció curioso que nadie hubiera comprado los derechos de adaptación para el cine. Como ha sucedido en anteriores ocasiones, Kennedy contactó con Spielberg y le recomendó la novela y la propuesta teatral que había adaptado el propio Morpurgo junto al dramaturgo Lee Hall. El director leyó la novela con inmediatez y vio que se trataba de un material importante que quería a toda costa para DreamWorks. Cuando fue a ver la obra a principios de 2010, admitió que la emoción le había embargado en numerosas ocasiones y decidió que produciría la cinta.
    Iniciada la pre-producción pero sin director asignado, se decidió contratar los servicios de Richard Curtis, aclamado guionista inglés más conocido por los libretos de comedias románticas como Cuatro Bodas y un Funeral (Four Weddings and a Funeral, 1994), Notting Hill (1999), y Love Actually (2003) pero que también había sido responsable de guiones en la famosa serie Blackadder (1983-1989). En ella había un segmento ubicado precisamente en la Primera Guerra Mundial y se pensó que su aportación podría darle un formato cinematográfico más marcado a la trama. 
    "El hecho de ver una historia tan fuerte y con tanta garra es lo que me atrajo. Tenía elementos de interés humano y despertaba mi interés particular en las historias épicas de guerra."
    Cuando Spielberg leyó el segundo borrador de Curtis, quedó tan entusiasmado que decidió asumir él mismo la dirección. Tenía tiempo por delante puesto que Tintín estaba viviendo un largo proceso de post-producción digital y los nuevos proyectos quedaban aún lejos. Aunque con la última entrega de Indiana Jones localizó los exteriores en suelo norteamericano para no tener que desplazarse tan lejos de su familia, en esta ocasión consideró que la historia merecía el esfuerzo y se preparó para una larga estancia en Inglaterra y Francia. Allí reconectó con técnicos con los que había trabajado en anteriores producciones y se dispuso a rodar una epopeya bélica que contendría tintes de inocencia y recuperaría grandes valores universales como la humildad y la fuerza de la institución familiar. Con War Horse, Spielberg creía poder acercarse al cine eterno del maestro John Ford, recuperando la esencia de clásicos como Qué Verde era mi Valle (How Green was my Valley, 1941). Además, como cineasta, había trabajado intensamente en el marco temporal de la Segunda Guerra Mundial pero no había tenido oportunidad de entrar en la Gran Guerra. Se le presentaba la ocasión de pisar un contexto histórico que le interesaba. El guión le permitía recuperar algunas de las constantes de su primera etapa como realizador, priorizando los valores y la inocencia a la crudeza y los valores adultos. Quería mantener ese espíritu juvenil en su filmografía y War Horse condensaba ese realismo romántico que deseaba compartir con el público en aquel momento.



    En cuanto al reparto, Spielberg aprovechó la ocasión para conseguir la implicación de nombres importantes de la escena británica. El guión exigía un casting muy coral, con interpretaciones no demasiado largas pero muy trascendentes en cada momento. Así es como vemos a la siempre brillante Emily Watson, dando vida a la sufrida madre del protagonista, y al escocés Peter Mullan como el patriarca Narracott, un hombre que combatió en la Guerra de los Boer y que ahora trata de sacar adelante una granja con más corazón que cabeza. David Thewlis interpreta precisamente al terrateniente que amenaza a Ted Narracott con la pérdida de su arrendamiento por las deudas crecientes generadas a causa de unas parcelas de labranza que no rinden y aún menos con la compra de un caballo de carreras, no apto para el trabajo de campo. Vemos también a Benedict Cumberbatch y a Tom Hiddleston, quienes dan vida al Mayor Jamie Stewart y al Capitán James Nichols, respectivamente. Al avanzar la trama, vemos también a otros intérpretes de gran valía como Toby Kebbell, Liam Cunningham, Gerard McSorley, Eddie Marsan y también al francés de origen danés Niels Arestrup, quien asume el importante papel del abuelo de la niña que se encariña con el caballo en tierras francesas. No obstante, para encarnar al protagonista de la cinta, el joven Albert Narracott, el director decidió abrir un gran proceso para elegir a un desconocido. La directora de casting, Jina Jay, entrevistó a cientos de candidatos y seleccionó a un reducido grupo que Spielberg analizó decidiéndose en última instancia por el joven Jeremy Irvine, al que seleccionó por su naturalidad y frescura a la hora de dar vida a las líneas del guión.

    El entrenamiento de los caballos fue coordinado por el especialista Bobby Lovgren. En la secuencia de la carga de caballería en la que participan el Mayor Stewart y el Capitán Nichols, se llegaron a utilizar hasta 280 equinos. En cuanto a Joey, fue interpretado por catorce caballos, ocho de ellos para la edad adulta. El otro gran caballo de la función, Topthorn, requirió el uso de cuatro equinos.


    Esta era una historia que rebosaba corazón y el reparto, en cada episodio de la narración, debía ofrecer ese sentimiento para que la película rezumara el espíritu de drama esperanzador que describía la trama en cada uno de sus momentos. Albert ve nacer al potro y tiene la oportunidad de convertirse en su dueño cuando su padre lo compra para arrebatárselo al terrateniente que tanto odia. Ted es un hombre traumatizado por lo que vivió en el conflicto bélico; siente vergüenza por los actos que llegó a cometer y de ese sentimiento surge ahora un orgullo para intentar demostrar que puede ser un hombre útil. El propietario de las tierras que ellos habitan será el blanco constante de esa obsesión. Gracias a ese orgullo por ir más allá de la lógica, surge una gran amistad entre el joven y el animal mientras consiguen que los campos puedan volver a ser labrados. No obstante, la desgracia persigue a la familia y Albert tiene que vender a Joey al ejército. Se acerca el momento de combatir contra los alemanes en Francia y la caballería volverá a ser fundamental en el campo de batalla. A partir de entonces, asistimos a una serie de calamidades de guerra en las que Joey demostrará una capacidad de supervivencia y adaptación extraordinaria. Los años pasan y acabará llegando el momento en que Albert pueda participar en la contienda. Cuando la imagen de Joey era solo un recuerdo, la llama volverá a avivarse.

    De alguna manera, Albert trata de redimir a la familia a través del cariño que siente ante un animal noble, de extraordinarias cualidades, que simboliza el renacimiento de la esperanza en un futuro mejor para él y sus padres. Spielberg nos coloca ante una propuesta de ideales románticos que debemos aceptar mientras nos golpea con poderosas secuencias como la carga de caballería de los británicos y la huida de Joey, a través de las trincheras, durante la batalla del Somme. Además, incorpora momentos de extrema candidez y sensibilidad que ilustran un contexto histórico duro y agreste en el que algunas personas hallaban la posibilidad de aislarse y disfrutar de pequeños instantes de felicidad.
    "Cada vez que hurgo en un episodio de la historia sobre el que no sé demasiado, mi primera reacción es enfadarme porque los maestros nunca me lo enseñaron."

    En War Horse todo nos lleva hasta un planteamiento de exaltación sentimental en el marco de la brutalidad intrínseca que implica la guerra. Nos muestra, además, dinámicas vividas en ambos bandos, muchas de ellas basadas en experiencias reales. La maestría del director para hilvarnar con todo ello una película de gran formato es encomiable. Sin embargo, opino que cuando se humaniza tanto a un animal en el cine se pierde credibilidad. Creo fervientemente que situar a un caballo en el centro de la acción, por muy noble y valioso que sea, nos aleja del planteamiento adulto que la película intenta trasladar en oposición a un relato literario que resulta mucho más infantil. Cuando las gestas de Joey se vuelven tan trascendentales, el relato general se resiente y se convierte en una mixtura difícil de digerir. Spielberg pretendía realizar un film bélico que a la vez incorporara elementos de realismo mágico. Consiguió llegar a una buena parte de la audiencia con la propuesta pero el que esto escribe no se encuentra entre ellos y lamentó, en su momento, que dedicara tiempo y esfuerzo a una película que podía alejarle de proyectos más contundentes y arriesgados.

    Otra de mis discrepancias la encuentro en algunos planteamientos referentes a la dirección de fotografía y el encuadre. Spielberg y Janusz Kaminski realizan un óptimo trabajo durante buena parte del film, sacando partido de los paisajes en la campiña inglesa y después retratando, con dureza, las trincheras en Francia. En general, se decantaron por una paleta de colores más amarronada que Salvar al Soldado Ryan (Saving Private Ryan, 1998), casi buscando la apariencia de los antiguos daguerrotipos. Sin embargo, me parece inexcusable que en la conclusión se busque rizar el rizo con un atardecer crepuscular y unas figuras en contraste que recuerdan demasiado a los momentos cumbre de Lo que el Viento se Llevó (Gone with the Wind, 1939). Nunca se había visto una imitación o falta de creatividad más mordaz en toda su filmografía, caracterizada siempre por la innovación y el homenaje velado. Aquí asistimos a una vulgar copia que, además, se nos presenta como un acto de magnificencia cinematográfica. El resultado, sin embargo, es una completa impostura. Tanto al inicio como en la conclusión del film se aprecia el intento de Spielberg por recuperar la esencia del cine de John Ford en cuanto a la dimensión de la familia. En cualquier caso, la propuesta queda lejos de su objetivo y la imagen final de Joey como símbolo de esperanza y reunificación familiar vuelve a resultar forzada y exagerada. 


    El mensaje intergeneracional es bastante potente. Para Ted Narracott la guerra significó el principio de su caída mientras que su hijo sobrevive al conflicto consiguiendo que de la barbarie salgan valores positivos que ejemplifica con la vuelta del caballo que creían desaparecido para siempre. Los dos soldados vuelven a unirse al final y el padre puede redimirse gracias a la voluntad de hierro de un hijo a quien ha transmitido valores de honradez y tenacidad. Es por ello que considero a War Horse como una cinta con grandes intenciones. No obstante, su desarrollo no logra cumplimentar todos los objetivos. Este desequilibrio lo genera la necesaria aceptación de un animal humanizado. Quien no acepta esta premisa, de forma ferviente, no puede considerarla como una de los grandes aportaciones de Steven Spielberg como director.

    John Williams creó una partitura en la que hizo destacar especialmente a los instrumentos de viento como si quisiera ver la influencia del paisaje inglés en la película, con esa brisa permanente que agita los campos de hierba y las copas de los frondosos árboles. Consiguió, además, mezclar acertadamente aventura, épica y solemnidad. La mejor muestra de todo ello es el tema "The Homecoming". En algunos fragmentos recuerda a la composición que el maestro realizó para Un Horizonte muy Lejano (Far and Away, 1992).

    Por otra parte, esta fue la primera película de Spielberg en la que Michael Kahn realizó el primer montaje durante el mismo rodaje, utilizando la tecnología digital Avid. War Horse se rodó entre el 6 de agosto y el 27 de octubre de 2010 en localizaciones de los condados de Devon, Surrey, Bedfordshire, Wiltshire y Hampshire. A diferencia de otras ocasiones, los interiores no se filmaron en Elstree o Pinewood sino en los Twickenham Studios (Londres).

    Su estreno se hizo coincidir con el día de Navidad de 2011. Sobre un presupuesto de 66 millones de dólares recuadó 177 en todo el mundo. Obtuvo seis nominaciones a los Oscar, entre ellas mejor película, pero no se alzó con ningún triunfo.



    Precedido por:

    Las Aventuras de Tintín (The Adventures of Tintin, 2011)

    Continúa en:

    Lincoln (2012)

    Ascendiendo al conocimiento Jedi: Star Wars y Skellig Michael

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    La biblioteca del Gran Templo Jedi en Coruscant recogía la historia de la orden desde sus más remotos inicios. Sin embargo, la purga de los Jedi, perpetrada por Darth Vader siguiendo las órdenes del auto-proclamado Emperador, fue seguida por la destrucción del templo. Miles de años de conocimientos recopilados desaparecieron y con ellos la historia de tan insigne hermandad. 

    Luke Skywalker se comprometió con sus maestros, Obi-Wan Kenobi y Yoda, a levantar de nuevo la orden y a transmitir lo que había aprendido. Con el tiempo, empezó el adiestramiento de un grupo de jóvenes entre los que se encontraba su sobrino, Ben Solo. No obstante, la desdicha se cebó de nuevo con la familia cuando el lado oscuro, representado por el Líder Supremo Snoke, fue capaz de atraer a Solo hacia la tinieblas. Convertido en uno de los caballeros de la Orden de Ren, el joven lideró la defenestración de la nueva generación Jedi. Abrumado por el remordimiento y la tristeza, Luke decidió desaparecer y exiliarse allí donde nadie pudiera encontrarle. 

    Durante su viaje a lo desconocido fue capaz de encontrar la ubicación del primer templo Jedi en el planeta Ahch-To. La Fuerza pareció conducirle hacia un lugar sagrado en el que los primeros miembros de la orden aumentaron su conocimiento a través de la meditación y el entrenamiento. El devenir de la galaxia continuaría sin él y eso sería la garantía de que ningún otro inocente perecería por su culpa.

    Pero los caminos de la Fuerza son imprevisibles al igual que las personas que, a partir de un determinado momento, experimentan un despertar a un mundo sin límites. Ese parece ser el caso de una chatarrera de Jakku llamada Rey. Su pasado aún nos es desconocido pero sabemos que sobre ella girará el futuro de la galaxia. La determinación y el coraje son valores que lleva muy dentro de sí y es por ello que, cuando se descubre la localización exacta del planeta Ahch-To, Rey toma los controles del Halcón Milenario para conseguir la implicación de Luke en la lucha que acaba de desatarse.

    Ahch-To es un planeta oceánico, poblado únicamente por pequeñas islas graníticas. La ínsula en la que se encuentra el templo Jedi alberga unos escalones de piedra que conducen hasta lo más alto. Llevamos unos minutos preparándonos para algo grande gracias también a la composición musical de John Williams. La joven sube los peldaños de una larga escalera, quizá el símbolo de lo que deberá afrontar para completar su entrenamiento. Parece que el escenario no le resulta totalmente desconocido. Accede a un antiguo templo en el que ve utensilios recién usados por alguien. Y finalmente, llega a una cima en la que vislumbra una figura encapuchada de espaldas a ella. La figura se gira hacia ella y aparece Luke. La puesta en escena es sencilla pero inconmensurable. Cuando retira la capucha, vemos a un Luke casi mitológico, con un aspecto que le asemeja a los Dioses del Olimpo o al mismo Rey Arturo. Es él, ha vuelto. Su edad es avanzada pero mantiene un porte poderoso y destila una sensación de sabiduría enorme así como un gran pesar. Luke la observa apesadumbrado, dejando patente que hay un gran background que desconocemos. Rey le ofrece su sable láser, profundamente conmovida, y un plano aéreo cierra espléndidamente el film.


    Durante el mes de julio de 2014 se rodó la secuencia final de Star Wars: El Despertar de la Fuerza (Star Wars: The Force Awakens, 2015) en la isla de Skellig Michael (Irlanda). El equipo de localización del film estuvo acertadísimo al proponer una ubicación muy desconocida que acumula una fuerza visual extraordinaria, además del valor arcano irremisiblemente ligado a su paisaje natural y cultural.

    Skellig es un conjunto de dos islotes situados a unos 13 kilómetros de la península de Iveragh, al oeste de Irlanda. La isla pequeña está cerrada al público y se mantiene en su estado natural. La isla grande, llamada también Skellig Michael, tiene una historia ligada a la presencia humana. Según las crónicas medievales, entre el siglo VI y VIII de nuestra era se fundó allí un monasterio cristiano que se mantuvo activo hasta el siglo XIII, cuando la dureza del clima recomendó a los monjes regresar a las parroquias irlandesas. Los siglos de vida monástica han dejado un testimonio de gran valor cultural. Se mantienen seis celdas, oratorios e incluso una pequeña ermita. Su existencia es uno de los mejores testimonios de arquitectura religiosa remota en la Alta Edad Media.

    Skellig es también refugio para un gran número de colonias de aves. Uniendo preservación natural y cultural, las islas Skellig se han convertido en un símbolo para la costa atlántica de Irlanda. En 1996, las iniciativas institucionales que perseguían su reconocimiento internacional lograron su objetivo al lograr que Skellig Michael entrara a formar parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

    En el presente artículo tratamos de unir realidad y ficción al mostrar imágenes de una localización que el cine ha sabido aprovechar magníficamente. El escenario aparecerá también en la nueva entrega de la saga galáctica. Mientras esperamos la resolución del encuentro entre Luke y Rey, podemos deleitarnos con las extraordinarias fotografías que Clinisbud y Silviaez tomaron en el lugar durante el mes de septiembre de 2013. Resulta fácil reconocer en ellas los momentos finales de una película que reservó la parte más mítica de su argumento para el final. Complementamos las imágenes con un featurette del rodaje en las islas.















    Dubrovnik y Juego de Tronos: quinta temporada

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    Cerramos el ciclo de artículos sobre la vinculación entre la ciudad croata de Dubrovnik y Game of Thrones con el repaso de una localización que aparece de forma recurrente en la quinta temporada de la serie. Debo hacer constar que en la sexta temporada, actualmente en emisión, las localizaciones exteriores de Desembarco del Rey han sido rodadas en Girona, puesto que se necesitaba mayor amplitud de espacio en las escalinatas del Gran Septo de Baelor y nuevas calles que ofrecieran variedad a lo anteriormente conocido. Solo se necesitaba la presencia del mar en una única secuencia y fue por ello que se rodó en Dubrovnik un segmento del primer capítulo, titulado "The Red Woman". Vemos la escena cuando Cersei (Lena Headey) acude a la Bahía del Aguasnegras esperando con ilusión la llegada de su hija Myrcella y, desgraciadamente, lo que contempla es la venida de Jaime (Nicolaj Coster-Waldau) con el cadáver de la joven.

    Pero regresemos a la potente quinta temporada para trasladarnos al primero de sus episodios: "The Wars to Come". Tywin Lannister (Charles Dance) ha muerto asesinado por su propio hijo, Tyrion (Peter Dinklage), quien ha escapado al otro lado del Mar Angosto junto a Varys (Conleth Hill). Cersei acude al Gran Septo para presentar sus respetos. A ambos lados de la larga escalinata se han situado representantes de los Siete Reinos y miembros de la Corte. Mientras sube los peldaños que conducen hacia el templo, Cersei observa con desagrado la presencia de Margaery Tyrell (Natalie Dormer), la futura Reina de Poniente. El Septón Supremo se dirige a ella para pedirle la autorización de inicio. Pero Cersei requiere un tiempo a solas en el interior del templo y ordena al Septón que posponga unos minutos el inicio de la ceremonia.


    Las escalinatas del templo reaparecen en el tercer episodio, titulado "High Sparrow". Es el día de la boda entre el Rey Tommen Baratheon (Dean-Charles Chapman) y Margaery Tyrell. Mientras se acerca al Septo, comprueba que el populacho está contento con la nueva Reina. Su poder y posición en la Corte empiezan a decaer y eso la pone en estado de máxima alerta. 



    En el siguiente capítulo, titulado "Sons of the Harpy", Cersei realiza un movimiento estratégico de riesgo al autorizar que una facción religiosa radical, conocida como la Fe Militante, tome el control del Gran Septo y persiga las depravaciones que se cometen en la capital. Este grupo de personas sin nombre que no busca riquezas ni reconocimiento sino la restitución de la auténtica Fe en los Siete Dioses, está liderada por aquél que llaman "Gorrión Supremo" (Jonathan Pryce).Él será el nuevo guardián de la Fe en la capital pero, al investirlo de autoridad, Cersei habrá cometido un grave error puesto que los gorriones se acabarán volviendo contra ella. Por el momento, su plan resulta enormemente positivo ya que Ser Loras Tyrell (Finn Jones) es detenido por la Fe Militante acusado de comportamiento lascivo debido a su homosexualidad. De esta manera, consigue causar dolor a Margaery, su principal objetivo.

    Margaery pide explicaciones a Tommen quien, obviamente, desconoce lo sucedido. Se dirige a su madre reclamando respuestas pero ésta le responde que deberá ser él quien negocie con el "Gorrión Supremo". Creyendo que está preparado para ostentar su autoridad, se dirige al Septo con su Guardia para liberar a Loras pero los hombres de la Fe Militante le bloquean el paso argumentando que el líder de la orden está realizando sus rezos y no puede ser molestado. Uno de sus guardias le hace saber que están dispuestos a enfrentarse a los radicales para abrirse paso al templo. Tommen empieza a flaquear en su coraje y acaba ordenando la retirada cuando oye los insultos de la plebe, quien le acusa de bastardo y de ser una abominación. Ante tal situación, prefiere evitar el derramamiento de sangre y afirma que habrá otras maneras de conseguir la liberación.

    Finalmente, llegamos al último capítulo de la temporada, titulado"Mother's Mercy".Cersei ha caído víctima de su propio plan y está presa en las mazmorras del Septo acusada de adulterio e incesto. Ante la desesperación y el maltrato que sufre a manos de la Septa Unella (Hannah Waddingham) y viendo que no tiene otra salida, confiesa ante el "Gorrión Supremo" que yació con su primo Lancel Lannister (Eugene Simon) aunque miente al afirmar que las acusaciones sobre su relación incestuosa con Jaime son falsas, al igual que su participación en un complot para acabar con la vida de su marido, el Rey Robert Baratheon (Mark Addy). El líder religioso decide concederle la Piedad de la Madre aunque la advierte de que deberá enfrentarse a un juicio para responder por los crímenes que no ha admitido. Además, tendrá que hacer un acto de expiación pública. Se verá obligada a recorrer el camino entre el Gran Septo y la Fortaleza Roja completamente desnuda ante los habitantes de la ciudad. En la escalinata del Septo, el líder de la Fe Militante pronuncia las siguientes palabras:
    "A sinner comes before you, Cersei of House Lannister. 
    Mother to His Grace, King Tommen, widow of His Grace, King Robert. 
    She has committed the acts of falsehood and fornication. 
    She has confessed her sins, and begged for forgiveness. 
    To demonstrate her repentance, she will cast aside all pride, all artifice, and present herself as the gods made her... to you, the good people of this city. 
    She comes before you with a solemn heart, shorn of secrets, naked before the eyes of gods and men, to make her walk of atonement."







    Asistimos pues a la humillación pública y al mancillamiento de Cersei. Un auténtico calvario en el que recibe insultos, vejaciones y todo tipo de improperios mientras es custodiada por los guardianes de la Fe Militante y la Septa Unella, quien detrás de ella le recuerda el motivo de todo ello pronunciando un desesperante y repetitivo "shame (vergüenza)", que suena al compás de un constante tintineo de campana.


    La dignidad con la que inicia el camino pronto se resquebraja y el camino se le hace más largo que nunca mientras afronta su particular vía crucis. Cuando finalmente llega a las puertas de la Fortaleza Roja, es recibida de forma cálida por Qyburn (Anton Lesser) quien le asegura que curará sus heridas físicas. En cuanto a su deseo de venganza, le presenta la más reciente incorporación a la Guardia Dorada: Ser Gregor Clegane (Hafþór Júlíus Björnsson), más conocido como "La Montaña". Las pérfidas técnicas nigromantes de Qyburn han conseguido devolverle a la vida aunque ahora Clegane se ha convertido en un simple autómata. No obstante, ha aumentado aún más su devoción y su fiereza, al mismo tiempo que ha perdido la poca conciencia que le quedaba. El Gran Maestre Pycelle (Julian Glover) y la nueva Mano del Rey, Kevan Lannister (Ian Gelder), observan la escena con perplejidad y, en el caso del anciano, comprobamos que muestra un rechazo evidente hacia las artes de Qyburn. Fueron esas técnicas poco ortodoxas las que le hicieron perder la cadena de maestre y ser expulsado de la Ciudadela. Pero cuando se cuenta con el favor de la familia real, no hay nada que Pycelle pueda hacer para defenestrarle.


    Todas las escenas que se sitúan en la escalera del Gran Septo, durante la quinta temporada, fueron filmadas muy cerca del Museo Etnográfico de Dubrovnik. En la confluencia entre las calles Uz Jezuite y Strossmayerova se alza la bella escalinata que conduce a la iglesia jesuita Crkva Sv. Ignacija, construida en 1729. En post-producción se añadió digitalmente una de las entradas al Septo puesto que la escalera culmina con un gran reloj, enclaustrado en piedra, tras el cual se encuentra la plaza Poljana R. Boskovica. Se trata de una escalinata que recuerda especialmente a la Piazza Spagna de Roma por la proximidad de las edificaciones a los límites de la misma. El recodo que precede a la sección más alta de la escalinata se utilizó para situar a Cersei antes de iniciar el "Paseo de la Expiación." La imagen que vemos desde detrás suyo también fue retocada por los artistas digitales quienes crearon el resto de Desembarco del Rey con la Fortaleza Roja al fondo.

    Rodar la secuencia del "Paseo de la Expiación" supuso uno de los mayores retos afrontados hasta ahora por el equipo técnico y artístico de la serie. El metraje planeado era de seis minutos pero la presencia de una mujer desnuda por las calles de Dubrovnik planteaba problemas morales en una ciudad con fuertes raíces religiosas. Los rectores de la iglesia católica de San Nicolás mostraron su oposición a la filmación de la secuencia y eso obligó a definir un trayecto que se quedara lejos del templo católico.


    Mientras el equipo de Dubrovnik preparaba la secuencia y reclutaba a más de quinientos extras para que dieran vida a la plebe de la ciudad, se realizaba en Belfast (Irlanda del Norte) la fase final de un gran casting para escoger a la actriz que sería el doble de cuerpo de Lena Headey. De las más de mil peticionarias solamente siete llegaron a la prueba final en Belfast donde las esperaba el director del capítulo, David Nutter, y los showrunnersDavid Benioff y D.B. Weiss. La elegida acabó siendo la actriz Rebecca Van Cleave, de 27 años. En ella encontraron la actitud y la gestualidad corporal más cercana a Lena Headey. Con la decisión de rodar con una doble de cuerpo conseguían un doble objetivo: esquivaban los tatuajes y el embarazo inicial de Headey y permitían que la actriz pudiera centrarse en la expresión del sufrimiento en los planos cortos.

    El "Paseo de la Expiación" se rodó durante tres días del mes de octubre de 2014 en varias calles de Dubrovnik. La producción situó vigías en las azoteas cercanas para detectar e identificar a personas que trataran de obtener fotografías del rodaje. La población recibió consignas acerca de la importancia de preservar el secretismo y parece que dio resultado porque no se filtró nada en la era de los spoilers continuos desde el mismo set de rodaje.

    Lena Headey inició la escena en las escalinata y después filmó los planos cortos. En los planos largos, acompañó de cerca a Van Cleave y le fue transmitiendo las sensaciones que atraviesa el personaje de Cersei para que su lenguaje corporal se ajustara al máximo a lo deseado. En post-producción, los técnicos de efectos digitales mezclaron capturas de la cara de Headey con el cuerpo de Van Cleave para algunos de los planos largos frontales. El resultado final fue una obra de precisión que se ha convertido en una de las secuencias más emblemáticas en la larga trayectoria de la serie.

    Tras llegar a la base de las escalinatas, Cersei continúa por la calle Uz Jezuite. Nuestra búsqueda fue intensa en el casco antiguo de Dubrovnik. Sin embargo, no pudimos localizar algunos segmentos del recorrido. No obstante, podemos situar la parte final de su particular calvario en la calle Sv. Dominika. En ese lugar, Cersei cae al suelo, con los pies ensangrentados, mientras mira con desesperación la Fortaleza Roja. Finalmente, el puente que la conduce hacia una de las puertas de la fortificación es en realidad el acceso Este al casco antiguo de la ciudad. Cersei entra a la fortaleza por la puerta de Ploče, a la que se añadieron unos portones para la filmación. Cuando es recibida por Qyburn, éste le presenta al renacido Gregor Clegane, que baja por una escalera que también tuvimos ocasión de documentar.
















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    Dubrovnik y Juego de Tronos: "The Mountain and the Viper"

    11/22/63. Por Mike Sanz

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    Jake Epping, un joven profesor de lengua y literatura en un instituto de Maine, ve cómo su vida se hunde en la rutina y la monotonía. Su esposa le pide el divorcio y sus alumnos pasan de las clases. Es entonces cuando su mejor amigo, Al, el dueño de una cafetería, le muestra un agujero temporal que le traslada hacia 1960 y le pide un favor, que salve al presidente Kennedy en 1963 para cambiar el rumbo de la historia. Jake ve una oportunidad de mejorar su vida, por lo que decide dar el salto.

    Hulu, la plataforma de vídeo en línea, sigue los pasos de sus competidoras, Amazon y Netflix, y se atreve con las series de producción propia. Tras el éxito moderado de Deadbeat, a principios de 2016 ha estrenado 11/22/63, la adaptación de la novela homónima de Stephen King que fantasea con la posibilidad de volver al pasado para impedir el asesinato de JFK y cambiar la historia de la segunda mitad del siglo XX. De este modo, entra en el terreno de la ficción especulativa y las distopías, caso de The Man in the High Castle (2015) y la novela de Philip K. Dick en que se basa, si bien se centra en la construcción y en el desarrollo de los personajes más que en los elementos de ciencia ficción, como es habitual en los trabajos más recientes de King (Joyland).

    La miniserie cuenta con un equipo de lujo. Viene avalada por JJ Abrams y sus colegas de Bad Robot, lo que implica una factura técnica cuidada, y la encargada de adaptar la novela es Bridget Carpenter, guionista de sobrada experiencia que figura en los créditos de Friday Night Lights. El director escocés Kevin MacDonald (State of Play, 2009) dirige varios de los episodios, mientras que su compositor habitual, Alex Heffes, se encarga de una banda sonora inspirada en el trabajo de Thomas Newman. Al frente del reparto encontramos a un inspirado James Franco en uno de sus papeles más contenidos y humanos, posiblemente lo mejor que ha hecho desde 127 horas (127 Hours, 2010). El peso dramático de 11/22/63 cae sobre este protagonista absoluto, si bien le acompañan secundarios como Sarah Gadon (una habitual de las películas más recientes de Cronenberg y su hijo, caso de Cosmópolis y Antiviral) y Chris Cooper, uno de los mejores actores de reparto con los que se puede contar.

    11/22/63 comienza con fuerza, despliega todas las cartas sobre el tablero y lanza al protagonista a los años sesenta, en un despliegue de recreación histórica sorprendente por su atención al detalle. A medida que transcurren los ocho episodios y se sucede el desfile de personajes reales, las teorías acerca del magnicidio quedan relegadas a un segundo plano, por lo que la serie pierda fuerza en el tramo medio, más centrado en la vida de Jake en el pasado. Por suerte, el final retoma el espíritu de los primeros capítulos y deja a los espectadores con la boca abierta. 


    A pesar de las alusiones a sucesos históricos, se incluyen ciertos elementos que vinculan a 11/22/63 con otras ficciones de King ambientadas en épocas pasadas. Es el caso de Corazones en Atlántida (Hearts in Atlantis, 2001), La Milla Verde (The Green Mile, 1999) y Cuenta Conmigo (Stand by Me, 1986). Las cuatro reflexionan acerca del cliché de que «todo tiempo pasado fue mejor», nos presentan a un protagonista que lucha contra las injusticias del mundo adulto en la América rural y comparten un aura de cuento, es decir, añaden ciertos elementos fantásticos que, lejos de chocar con el realismo de la trama, lo realzan y refuerzan la trascendencia de las aventuras que viven los personajes. Este componente sobrenatural queda ejemplificado con las figuras de Ted Brautigan, el psíquico al que persigue el gobierno; John Coffey y su bondad infinita («como el café, pero se escribe diferente»); el cadáver de un niño llamado Ray Brower que despierta la curiosidad de cuatro jóvenes amigos, y en el propio Jake Epping, un viajero temporal que se busca a sí mismo.

    La aportación de 11/22/63 reside en cómo subraya que no se puede cambiar el pasado (en la serie, el pasado es un personaje más que actúa de antagonista de Jake) o, más bien, en cómo no conviene obsesionarse con él e intentar alterarlo. Esta sensación de impotencia marca al protagonista y a otros viajeros temporales con los que se topa en su camino hasta llegar a un tercer acto sobresaliente por su contundencia y juego dramático. En resumen, no puedo más que recomendar esta adaptación de la novela de Stephen King. La espera (o el viaje) merecerá la pena.

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