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Star Wars. Personajes: Luke Skywalker. Por Francesc Marí

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Para mí, Luke siempre ha sido aquel típico pringadillo del instituto —vamos, como un servidor— que siempre se quedaba con las ganas de hacer lo mismo que hacían los demás. Tenía que regresar temprano a casa de sus tíos Owen y Beru, no fuera que algún Tusken lo matara; mientras todos sus colegas se iban de casa para vivir aventuras a bordo de cazas estelares de la Alianza Rebelde, él tenía que quedarse en casa ayudando con la granja de humedad; y, al final, en sus horas de descanso, se entretenía jugando con robots o experimentando con la Fuerza.

Sin embargo, este joven granjero de Tatooine se convirtió en el personaje que todos los seguidores de Star Wars querían ser… ¿O pensáis que es Han Solo? Sí, Han Solo nos cae bien, liga con la chica de la historia y todo eso. Pero en realidad queremos ser Luke Skywalker, porque de ese modo conoceríamos a Han Solo, blandiriamos un sable láser, y como jedis restableceríamos la paz y la libertad en la Galaxia… Vale, ahora me he salido del tema.

No me gustaría alargarme contando vida y milagros de Luke Skywalker, entre otras cosas, porque gracias a las películas ya conocemos quién, como evoluciona su forma de ser, y que le depara el futuro… Siendo el último jedi, tampoco tiene muchas más opciones que refundar la Orden. Además, como en el caso de Leia, es un personaje cuyo recorrido aún no se ha terminado, ya que en El despertar de la Fuerza esperamos conocer que ha sucedido con él treinta años después del follón con las Estrellas de la Muerte.

Al ser un Skywalker, es inevitable que su historia sea similar a la de su padre, Anakin —o al revés, por todo eso de las precuelas—, pasa de ser un joven inocente, que vive apartado del mundo, a la espera que le llegue la ocasión para abandonar su aburrido planeta y vivir aventuras; a ser un importante soldado durante una gran guerra galáctica, para, al final, convertirse en un poderoso maestro jedi, gracias más a su herencia genética que no por el adiestramiento que ha recibido de sus maestros. Aunque bueno, teniendo en cuenta que dos de los jedis más sabios y poderosos de la historia, como son Obi-Wan Kenobi y Yoda, le ayudaron, tampoco es de extrañar que saliera un chico tan talentoso.

A pesar de que Kenobi y Yoda son conscientes que hay jedis que se han salvado de la purga, al ser estos tan ancianos como ellos, saben que el auténtico futuro de la Orden jedi solo puede estar sujeto a alguien joven e impetuoso, como Luke. Así que, ni cortos ni perecezos, le ponen esta «pequeña» carga sobre sus hombros y le confían algo tan importante como la destrucción de los Sith y la fundación de una nueva Orden.

Algo que los diferencia de su padre, es que, a pesar de no conocerlos, Luke tuvo padre y madre —no como Anakin que fue concebido por la Fuerza—, por lo que la herencia de ambos progenitores, lo convirtió en un ser muy cercano a la Fuerza, como su padre, pero que actuaba con bondad e inocencia, como su madre, la gran sufridora de todo esta historia.

A pesar de llamarse Skywalker y ser interpretado por Mark Hamill, en un principio el personaje se llamó Starkiller —nombre que fue modificado por la dureza de su significado, y que sería recuperado para el protagonista de los videojuegos El poder la Fuerza—, siendo uno de los personajes que más evolucionó y tardó en perfilarse en la mente de Lucas. Además, antes de ser este joven granjero, iba a ser una mujer al estilo de Leia —o a la nueva protagonista del Episodio VII—, luego se le consideró que fuera un enano —me puedo imaginar a un joven Kenny Baker blandiendo un sable láser cuál Yoda—, incluso se pensó en que fuera un militar rebelde de unos sesenta años de edad —ahí se nota la influencia de Kurowasa y el líder de Los siete samuráis, Takashi Shimura—; solo en pensar todas las historias que se pudieran haber contado de estos personajes tengo ganas que más que hagan precuelas y secuelas, lo chulo sería que contaran historias de universos paralelos… Vale, aquí se me ha vuelto a ir la pinza.

En resumidas cuentas, a pesar de que en un principio parece que Luke sea un soso, comparado con otros como Kenobi o Solo, al final resulta siendo uno de los personajes que evoluciona a medida que vemos las películas, y si no tenía un trasfondo resultón, este lo consigue según va viviendo aventuras en el Halcón Milenario, pilotando una X-Wing o luchando con su padre, Darth Vader.

Star Wars. Manual de Supervivencia es un proyecto de LASDAOALPLAY? y El cine de Hollywood.

Spielberg on Spielberg: Amistad (1997)

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"De verdad pensaba que podría soportar cualquier imagen que pusiese en la pantalla, incluso imágenes históricas, pero a veces resulta difícil mirarlas y especialmente cuando las interpretan en vivo delante de tí." 
Tal como hablamos en el anterior capítulo, DreamWorks iba a empezar su andadura presentándose en la comunidad de Hollywood como el primer nuevo estudio que aparecía en décadas. La filosofía no iba a ser competir directamente con las majors consolidadas sino presentar una nueva alternativa de producción y distribución que colaboraría con el resto de estudios de forma bastante asidua. Jeffrey Katzenberg se iba a encargar de la división de animación mientras que Spielberg era la garantía de estabilidad y calidad en los años venideros. La historia de DreamWorks es un relato de altos y bajos. Las películas de Spielberg han funcionado muy bien pero su labor no es suficiente para mantener todo un estudio. La división de animación tuvo una eclosión inicial pero después se estancó. Por consiguiente, a lo largo de los años, DreamWorks ha tenido que forjar joint ventures con Paramount y Reliance Entertainment. En 2009, firmó un acuerdo de co-distribución, no exclusivo, con Walt Disney Pictures a través del sello Touchstone.

La primera película que llevó el sello DreamWorks fue el thrillerEl Pacificador (The Peacemaker, 1997). La cinta fue dirigida por Mimi Leder y al frente del reparto estaban George Clooney y Nicole Kidman. Pero el lanzamiento definitivo del estudio se produciría con el primer proyecto de Spielberg para su nueva casa. Inicialmente, Salvar al Soldado Ryan (Saving Private Ryan) iba a ser el elegido pero, a lo largo de 1996, Spielberg realizó cambios en su agenda.

Mientras preparaba The Lost World, la actriz, coreógrafa y directora Debbie Allen visitó su oficina con un guión que llevaba tiempo intentando hacer realidad. Se trataba de una historia real: la rebelión acaecida en el barco esclavista español "La Amistad" durante el verano de 1839. Spielberg no conocía la historia y leyó el guión que venía firmado por David Franzoni, un escritor que había tenido trabajos ocasionales para el cine y que, al parecer, se había basado en relatos documentados previos para escribir el borrador.


El argumento y calado de la premisa interesó a Spielberg pero consideraba que el guión debía trabajarse más. Se comprometió con Debbie Allen para dirigir y producir el proyecto pero lo programó a largo plazo mientras encargaba la reescritura a Steven Zaillian.

No obstante, cuando se encontraba a punto de empezar el rodaje de The Lost World, le llegó el borrador de Zaillian. No esperaba que fuera tan rápido pero conociendo la brillantez que distinguía a su colaborador en La Lista de Schindler, tampoco se extrañó demasiado. Cuando lo leyó quedó entusiasmado con el resultado y decidió hacer cambios en su schedule. Finalizaría el rodaje de El Mundo Perdido en diciembre de 1996 y se mantendría en la post-producción durante pocas semanas porque estaba dispuesto a aprovechar parte de la primera mitad del año en la filmación de Amistad. Estaba previsto que el rodaje de Salvar al Soldado Ryan se desarrollara durante el verano de 1997 así que le quedaba un hueco que podía utilizar. Muy pocos directores tienen el poder y la influencia para realizar estos movimientos y poder rodar tres películas en poco más de un año. De alguna manera, tras el descanso que se había concedido, Spielberg estaba pletórico de energía y quería sentir, aunque fuera por poco tiempo, el ritmo de trabajo que caracterizaba al Hollywood clásico, donde los directores llegaban a rodar un promedio de dos y tres films por año.

Cuando el rodaje de The Lost World estaba ya muy avanzado y los decorados estaban totalmente construidos, encargó al responsable de los mismos, Rick Carter, que empezara a trabajar en el diseño de producción de Amistad. Paralelamente, dio instrucciones a su equipo de localizaciones para que buscaran enclaves donde rodar los exteriores. Pocos meses después, envió a otro equipo a Irlanda, Francia e Inglaterra para que localizaran exteriores de Salvar al Soldado Ryan mientras Tom Sanders (Braveheart) asumía el diseño de producción en el film bélico.


Amistad era un proyecto ilusionante que hablaba de derechos inalienables como la libertad y la justicia. Su fuerte contenido dramático devolvía a Spielberg al terreno de la máxima exigencia y eso es lo que más quería en ese momento de su carrera. En 1839, un grupo de nativos de la tribu mende en Sierra Leona, fueron apresados ilegalmente y vendidos como esclavos para las plantaciones del Caribe. Entre ellos se encontraba Sengbe Pieh, un hombre con fuertes convicciones que estaba punto de vivir un auténtico calvario. Junto a más de cien cautivos, vivieron hacinados en las bodegas del barco negrero portugués Tecora mientras cruzaban el Atlántico. Las pérdidas humanas en ese viaje fueron elevadísimas. Al llegar a la Cuba española fue vendido, junto a 48 personas más, a los mercaderes José Ruiz y Pedro Montez, de la goletaLa Amistad. El 27 de junio zarparon de La Habana en dirección a otro puerto cubano en la provincia de Puerto Príncipe. Allí, venderían a los africanos como mano de obra para las plantaciones de azúcar que poblaban la isla.

Pero la noche del 2 de julio, Sengbe consiguió zafarse de los grilletes y encabezó una rebelión que consiguió tomar el control de la nave matando al capitán, Ramón Ferrer, y al cocinero de la goleta. Ruiz y Montez fueron hechos prisioneros y les ordenaron poner rumbo a Africa occidental. Pero los españoles aprovecharon sus conocimientos de navegación para engañar a Sengbe y a los suyos y dirigir la nave en dirección opuesta a la marcada, buscando que algún otro navío español les interceptase. Pero nada de eso ocurrió. La goleta fue dando tumbos hacia el norte durante dos meses y acabó llamando la atención de la guardia costera estadounidense en el litoral de Long Island.

Sengbe Pieh (1814-1879).

Ante la situación que presentaba el navío y las reclamaciones de los españoles, las autoridades estadounidenses condujeron a los africanos a una prisión de New London (Connecticut) donde, con el paso de los días, pudo llegar asistencia legal e intérpretes gracias a la intervención del empresario abolicionista Lewis Tappan. Cuando Sengbe (ahora conocido por el nombre de Joseph Cinqué) y sus compañeros pudieron explicar su historia, los cargos de motín y asesinato quedaron por debajo de una captura y extracción ilegal. La versión que defendían Ruiz y Montez, quienes sostenían que los nativos habían nacido esclavos y eran de su propiedad, se fue diluyendo en un país que contaba con tribunales independientes y que había abolido el tráfico de esclavos hacía más de treinta años. Tras demostrarse que se trataba de personas libres que no habían nacido en plantaciones, los tribunales ordinarios les absolvieron. El ideal de libertad y justicia se imponía a la reclamación de propiedad que reclamaban varias partes, entre ellas el mismísimo reino de España.

No obstante, la historia no acabó tan pronto. El Presidente de los Estados Unidos, Martin Van Buren, ante el temor de comprometer las relaciones internacionales y también debido a la presión de los estados del sur donde la esclavitud era una institución intocable, decidió amparar un recurso ante el Tribunal Supremo para que se volviera a juzgar el caso. Fue entonces cuando la defensa que hasta el momento había llevado el abogado Roger Baldwin, se vio reforzada con la entrada en escena del ex-Presidente y ahora congresista, John Quincy Adams. El veterano hombre de estado era hijo de uno de los padres fundadores de los Estados Unidos, el Presidente John Adams, y llevaba tiempo distinguiéndose por su simpatía hacia la causa abolicionista. En su alegato ante los magistrados del Tribunal Supremo enarboló el derecho inalienable de libertad y recuperó las esencias consagradas en la Declaración de Independencia y la Constitución para reivindicar los derechos humanos básicos. Criticó contundentemente a la administración Van Buren por estar invadiendo el terreno del poder judicial tratando de lograr una sentencia que no soliviantara al Gobierno de España y aportó como prueba la correspondencia cruzada entre el Secretario de Estado, John Forsyth, y las autoridades de la corona española.

Martin Van Buren (1782-1862) fue Presidente de los Estados Unidos entre 1837 y 1841.

El contexto general era difícil. Aunque los Estados Unidos se habían fundado sobre los ideales de libertad y justicia, los estados del sur habían mantenido la esclavitud como institución, continuando con un legado que habían instaurado los colonizadores británicos, españoles y franceses en los siglos anteriores. La decisión sobre el caso de La Amistad podía encender los ánimos en la mitad del país y así se pronunciaron importantes figuras políticas del sur como el ex-vicepresidente John C. Calhoun. Sin embargo, empezaban a haber muchas voces en el norte que abogaban por romper esa tregua tácita. Debía abordarse un debate en profundidad sobre la indecencia que suponía la esclavitud. John Quincy Adams era una de esas voces respetadas y algunos incluso llegaban a decir que el temor a una posible guerra civil no podía seguir frenando la discusión.

El Tribunal Supremo se pronunció en la línea de las sentencias anteriores. Los amotinados de La Amistad fueron absueltos y pudieron regresar a su tierra. La película incide más de la cuenta en la repercusión interna que tuvo la decisión judicial. En realidad, la polémica se acabó pronto y pasaron veinte años más hasta que la llegada a la Presidencia de Abraham Lincoln supuso el punto de ruptura definitivo. Sin embargo, el caso de Cinqué y los suyos sí tuvo un efecto muy importante para la causa abolicionista en los Estados Unidos. El movimiento de liberación se hizo más fuerte y en los años siguientes se organizó mejor para denunciar las atrocidades que se seguían cometiendo en el sur. Solo les faltaba un líder político que, desde la Casa Blanca, luchara por ello con toda su fuerza. El momento llegó con las elecciones presidenciales de 1860.

John Quincy Adams (1767-1848) fue Presidente de los Estados Unidos entre 1825 y 1829.

Regresando al caso, Cinqué y el resto de africanos se embarcaron en 1842 con destino a Sierra Leona. Pero lo que allí encontraron fue un territorio sumido en la guerra civil. La esposa e hijos de Cinqué habían desaparecido. Probablemente habían corrido el mismo destino que él mismo unos años antes. Poco se sabe de él en los años posteriores, incluso algunas fuentes no suficientemente documentadas le vinculaban al tráfico de esclavos. Tras un paso por Jamaica regresó, ya anciano, a Sierra Leona donde falleció en 1879.

Esta potente historia de crueldad, injusticia y necedad conmovió a Steven Spielberg y le hizo pensar en el hiriente relato de la esclavitud en el continente americano. Decidido a afrontar el proyecto justo después de The Lost World, inició una pre-producción breve en la que se nutrió del trabajo exhaustivo que habían realizado Rick Carter en el diseño de producción y Ruth E. Carter en el vestuario, basándose en el asesoramiento histórico por parte de expertos.

Spielberg trabajó bastante más el apartado de casting. La responsable del área, Victoria Thomas, debía buscar a actores con raíces africanas para dar vida a los sublevados de La Amistad. Encontrar a un gran Cinqué era tarea difícil pero la responsable de casting impresionó a Spielberg con la propuesta de Djimon Hounsou. Nacido en Benín, emigró a Francia, junto a su hermano, cuando contaba trece años. Poco después, dejó la escuela y fue un sin techo durante algún tiempo. El encuentro fortuito con un fotógrafo cambió su vida ya que éste le propuso iniciar carrera como modelo y le introdujo en el mundo de la moda de París. Convertido ya en un hombre de éxito se trasladó a los Estados Unidos donde intervino en videoclips musicales y debutó como actor en películas de baja repercusión y en pequeños papeles en series de televisión. Tras disponer de un rol secundario en Stargate (1994), su perfil pasó a las bases de datos de las agencias de casting más influyentes.
"No podíamos hacer esta película sin un gran Cinqué. Debia ser alguien fuerte físicamente pero también disponer de una gran capacidad para expresar sentimientos dramáticos. Era un reto difícil pero cuando Victoria Thomas me presentó a Djimon quedé impresionado. Hicimos una prueba y ví en él la fuerza que necesitábamos y también la dignidad y la ira que debía mostrar. Su voz profunda impresionaba. Era un auténtico líder." 

Con Djimon Hounsou a bordo, Spielberg se dedicó a configurar un reparto principal que correspondiera a la épica del relato que estaba dispuesto a contar. El papel del abogado Roger Baldwin había sido rejuvenecido en el guión con respecto al personaje real. Y para darle vida, el director contrató al mejor intérprete de la nueva generación: Matthew McConaughey. Recién salido del set de Contact, el tejano se incorporó al plató de Amistad en lo que fue una buena época de papeles para él.

Spielberg quería contar con el gran Morgan Freeman en esta película. En principio iba a interpretar a James Covey, el intérprete de mende, pero acabaron viendo que sería mejor el del empresario abolicionista Theodore Joadson, un antiguo esclavo de Georgia que consiguió escapar al norte y, con el tiempo, había escalado posiciones socialmente hasta convertirse en un respetado hombre de negocios. Este papel fue creado expresamente para la película pues no existió en la realidad. En cuanto al personaje de Covey, Victoria Thomas también consiguió un auténtico hallazgo puesto que se fijó en el británico Chiwetel Ejiofor. El prometedor actor debutó en el cine con Amistad y posteriormente ha ido avanzando en su carrera hasta convetirse en un intérprete muy solicitado.


Para dar vida al ex-Presidente John Quincy Adams, Spielberg obtuvo el sí de uno de los mejores actores del panorama cinematográfico: Sir Anthony Hopkins. Poco después de haber interpretado a Richard Nixon se le presentaba la oportunidad de encarnar a otro Presidente aunque en esta ocasión mucho más desconocido para el gran público. Como no podía ser de otra forma, la interpretación de Hopkins resultó brillante. En la secuencia donde presenta el caso ante el Tribunal Supremo fue capaz de recordar las siete páginas de su texto sin necesitar corte alguno. Hizo las diferentes tomas de cámara a la primera. Spielberg quedó tan impresionado que no pudo llamarle Tony a partir de ese momento. Lo único que le salía era Sir Anthony.


En cuanto al presidente Martin Van Buren, Spielberg pudo contar con otro actor británico de postín: Nigel Hawthorne. Aunque su presencia en pantalla es limitada, resulta muy creible dando vida a un líder con pies de barro, permanentemente amenazado por la sombra de la secesión y la Guerra Civil. Aunque la película comete el error de mostrarlo haciendo campaña electoral a bordo de un tren, algo que en esa época aún no se realizaba, cumple en cuanto a la caracterización de la figura histórica y a sus juegos de equilibrios para contentar a los vecinos del sur. Unas maniobras que, dicho sea de paso, fueron habituales entre los Presidentes americanos hasta la ruptura que supuso Lincoln.

El guión incluía casi setenta personajes con diálogo. Ante esta enorme suma de intervenciones, el director necesitó un reparto amplio de grandes secundarios que mantuvieran el nivel interpretativo de los cabezas de cartel. Así encontramos a Stellan Skarsgard como Lewis Tappan, Jeremy Northam, David Paymer, Peter Firth, Allan Rich, Xander Berkeley, Austin Pendleton y Ralph Brown, entre otros. Además, Spielberg volvió a contar con dos actores que había tenido a sus órdenes en The Lost World:Pete Postlethwaite dio vida al Fiscal William Holabird y Arliss Howard interpretó a John C. Calhoun en una trascendental secuencia que muestra la debilidad de Van Buren ante la causa sureña.


En el bando español, la película cuenta con varios intérpretes latinoamericanos:  Pedro Armendáriz Jr. como el General Baldomero Espartero,Tomás Milián dando vida al Embajador Ángel Calderón de la Barca, Geno Silva como José Ruiz y John Ortiz en el papel de Pedro Montes. El español Imanol Arias debía ser quien interpretara al Embajador Calderón pero un retraso en la concesión del permiso de trabajo en Estados Unidos impidió su participación. El breve papel de la joven y caprichosa Reina Isabel II de España fue interpretado por la canadiense Anna Paquin, ganadora del Oscar por El Piano (The Piano, 1993).

La película empezó a rodarse el 18 de febrero de 1997. Las localizaciones exteriores corresponden a varios lugares de Nueva Inglaterra: el puerto de Mystic (Connecticut), Providence (Rhode Island) donde se rodaron los exteriores del supuesto Capitolio de Washington D.C., y Newport (R.I.) donde se construyó el exterior de la prisión y se utilizó la Colony House para las secuencias que transcurren en los tribunales ordinarios. El Parlamento de Massachusetts, en Boston, sirvió para ilustrar las secuencias que transcurren en el interior de la Cámara de Representantes, donde John Quincy Adams sigue practicando el juego de la alta política con un enfoque muy particular. Además, dos goletas fueron recreadas como La Amistad y se rodaron tomas con ellas en la costa de Connecticut y también en el litoral californiano, cerca de San Pedro, en Los Angeles. Los interiores se grabaron en los Sonalyst Studios de Waterford (Connecticut), en la Marble House de Newport (Rhode Island) y en los Universal Studios de Burbank donde se rodó la secuencia nocturna que da inicio al film y que nos muestra la rebelión a bordo de La Amistad. El tanque de agua de los estudios permitió realizar todos los efectos de lluvia necesarios sin las dificultades propias del mar. Esta fue una condición expresa de Steven Spielberg ya que no ha aceptado rodar secuencias técnicamente complejas, a mar abierto, desde la experiencia en Tiburón (Jaws, 1975).


Para reforzar el sentido histórico y trágico de la película, Spielberg y Janusz Kaminski decidieron inspirarse en las obras de Francisco de Goya para iluminar las secuencias interiores en los tribunales y la prisión. Así pues, vemos emisión de luz muy potente en segundo término que provoca un ambiente rugoso y lúgubre en los planos cortos, con poca variedad cromática.

A finales de abril, el equipo se trasladó a la antigua ciudadela de San Juan (Puerto Rico) para rodar las tomas en La Habana y las secuencias ambientadas en Sierra Leona y en la fortaleza esclavista de Lomboko. El 30 de abril, la filmación principal se dio por concluida.

Amistad es una película que genera sensaciones opuestas. Por un lado, está bellamente rodada y caracterizada. Dispone de buenas interpretaciones y recrea un hecho verídico combinando la elegancia en la puesta en escena con la necesaria contundencia gráfica para ilustrar la violencia y crueldad intrínseca al cautiverio y transporte de los africanos. Hay momentos, en el navío portugués Tecora, que destacan por la expresión macabra y realista de los hechos que acaecieron. Estamos ante una denuncia expresa de la tiranía inmisericorde que representaba la esclavitud. La película no anda escasa de contundencia en ningún momento. Además, explicar lo sucedido en un flashback, añade más dramatismo porque cuando Cinqué puede empezar a comunicarse con Baldwin, brotando el germen de la conciliación, la narración se sume en la oscuridad al representar los brutales hechos que padecieron los supervivientes de ese mortal viaje por el Atlántico.


Cinqué representa esos ideales de jusiticia y libertad que están implícitos en la base doctrinaria de los Estados Unidos. Pero la complejidad de las relaciones políticas y el difícil contexto histórico llega a poner en duda el principio básico más fundamental y la primera institución del Estado consigue reabrir un caso ya resuelto para contentar a las otras partes implicadas, tanto dentro como fuera del país. Por tanto, el film plantea las deficiencias de la Democracia como sistema político aunque la feliz resolución del caso deja también algo muy claro: en Estados Unidos, el poder judicial es completamente independiente y los intentos de influir, aunque vengan desde las más altas instancias, no logran nunca su objetivo. Sin embargo, en esa misma época, el Reino de España era un modelo de Estado caciquista, absolutista y caótico, con unos tribunales al servicio exclusivo del poder mientras se construía una sociedad desigual en que los derechos individuales y colectivos de los ciudadanos eran pisoteados una y otra vez.

Sin embargo, dejando de lado el relato histórico que, como es habitual, siempre se concede algunas licencias artísticas, la película carece de la máxima trascendencia porque su narración es tan pulcra que se asemeja demasiado a un documental. El propio Spielberg se manifestó en este sentido:
"Creo que la exprimí demasiado y acabó pareciendo más bien una lección de historia."
Hay momentos que recuerdan demasiado a las versiones dramatizadas que realiza el Canal Historia. De alguna manera, Spielberg se centró en contar la trama pero olvidó darle algo más de contraste y visión personal. No obstante, creo que estamos ante una película muy notable dentro de su filmografía. En su momento, fue bastante incomprendida pero ha ganado adeptos con el tiempo.


No estoy de acuerdo con aquellos que hablan de dulcificación del argumento. Me parece que estamos ante todo lo contrario. La cinta es dura y contundente cuando debe serlo y los acontecimientos políticos no son inverosímiles porque ocurrieron de esta forma, con escasísimas variaciones. La película no puede explicar muchas otras vertientes del caso ni puede reproducir las intervenciones completas de los protagonsitas ante los tribunales por cuestiones de formato pero la esencia de lo sucedido está en la pantalla. Tampoco se puede hablar de final idílico porque, si bien los africanos consiguen la libertad y regresan a casa, se nos cuenta que lo que encontraron fue un país sumido en un conflicto bélico que había barrido a sus familias. Por consiguiente, es la tristeza la que llega al corazón del espectador en el mismísimo final.

Es cierto que la multitud de personajes hace perder entidad a algunos de ellos. Pero esta historia debía ser contada de forma épica y para ello se necesitaba un amplio reparto y múltiples escenarios que hicieran posible trasladar el significado del argumento al público. Hay emocionalidad porque así lo requiere el material. Hay exaltación del espíritu humano, por descontado. ¿Hay utilización de la película para transmitir propaganda política? Rotundamente no porque se trata de hechos históricos documentados, no hay invención. Debemos recuperar episodios históricos poco conocidos para ilustrar a las nuevas generaciones sobre los errores cometidos en el pasado. Amistad pone cara y nombres a personajes y situaciones que demasiadas veces han sido obviados por el cine. Estamos ante una crítica a las maneras de hacer política, a los juegos y subterfugios que han existido siempre entre dirigentes y burócratas. Por desgracia, todo ello nos distingue desde hace siglos y es un componente del cual no podremos escapar nunca porque forma parte de la naturaleza humana.


La partitura de John Williams volvió a ser el mejor acompañamiento para las imágenes. Se trata de una banda sonora en la que el maestro incluye ritmos tribales y étnicos que llegan al paroxismo con un tema de una belleza atronadora: Dry Your Tears, Afrika. Se trata de una pieza coral cuya letra, en lengua mende, procede de un poema escrito por el marfileño Bernard Binlin Dadié en 1967. El inicio íntimo va ganando fuerza a lo largo de la composición hasta llegar a una fusión perfecta entre música y voces. Una auténtica maravilla que podéis escuchar en esta interpretación en vivo a cargo de John Williams y The Los Angeles Philharmonic Orchestra en el concierto de 2012 en el Hollywood Bowl.

Estrenada el 10 de diciembre de 1997, Amistad demostró que no era un film de masas sino todo lo contrario. El público general no podía conectar con la propuesta. Esta era una de esas películas que Spielberg realizaba para satisfacer su inquietud interna. Se había ganado el derecho a hacerla y a compartirla con todo aquél que estuviera interesado. Sobre un presupuesto de 36 millones de dólares, Amistad recaudó 44. Obtuvo cuatro nominaciones a los Oscar (incluida la de major actor de reparto para Anthony Hopkins) aunque no recibió ninguna estatuilla.

Sin embargo, la cinta sigue representando un paso importante de Spielberg dentro de una carrera diversa y multi-temática. Con su siguiente proyecto, volvería a ponerse a prueba en un terreno muy diferente.



Precedido por:

El Mundo Perdido. Jurassic Park (The Lost World: Jurassic Park, 1997)

Continúa en:

Salvar al Soldado Ryan (Saving Private Ryan, 1998)

Star Wars. Personajes: Leia Organa. Por Francesc Marí

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«La fuerza es muy intensa en mi familia. Mi padre la tiene. Yo la tengo. Mi hermana la tiene… Sí, eres tú Leia».

Con estas palabritas Luke le suelta a Leia que es su hermana, como quién no quiere la cosa. Al fin y al cabo, según ella, siempre lo había sospechado de alguna manera u otra… ¿En serio? Creces toda la vida creyendo ser la hija de un importante político y noble garante de la paz y la libertad como Bail Organa, y cuando el friki del pueblo —porque, admitámoslo, Luke ese tipo que no puede salir de noche porque su tío no le deja, y se distrae jugando con cosas tan esotéricas como la Fuerza— te suelta que eres su hermano y que tu padre es uno de los tíos más malos de la galaxias, ¿vas y te lo crees? Eso no se lo cree nadie. Yo creo que cuando Leia le responde: «Lo sé. De alguna manera siempre lo supe», en realidad quiere sacárselo de encima.

Vale, puede que haya sido un poco duro con Leia y el trasfondo de su personaje, pero siempre me he preguntado como alguien, por muy estrecha que sea su relación con la Fuerza, puede creerse eso a pies juntillas, sin prueba alguna, solamente porque un Skywalker lo ha sentido en la Fuerza.

La verdad sea dicha, esta escena, en mitad de El retorno del Jedi, siempre ha sido una de las pocas que me han planteado dudas. Cuando Leia habla de su madre ¿habla de Padmé o de Behra Organa? En 1983, lo lógico era creer que se trataba de su madre biológica. Sin embargo, en 2005, tras el estreno de La venganza de los Sith y con un fondo argumental mucho más amplio, descubrimos que es imposible, a no ser que Leia recuerde el momento de su nacimiento… Algo que ni la Fuerza puede lograr.

Bueno, volviendo a lo que nos interesa… Leia Organa. Poco hay que decir respecto a este personaje, algo muy similar a lo que sucede con su hermano Luke y la madre de ambos, Padmé. ¿Por qué digo esto? Entre otros motivos, porque solo viendo las películas, podemos descubrir las partes más importantes de su vida. Poco después de nacer, al quedarse huérfana, Leia es adoptada por la antigua familia Organa de Alderaan, donde creció como una hija natural de alta cuna. Durante su juventud en seguida sintió la misma aversió por el Imperio que su padre adoptivo —ese hombre que desde el ascenso de Palpatine al poder, había dudado y sospechado de la mayoría de sus actos—, por lo que, con el tiempo, heredó el lugar de este en el Senado. Justo entonces, aprovechando su inmunidad diplomática, empezaría a actuar como agente doble, siendo senadora del mismo Imperio que intentaba derrotar ayudando a la Alianza Rebelde.

Es en este punto, justo cuando la conocemos en Una nueva esperanza, convirtiéndose en uno de los tres personajes protagonistas, con Han Solo —con el que acabara casándose— y su hermano.
Podría extenderme hablando de lo que sucede en las historias del Universo Expandido, pero, sinceramente, creo que estando a las puertas del estreno del Episodio VII, lo mejor será dejar abierto el final de la historia de Leia…

Bueno, vale. Contaré algo más. Pero seré breve y poco concreto. Como no podía ser de otro modo, siendo una de las líderes de la Rebelión, que había participado activamente en la destrucción de las dos Estrellas de la Muerte y el derrocamiento de Palpatine —sin olvidarnos del hecho de ser una de las protagonistas de la historia de Lucas—, Leia se convirtió en una de las políticas más activas en la fundación de la Nueva República Galáctica. Durante esta etapa, además de ser madre de tres hijos cuya vinculación a la Fuerza era muy intensa —como debe ser en un Skywalker—, también fue nombrada jefe de estado de la República y se convirtió en una importante caballero de la Nueva Orden Jedi bajo el tutelaje de su hermano. Con esto supongo que ya os podéis hacer una idea de que relevancia tiene Leia, ¿no?

Como podemos ver, el personaje interpretado por Carrie Fisher, a pesar de que al principio del Episodio IV se nos presenta como la típica princesa en apuros —a pesar de las ingeniosas réplicas a Vader y Tarkin—, en seguida comprobamos que, si bien Han y Luke van a salvarla como si lo fuera, en realidad tarde o temprano hubiera encontrado los recursos para salir del apuro… Pero bueno, ¿a quién no le gustaría que el guaperas de Han Solo lo salvara? ¡Incluso me peinaría con las míticas «ensaimadas capilares» de Leia para que me salvara a mí! 

Star Wars. Manual de Supervivencia es un proyecto de LASDAOALPLAY? y El cine de Hollywood.

SDCC 2015: The Walking Dead

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El San Diego Convention Center arde con las nuevas presentaciones de la Comic Con 2015. Ayer fue el turno de un clásico de la convención: The Walking Dead.

Ante un Hall H abarrotado, comparecieron Andrew Lincoln (Rick Grimes), Norman Reedus (Daryl Dixon), Steven Yeun (Glenn Rhee), Danai Gurira (Michonne), Melissa McBride (Carol Peletier), Chandler Riggs (Carl Grimes), Sonequa Martin-Green (Sasha), Michael Cudlitz (Abraham Ford) y Lennie James (Morgan Jones). También estuvieron presentes el showrunner, Scott Gimple, y los productores Gale Anne Hurd, Greg Nicotero y David Alpert.

Scott Gimple reveló uno de los principios argumentales de la nueva temporada: Rick va a ser puesto a prueba, de forma definitiva, por varios miembros de la comunidad de Alexandría entorno a sus expeditivos métodos. Y el reencuentro con Morgan no va a ser precisamente conciliador puesto que su ex-compañero de supervivencia será el primero en oponerse a su forma de proceder. Pero los zombies no tardarán en llegar al pueblo y sus defensas no serán suficientes para contenerlos. También tendrán gran importancia los nuevos villanos de la función, el grupo sádico y macabro autodenominado "The Wolves". 

Se comentó bastante el hecho de la "barba perdida" de Rick.Andrew Lincoln confesó que la añoraba y Scott Gimple afirmó que la barba es un medidor del estado psicológico de Rick. Y continuará siendo un barómetro de todo ello en esta nueva temporada que se estrena el 11 de octubre. Además, Gimple anunció que habrá muchísimos flashbacks esta nueva temporada y que incluso habrá un capítulo entero estructurado entorno a ellos.

También se anunció que la actriz Merrit Wever ha sido contratado para dar vida a un personaje presente en los cómics. ¿Quién creéis que podrá ser?


A continuación el primer trailer de la nueva temporada y el panel de la convención:

SDCC 2015: Fear the Walking Dead

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Además de presentar la sexta temporada de The Walking Dead, AMC había reservado también un importante espacio en la Comic Con para la companion seriesFear the Walking Dead. La primera temporada, de seis capítulos, empezará a emitirse el 23 de agosto. 

Con Fear the Walking Dead nos trasladamos a otro entorno y a un momento temporal inicial que apenas habíamos visto hasta ahora. Presenciaremos los primeros momentos de la epidemia zombie en el área de Los Angeles. La población empieza a asistir, impotente, a la aparición de una amenaza que nadie habría podido preveer. Pero antes de todo ello se presentarán los nuevos protagonistas cuyas relaciones y conflictos se verán obligados a coexistir con un escenario de ruptura definitiva.

Elizabeth Rodriguez, Kim Dickens y Alicia Debnam-Carey.

La serie está protagonizada por Kim Dickens, Cliff Curtis, Alicia Debnam-Carey, Frank Dillane, Elizabeth Rodriguez y Rubén Blades. El propio Robert Kirkman ha creado un nuevo argumento totalmente original puesto que no se basa en material previo alguno. Gale Anne Hurd, Greg Nicotero y David Alpert producen también este proyecto mientras que el puesto de showrunner es para David Erickson.

Este es el trailer que ha debutado en la Comic Con:

SDCC 2015: Presentación y videos de Juego de tronos (Game of Thrones)

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La serie que en esta última temporada ha batido nuevos récords de audiencia para la HBO nunca falta a su cita anual con la San Diego Comic Con. Su poder de influencia y movilización es brutal y el Hall H volvió a abarrotarse con la presencia de importantes miembros del equipo y reparto.

Cuando faltan pocos días para que se inicie el rodaje de la sexta temporada, que tendrá múltiples localizaciones de rodaje en la Península Ibérica, el evento generó mucha expectación aunque no hubo novedades sobre la nueva temporada. David Benioff y DB Weiss no han compartido los guiones con los actores así que el panel se dedicó a comentar sensaciones sobre la última season.


Estuvieron presentes Alfie Allen (Theon), Gwendoline Christie (Brienne), John Bradley (Samwell Tarly), Liam Cunningham (Davos Seaworth), Carice Van Houten (Melissandre), Natalie Dormer (Margaery Tyrell), Conleth Hill (Varys), Sophie Turner (Sansa Stark), Maisie Williams (Arya Stark), y Hanna Murray (Gilly). Los showrunnersDavid Benioff y DB Weiss no pudieron estar presentes por el extenso trabajo de pre-producción que está requiriendo la nueva temporada pero sí que se desplazó la productora Carolyn Strauss y uno de los directores de episodios. David Nutter.

Maisie Williams explicó que se está entrenando para cambiar su estilo de lucha con espada tras las circunstancias que la afectan en el último capítulo. Sophie Turner, inmersa aún en el rodaje de X-Men Apocalypse, subrayó que Sansa dispone de una mayor fuerza en los últimos tiempos para hacer frente a las dificultades, su evolución ha sido patente en este aspecto. Y, por todo ello, ha podido hacer frente con entereza a los abusos de Ramsay Bolton. En cuanto a su futuro, tras lo ocurrido en el final de temporada, Sophie Turner espera que su personaje pueda iniciar un camino que le permita encontrar a sus hermanos Bran y Rickon.

Gwendoline Christie, por su parte, se refirió a la particular relación de amistad que une a su personaje con Jamie Lannister:
"I found it interesting when I read the books about the basis of that relationship. You have this very unique and unconventional woman [coming to have a] begrudging respect [for Jaime and he with her]. It's intense and close and doesn't have a root in sexuality. Just a very powerful, modern representation of relationships."
A diferencia de otros años en que se presentaba un vídeo con los nuevos actores que se incorporaban a la serie, este año HBO ha decidido hacer un cambio y ofreció al público dos curiosas piezas. La primera es una muestra de pequeños fragmentos pertenecientes a las pruebas de cámara de varios de los intérpretes. En cuanto a la segunda, se trata de un compendio de referencias sobre la serie en varios programas y series de la televisión americana.



Y finalmente el panel completo:


Star Wars: The Force Awakens (El Despertar de la Fuerza) en la San Diego Comic Con

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Star Wars: The Force Awakens ha supuesto un momento culminante en la San Diego Comic Con 2015. Aunque ya se advirtió que no habría nuevo trailer, sus responsables han ofrecido un vídeo behind the scenes que eleva la expectación hasta niveles insospechados. Queda claro una vez más que se ha rodado la película con una gran cantidad de sets reales y con efectos especiales mecánicos y prostéticos. Por supuesto que también hay mucha creación digital pero los escenarios creados a través de CGI ya no son tan importantes como lo fueron en las precuelas de George Lucas. Se ha apostado por localizaciones exteriores, vestuario, maquillaje, cables de sujeción, explosiones reales y movimientos de cámara sobre sets reales. Y eso, ya de entrada, es algo muy positivo.



En el panel estuvieron presentes JJ Abrams, Kathleen Kennedy, Lawrence Kasdan y los actores principales: Harrison Ford, Mark Hamill, Carrie Fisher, Daisy Ridley, John Boyega, Oscar Isaac, Domhnall Gleeson, Adam Driver y Gwendoline Christie, que hizo pleno tras la presentación de Game of Thrones. Fantástico ver a Harrison Ford en forma después de su accidente aéreo, ocurrido hace unos meses.


El vídeo presentado también confirma un secreto a voces: la presencia de Simon Pegg en la película realizando un cameo en el set de Abu Dhabi.

A continuación, el panel completo:

SDCC 2015: Batman v Superman: Dawn of Justice (panel e impresionante trailer)

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Warner Brothers tomó el escenario del Hall H en la jornada del sábado en la Comic-Con. Y acaparó la atención con Batman v Superman: Dawn of Justice. Ausente Marvel Studios de esta edición, la mayor expectación, desde el punto de vista de la ficción superheroica, se centró en el choque de los dos grandes iconos de DC Comics.

Estuvieron presentes el director Zack Snyder, Ben Affleck, Henry Cavill, Amy Adams, Jesse Eisenberg, Gal Gadot, Holly Hunter y Jeremy Irons.

Para Zack Snyder dirigir este proyecto ha supuesto un sueño hecho realidad y la forma como se ha materializado todo, con un reparto tan potente, sobrepasa muchísimo las expectativas que él mismo tenía puestas al inicio. Confirmó que la influencia del clásico de Frank Miller, The Dark Knight Returns, está presente en algunos elementos que, de alguna manera, suponen un homenaje a la gran obra de Miller. El argumento es completamente nuevo y presenta una dinámica entre personajes que no se ha visto hasta ahora en el cine de superhéroes. La reescritura del guión a cargo de Chris Terrio es lo que ha conseguido que el material haya ganado en relevancia y Zack Snyder confía en que el público sintonice con ello cuando el film se estrene en marzo de 2016.

Además, confirmó que se han tomado ciertas licencias que respetando el canon de DC Comics ofrecen nuevas perspectivas a la audiencia. Por ejemplo, habló de la idea de situar a Metropolis y Gotham como ciudades casi limítrofes, al estilo de Oakland y San Francisco o Minneapolis y Saint Paul. Eso ofrece un escenario muy interesante que incluso determina una apuesta por la caracterización social y amplía el contraste entre los dos superhéroes:
“There’s this interesting idea of Metropolis being this successful, wealthy city and Gotham being where downtrodden people live. Gotham people take the ferry to Metropolis, and there’s this idea of wealth and power, power engenders fear, which made it feel real and smart.” 
La situación de conflicto inicial se beneficia de este contexto social pues vemos como Wayne Enterprises también está presente en Metropolis y Bruce Wayne realiza negocios constantes en la ciudad. Cuando el enfrentamiento entre Superman y Zod en Metropolis pone patas arriba la ciudad, la desgracia se ceba en la torre Wayne pues es completamente derruida causando la muerte de todos sus empleados. Bruce Wayne asiste consternado al hecho y se decide a controlar los movimientos de ese hombre omnipotente que ha causado un daño directo a su gente.


El traje mecánico que exhibe Batman en su confrontación con Superman es una erreferencia directa a The Dark Knight Returns pero Snyder complementó la explicación afirmando que no solo amplía su fuerza sino que más bien está concebido para protegerle y hacerle ganar tiempo en su enfrentamiento con el kryptoniano.

Jeremy Irons alabó la interpretación de Michael Caine en las películas de Christopher Nolan aunque afirmó que su Alfred es algo diferente. Él es quien pondrá más empeño en mostrarle a Bruce que Kal-El no es su enemigo. Jesse Eisenberg valoró mucho la aportación de Chris Terrio al dotar a cada personaje de un verdadero trasfondo emocional.

Gal Gadot remarcó que interpretar a Wonder Woman le ha permitido explorar la dimensión de una mujer poderosa y bella que, al mismo tiempo, está rebosante de inteligencia emocional y sofisticación. Su llegada a Metropolis, en un momento de ruptura, supondrá un contrapunto dramático que sentará las bases del futuro en el universo cinematográfico de Warner-DC. 

Amy Adams, por su parte, confesó que era fan de Lois Lane desde los cinco años y que ha disfrutado ampliando la caracterización de esta intrépida y brillante reportera. 

Ben Affleck confirmó que no se mostró dispuesto a interpretar a Batman cuando recibió la llamada de Snyder. Creía que después de la fantástica recreación de Christian Bale, cualquiera que viniera detrás tendría un reto insuperable. Pero cuando empezó a hablar con Zack Snyderéste le convenció al hablarle del Batman que se iba a ver en pantalla. Estaríamos ante un experimentado luchador contra el crimen, de unos cuarenta años, y con mucha trayectoria a sus espaldas habiendo librado innumerables batallas en las que habría vencido a casi todos sus enemigos. De alguna manera, veríamos a un Bruce Wayne con profundas heridas emocionales por lo transcurrido (muerte de Jason Todd y seguramente también del Comisario Gordon) y que ya ha abandonado la capucha negra. Pero la aparición de Superman vuelve a movilizarlo y va a poner todos sus recursos en liza para detener esta "presunta" amenaza. Affleck también confirmó que está considerando dirigir y protagonizar una película sobre Batman y que ha aprendido mucho de Zack Snyder a la hora de dirigir un proyecto de esta envergadura.

Zack Snyder afirmó lo siguiente:
“It’s cool for me because it’s really a dream come true type of project. I’ve always been into the big icon superheroes. Geting a chance to make this particular movie with this particular cast, I don’t know how it gets better than that. It’s a pleasure and an honor to be working with this group."
La presentación de un nuevo y extenso trailer muestra una película apabullante y muy poderosa. Muchos de los escépticos empiezan a reconocer la precipitación en sus valoraciones. Se nos presenta un film épico, lleno de grandes momentos, que esperemos confirme esos grandes valores en su estreno. Lo que podemos ver en el avance solo es una pequeñísima muestra de lo que nos tienen preparado. El hype está altísimo.


A continuación el panel de la convención. En él podemos ver también a algunos de los integrantes de otro proyecto paralelo del universo cinematográfico DC: Suicide Squad. Atención porque esta película puede romper también el escepticismo inicial.


Primer trailer de Suicide Squad

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Ante la filtración del trailer de Suicide Squad en la Comic Con, Warner Brothers no ha tenido más remedio que difundir oficialmente un material que tenía previsto mostrar más adelante a nivel general. 

El escepticismo era grandioso cuando se anunció el proyecto. Quien escribe estas líneas también se unió a esas voces porque parecía algo demasiado excéntrico. Pero, a la vista de este pequeño bocado, el escepticismo deja paso a la expectación. Esperemos que lo apuntado en este primer trailer se mantenga a lo largo del metraje. Si es así, este tercer largometraje del universo cinematográfico deDC Comics puede ser más que interesante.

La película está basada en los cómics que crearon Robert Kanigher y Ross Andru en una primera etapa y John Ostrander en una fase subsiguiente. David Ayer, guionista de Training Day y director de Harsh Times y Fury entre otras, se ha encargado de la adaptación y la dirección de Suicide Squad. En la Comic Con se encargó de presentar con entusiasmo el primer trailer y posteriormente a los principales miembros del nutrido reparto. La película se rueda desde el mes de abril en Toronto y terminará su filmación en septiembre con vistas a su estreno en agosto de 2016.

Una alta funcionaria del gobierno estadounidense, Amanda Waller (Viola Davis), presenta un proyecto para crear un equipo de intervención formado por algunos de los villanos y delincuentes más peligrosos del país. A cambio de su participación se les ofrece la conmutación de sus penas de prisión.

Este peculiar e inesperado equipo lo integrarán Deadshot (Will Smith), Rick Flag (Joel Kinnaman), Boomerang (Jai Courtney), La Encantadora (Cara Delevingne), Katana (Karen Fukuhara), Slipknot (Adam Beach), El Diablo (Jay Hernandez), Killer Croc (Adewale Akinnuoye-Agbaje), y la doctora Harleen Frances Quinzel, más conocida como Harley Quinn. Harley era una psiquiatra del Asilo Arkham que cayó bajo el influjo del Joker, se enamoró de él y acabó convertida en su socia criminal. Margot Robbie (El Lobo de Wall Street, Focus) la interpreta en la gran pantalla y, por lo visto hasta ahora, no cabe duda que es uno de los grandes aciertos de la película.


La presencia de Harley Quinn conecta indiscutiblemente con el príncipe payaso del crimen. El supervillano psicópata conocido como el Joker ha sido interpretado brillantemente por Jack Nicholson y Heath Ledger en el pasado. Ambos destacaron abordando el personaje desde perspectivas diferentes. Un personaje de esta complejidad ponía muy difícil la elección del actor que iba a convertirse en el Joker del universo cinematográfico de DC. El fichaje de Jared Leto despertó recelos. Sin embargo, su aparición en el trailer confirma que estamos ante un Joker con visos de magnificencia. Su aterradora imagen y la voz que expresa demuestra que Leto ha trabajado mucho el papel para darle un toque nuevo sin perder las esencias.

En el film también participan Common, Scott Eastwood y Jim Parrack. Recordemos que Ben Affleck estará presente en la película dando vida a Batman y se rumorea la posible aparición de Jesse Eisenberg como Lex Luthor.Batman v Superman: Dawn of Justice abrirá el fuego en marzo con la intención de atraer al público de cara a un universo cinematográfico en crecimiento que tendrá en Suicide Squad un momento importante.



El trailer incluye una melancólica versión del tema "I started a joke", originalmente compuesto e interpretado por los Bee Gees. En este caso, sirve para introducir al Joker en el universo cinematográfico de DC.

Primer trailer de The Revenant

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Hugh Glass fue un legendario cazador y trampero, conocido en las regiones de Montana y las dos Dakotas durante las primeras décadas del siglo XIX.  Leonardo DiCaprio le encarna en la nueva película del oscarizado director mexicano Alejandro González-Iñárritu. El argumento se centra en la epopeya que hizo famoso al personaje en 1823. 

Tras ser gravemente herido por el ataque de un oso en el condado de Perkins (dentro de la actual Dakota del Sur), Glass fue abandonado por sus compañeros después de robarle las pertenencias. No obstante, consiguió recuperarse lo suficiente para recorrer centenares de kilómetros, sorteando peligros de la naturaleza y de los nativos, hasta llegar a Fort Kiowa, en la ribera del Missouri. 

La película se basa parcialmente en la novela escrita por Michael Punke en 2003. Por consiguiente, utiliza la base real del personaje para crear una línea narrativa paralela en que la venganza cobra una especial resonancia. El guión ha sido escrito por Mark L. Smith y el propio IñárrituEn cuanto al reparto principal, Tom Hardy, Domhnall Gleeson, Lukas Haas y Will Poulter interpretan a los compañeros de partida que recibirán la ira de Glass.

El rodaje de The Revenant está resultando uno de los más complejos de la historia reciente. Iñárritu ha buscado el máximo realismo y las localizaciones elegidas para ello se encuentran en varios parajes canadienses de la Columbia Británica y Alberta. Algunos de los enclaves estaban tan aislados que solo para desplazar el equipo debían invertir el 40% del tiempo hábil. 

El rodaje empezó en octubre de 2014 con la intención de finalizar en marzo pero se infravaloró la dureza del invierno canadiense Las brutales condiciones meteorológicas impidieron cumplir con el calendario previsto. Además, la idea de Iñárritu y su director de fotografía, Emmanuel Lubezki, de rodar solo con luz natural reducía aún más el ritmo de filmación. Finalmente, la primavera llegó y la nieve empezó a recular. El argumento requería de escenarios helados así que Iñárritu decidió parar el rodaje en abril y esperar a la llegada del invierno austral para concluir la película en Argentina durante las próximas semanas. Este cambio en la planificación provocó que Tom Hardy no pudiera encarnar a Rick Flag en Suicide Squad.David Ayer contrató a Joel Kinnaman para sustituirle.

The Revenant se estrenará el día de Navidad y cuenta con un presupuesto inicial de 60 millones de dólares. Twentieth Century Fox distribuye un film que cuenta con grandes alicientes para convertirse en uno de los títulos estrella para la temporada de premios. 




20th CENTURY FOX presents 
a NEW REGENCY PICTURES  RAT-PAC DUNE ENTERTAINMENT  M PRODUCTIONS  APPIAN WAY and ANONYMOUS CONTENT production

"THE REVENANT"

LEONARDO DiCAPRIO  TOM HARDY
DOMNHALL GLEESON  WILL POULTER  LUKAS HAAS
KRISTOFFER JONER  BRAD CARTER  BRENDAN FLETCHER


Music by 
GRAEME REVELL

Cinematography by 
EMMANUEL LUBEZKI

Film editing by 
STEPHEN MIRRIONE

Production design by 
JACK FISK

Produced by 
ARNON MILCHAN  STEVE GOLIN  ALEJANDRO GONZÁLEZ IÑÁRRITU  MARY PARENT  JAMES W. SKOTCHDOPOLE  KEITH REDMON

Written by 
MARK L. SMITH and ALEJANDRO GONZÁLEZ IÑÁRRITU

Directed by
ALEJANDRO GONZÁLEZ IÑÁRRITU

Star Wars. Naves: El Halcón Milenario. Por Francesc Marí

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«¿Una nave rápida? ¿No habéis oído hablar del Halcón Milenario?»

¿Teníamos que haber oído hablar? Os preguntaréis todos los advenedizos al Universo Star Wars… ¡Pues sí! Deberíais. Entre otras cosas, es la nave que hizo la carrera Kessel en menos de 12 parasegundos.

Dime qué nave te gustaría pilotar y te diré de que franquicia eres seguidor. Sin duda alguna, cuando se habla de sagas espaciales, tengan la relevancia que tengan, siempre existe una nave que se convierte en el vehículo predilecto de sus fans. Y, en el caso de los seguidores de Star Wars, la nave que todos quisieran poseer es el Halcón Milenario. Sin embargo, eso sería demasiado difícil, ya que su propietario, Han Solo, probablemente nos enviaría a su copiloto, el temible wookie Chewbacca para que nos arrancara los brazos si intentábamos hacernos con su nave.

Bromas a parte, a pesar de que en Una nueva esperanza conozcamos el Halcón Milenario en manos de Han Solo y su peculiar copiloto, la historia de esta nave, cuyo nombre ha cambiado con los años, empezó mucho antes de lo que nos imaginamos… Bueno, viendo el estado en que está la nave tampoco cuesta tanto de imaginar.

El Halcón Milenario fue construido en sesenta años de la Batalla de Yavin, por la Corporación Corelliana de Ingeniería, siguiendo el modelo del carguero ligero YT-1300f, y desde un principio ya mostró sus características velocidad y poca fiabilidad.

«No tendrá buen aspecto pero los resultados sí son buenos. Yo mismo he aplicado una serie de modificaciones. Puede superar en cinco puntos la velocidad de la luz».

Antes de que Solo pudiera llegar a saber las peculiaridades de su nave, pasó por media docena de manos, y todos hicieron sus respectivas modificaciones, hasta que esta nave ya tenía muy poco en común con el modelo original. Incluso llegó a formar parte de la Batalla de Coruscant, siendo usada por el Senado y los Jedi, pudiéndola ver aterrizar en el edificio del Senado, poco después de que Anakin y Obi-Wan rescate al canciller Imperial. Tras un accidente que provocó graves daños, pasó casi un año en un depósito de chatarra, donde fue comprada por un técnico llamado Bammy Decree y Rej Taunt, que lo repararon y modificaron desde el núcleo al casco con piezas de un viejo carguero ligero YT-1300p, dándole el aspecto que ahora conocemos.

Después de ser objeto de diversas apuestas llegó a las manos de Lando Calrissian que lo utilizó para el contrabando, sin embargo, durante el Torneo de Sabacc de la Ciudad Nube, el pícaro Han Solo se la arrebató a Calrissian. Sin saberlo en aquel momento, el Halcón Milenario había ido a parar al que sería su dueño durante más tiempo.

Además de ser una nave rápida, estaba bien armada. Poseía un cañón láser escondido y dos más montados en la parte dorsal y ventral de la nave, montados por Calrissian para substituir los blásters montados en las mandíbulas de proa. Por su parte, Han Solo modificó las armas con todo tipo de mejoras que incrementaron su rendimiento consiguiendo que fueran capaces de destruir un caza TIE de un solo difunto.

Bajo el mando de Han Solo, el Halcón Milenario se convirtió en un excelente nave contrabandista, aunque unos problemillas con Jabba el Hutt y su encontronazo con un chico, un tipo estrafalario y dos androides, lo llevaron de lleno a formar parte de la Flota Rebelde. Primero escapó de la primera Estrella de la Muerte, para después atacarla junto a los cazas rebeldes; después fue perseguido por media Galaxia desde Hoth hasta Bespin; y, por último, en esta ocasión capitaneada de nuevo por Lando Calrissian, encabezó el ataque a la segunda Estrella de la Muerte. Y, a pesar de que constantemente estaba fallando, salió indemne de todas estas batallas para seguir combatiendo, porque, estando a las puertas del estreno del Episodio VII, es más que sabido que la destartalada nave de Han Solo y Chewbacca regresará a la gran pantalla por la puerta grande, demostrando que casi con cien años, decenas de propietarios, centenares de modificaciones y un sinfín de aventuras, sigue estando en plena forma. 

Star Wars. Manual de Supervivencia es un proyecto de LASDAOALPLAY? y El cine de Hollywood.

Sam Mendes reflexiona sobre Spectre tras concluir el rodaje

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Tras 128 días de filmación repartidos a lo largo de siete meses, Sam Mendes puso fin al rodaje de Spectre el pasado 5 de julio. Inmerso ya en la fase de montaje y post-producción con vistas al estreno de la película a finales de octubre, Mendes realizó una entrevista en la BBC Radio donde valora lo que ha supuesto este exigente film y anuncia que esta ha sido su última incursión en la saga Bond. Dijo lo mismo después de finalizar Skyfall y se acabó embarcando en Spectre por la fuerza del nuevo argumento y la influencia ejercida por Daniel Craig. En el contexto cinematográfico actual es difícil poder contar con el mismo director en más de dos entregas de cualquier franquicia. Si además, el realizador en cuestión es Sam Mendes, considerado uno de los directores de cine y teatro más brillantes del panorama actual, es más que lógica la decisión de finalizar esta etapa teniendo en cuenta que el trabajo en las dos películas le ha llevado cinco años y ha impedido que pudiera dedicarse a la dirección teatral de varios proyectos de la escena londinense.

Al mismo tiempo, Mendes augura un nuevo film de la saga que puede volver a romper barreras de brillantez en la franquicia. Actualmente, en las salas de montaje de Pinewood Studios, Mendes y el montador Lee Smith están dando unidad a la película mientras la extensa partitura compuesta por Thomas Newman empieza a integrarse en el metraje. Pronto sabremos qué cantante interpretará el tema principal.

"[SPECTRE] is a bigger movie than 'Skyfall'. When we were up for a BAFTA last time I counted the cast and crew as I wanted to accept it on behalf of everybody. I counted them up myself and there was over a thousand and you really do feel it. [SPECTRE] is shot in more places. We were in Mexico City, Tangiers, the Northern Sahara, Rome, The Alps, and London. We shut down great sections of London. Anyone whose evening was ruined because of the traffic around Westminster Bridge over the last few weeks, I apologise to them. But it's been an enormous undertaking. One of the most rewarding moments for a film director is when you finally finish shooting."
"It kind of starts all over again when you're editing. You really direct the movie four times: when it's being written, when it's being cast and prepped, when it's being shot and then when it's being edited and music is being added. That fourth stage is just beginning. If you're any good as a director you want to be all over every department and you want to be influencing everything. It's your film and your vision. Unlike the theatre, where I learnt a lot of my craft, I don't think theatre is a director's medium, whereas film is. You can pretty much blame the director if you're having a bad evening at the cinema because it does fall on his shoulders."
"I made the movie I wanted to see [for Skyfall] and I think I've done the same thing this time [for SPECTRE]. I hope I've done the same thing this time, although it really is just emerging out of the mists - the way that it does in the editing period. In terms of the story, it's pretty much set out. But as any director will tell you, how you tell the story is everything and the story by itself is not enough. I spend a long, long period with the music for the movie and there will be over 100 minutes of music for this movie. That's a lot of music. There is a lot of visual effects and a lot of sound work. There are any number of ways to mess your film up, even at this late stage, however good the story is. You have to stay completely focused and it is somewhat like rebooting and starting again at this stage. For me, editing is the most pleasurable piece as you've done all the hard work and it's down to the story-telling."
"For me, the Bond franchise as a whole has been a wonderful unexpected gift at this point in my life. it's not just the making of the film, it's the relationship you have with an audience and the dialog you have with the process from the beginning to the end. You have to embrace the fact that everything you do is going to be reviewed and debated from the title to the music to the casting to the trailer... "
"I'm happiest rehearsing a play or editing a movie, and I think that when I've finished a movie I generally want to be back in a theatre environment again. It feels like home, it feels controllable after the chaos of a movie set. But it won't be long before I want to do another film, and I'm very, very fortunate to be able to go back and forth between the two."
"I said 'No' to the last one and then ended up doing it and was pilloried by all my friends, including [former England cricket captain] Michael Atherton who took great pleasure in reminding me that I said no to the last one and ended up doing it. But I do think this is probably it. I think five years for the two movies... It feels now almost, even though we've only just finished shooting it, like one big experience. It was a fantastic life-changing thing, but I don't think I could go down that road again. It's more a lifestyle choice than a job. You do have to put everything else on hold."

Segundo trailer de Spectre

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Oberhauser:"It was me James, the author of all your pain."







COLUMBIA PICTURES and METRO GOLDWYN MAYER presents an EON and DANJAQ production

"SPECTRE"

DANIEL CRAIG  CHRISTOPH WALTZ  MONICA BELLUCCI

LÉA SEYDOUX  ANDREW SCOTT  DAVID BAUTISTA
NAOMIE HARRIS  BEN WHISHAW  RORY KINNEAR
JESPER CHRISTENSEN
and RALPH FIENNES as M


Music by 
THOMAS NEWMAN

Cinematography by 
HOYTE VAN HOYTEMA

Film editing by 
LEE SMITH

Production design by 
DENNIS GASSNER

Costume design by 
JANY TEMIME


Produced by 
BARBARA BROCCOLI and MICHAEL G. WILSON

Written by 
JOHN LOGAN and NEAL PURVIS & ROBERT WADE

Directed by 
SAM MENDES

Star Wars. Personajes: Mace Windu

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“Creo que ha llegado el momento de informar al Senado que nuestra habilidad para usar la Fuerza ha disminuido.”

En la galería de los Jedis más renombrados, Mace Windu ocupa un lugar destacado. La suya fue una vida enteramente dedicada a preservar los valores fundamentales de la Orden. Su devoción y fe incorruptible en el sistema le granjearon el mayor de los respetos dentro del Templo Jedi llegando a ser uno de los más destacados miembros de su órgano decisorio: el Alto Consejo. 


Windu también es conocido por haber sido uno de los mejores guardianes de la paz por su maestría en el uso de la espada láser y el gran conocimiento de la Fuerza del que siempre hacía gala. Concretamente, tenía la capacidad de ver puntos de ruptura en la Fuerza, lo que se traducía en la posibilidad de ver partes del futuro cercano y vulnerabilidades de sus oponentes. Sin embargo, Mace Windu representa también el fracaso de la Orden durante los últimos años de la República. El ascenso imparable del Senador Palpatine y sus planes ocultos para dominar la galaxia, ocultando su naturaleza Sith, no pudieron ser detectados por los miembros del Consejo Jedi hasta que fue demasiado tarde. Sidious utilizó su profundo conocimiento del Lado Oscuro para nublar la percepción de los Jedi a los que prácticamente utilizó como quiso sin que éstos no pudieran preveer nada. De alguna manera, toda la supremacía y omnipotencia que había caracterizado a la Orden se precipitó al vacío por el propio exceso de confianza y el sentido de infalibilidad. De alguna manera, lo ocurrido fue un castigo a su prepotencia.

Mace Windu, Yoda, y Ki-Adi Mundi, siendo los líderes del Consejo Jedi, reaccionaron siempre a posteriori de los acontecimientos. Una y otra vez eran sobrepasados mientras el nuevo Canciller seguía con su hoja de ruta manteniendo un halo Oscuro que le protegía y que desviaba constantemente la atención de los taciturnos Jedi.

Pero vayamos primero a sus inicios. Mace Windu nació en el planeta del Borde Medio llamado Haruun Kal. Su llegada a la vida representó una sacudida en la Fuerza que fue percibida por los Jedi, con total nitidez, cuando solo contaba seis meses de edad. Habiendo fallecido sus padres, el niño fue entregado inmediatamente a los Jedi. Windu creció en el Templo Jedi y se entrenó bajo las órdenes de varios maestros aunque el venerable Yoda fue su principal referencia.

Siendo niño ya fue consciente de su capacidad para ver los puntos de ruptura en la Fuerza pero los retos que se le presentaban en el entrenamiento no le motivaban lo suficiente para mejorar en el combate y construir su propio sable láser. Preocupados por esta situación, el Consejo jedi decidió enviarle a una misión de supervivencia en el remoto planeta Hurikane, situado más allá del Borde Exterior. Allí, Windu tuvo que enfrentarse a unos feroces nativos a los que pudo dominar con el poder de la Fuerza. Incluso jugó a ser Dios puesto que desmembró a uno de ellos con el poder de la Fuerza y después fue capaz de recomponerle. Los salvajes vieron en él a un elegido que debía ser venerado. Agradecidos, le entregaron un mineral púrpura que Windu utilizó en su primer sable láser. 
Durante los años siguientes, Mace Windu pasó las pruebas definitivas. Investido como Caballero Jedi, recibió todo tipo de misiones a lo largo y ancho de la galaxia. Siempre demostró destreza y conocimiento resolviendo conflictos y levantamientos contra la República. Con el tiempo, tomó a una joven Jedi como padawan. Se trataba de Depa Billaba, una mujer Chalacta que también llegó a convertirse en integrante del Alto Consejo Jedi.

Windu manifestaba una fe incorruptible en el sistema y dejó pronto los caminos de la Fuerza Viva, que abogaba por un mayor retorno a las esencias de la Orden. Nunca fue un contestatario y siempre siguió al pie de la letra los dictados del pensamiento mayoritario. Por todo ello, a la joven edad de 28 años, fue elegido miembro del Alto Consejo Jedi.

Sin embargo, Mace Windu no se limitó a observar y analizar. Siguió realizando misiones de negociación. Su audacia y destreza permitió que siempre saliera airoso de esos retos aunque entró en conflicto con otros Jedi como Qui-Gon Jinn, que en ocasiones revelaba sus reservas sobre las decisiones del Alto Consejo Jedi. No obstante, había lazos de amistad entre ellos. Cuando un joven Obi-Wan Kenobi parecía no poder superar el reto de la Acdemia Jedi, Windu decidió apartarlo a pesar de que el mismísimo Yoda mantenía confianza en sus aptitudes. Un tiempo después, vio lo que el adolescente era capaz de hacer y le dejó en manos de Qui-Gon Jinn para que éste completara su entrenamiento.

Unos años más tarde, estuvo presente en las pruebas que el Alto Consejo Jedi realizó a un niño llamado Anakin Skywalker. Qui-Gon le había traído ante ellos defendiendo la idea de que Anakin podría ser aquél que trajera el equilibrio de la Fuerza. El Consejo juzgó confuso el futuro del niño, apreciaron pautas potencialmente peligrosas. Pero tras la muerte de Qui-Gon, acabaron aceptando que el compromiso que éste había adquirido quedara ahora en manos del que hasta ahora había sido su aprendiz: Obi-Wan Kenobi.

Mace Windu llegó a apreciar a Anakin reconociendo su enorme talento y potencial. Sin embargo, su resistencia a la autoridad y el progresivo acercamiento al Canciller Supremo suscitaba escepticismo. Habiendo caído prisioneros del Conde Dooku en Geonosis, Windu encabezó una partida de Jedis que puso fin a la orgía de sacrificios preparada por los insectoides nativos. Windu vio caer a muchos de sus compañeros pero se llevó a Jango Fett por delante. Con la llegada del maestro Yoda y los primeros regimientos de soldados clon, Windu debió ir por Dooku pero el fragor de la batalla lo impidió. Acabaron siendo Obi-Wan y Anakin los que acudieron a interceptarle y el resultado pudo haber sido mucho peor de no ser por la intervención final de Yoda.

Con el inicio de las Guerras Clon, Windu se convirtió en General del nuevo ejército de la República y continuó cosechando importantes victorias. Quizá la más renombrada se produjo en Dantooine donde fue capaz de acabar con varios batallones de la Confederación usando solamente la Fuerza.

Tres años después de su inicio, las Guerras Clon tocaban a su fin. Sin embargo, se tenía noticia de que un Lord Oscuro del Sith estaba manipulando al Senado. Las sospechas pocas veces recaían en el mismísimo Canciller Supremo. No obstante, Yoda y Windu dudaban de él porque se negaba a devolver los poderes de emergencia que el Senado le había concedido por tiempo limitado. Con todo, el poder del Lado Oscuro seguía nublando la percepción de los Jedi. Estos habrían podido descubrir el complot mucho antes de no ser por el supremo conocimiento de la Fuerza que caracterizaba al Canciller Palpatine.

Cuando Anakin, con pleno conocimiento de causa, reveló a Windu que Palpatine era el Lord Sith, Mace fue a su encuentro para arrestarle. Acompañado por Kit Fisto, Seasee Tiin y Agen Kolar, se dirigió a las oficinas del Canciller y ordenó a Anakin que le esperara en el Templo.

En el despacho del Canciller, éste les esperaba sabiendo que llegaba un punto de ruptura. Windu le acusó de conspiración y anunció que debería responder ante los tribunales por traición al Senado y a la República. Palpatine pronunció la frase: “Yo soy el Senado”. Acto seguido, se lanzó contra los Jedi utilizando su sable láser. Eliminó rápidamente a Kolar y Tiin mientras que Fisto cayó poco después. La lucha se libró entre dos grandes combatientes pero, a pesar de disponer de tanto poder, Palpatine acabó siendo acorralado por Windu. En ese momento, apareció Anakin Skywalker quien, seducido por el hecho de creer que Palpatine podría salvar la vida de Padme, imploró a Windu que no terminara con la vida del Canciller. Mace sabía que, en los tribunales, las habilidades de Palpatine para la manipulación le permitirían escapar a cualquier castigo. Ante la vileza del Lord Sith, la única opción era matarle auqnue no fuera el estilo Jedi. El ahora desatado Sidious lanzó rayos Sith a Windu con la intención de derribarle pero éste pudo contenerlos con el sable láser y derivarlos hacia el villano causando la deformación de su cara. Estando Sidious ya muy débil, Windu se disponía a dar el golpe de gracia cuando Anakin decidió tomar partido por el lado oscuro y cortó la mano derecha de Windu en plena maniobra de ataque. Sidious aprovechó entonces la situación para atacar con sus rayos de energía oscura a un Windu indefenso. Éste se precipitó varios kilómetros hasta fallecer en la jungla urbana de Coruscant.

Mace Windu, al igual que toda la Orden Jedi, se percató del peligro demasiado tarde. El Lado Oscuro había obtenido su primer triunfo en milenios y la purga de los Jedi fue su materialización final. Su fuego se extinguió del universo aunque no desaparecería por completo. Algun día, el futuro Emperador recibiría su justo castigo.

Samuel L. Jackson hizo campaña para conseguir un papel en Star Wars desde que se anunció la pre-producción de las precuelas. Ávido fan de la saga, se puso en contacto con George Lucas y pidió de forma constante un rol en las películas. Lucas decidió premiar su insistencia con un papel que empezaría siendo reducido pero iría aumentando progresivamente hasta llegar a ser uno de los personajes principales. Antes del rodaje de La Venganza de los Sith, Jackson habló con Lucas y le dijo que era consciente de la muerte de Mace Windu pero no deseaba que su desaparición fuera sencilla o poco trascendente. Lucas le tranquilizó respondiéndole que moriría como un héroe y así fue como se vio en pantalla.

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Star Wars. Personajes: Qui-Gon Jinn

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“Encontrarlo fue la voluntad de la Fuerza. No tengo ninguna duda acerca de ello.”

Qui-Gon Jinn siempre mantuvo una constante inquebrantable a lo largo de su existencia: la confianza férrea en la Fuerza Viva.
En los archivos del Templo Jedi nunca se hizo constar su procedencia. Solo se sabe que fue localizado y trasladado a Coruscant a muy corta edad. Siempre demostró unas grandísimas aptitudes tanto en el conocimiento de la Fuerza como en el combate. Todo ello se puso de manifiesto en un torneo que los Jedi organizaban entre sus más jóvenes miembros para que tuvieran la oportunidad de llamar la atención de los grandes maestros. Cuando se impuso a todos sus adversarios, el maestro Dooku decidió tomarlo bajo su mecenazgo.

Junto a Dooku participó en importantes misiones para la República. A su lado aprendió a concentrarse más para sentir y no pensar demasiado al hacer uso de la Fuerza. Cualquier elemento de la naturaleza podía ayudar al Caballero Jedi en su cometido y ese era un valor que no siempre se defendía en la Academia. Sin embargo, algo distanciaba a maestro y alumno: la absoluta compasión por todo tipo de vida que sentía Qui-Gon. Finalizado el aprendizaje, Dooku le advirtió que su extrema confianza algún día se giraría en su contra.

Convertido en Caballero Jedi de pleno derecho, Qui-Gon decidió no formar aprendices durante un tiempo. No obstante, le llamó la atención como la Fuerza fluía en un joven de Telos IV llamado Xanatos. A pesar de las reservas del Maestro Yoda, Qui-Gon inició un largo historial de desacuerdos con el Alto Consejo Jedi cuando decidió adiestrarle. Todo terminó precipitadamente cuando Xanatos cayó al Lado Oscuro y desafió a su maestro. Qui-Gon juró que no entrenaría a más aprendices durante el resto de su vida.

De regreso a las misiones en solitario, volvió a colaborar con Dooku en algunas negociaciones. Su antiguo Maestro volvió a insistir en su desconfianza hacia las decisiones del Consejo Jedi y censuró la actitud de ese órgano al recriminar a Qui-Gon el adiestramiento de Xanatos. Sin embargo, estas palabras no afectaron del todo a Jinn ya que él tenía claro que su camino era paralelo al del Consejo pero eso no implicaba un rumbo de confrontación. Seguiría respetando la institución y las decisiones de su Consejo rector aunque, en su devenir personal, aplicaría un código propio de conducta.

Unos diez años después del incidente con Xanatos, Yoda le instó a romper su juramento y entrenar a un nuevo padawan. En un torneo vislumbró grandes aptitudes por parte de un niño llamado Obi-Wan Kenobi. Pero se topó con la sorpresa de que el Consejo Jedi pensaba enviarle al cuerpo de agricultores pues no creían en su potencial. Ambos coincidieron en la nave que realizaba el trayecto hasta Bandomeer. Y quiso el destino que la nave recibiera un duro ataque por parte de piratas espaciales. Qui-Gon lideró la defensa y contó con la inestimable ayuda de Kenobi que se hizo con los mandos de la nave realizando un aterrizaje de emergencia que salvó las vidas de gran parte de los ocupantes. La demostración de coraje y entereza de Kenobi le sirvió para que el Consejo Jedi autorizara su adiestramiento como padawan.

Bajo la tutela de Qui-Gon, Obi-Wan Kenobi completó un gran entrenamiento en el que pudo conocer todas las vertientes de la Fuerza mientras perfeccionaba sus dotes de concentración y destreza. Ambos formaron una unidad sólida que fue referencia absoluta en misiones para garantizar la paz y la seguridad en la galaxia.

Pero el punto de inflexión llegó cuando se enfrentaron a su encargo más peligroso: negociar con la Federación de Comercio el fin del bloqueo a Naboo. Obi-Wan sintió, desde el primer momento, una presencia elusiva que parecía controlar los acontecimientos. No podía estar más acertado pero esa era la percepción de un joven todavía inexperto. Los Jedi consolidados se habían auto-investido de tanta notoriedad y confianza que ya no eran capaces de vislumbrar la conspiración que se alzaba ante sus narices.

Tras escapar a una trampa mortal y salvar la vida de la reina Padme Amidala, se vieron obligados a buscar piezas mecánicas para poder reparar el transporte en el que habían escapado del Naboo invadido. Resultó ser Tatooine el planeta más cercano y la llegada al árido sector cambió los acontecimientos de futuro. Qui-Gon detectó la presencia de un gran afloramiento en la Fuerza Viva, personificado en Anakin Skywalker, un esclavo de nueve años que sobrevivía, junto a su madre, trabajando en el taller mecánico del toydarian Watto.

Qui-Gon intuyó que podría encontrarse ante el “elegido”, una figura mesiánica de gran poder que traería el equilibrio a la Fuerza. El recuento de midiclorianos en sangre fue consistente con este diagnóstico ya que los niveles que mostraba Anakin solo eran igualados por Yoda. Probablemente, el niño había sido concebido por los propios midiclorianos ya que nunca hubo padre. A pesar de las dificultades intrínsecas a la misión y de tener que enfrentarse a Darth Maul, un Sith de inigualable destreza en el combate, Qui-Gon consiguió sacar a Anakin del mundo de Tatooine y llevarlo a Coruscant donde sería evaluado por el Consejo Jedi.

Separado de su madre y en un ambiente nuevo y opuesto a lo que conocía, la reacción de Anakin no fue la esperada por el Consejo. Sus habilidades eran extraordinarias pero su futuro parecía muy inestable e inquietaba a los notables Jedi. La extremada urgencia de los acontecimientos aparcó la decisión sobre el joven Skywalker y encendió una vez más a Qui-Gon que no podía entender el rechazo inicial ante unas dotes tan prometedoras.

De regreso a Naboo para tratar de recuperar el control perdido a manos de la Federación, Qui-Gon, Obi-Wan y Padme hurdieron un plan que, en colaboración con el ejército gungano, podía darles la victoria en la batalla. Pero Darth Maul esperaba a los Jedi en el hangar de Theed y la confrontación entre ellos significó un punto de ruptura a todos los niveles. Qui-Gon era magnífico en combate pero su plenitud física quedaba ya lejana mientras que la inexperiencia de Kenobi era una debiblidad a pesar de disponer de una agilidad y reflejos extraordinarios. Maul, aunque en inferioridad numérica, superaba en habilidad a uno de ellos y en experiencia al otro. Cuando los Jedi se vieron separados por campos de energía, el Sith aprovechó la oportunidad para asestar una estocada mortal a Qui-Gon. Kenobi, ungido por la rabia, se enfrentó a Maul en cuanto los campos de energía cedieron y estuvo al borde de la muerte pero pudo recuperarse para segar la vida del Sith.

En sus últimos instantes de vida, Qui-Gon hizo prometer a su otrora aprendiz que adiestraría a Anakin porque seguía estando convencido de que el niño traería el equilibrio a la Fuerza.

La profecía existía desde hacía varios milenios y en el caso de Anakin era correcta desde cierto punto de vista. El niño tenía inseguridad y miedo dentro de él. No podía distanciarse de las emociones ni de los apegos. Eso se traducía en ira, desconfianza y rabia descontrolada. Todas ellas eran cualidades que Darth Sidious explotó para atraerle al Lado Oscuro. Así que, de alguna manera, Anakin vino a traer equilibrio apoyando la consolidación del Lado Oscuro en la galaxia. Un destino completamente diferente del que visualizaba Qui-Gon. 

En el Episodio III se nos quiso trasladar la idea de que Qui-Gon Jinn fue el primer Jedi capaz de trascender a la muerte como espíritu guía. Desde el averno de los tiempos, instruyó a Obi-Wan, durante su exilio en Tatooine, para que pudiera abrazar ese poder. También hizo lo propio con Yoda en Dagobah. Sin duda alguna, esta es una explicación polémica pero consistente con lo que vimos después. Aún así, nadie nos explicó por qué, de ser así, Qui-Gon no estuvo presente, de forma celestial, en la celebración final de Endor.

Liam Neeson interpretó con gran brillantez a Qui-Gon en La Amenaza Fantasma. George Lucas le eligió porque deseaba un actor de gran presencia y trayectoria, capaz de inspirar al resto del reparto. Sin duda alguna, acertó con su contratación aunque otra cosa fue el guión que tenía preparado para él.

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Spielberg on Spielberg: Salvar al Soldado Ryan (Saving Private Ryan, 1998)

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"Creo que cada país debería contar historias referentes a su propia historia. La verdad es que los británicos han hecho algunas de las grandes historias sobre la Segunda Guerra Mundial. Creo que somos responsables de decir todo lo que sabemos y lo que sabemos, en la medida de lo posible. Y así lo esperamos de cualquiera que tenga algo que contar."

Resulta paradójico que un proyecto de la envergadura de Salvar al Soldado Ryan pudiera nacer de un forma tan fortuita y que la implicación de Steven Spielberg llegara también desde cauces poco habituales. Viendo la repercusión y potencia de la película es curioso investigar sobre su producción y encontrarse con que la idea surgió de un guionista que había escrito libretos para películas más bien infantiles. 

El guionista en cuestión era Robert Rodat. La idea le sobrevino durante un viaje por el estado de Pennsylvania en 1994. Durante el trayecto, le llamó la atención un monumento a los caídos en la población de Port Carbon. El monolito estaba dedicado a cuatro hermanos que habían muerto en la Guerra Civil. Este hecho activó la inspiración de Rodat. Decidió cambiar su registro habitual para crear una historia parecida a la de los chicos de Port Carbon pero ambientada en la Segunda Guerra Mundial. En sus primeras investigaciones descubrió que hubo dos casos parecidos en el conflicto bélico en cuestión y siguió indagando para modular su propuesta. Una vez terminado el primer borrador, lo envió al productor Mark Gordon quien no se convenció de la calidad del material hasta la revisión número 11 por parte de Rodat. 

Gordon y su socio, Gary Levinsohn, compraron los derechos del libreto para su productora, Mutual Film Company. Pensaban en Tom Hanks como protagonista y decidieron enviarle el guión. Paralelamente, el agente de Steven Spielberg descubrió el script y se lo entregó sin demasiadas esperanzas ya que hacía mucho tiempo que el director obviaba las propuestas que le llegaban a través de la agencia de representación. Pero cuando empezó a leerlo, la premisa empezó a interesarle. Desde niño había desarrollado una gran afición por el cine bélico y, en concreto, por la Segunda Guerra Mundial. Ese interés nació con las historias que le explicaba su padre, Arnold Spielberg, sobre su periplo en el conflicto bélico. Arnold había servido en Birmania y la India como jefe de comunicaciones de un escuadrón de bombarderos B-25. Su destreza como ingeniero le había permitido perfeccionar las antenas de los aeroplanos y le había elevado a un puesto importante dentro de su regimiento. Además de lo que su padre le explicaba, el joven Steven también desarrolló su fascinación por la época a través de los objetos e indumentaria que Arnold se había traído consigo.

Arnold y Lea Spielberg junto a su hijo Steven.

A finales de los 50, con el "gérmen" del cine ya muy desarrollado, Spielberg dirigió una pequeña película bélica casera cuyo título era The Last Gunfight. Sus padres alentaron esta afición y pagaron de su bolsillo Escape to Nowhere. La familia se encontraba viviendo entonces en Phoenix (Arizona) y allí Spielberg movilizó a varios de sus compañeros de instituto para que participaran en un proyecto en el que incluso consiguió rodar con aviones militares abandonados, vistiendo a los chavales con trajes y cascos que su padre había traído de Birmania. Se obsesionó con esta temática y veía la guerra con inocencia, sin noción de realismo. En ese momento solo le fascinaban las escenas que podían crearse en este contexto militar. Posteriormente, siguió realizando películas amateurs derivando hacia la ciencia ficción, como fue el caso de Firelight (1964), pero no hay duda de que cuando se convirtió en director profesional el contexto histórico de los años 30 y 40 tiene una impronta muy destacable en su filmografía.

La posibilidad de realizar una película que homenajeara a los veteranos era algo que Spielberg tenía pendiente. Sin embargo, no quería hacer un film que reconstruyera una campaña militar completa. No deseaba una nueva película de crónica bélica sino que le interesaba más explicar una historia humana en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. Cuando leyó el guión de Robert Rodat pareció encontrar una historia que le gustaría contar. Por otra parte, su enfoque iba a ser radicalmente realista. Estaba dispuesto a hacer un retrato descarnado del horror de la guerra. No estaría carente de épica aunque se iba a distanciar completamente de la visión glorificadora que impregnaba el cine bélico clásico.

Rodat empezó a trabajar en el guión tras ver el monumento de Port Carbon pero basó su trama ficticia en la historia de los hermanos Niland. Estos cuatro hermanos de Tonawanda (New York) sirvieron en la guerra. Tres de ellos murieron en combate y el cuarto fue localizado en Francia y enviado a casa por las autoridades militares. Cumplió el resto de su servicio en los Estados Unidos. Posteriormente, se descubrió que uno de los tres hermanos declarados muertos no había fallecido sino que se hallaba en un campo de prisioneros japonés en Birmania. Tras ser liberado en mayo de 1945, también regresó a casa. La muerte de otra saga de hermanos, los Sullivan, a bordo del barco militar Juno provocó que el Departamento de Guerra emitiera una orden por la cual los hermanos no podían servir juntos en un conflicto bélico.


Con todos estos elementos previos, Rodat concibió un argumento que se iniciaba el 6 de junio de 1944, el día del desembarco aliado en las playas de Normandía. Después de la brutal contienda, en la que murieron casi 10.000 soldados en cada bando, llega a conocimiento del Estado Mayor del Ejército norteamericano que tres hermanos han muerto, en pocas horas de diferencia, y que queda uno detrás de las líneas enemigas pero en paradero desconocido. El General George C. Marshall, Jefe de Estado Mayor, ordena que un pelotón vaya a buscarlo y lo traiga de vuelta. En las playas de Normandía, un capitán del Segundo batallón de Rangers, John Miller, recibe el encargo de comandar una escuadra que se interne en zona de conflicto, descubra el paradero de James Ryan, paracaidista de la 101 aerotransportada, y lo saque del frente. Miller y sus hombres de confianza inician una compleja misión de búsqueda en la que deberán arriesgar sus vidas para salvar a un solo hombre.

Tom Hanks y Spielberg eran amigos desde hacía mucho tiempo. La estrecha amistad que mantenían se extendía a sus familias y quizá por ello nunca habían querido poner a prueba esa amistad trabajando juntos. Cuando el doble ganador del Oscar por Philadelphia (1993) y Forrest Gump (1994) supo que Spielberg estaba considerando dirigir la película tuvo sus dudas porque no estaba seguro de mezclar amistad y trabajo pero se entusiasmó tanto con el material que decidió afrontar el reto.  Spielberg, por su parte, estaba encantado de trabajar con su gran amigo y se asoció con Mark Gordon para producir la película asegurando una distribución compartida entre DreamWorks y Paramount. Además, involucró en la producción a Ian Bryce, colaborador habitual de George Lucas, que recientemente había realizado un buen trabajo en un proyecto reciente de Amblin Entertainment: Twister (1996).
"Es la mejor experiencia que jamás he tenido trabajando con un actor. Puedo decirlo categóricamente, la mejor experiencia que jamás he tenido."
Director y protagonista trabajaron más el personaje de John Miller. Decidieron resaltar el misterio acerca de la vida anterior al conflicto y siempre tuvieron claro que debía ser un hombre corriente en circunstancias extraordinarias. Ya en la pre-producción se vio claro que ambos funcionaban perfectamente y en el rodaje ese entendimiento fue a más. Siempre estuvieron de acuerdo en la dirección a seguir y de esa lluvia de ideas constante se benefició la película. Uno de los elementos que más trabajaron fue el hecho de concebir al Capitán Miller como alguien que busca hallar la decencia perdida durante la guerra. Ante el horror que ha tenido que afrontar, busca encontrar un sentido noble que justifique la brutalidad y, curiosamente, esa misión que nadie quiere, la de encontrar a Ryan, servirá para descubrir esa decencia perdida. La película plantea la encrucijada que implica cumplir con un deber que genera fisuras. Los lazos de hermandad que se establecen entre los soldados que combaten juntos generan vínculos muy potentes. Y poner en riesgo la vida para salvar a alguien que no es de su unidad y que ni tan siquiera saben si continúa vivo provoca dudas y cierta inquina incluso en el oficial al mando. Uno de los elementos narrativos más interesantes de la película se produce al ver como los rigores de la misión y la irrupción del propio Ryan provoca un cambio de prioridades. El egoísmo no tiene cabida en una unidad militar pero, de alguna manera, en Salvar al Soldado Ryan captamos que el individualismo y el sentido grupal pueden llegar a un punto de conexión.


Para dar vida al fusilero Richard Reiben, Spielberg se decidió por Edward Burns. Tras ver su trabajo como actor y director en Los Hermanos McMullen (The Brothers McMullen, 1995) se convenció de que era el idóneo para dar vida a un oriundo de Brooklyn: brusco y tozudo pero siempre fiable. Jeremy Davies también había intervenido en Twister (1996) y el director le fichó para el papel del CaboTimothy Upham, un cartógrafo e intérprete más dotado para el trabajo de despacho que para el combate. Su fortuita inclusión en la escuadra cambiará su destino y aportará una nueva perspectiva al pelotón hasta que su falta de experiencia haga mella en él.

Para el papel del SargentoMike Horvath,Spielberg consideró a Billy Bob Thornton y Michael Madsen.Thornton no soporta el agua y rechazó participar por lo que implicaba la escena del Día-D.Madsen tampoco se mostró interesado pero emplazó a Spielberg para que contara con su amigo Tom Sizemore. El intérprete de Detroit era un fantástico actor cuyo problema radicaba en su adicción a las drogas. Su constitución física y presencia en escena le convertían en un excelente Horvath pero, durante el rodaje, Spielberg le obligó a pasar controles de sangre diarios bajo la amenaza de despedirle si, en algún momento, esos tests salían positivos. Sizemore no rebasó esa línea roja aunque en los años posteriores ha seguido teniendo problemas.

Barry Pepper se incorporó para dar vida al letal francotirador Daniel Jackson mientras que Adam Goldberg encarnó al burlón Stanley Mellish, un judío neoyorkino cuya lengua le pierde en más de una ocasión. Giovanni Ribisi fue contratado para el papel del médico Irwin Wade mientras que el breve pero trascendental rol de Adrian Caparzo recayó en Vin Diesel. A Spielberg le había encantado su trabajo en Strays (1997), donde también era director y guionista. Decidió crear el personaje basándose en sus prestaciones. Pocos años después, su fama se dispararía con las franquicias Fast and Furious y Riddick.

En cuanto a James Ryan, la decisión era más difícil. Debía ser la gran víctima de algo que desconocía y, a la vez, el motivador de una misión que generaba oposición y escepticismo en el pelotón que debía ir a buscarlo. Unos soldados que acababan de participar en la operación anfibia más trascendental de la historia, se veían ahora desplazados de su compañía para iniciar una misión de rescate que les alejaba del frente pero que no reducía el riesgo sino que incluso lo acrecentaba. Todo aquello por lo que luchaban y por lo que se habían alistado debía pasar a segundo término para buscar a alguien que quizá no seguía vivo. Spielberg quería a un actor poco conocido que representara la imagen de la América rural y profunda. Cuando vio En Honor a la Verdad (Courage under Fire, 1996) encontró a su Ryan en el joven Matt Damon, cuya carrera acababa de empezar. Lo que ocurrió es que ese desconocimiento que buscaba se desvaneció cuando, meses antes del estreno de la película, Damon ganó el Oscar junto a Ben Affleck por el guión de un film que ambos protagonizaron, El Indomable Will Hunting (Good Will Hunting, 1997), y el éxito de esa cinta catapultó a ambos hacia el estrellato. El reparto se completó con pequeñas pero importantes intervenciones de Ted Danson, Paul Giamatti, Dennis Farina, Leland Orser, Harve Presnell como el GeneralMarshall, y un casi irreconocible Bryan Cranston.

Dale Dye, capitán de los Marines y veterano de la guerra de Vietnam, aparece rodeado por los actores principales durante el entrenamiento previo al rodaje. 

Esa inquina y escepticismo respecto a Ryan que se ve reforzada por las muertes de dos de los integrantes de la misión, era un potente motor de conflicto narrativo y, en esa búsqueda de naturalidad y realismo para la película, Spielberg decidió que el entrenamiento militar de diez días que afrontaría el reparto principal, antes de iniciar el rodaje, no contaría con la presencia de Matt Damon. Fue un durísimo periodo de entrenamiento en el que el capitán retirado Dale Dye machacó a los actores y les hizo probar, por unos días, las condiciones de vida de un soldado en combate. La ausencia de Damon generó en los intérpretes un cierto resentimiento que Spielberg deseaba aprovechar en la película. Era importante mostrar el cansancio físico y mental que caracterizaba a los soldados en campaña y que tan bien habían reflejado los documentales sobre la guerra. El entrenamiento con un "hueso" como Dale Dye colaboró decisivamente en ello. Por otra parte, este boot camp estrechó los lazos entre ellos y les hizo trabajar en equipo mejorando su credibilidad ante la cámara. Esa camaradería se reflejó en una conversación en la que hablaban como si fueran sus personajes y explicaban cual era su visión respecto a la guerra y a la misión en concreto. Esa conversación tenía una frescura y espontaneidad que Spielberg quería aprovechar y así fue como Robert Rodat transcribió la charla y se incorporó al guión en la secuencia en que el pelotón charla al inicio de la búsqueda, mientras caminan por la campiña francesa. Esta naturalidad es la que el director perseguía y siguió alentando a los actores para que aportaran ideas.


"La Segunda Guerra Mundial es la última gran guerra. Rezo para que no vuelva a estallar una guerra a esa escala. La próxima guerra global será el fin del mundo como lo conocemos. No hay lección alguna que extraer al hacer una película sobre la Segunda Guerra Mundial. Tanto si haces una película realista sobre el conflicto como una mala película, el mensaje es el mismo: la guerra es un infierno. La otra historia que me atrajo de Salvar al Soldado Ryan fue cómo encontrar la decencia en el infierno de la guerra. Fue esa búsqueda de la decencia lo que me atrajo. No la hice para ser el cineasta número 407 del planeta que dijera y constatara que la guerra es un infierno. Esta película es un homenaje a los veteranos del conflicto, es para ellos."
Teniendo en cuenta esta premisa ideológica, Spielberg decidió incluir expresamente un homenaje a los caídos en la guerra. El rodaje empezó el 27 de junio de 1997 con la filmación de las secuencias que tienen lugar al inicio y conclusión de la cinta en el cementerio americano de Normandía en Colleville-sur-Mer, donde descansan los restos de más de 9000 militares estadounidenses fallecidos durante la campaña europea. Estas secuencias recibieron críticas por parte de la prensa europea en general, al considerarlas excesivamente patrióticas. La respuesta de Spielberg fue contundente, en su película esta memoria a los caídos era imprescindible. Gracias al esfuerzo y sacrificio de los soldados aliados, el frente occidental en Europa se pudo abrir por tierra y eso permitió el avance de las tropas en la liberación de Francia, Bélgica, y Holanda para llegar finalmente al interior de Alemania.

Los equipos de Ian Bryce y Tom Sanders ya tenían a punto la playa irlandesa de Curracloe, cerca de Ballinesker(condado de Wexford), para rodar la secuencia cumbre: el desembarco de las unidades americanas en uno de los sectores más duros de la playa "Omaha"en el Día-D. 



El rodaje de esta auténtica set-piece se extendió durante 27 días y costó 12 millones de dólares. Ian Bryce consiguió la colaboración del ejército irlandés que aportó más de 1000 reservistas para que intervinieran como figurantes. Esta brutal y macabra secuencia de 25 minutos de duración, que fue definida como la batalla más realista jamás vista en la gran pantalla, se considera uno de los momentos cumbre en la trayectoria de Spielberg como director. En todo momento, su enfoque estuvo centrado en ser honesto y retratar los horrores del desembarco tal como se produjeron. Hay que tener en cuenta que los bombardeos previos no habían conseguido los resultados esperados y las defensas alemanas seguían prácticamente incólumes el 6 de junio de 1944. Tal como afirma el historiador Stephen E. Ambrose, la mayor operación combinada de la historia militar fue una auténtica carnicería.

Spielberg y Janusz Kaminski habían decidido que la imagen de la película debía tener similitudes con los documentales históricos de la contienda. No querían un espectáculo hollywoodiense en technicolor porque el objetivo principal era buscar el realismo y reflejar la crudeza de la guerra. Por consiguiente, Kaminski diseñó una dirección de fotografía que buscaba el granulado y rebajaba el cromatismo. Para conseguirlo modificó las cámaras buscando el grado de obturación que tenían en esa época. Además, ordenó extraer la protección de las lentes de panavision. Eso hacía que la luz rebotara y creara imágenes difusas, destellos, cielos sombríos y una imagen tenue que encajaba con el tono del film. En todo momento, la intención era sumergir al público en la escena y darle la sensación de estar dentro de la guerra. Todo ello tuvo su primera piedra de toque en la secuencia del desembarco.


Habituado a rodar siempre con un ritmo rápido, Spielberg rebajó la velocidad en Ballinesker filmando solo dos tomas por la mañana y dos por la tarde. Ante una logística tan grande, se requería mayor tiempo de preparación. Los técnicos de efectos especiales podían trabajar con mayores garantías para garantizar la seguridad técnica en las innumerables explosiones que debían preparar. Spielberg dio una lección  magistral de planificación y realización demostrando que es capaz de conciliar la perfección técnica con la expresión gráfica del horror y la mutilación mientras conectamos con la visión que tiene John Miller (Tom Hanks) de ese espectáculo dantesco. Los momentos en que la cámara acompaña a los soldados dentro y fuera del agua son espléndidos ya que incluso esa tramposa seguridad subacuática, donde el ruido de las ráfagas y explosiones se atenúa, queda rota por los disparos que penetran en el mar y siguen matando. No solo las balas enemigas suponen el principal peligro sino que también interviene el medio físico: el ahogamiento del soldado que no puede librarse del peso de su equipo es un claro ejemplo. La percepción de ahogamiento está presente dentro y fuera del agua puesto que en la playa la sensación que se transmite es que no había un centímetro seguro y la muerte estaba prácticamente asegurada. Dentro de esa tormenta de explosiones, John Miller trata de mantener unida a su compañía mientras los hombres caen fulminados de forma constante generando ríos de sangre que confluyen en el mar. Spielberg amplió mucho más el material que Rodat había concebido y definió los momentos en que Miller queda temporalmente sordo tras una potente explosión y empieza a asistir atónito a la masacre que se está produciendo ante sus ojos. En ese momento, es como si entráramos en su mente y experimentáramos la sensación de estar completamente paralizado a nivel mental y físico. Miller queda momentáneamente incapacitado puesto que los acontecimientos le han sobrepasado. Cuando se recupera sensorialmente y lidera el avance presenciamos momentos de una crudeza aún superior hasta que finalmente consiguen acabar con la resistencia alemana del sector y aflora la tensión contenida ante lo que acaba de producirse. El realismo regresa entonces con fuerza y vemos como nuestro protagonista es de carne y hueso porque ya antes de desembarcar experimenta un temblor en su mano derecha que no le abandonará. Estas secuelas psicológicas y emocionales solo las habíamos conocido en las películas realizadas, a partir de los años 70, sobre la guerra de Vietnam. Ahora, Spielberg retrataba los auténticos efectos de la última guerra global.

"Quería que el público sintiese los mismo que esos reclutas que desembarcaban de esas barcazas y nunca antes habían visto una batalla, el 95% de ellos jamás había visto una batalla. Fue un caos total y yo intentaba plasmar ese caos en la pantalla. Los soldados tenían que luchar y avanzar para sobrevivir, encomendándose al más cruel de lo azares."
En post-producción, el trabajo del equipo de efectos sonoros dirigido por Gary Rydstrom y la inclusión de más barcos y tropas, por parte de los técnicos de Industrial Light & Magic, acabaron de convertir esta gran secuencia en imperecedera.


A finales de julio, el equipo se trasladó a Inglaterra para rodar secuencias en Thame Park (Oxfordshire) y en Hatfield (Hertfordhire). Fue en Hatfield donde se utilizó un antiguo aeródromo de la RAF para construir el decorado de la ficticia ciudad de Ramelle, donde tiene lugar el enfrentamiento final de la película. Spielberg asegura que el poco tiempo que tuvo para la pre-producción (acabó de rodar Amistad siete semanas antes de empezar con Ryan) fue bien porque agudizó la inventiva y la naturalidad. Se sintió como un cineasta debutante que toma contacto con los escenarios al entrar a rodar, planificando tomas y ángulos de cámara sin storyboard alguno. Cierto es que eso fue posible gracias al talento que atesora y a la forma como interioriza la técnica de filmación. Alguien más inexperto o menos talentoso habría tardado más del doble de tiempo. El rodaje finalizó el 13 de septiembre de 1997, así que solo se extendió durante dos meses y medio teniendo en cuenta que su metraje es de 169 minutos.

La película será siempre recordada por la secuencia del Día-D y es justo que así sea. Pero revindico que el film no pierde interés y ritmo en el resto del metraje. La búsqueda de Ryan que tanto parece incomodar a los miembros de la escuadra, cobra entonces protagonismo mientras somos testigos de las enormes dificultades que experimentan las tropas para avanzar en Normandía ante un ejército alemán que se mantiene sólido y dispone de refuerzos. Vivimos la llegada a Neuville, lugar en que la compañía de Ryan fue lanzada en paracaídas, y el drama humano que supuso el conflicto para la población civil. Son momentos duros en que un padre pretende entregar a su hija a los soldados para garantizar su seguridad. En ese esfuerzo por cumplir con lo imposible, el pelotón sufrirá su primera baja. Poco después, se vive un momento curioso e incluso divertido cuando se localiza a un James Ryan (interpretado por un entonces desconocido Nathan Fillion) que no es la persona que buscan. Spielberg trabaja la expresión del combate de una forma contundente, reservando espacios para el desarrollo de los personajes, pero también se guarda momentos más intimistas como el que se vive en la iglesia en la que se refugian antes de partir hacia Vierville. De alguna manera, la labor de Miller es la de un detective que va siguiendo pistas, algunas erróneas, para localizar al objetivo de la misión.


La misión es localizar a un hombre, no destruir una posición enemiga, recuperar un enclave o ganar terreno. Tal como hemos comentado anteriormente, esta misión no es del agrado de unos soldados entrenados para el combate. Sin embargo, en el proceso de encontrar a Ryan, la escuadra se verá metida en refriegas aunque de forma involuntaria. Después de la escaramuza en Neuville y de comprobar la tragedia ocasionada por unos aero-deslizadores demasiado pesados cerca de Vierville, el grupo de Miller localiza un nido de ametralladoras alemán que está defendiendo una antena de comunicaciones. Aunque su misión no incluye intervenir directamente en acciones de combate, Miller ordena a los suyos que le sigan en la toma de una posición cuyo fuego ya ha generado bastantes bajas americanas. Tras el combate, la muerte de Wade destroza las conciencias del pelotón. El capitán sigue buscando la decencia perdida en la guerra, quiere que todo lo que están haciendo sirva para algo y que su espíritu no quede magullado para siempre. Por todo ello, decide liberar a un soldado alemán que ha sobrevivido al ataque. La oposición de parte de sus hombres llega a tintes de motín. Quien lleva las amenazas al extremo es Reiben quien se dispone a abandonar la misión para incorporarse a un regimiento de combate mientras Horvath le apunta con su pistola acusándole de insubordinación. Miller se mantiene en silencio ante una situación de máximo riesgo hasta que irrumpe en la discusión preguntando por el estado de la apuesta que los hombres han puesto en marcha sobre su origen y profesión. Ese aura de misterio que rodeaba a Miller y que pretendía demostrar cuan fuerte podía ser su coraza emocional ante lo que estaban viviendo, se cae definitivamente cuando explica que era profesor en Pennsylvania y estaba casado. En sus palabras, comprobamos que las condiciones que le distinguían como persona han desaparecido desde que empezó a combatir y que él mismo ya casi se reconoce. Ante una pérdida de humanidad tan grande, ha decidido preservar lo que le queda para tratar de salvar a Ryan y ganarse el billete de regreso a casa. Una forma nueva de liderar, a través de la sinceridad, pero igualmente potente. Sin duda, se trata de uno de los momentos narrativos más importantes de la película.


La llegada a Ramelle les pone en contacto finalmente con Jimmy Ryan. Pero cuando Miller le informa de la muerte de sus hermanos y de las órdenes que se han dado para que sea sacado del frente y enviado a casa, el joven soldado se resiste. Prefiere quedarse junto a sus compañeros y defender un puente estratégico aunque dispongan de pocos hombres y recursos para hacer frente al contraataque alemán. La rabia de Reiben y Mellish parece hacerse más fuerte contra Ryan después de haber perdido a dos compañeros para localizarle. Pero no hay forma de que el joven de Iowa acepte marcharse porque no se considera merecedor de este trato de atención y considera que debe permanecer con los únicos hermanos que le quedan. En esta situación de máximo riesgo, Miller toma una decisión después de escuchar a Horvath:
"I don't know. Part of me thinks the kid's right. He asks what he's done to deserve this. He wants to stay here, fine. Let's leave him and go home. But then another part of me thinks, what if by some miracle we stay, then actually make it out of here. Someday we might look back on this and decide that saving Private Ryan was the one decent thing we were able to pull out of this whole godawful, shitty mess. Like you said, Captain, maybe we do that, we all earn the right to go home." 

Podrían haberse marchado e informar al mando que no habían podido localizarle o aducir cualquier otra razón. Pero de nuevo se presenta la oportunidad de hacer algo que valga la pena deteniendo el avance de un escuadrón panzer alemán y preservando uno de los pocos puentes que quedan sobre el río Merderet. La dura refriega que configura el tercer acto de la película es de una brillantez impresionante. Ver el cuerpo a cuerpo, la lucha frente a tanques, la astucia y el repliegue frente a la demostración de poder... es algo espléndido. La cámara sigue a los protagonistas por escaleras, huecos, campanarios, hoyos... es un despliegue de maestría técnica y de realismo bélico. Una vez más, volvemos a sentirnos dentro del combate.
"Desde una perspectiva histórica, la Segunda Guerra Mundial parece muy clara o todo muy blanco o negro. Pero dentro de una guerra, dentro de la batalla, es técnicamente un caos y para las personas es un caos y una situación muy contradictoria. Cuando miramos atrás desde el punto de vista de la historia, podemos decir: la Segunda Guerra Mundial separó claramente a los buenos de los malos. Pero dentro de la batalla, esta cuestión nunca está tan clara. Para los soldados que luchan en la guerra, puede ser bastante confusa." 
Spielberg se reserva una referencia a El Imperio del Sol cuando los refuerzos norteamericanos irrumpen en Ramelle y un caza P-51 Mustang, el "cadillac del cielo", destruye un tanque Tiger ante el asombro de un moribundo Miller. Todo lo que han hecho para salvarle tiene un reflejo en Ryan quien intentará hacer honor a ese sacrificio y, ahondando en el sentimentalismo, tratará de llevar una vida honorable. Se trata de una conclusión emotiva pero está impreso en el carácter americano la dimensión del heroísmo y el sacrificio y debe comprenderse que eso se plasme en la película. No siempre podemos regocijarnos en el pesimismo irresoluble de Oliver Stone o el de Francis Ford Coppola en Apocalypse Now. Algunas veces debemos apelar a los mejores sentimientos para sentirnos bien con nosotros mismos y reivindicar que de la crudeza puede salir una emoción que active las conciencias desde un mensaje de enaltecimiento. Eso no debería ser objeto de escarnio.


John Williams quedó conmovido al ver el montaje final que elaboraron Spielberg y Michael Kahn. Estuvo de acuerdo en no incluir demasiada música dado el tono de la película. El realismo y la visceralidad de las escenas de combate no admitía música. Se dedicó a crear una partitura que realzara los momentos dramáticos y las escenas tranquilas. En la previa de la batalla en Ramelle, Williams perdió una oportunidad cuando Spielberg concibió la escena entorno al disco de Edith Piaf que Upham reproduce en un viejo gramófono. Las dos piezas de la diva francesa representan la calma antes de la tempestad porque los aullidos de los tanques alemanes irrumpen con fuerza y nos devuelven al fragor de la destrucción.

Williams hizo cambios en cuanto a su estilo habitual de composición. Normalmente, compone el tema principal primero y lo va fragmentando según convenga para reforzar el contenido. En esta ocasión decidió mostrar elementos de algo más maduro durante el metraje y esas pequeñas piezas se reconstruyan al final cuando, en los títulos de crédito, suena el Hymn to the Fallen, un auténtico réquiem a los caídos. Un tema elegante que aumenta su eco dramático con los coros y la fuerza de la orquesta. Williams grabó la banda sonora instrumental en el auditorio de Boston con la Boston Symphony Orchestra. Spielberg y Tom Hanks fueron testigos de excepción de esa gravación.

Salvar al Soldado Ryan se estrenó el 24 de julio de 1998 en Estados Unidos y llegó a Europa a partir del mes de septiembre. Fue un éxito de taquilla impresionante y, de alguna forma, inesperado por el fuerte contenido de violencia que incluía. Su recaudación mundial se elevó a 481 millones de dólares sobre un presupuesto de 70.


En la gala de los Oscar de 1999 obtuvo once nominaciones alzándose con cinco estatuillas. Steven Spielberg logró su segundo Oscar como director y también lo consiguieron Janusz Kaminski (fotografía), Michael Kahn (montaje), y el equipo de Gary Rydstrom por partida doble (sonido y efectos de sonido). Incomprensiblemente, Shakespeare in Love le arrebató el Oscar a mejor película y tampoco lo ganaron Tom Hanks, John Williams, Robert Rodat y Tom Sanders, entre otros.

Salvar al Soldado Ryan es un hito del género bélico y el mejor homenaje fílmico que se le puede hacer a aquellos que se enfrentaron al horror para colaborar en la caída de un régimen político y militar que atentaba contra los valores democráticos, la libertad y la justicia.



La banda sonora de Williams no estaba lista cuando el trailer se estrenó. La música utilizada es el tema principal de El Presidente y Miss Wade (The American president, 1995), de Marc Shaiman.


Precedido por:

Amistad (1997)

Continúa en:

A.I. Inteligencia Artificial (Artificial Intelligence: A.I., 2001)

Spielberg on Spielberg: A.I. Inteligencia Artificial (Artificial Intelligence A.I., 2001)

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"Creo que Stanley Kubrick reconoció que la única vez que nuestra sensibilidad se encontraba en vías paralelas fue con A.I.Él fue quien me dijo por primera vez: quiero leerte lo que tengo." 

En 1969, el escritor británico Brian Aldiss publicó un relato corto cuyo título era Super-Toys Last All Summer Long. Esta relato de ciencia ficción situaba al lector ante un futuro distópico en el que la superpoblación mundial estaba causando estragos y muy pocas familias recibían la autorización para poder engendrar hijos. No obstante, había aparecido una nueva gama de robots humanoides, equipados con inteligencia artificial, para tratar de paliar la carencia emocional en las familias. Este argumento rompió moldes en su época de publicación y acabó llamando la atención de uno de los cineastas más brillantes de la historia: Stanley Kubrick. El director norteamericano afincado en Inglaterra compró los derechos y llamó a Brian Aldiss para encargarle que escribiera un borrador de guión. Kubrick era conocido por su minuciosidad y decidió dejar el proyecto en el cajón de temas pendientes en cuanto vio que necesitaba más tiempo para desarrollarlo. Tenía otras películas en un estado más avanzado de preparación así que se dedicó a ellas.


A finales de los 70, le llamó la atención el trabajo de Steven Spielberg. Contactó con él y entablaron una relación de amistad a distancia (Kubrick nunca abandonaba el Reino Unido). Posteriormente, sí que coincidieron en Inglaterra cuando Spielberg le visitó durante el rodaje de El Resplandor (The Shining, 1980) en los estudios Elstree. Un año después, fue Kubrick el invitado en las instalaciones de Hertfordshire mientras se rodaban los interiores de En Busca del Arca Perdida (Raiders of the Lost Ark, 1981). Al responsable de 2001 le pareció fascinante el set que reproducía el Pozo de las Almas. Esa amistad se convirtió en una fuente constante de interminables tertulias sobre el arte cinematográfico y las innovaciones técnicas del sector. A través de esas charlas, Kubrick vislumbró que el proyecto al cual llamó A.I. Artificial Intelligence se encontraba muy cerca de la sensibilidad creativa de Spielberg. 

En 1985, Kubrick vio que se estaba encallando demasiado con A.I. a todos los niveles. Habló con su cuñado y colaborador habitual, Jan Harlan, y decidieron invitar a Spielberg para que se uniera a la producción. Warner Brothers se embarcó en la distribución del film pero el problema seguía estando en el desacuerdo de Kubrick respecto a las diferentes propuestas de guión que Brian Aldiss le fue presentando. La cuerda se rompió finalmente en 1989 cuando despidió a Aldiss y contrató a Bob Shaw, quien, tras seis semanas de trabajo, decidió dejarlo por el ritmo frenético de trabajo y reuniones que exigía el director. Un año después, entró en el proyecto otro escritor de ciencia ficción, Ian Watson. Su borrador definitivo, presentado en 1991, es el que pareció satisfacer más a Kubrick puesto que le encantó como Watson había recogido su sugerencia de convertir al androide David en una especie de Pinocho del futuro. No estuvo tan satisfecho Aldiss quien declaró estar especialmente enojado con el director por haberle sustituido por un hombre como Ian Watson, que pasaba por ser uno de sus más grandes rivales en el género de la ciencia-ficción.

No obstante, el problema derivaba hacia la puesta en escena y el desafío técnico que exigiría la película. Kubrick disponía ya de un storyboard detalladísimo y muy extenso pero estaba convencido que David debía ser un personaje creado por CGI y no veía que la tecnología estuviera suficientemente evolucionada para diseñarlo de forma convincente. El estreno de Jurassic Park (1993), sin embargo, le ofreció nuevas esperanzas y, por recomendación de Spielberg, decidió contactar con Dennis Muren y la gente de Industrial Light & Magic. Desgraciadamente, los ensayos de previsualización no fueron satisfactorios y el coste económico estaba por encima del presupuesto que manejaba. Decidió dar un golpe de timón y volvió a retrasar el rodaje para seguir trabajando en el libreto, con la incorporación de la novelista Sara Maitland, mientras dejaba el aspecto técnico en manos de profesionales británicos como Christopher Baker alias"Fangorn"en el diseño conceptual y Chris Cunningham para el apartado de efectos visuales.

Diseño de "Fangorn" para Rouge City. 

David y sus juguetes, entre ellos Teddy, según la visión de "Fangorn". 

En los años sucesivos, Cunningham presentó varios diseños de robots que resultaron un completo fiasco. Aunque no era partidario de utilizar un actor real para el personaje de David, los fracasos en el apartado técnico le forzaron a cambiar de idea y así fue como llamó a Joseph Mazzello para hacerle una serie de pruebas de cámara. Sin embargo, Kubrick no conseguía sacar el proyecto adelante y se veía superado por unas tecnologías que no se veía capaz de manejar. En 1995, se reunió con Spielberg y le ofreció el puesto de director puesto que estaba convencido que su amigo podía moverse con mayor familiaridad por este nuevo escenario de retos técnicos digitales. No obstante, Spielberg le dijo que A.I. era un proyecto muy personal y que debía llevar su firma cuando se estrenara. Ante tal situación, Kubrick decidió volver a aparcar el proyecto y centrar todas sus energías en la producción de Eyes Wide Shut.


Por desgracia, el 7 de marzo de 1999, Stanley Kubrick falleció poco después de haber completado el montaje de Eyes Wide Shut y de haberla visto proyectada en un pase privado junto a Tom Cruise, Nicole Kidman y Terry Semel (ejecutivo de Warner Brothers). El maestro afirmó, después del pase, que creía haber hecho el mejor film de su carrera. Su funeral fue íntimo y discreto, por expreso deseo de la familia. Spielberg, Jan Harlan, Tom Cruise, Nicole Kidman y Terry Semel estuvieron presentes y pronunciaron sendos discursos de recuerdo. Poco tiempo después, la viuda del maestro, Christiane, y su hermano, Jan Harlan, contactaron de nuevo con Spielberg para que se hiciera cargo del proyecto y consiguiera llevar a la gran pantalla el sueño de Kubrick. Compartieron con él todo el material que había dejado y ésta vez Spielberg no pudo rechazar la propuesta. 

A pesar de tener una agenda muy ajustada, Spielberg priorizó A.I. y dejó Harry Potter and The Philosopher's Stone en manos de Chris Columbus mientras que retrasó la producción de Minority Report y Memoirs of a Geisha. En un audaz movimiento, decidió afrontar la escritura en solitario del guión, algo que no hacía desde Encuentros en la Tercera Fase (Close Encounters of the Third Kind, 1977).

Para este proyecto pudo reencontrarse profesionalmente con su antigua socia y amiga Kathleen Kennedy, quien se incorporó a las labores de producción junto a Bonnie Curtis, que había empezado como asistente personal en Hook (1991) y progresivamente fue subiendo peldaños en Amblin Entertainment. El espléndido trabajo conceptual de "Fangorn" se reflejó en los sets creados por Rick Carter. Por otra parte, el diseño de efectos visuales recayó en Industrial Light & Magic y el taller de Stan WinstonWarner Brothers y DreamWorks compartieron los derechos de distribución.


Spielberg empezó a escribir el guión tomando como referencia el borrador de noventa páginas de Ian Watson. Este era el tratamiento que más había gustado a Kubrick y esa era la idea que presidía las acciones de Spielberg: quería hacer una película muy próxima a la sensibilidad del amigo fallecido. Decidió mantener las constantes presentes en el script de Watson y contaba además con todos los storyboards y comentarios de Kubrick al respecto. Amplió la repercusión emocional de David y rodeó la narración de momentos culminantes para llegar a la conclusión deseada por el maestro. Bien es cierto que Ian Watson había aportado un contenido más adulto a la trama introduciendo a los robots gigolós. Estos mecas dedicados a la prostitución en ambos géneros abrían un horizonte en el que las personas habían llegado a necesitar este tipo de servicios y eso convertía este futuro distópico en algo más interesante e incluso creíble. Lo que sí recortó Spielberg fueron las escenas de sexo explícito entre humanos y mecas. Defendió que la presencia de este material no aportaba nada esencial al argumento y reducía la posibilidad de un estreno masivo.

El resultado final fue un guión poco convencional que recogía acertadamente numerosas influencias que al ser centrifugadas convertían la historia en una fábula alegórica capaz de remover conciencias a partir de un formato de ciencia ficción elegante e intimista. La película se centraría en David y su viaje emocional constantemente sacudido por la incomprensión.
"A.I. trata sobre el final de la raza humana, que es sustituida por los Frankensteins que el hombre ha puesto en el planeta en su codicia por crear a un niño que le quiera. Pero el niño no es humano, es casi humano. Reemplazar a un niño es casi un crimen y la raza humana ha de pagar por ese crimen. Y por eso creo que es una historia muy trágica. Creo que fui lo más fiel que pude a la visión de Kubrick."  
A finales del siglo XXI, el calentamiento global ha inundado grandes zonas costeras causando un gran número de víctimas humanas. En el interior de los continentes, el resto de la población sigue viviendo acorde a su estatus social pero cada vez acusan más la sensación de aislamiento y de pérdida de valores. Una nueva generación de robots humanoides, capaces de reproducir emociones, llevan tiempo presentes en la sociedad y se ocupan de paliar las necesidades y carencias afectivas de los humanos. Cuando la empresa Cybertronics se propone crear una gama de niños androides que sean capaces de sentir emociones para ofrecer amor y cariño, deciden probar un prototipo con la familia de uno de sus empleados: Henry Swinton.Henry y su esposa Monica están sufriendo la ausencia de su hijo natural al que han sumido en un coma criogénico por no existir aún la cura a su extraña enfermedad. David llegará a la casa para cubrir ese hueco emocional pero Monica tiene el corazón roto por lo ocurrido y se muestra escéptica con él hasta que su necesidad de afecto filial la conduce a activar su dispositivo emocional. A partir de ese momento, David se convierte, aparentemente, en un niño normal con un amor incondicional por su madre y un apego brutal hacia ella. Junto al meca osoTeddy forman una familia bien avenida hasta que Martin, el hijo natural, regresa a casa tras ser curado por nuevos avances médicos. La presencia de Martin resquebraja la unidad y sus constantes iniciativas para sabotear a David y apartarlo del cariño de sus padres, acaban logrando su objetivo. Sin embargo, Monica es incapaz de devolverlo a Cybertronics para que sea destruido y decide abandonarlo en el bosque junto a Teddy para que pueda sobrevivir como meca sin registro. Esta situación trágica que David no puede comprender ni asumir le lleva a iniciar un viaje repleto de peligros. Convencido de que el Hada Azul de Pinocho podría convertirle en un niño normal y, por consiguiente, regresar de nuevo a casa, David se embarca en un viaje hacia lo desconocido en el que, además de Teddy, solo cuenta con su inocencia infantil y el apoyo de Gigolo Joe, un androide de placer caído en desgracia. Su destino final será sorprendente pero hasta llegar allí solo la fuerza del amor le sustentará.


Una de las razones por las que Kubrick le ofreció la dirección a Spielberg a mediados de los noventa fue la excelencia que había obtenido trabajando con niños. Después de comprobar lo que había logrado con Henry Thomas en E.T. (1982) y Christian Bale en El Imperio del Sol (Empire of the Sun, 1987)veía claro que nadie como él entendía la mentalidad infantil. A.I. supone un regreso al concepto de "niño perdido", una de las grandes constantes en la carrera de Spielberg.David era el "niño perdido" más perdido que había afrontado hasta ahora porque no es ni siquiera un niño biológico. Se trata de una imitación cibernética inteligente que es capaz de amar y sentir emociones reales. Para ello necesitaba los servicios de un actor prometedor que fuera una esponja en el rodaje y pudiera empatizar con el público al máximo nivel. No era fácil encontrarlo pero M. Night Shyamalan pareció allanar el camino cuando estrenó El Sexto Sentido (The Sixth Sense, 1999).Haley Joel Osment, con sólo diez años, destacó espectacularmente convirtiéndose en la viga que sustentaba este thriller sobrenatural. Spielberg siempre había defendido que David debía ser interpretado por un niño de verdad y no por una creación digital con captura de imagen. El realismo era la principal baza que debía respetarse puesto que el público tenía que olvidarse de que se trataba de un meca evolucionado. Había sido diseñado para ser externamente igual a cualquier niño y eso debía traducirse en la pantalla, sin mayores artificios. Osment podía responder al reto y fue la primera opción para el papel. El director volvió a demostrar su particular conexión con los niños y sacó de Osment una interpretación magnífica gracias a continuas aportaciones que el chaval era capaz de absorber e interiorizar.

El emergente Jude Law dio vida a Gigolo Joe y William Hurt asumió el papel del Profesor Allen Hobby, el hombre que creó a David a imagen y semejanza de su propio hijo.Frances O'Connor y Sam Robards abordaron los roles de Monica y Henry Swinton mientras que Brendan Gleeson se incorporó para el breve papel de Lord Johnson-Johnson, el propietario de la Feria de la Carne, una especie de circo macabro donde se despedaza a mecas sin registro para diversión del público. El director llamó a Ben Kingsley para que fuera el narrador aunque también acabó poniendo voz al líder de los supermecas. Robin Williams pronunció las "sabias" palabras del Doctor Know y la gran Meryl Streep hizo lo propio con la Hada Azul.


A.I. era una película de interiores. El CGI daría profundidad a algunos de los escenarios pero básicamente ésta era una propuesta de espacios reducidos que iban a reforzar la vertiente intimista. El rodaje se inició el 17 de agosto de 2000 y concluyó el 18 de noviembre. Varios platós de los estudios Warner en Burbank albergaron el magnífico trabajo del equipo de Rick Carter: la casa de los Swinton, el cuartel general de Cybertronics, la Feria de la Carne y Rouge City, entre otras ubicaciones. Únicamente se rodaron algunos exteriores en el Oxbow Regional Park (Oregon), donde se rodó la dramática secuencia del abandono de David en el bosque.

A.I. es una de las películas más brillantes de la filmografía de Spielberg pero, al mismo tiempo, es una de las que más me cuesta revisionar. Quizá su potente contenido mezcla tanto dramatismo y referencias a los cuentos infantiles (en particular, Pinocho) que acaba siendo algo empalagoso más allá del impacto del primer visionado. Los elementos que plantea, sin embargo, resultan de lo más relevante ya que nos colocan ante los límites de la ingeniería y las consecuencias de generar un ser que puede satisfacer el ego humano para, al mismo tiempo, ser rechazado e incomprendido. La naturaleza humana vuelve a quedar expuesta dado que somos capaces de crear cosas maravillosas que después no sabemos cuidar.


La fotografía de Janusz Kaminski, repleta de contrastes y de iluminación caracterizada, siempre ofrece diferenciación. Desde que empezó la colaboración con Spielberg, la imagen de sus películas se hizo más personal, marcando distancias respecto a la fotografía estandarizada. Eso es precisamente lo que buscaba Spielberg ya que su evolución creativa requería un mayor nivel de contraste en la imagen. Kaminski siempre ha respondido a los retos planteados con una dosis constante de innovación, implementando la calidad visual en el proceso.

Llegados a este punto creo que es mejor dejar que las palabras del cineasta responsable ilustren la explicación porque lo demás supone entrar en un juicio de intenciones e interpretaciones. Ese es el típico callejón sin salida al que nos llevan los académicos. Pero esta retrospectiva se basa en preceptos completamente diferentes y el principal de ellos es que no busca elucubrar sobre símbolos y significados que no estén refrendados por el propio Steven Spielberg en declaraciones públicas. Este ensayo no busca interpretar y sacar conclusiones que no hayan sido buscadas por el cineasta. Lo que aquí explicamos es consecuente con la realidad y los propósitos del director. Son sus símbolos y sus significados, no los que otra persona crea interpretar.
 "A.I. cuestiona al público sobre la diferencia entre el comportamiento sensible y el comportamiento de un muñeco. ¿Dónde va a recaer tu juicio moral? ¿Cómo vas a juzgar a unos seres que son físicamente como nosotros y actúan como nosotros?"
 "Creo que mucha gente se ofendió con los preceptos básicos de la inteligencia artificial. ¿Puedes sentir amor hacia algo que haya sido fabricado por una persona normal? ¿Puedes querer a tus muñecas, a tus figuras de acción? Sí, sí que puedes cuando eres un niño. Pero ¿puede una madre querer a una muñeca Barbie que tiene el aspecto y actúa como una niña de verdad?"
"Creemos que estos seres son un puñado de circuitos sin alma y, por consiguiente, los podemos maltratar y abandonar pero... ¿ha identificado alguien la ubicación del alma en el cuerpo humano? Más allá de las interpretaciones religiosas y trascendentes... ¿se conoce algo empírico sobre ella? Estamos pues ante un gran dilema existencial que no tiene respuesta. En la película, Stanley y yo queríamos mostrar como un ser cibernético podía llegar a la humanidad total. Él tenía un pensamiento más oscuro que el mío y creo que por eso insistió tanto para que yo dirigiera la película. Creía que su visión podía enturbiar el mensaje mientras que yo no estaba seguro de estar cómodo con el final abierto que plantea el film. Sin embargo, tras su muerte, yo se lo debía. Él me había honrado con su amistad y fue una persona que me apoyó y me dio grandes consejos durante muchos años. Creo que, al final, conseguí una película muy cercana a su concepción."
Sobre una historia sencilla, Spielberg dota al film de una gran profundidad emocional que brota en cada fotograma. A partir de la premisa base, el film está poblado de contenidos dramáticos muy potentes que incluso derivan hacia el humor negro y el terror. Cómo olvidar la suprema sensibilidad a la hora de mostrar la activación emocional de David por parte de Monica. Es un momento de planificación e interpretación supremo como también lo es la secuencia del abandono en pleno bosque. Sentimos la emoción de forma directa, sin paliativos. La Feria de la Carne, por otro lado, aporta el lado más macabro a la cinta y está resuelto con una extraordinaria brillantez. Por otra parte, el vehículo aéreo que utiliza Lord Johnson-Johnson es una reminiscencia directa de E.T. aunque nada tenga que ver en cuanto al tono y contenido.


La inclusión de las constantes referencias a Pinocho recuperan importancia en la psicodélica Rouge City. Las preguntas a ese oráculo holográfico que es el Doctor Know llevarán a David hasta un Manhattan inundado y bellamente recreado. Ver a David confrontado con los otros modelos de su gama, aún inactivos, ofrece también un momento de fuerte contraste dramático. Ese choque con la realidad hace temblar sus convicciones pero Gigolo Joe le volverá a poner en la senda de la búsqueda de la Hada Azul, antes de ser definitivamente apartado de la acción. Esa Hada Azul fantasmagórica que, en su momento, formaba parte de un parque de atracciones en Coney Island es ahora el símbolo de una civilización perdida. Es una reliquia sumergida en las profundidades pero la fe de David es imperecedera, al igual que su inocencia, y le ruega respuestas. En esta escena, el director reconoce que estableció una analogía deliberada con la fe religiosa buscando expresar que esa devoción trascendente se puede dar de muy diversas formas. Los judíos no practicantes (Kubrick también lo era) suelen tener tendencia a obviar las metáforas religiosas.

La secuencia que presenciamos después, situada dos mil años en adelante, es de una suprema elegancia y en ella vemos como unos supermecas altamente evolucionados se están dedicando a reconstruir la historia de la humanidad extinta para hallar significado a su propia existencia. Encuentran en David la posibilidad de conocer un segmento importante del avance humano en el terreno de la inteligencia artificial. La concesión de ese día completo junto a su madre, mediante una ilusión recreada a través de una supuesta Hada Azul, es una bellísima forma de concluir una película en el que el amor y el cariño son finalmente concedidos por seres cibernéticos, ávidos de respuestas trascendentales. Este desenlace significó una fuerte apuesta argumental que Kubrick tenía muy interiorizada. Sin embargo, tal como indicábamos anteriormente, se trata de un final teóricamente feliz pero ambiguo y bastante abierto. Spielberg aportó algo más de calidez a la película pero había principios irrenunciables y la conclusión era uno de ellos.

"La gente asume que Stanley terminó A.I. con David y Teddy bajo el agua, atrapados por la noria. Y que van a seguir ahí abajo hasta que se queden sin energía y aparezcan los créditos en pantalla. Ahí es donde asumen que Stanley la terminó y a mí, claro, me critican por llevar la película dos mil años en el futuro, donde los robots que hemos creado nos han reemplazado y los supermecas gobiernan el mundo. Asumen que así es como destrocé la película de Stanley cuando, de hecho, su tratamiento se adentra dos mil años en el futuro y se centra en el deseo cumplido de David. Escribí el guión porque Stanley ya no estaba con nosotros pero esas eran sus ideas. Solo rellené los huecos de la estructura que él tenía pensada."  
La partitura de John Williams acompaña mágicamente el devenir de la película y resalta el sentimentalismo y el espíritu infantil. Sin embargo, remarca también los momentos de mayor oscuridad y trata de reflejar el propio temor de David ante lo que acontece en un tema de notable resonancia dramática: Rouge City. La banda sonora incorpora dos versiones del tema For Alwayscuya letra escribió Cynthia Weill. Fue interpretado por Lara Fabian en solitario y también a dúo con Josh Groban. Se trata de una pieza excesivamente lacrimógena cuando se escucha aislada pero encaja bien en el contexto del film.

Artificial Intelligence A.I. se estrenó el 29 de junio de 2001, mientras Spielberg estaba concluyendo Minority Report. Su presupuesto fue de 100 millones de dólares y recaudó 235 a nivel mundial. Aunque fue una cifra notable, el público general esperaba que el regreso de Spielberg a la ciencia ficción significara un gran espectáculo de acción. Al no encontrar eso en A.I. el boca a boca impidió que su éxito comercial fuera mayor. El equipo de Dennis Muren estuvo nominado al Oscar por los efectos visuales y John Williams fue también finalista en la categoría de banda sonora original.






Precedido por:

Salvar al Soldado Ryan (Saving Private Ryan, 1998)

Continúa en:

Minority Report (2002)

Star Wars: Clone Wars (Cartoon Network, 2003-2005)

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Star Wars Episodio II: el Ataque de los Clones concluye con el estallido de las Guerras Clon. Sabiendo que el Episodio III reanudaría la trama con el final de dicha contienda, George Lucas decidió mostrar el desarrollo de la misma mediante series de animación.

La primera de ellas fue la que se emitió en el canal infantil Cartoon Network entre 2003 y 2005. Impresionado por sus logros en Samurai Jack, Lucas contrató al animador Genndy Tartakovsky para que desarrolara una serie, con animación tradicional 2-D, en la que primara el estilo ágil que había imprimido a sus anteriores proyectos.
El concepto de la serie era rápido y directo. Se trataba de crear diez micro-secuencias que explicaran momentos concretos de la trayectoria de los personajes durante las Guerras Clon. La primera temporada consta de diez episodios que no rebasan los tres minutos de duración. Los micro-capítulos empiezan tres meses después de la batalla de Geonosis y en ellos vemos las andanzas de Anakin y Obi-Wan en la ofensiva contra el Clan Bancario en Muunilinst. También hay un episodio dedicado a Kit Fisto en Mon Calamari así como los acontecimientos que conducen al reclutamiento de una nueva Sith, llamada Asajj Ventress, por parte del Conde Dooku.

La serie obtuvo un notable éxito y fue especialmente valorada la forma en que consiguió compactarse la narración en un formato tan reducido. El proyecto no escondía su vocación claramente infantil y no cabe duda que sedujo a toda una nueva generación de chavales que vieron en la pequeña pantalla algo que les llamó poderosísimamente la atención. George Lucas se encargó de crear el hilo de los episodios y Tartakovsky tradujo esas “píldoras” en unas imágenes de animación tradicional poderosa.
La segunda temporada, emitida en 2004, continuó con el mismo formato. En la misma presenciamos el enfrentamiento entre Anakin y Ventress. La refriega se salda con la victoria del primero haciendo uso de características propias del Lado Oscuro. También vimos, por primera vez, a Yoda y Mace Windu en sendas misiones. Hubo capítulos particularmente interesantes como aquél que se localizaba en el Templo Jedi de Ilum, donde se concentran los cristales que después serán usados para los sables láser.

La serie siempre destacó por incorporar unos escenarios parecidos a la saga fílmica pero pasados por el filtro de la simplicidad y efectividad. Los resultados fueron siempre excelentes puesto que el proyecto era la plataforma ideal para atraer a los jóvenes hacia la saga de películas. La segunda temporada finalizó con la aparición de un amenazador personaje, conocido por defenestrar a cuantos Jedi se le ponían por delante: el malévolo y peligroso General Grievous.

El proyecto debía cubrir el lapso de tres años entre el Episodio II y el III y, llegados a 2005, se anunció que la conclusión de la serie tendría un nuevo formato. Se emitirían cinco capítulos de quince minutos en los que se podrían desarrollar mejor las tramas conclusivas además de incorporar mucho más diálogo entre personajes. Se perdería esa frescura e inmediatez pero se ganaría en capacidad argumental. Esta temporada definitiva nos emplaza a conocer a Anakin como Caballero Jedi consolidado mientras visualiza un sueño premonitorio en Nelvaan que le enfrenta con sus demonios internos. La invasión de Coruscant por parte de los Separatistas convierte los últimos capítulos en un festival de acción en el que Yoda y Mace Windu destacan poderosamente. Mientras tanto, Grievous irrumpe arrasándolo todo a su paso y secuestrando al Canciller Palpatine. Las fuerzas de la República se concentran en la órbita del planeta y empieza la batalla definitiva que, a su vez, abrirá el Episodio III: La Venganza de los Sith.

Star Wars: Clone Wars supuso un gran éxito para Lucasfilm y Cartoon Network. Su estilo diáfano cautivó a público y crítica llegando a obtener cuatro premios Emmy. Esta frescura que inundó el proyecto y la preferencia por una animación práctica que nunca está por encima del argumento, fue quizá el secreto de su éxito.

Posteriormente, llegaría una nueva propuesta en animación CGI y 3-D que resultó más brillante a nivel técnico pero que se eternizó demasiado en pantalla. La falta de un objetivo claro también la perjudicó aunque hay que reconocer que incluye tramas importantes y aporta muy buenos elementos al canon de Star Wars.

Recordando a Marilyn Monroe

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Nacida como Norma Jeane Baker Mortenson el 1 de junio de 1926 en Los Ángeles (California), Marilyn Monroe fue el icono de una etapa en el cine de Hollywood que reflejaba la época de ese momento: grandes producciones con grandes estrellas, argumentos cada vez más osados, ostentación de poder, dinero y lujo, todo ello acompañado cada vez de manera más frecuente de la voluptuosidad femenina que había estado censurada hasta no hacía mucho. Cada vez eran más las mujeres que, con sus sinuosas curvas y actitud descarada, hasta desafiantes incluso, se hacían con papeles protagonistas más trascendentales en los rodajes que se llevaban a cabo.

En el caso de Norma, su carácter extrovertido (aunque quienes la conocían aseguraban, precisamente, lo contrario llegando a afirmar que si se mostraba en público de una manera tan desinhibida era porque en su vida privada era muy insegura), aparentemente siempre alegre y capaz de hablar de temas escandalosos hicieron que la personalidad de la malograda actriz se convirtiera finalmente en mito, convirtiéndola en un símbolo sexual que ha perdurado hasta el día de hoy.

Aunque pudiera parecer lo contrario por su carácter aparentemente ligero, la actriz estadounidense no tuvo una vida fácil, explicándolo ella misma repetidamente a lo largo de los años. Su falta de apego paternal (su madre, Gladys Baker–montadora de negativos en Consolidated Film Industries-, nunca le dijo quién era su verdadero padre), sus posibles maltratos (y hasta abusos, según fuentes de la época), la desestructuración familiar de la que siempre se lamentaba y la pobreza en la que vivió sus primeros años hicieron mella en una joven que ignoraba el exitoso camino que la esperaba en uno de los ambientes más lujosos y poderosos del mundo: la Meca del Cine.

La pequeña Norma junto a su madre.

Incapaz de sustentar a una hija debido a la precariedad económica en la que vivían, su madre la dejó al cuidado de un matrimonio amigo suyo hasta los siete años, edad en la que se la pudo llevar, finalmente, a vivir con ella. Pero la felicidad no duró demasiado para Norma Jeane ya que, un año más tarde, su madre fue diagnosticada e internada por esquizofrenia paranoide, enfermedad que Marilyn creyó, años después, que había heredado debido a sus múltiples depresiones. Para ella, su pasado familiar era una carga  muy elevada que siempre la acompañaba y no dejaba que fuera feliz del todo, como explicó en multitud de ocasiones. Ella misma afirmaba que no decía la verdad cuando le preguntaban al respecto: “Solía contar mentiras en las entrevistas: básicamente acerca de mi madre y de mi padre. Decía que mi madre había muerto… y que mi padre se encontraba en algún lugar de Europa. Mentía porque me avergonzaba que el mundo supiera que mi madre estaba en un instituto psiquiátrico… y que había nacido “fuera del matrimonio” y nunca hubiera oído la voz de mi padre”.

A partir de ahí, la infancia y la adolescencia de Marilyn fueron el inicio de su atormentada vida adulta posterior debido a los múltiples cambios de hogar que hicieron mella en su estabilidad emocional: desde la adopción breve de sus abuelos a su paso por varias familias de acogida (se comentó que en una de ellas, a los ocho años, fue violada por el cabeza de familia y por uno de los hijos de éste) para, finalmente, acabar ingresando en un orfanato a los nueve años en el que ya empezó a trabajar como ayudante de cocina. A los 12 años, Marilyn se enteró de que tenía una hermana mayor por parte de madre, Bereniece, hermana con la que tuvo una estrecha relación hasta su muerte.

Cuando contaba 16 años de edad y cansada de estudiar, encontró empleo en una planta de construcción de aviones en la que conoció al mecánico James Dougherty, de 21, que se convirtió en el primero de los tres maridos que tendría en total y con el que estuvo casada cuatro años. En 1942, cuando EEUU entró de lleno en la Segunda Guerra Mundial después del ataque a Pearl Harbor por parte de los japoneses, Dougherty se enroló en la marina y fue enviado como instructor a la Isla de Santa Catalina (Los Ángeles) para después partir hacia Australia. En ese momento, Marilyn se fue a vivir a casa de su suegra y trabajó con ella en una fábrica de municiones: la Radio Plane de Burbank. Fue allí donde un fotógrafo de modas la retrató en su puesto de trabajo, sin saber que había descubierto al gran icono del siglo XX.




Gracias a esas fotografías, sus inicios artísticos fueron como modelo fotográfica en 1945 bajo la tutela de la agente Emmeline Snively, lo que más tarde le permitiría que un cazatalentos se fijara en ella para empezar a obtener pequeños papeles en la Twentieth Century Fox, a partir de 1947. Fue Snively quien le aconsejó teñirse de rubio platino para cambiar su color castaño original. Con ella, protagonizó diversas campañas publicitarias, siendo las más recordadas las que realizó para anunciar trajes de baño. El 26 de agosto de 1946, había adoptado legalmente el nombre artístico de Marilyn Monroe: "Marilyn" en honor a la actriz Marilyn Miller y "Monroe" en recuerdo a su madre, pues era su apellido de soltera.

Paralelamente, y gracias a los beneficios que obtenía, se apuntó en la prestigiosa academia Actor’s Lab de Hollywood y asistió a cursos de Literatura en la Universidad de Los Ángeles (UCLA) para ir perfeccionando su formación de arte dramático.

Como decíamos unas líneas más arriba, su cada vez más famoso rostro hizo que el magnate Howard Hughes (propietario de la RKO, legendaria compañía cinematográfica) le ofreciera hacer pruebas ante una cámara pero ella rechazó la oferta ya que la Twentieth Century Fox le hizo una oferta para interpretar pequeños papeles de reparto, en los que no estuvo suficientemente acreditada y en los que, incluso, hasta se llegó a cortar la secuencia en la que ella salía (como sucedió en Scudda Hoo! Scudda Hay!, de Frederick Hugh Herbert). Años después, ella misma recordó estos inicios: “Una parte de mi espalda es visible en un plano pero nadie lo supo aparte de algunos amigos”.

Un año más tarde, la Fox no le renovó el contrato, lo que hizo que Monroe se fuera a trabajar con la Columbia, en un contrato muy parecido al anterior. Con ellos actuó en la comedia musical Ladies of the Chorus (1948), de Phil Karlson, en la que interpretaba a una bailarina de striptease que cantaba dos canciones. En 1949, participó en la penúltima película de los Hermanos Marx, Love Happy de David Miller.


Aunque con papeles modestos, Marilyn se fue forjando cada vez más una trayectoria lenta pero segura, con halagos hacia sus dotes interpretativas. Así lo vieron en la productora Metro Goldwyn Mayer, con los que hizo el breve papel de Ángela (importantísimo para su futuro inminente), la amante del gángster al que traicionaba en la película de John Huston, La Jungla de Asfalto (The Asphalt Jungle, 1950). Gracias a este papel que marcó un punto de inflexión en su carrera, Joseph L. Mankiewiczreparó en ella y le ofreció participar con un papel secundario pero prometedor en la legendaria Eva al Desnudo (All About Eve), de 1950. Con este papel, se empezó a crear el estereotipo sexual que la acompañaría para siempre.

Un año antes, Marilyn protagonizó una campaña fotográfica de imágenes “pin-up”, desnuda sobre unas sábanas rojas. Algunas de las imágenes fueron utilizadas ese año para un calendario y, en concreto, para ser portada de la revista Playboyen uno de sus números en el año 1953, lo que ya acabó de catapultarla hacia su inminente estrellato aun cuando ella no lo tenía tan claro: “Exactamente cuando empezaba a llegar al público por la puerta grande, me llegaron noticias de que mi “calendario desnuda” iba a salir al mercado como una novedad de Marilyn Monroe. Consideré que esto me haría regresar al anonimato. Un escritor se rió de mis lágrimas: “El calendario al desnudo te pondrá en órbita con el mayor estruendo que la ciudad haya oído en años”Y así fue. A partir de ahí, su ascensión se volvió meteórica. 



Dentro de sus primeras incursiones modestas en la gran pantalla, hubo una en la que destacó especialmente: la de la niñera perturbada Nell Forbes en la película de intriga Niebla en el Alma (Don’t Bother to Knock, 1952), de Roy Ward Baker. Las críticas de la época elogiaron su trabajo, del que se dijo que había sido espléndido y que poseía excelentes dotes dramáticas.

A continuación, y permitiendo que siguieran aumentando estas inmejorables críticas hacia sus interpretaciones, participó en la comedia de enredo Me Siento Rejuvenecer (Monkey Business, 1952) de Howard Hawks, junto a los grandes actores del momento Cary Grant y Ginger Rogers. 

Pero fue al año siguiente, en 1953, cuando Marilyn rodó tres películas en las que su intervención tuvo una gran importancia: Niagara, de Henry Hathaway, Los Caballeros las Prefieren Rubias (Gentlemen Prefer Blondes), de Howard Hawks, y Cómo Casarse con un Millonario (How to Marry a Milionaire), de Jean Negulesco. Tanto con la primera (un thriller en el que sustituyó a Anne Bancroft), con la segunda (comedia musical) y con la tercera (comedia de situación), la actriz demostró que tenía talento y que era, además, una buena cantante y bailarina, sin olvidar mencionar que ya se codeaba con grandes estrellas, como Joseph Cotten, Betty Grable y Lauren Bacall. Gracias a estos tres trabajos, Marilyn Monroe ganó el Globo de Oro en la categoría de mejor actriz en 1954.

Con Jane Russell en Gentlemen Prefer Blondes.

Como ella misma afirmó: “El éxito me llegó de manera repentina. Sorprendió más a mis directivos que a mí. Incluso cuando había actuado en papeles secundarios en unos pocos filmes, todas las revistas de cine y los periódicos empezaron a publicar mi fotografía y a concederme comentarios. Finalmente, formé parte de “Los Caballeros las Prefieren Rubias” y, más tarde, de “Cómo casarse con un millonario”. Me gustó hacer estos filmes. Me gustaba el hecho de que fuera un elemento muy importante a su conversión en grandes éxitos económicos y que mi estudio recaudara una fortuna, a pesar de que el jefe consideraba que no tenía fotogenia”.

Parecía que la carrera profesional de la actriz estaba bien encarrilada y le esperaba un gran futuro en el sector cinematográfico; su conversión en una de les estrellas más rutilantes del panorama hollywoodiense en menos de un año así lo parecía demostrar.

Con Joe DiMaggio el día de su boda.

A raíz de ello, su vida personal también pareció que fuera a mejor ya que, ese mismo año, contrajo matrimonio con el mítico jugador de béisbol Joe DiMaggio, cuya fama era comparable a la de las estrellas del cine. El evento fue cubierto por muchos medios de comunicación de la época y se convirtió en un gran acontecimiento social. Sin embargo, no pudo acabar como un cuento de hadas ya que, tan solo unos pocos meses después, la actriz y el deportista se divorciaron. Desde entonces, Marilyn estuvo buscando constantemente esa estabilidad emocional que tanto le faltaba en su vida personal. De los tres maridos de la malograda actriz, siempre se sostuvo en su círculo de amigos que DiMaggio fue el hombre al que realmente llegó a querer de verdad.

Un tiempo después, Marilyn afirmó lo siguiente, dejando ya constancia de que la tristeza que la había marcado de pequeña no dejaba de acompañarla: “Me encantó el aumento que finalmente recibí (después de haber rodado Los Caballeros las Prefieren Rubias y Cómo Casarse con un Millonario), con lo que mi sueldo llegaba a mil doscientos dólares por semana, más del que había ganado hasta entonces en seis meses. Tenía trajes, fama, dinero, un futuro y toda la publicidad que pudiera soñar. Incluso tenía algunos amigos. Y siempre había un idilio en el aire. Pero, en vez de sentirme feliz, empecé a sentirme deprimida y finalmente desesperada. De repente, mi vida me pareció tan errónea e insoportable como lo había sido en los primeros días de mis primeras desesperaciones”.

Río Sin Retorno (River of no Return)

Si 1953 fue todo un éxito profesional, de 1954 no se puede decir lo mismo. Participó en dos proyectos sin demasiada trascendencia donde no destacó especialmente: en el curioso western dramático Río sin Retorno (River of no Return), de Otto Preminger, y en la comedia musical Luces de Candilejas (There’s no Business Like Show Business), de Walter Lang. Ni la aparición de Robert Mitchum, Rory Calhoun, Tommy Rettig y Murvyn Vye en la primera de ellas pudo dar cierto calibre de calidad a la interpretación de la actriz y la cinta tuvo malas críticas y peores resultados financieros. Lo que sí se consolidaba era la imagen de la actriz: rubia, sensual, melena ondulada corta y curvas generosas que tanto se generalizó a partir de ese momento (de hecho, los famosos cuadros de Andy Warhol sobre Marilyn se basaron en una imagen promocional de Río sin Retorno). Posteriormente a estas dos filmaciones, la actriz rechazó rodar con Frank Sinatra por no gustarle el argumento de la película que debían rodar juntos (“¿De qué servía ser una estrella si tenías que interpretar algo de lo que te avergonzabas?”) y por considerar que su sueldo era muy bajo. Como represalia, el estudio la suspendió de empleo por un tiempo en el que se mantuvo alejada de la interpretación aunque lo sustituyó por presentaciones en Japón para animar a las tropas estadounidenses.

Paralelamente a su ascendencia en el firmamento de Hollywood (aún a expensas de estos títulos no tan notables), su vida personal no estaba yendo como a la actriz le hubiera gustado que fuera. Desde su divorcio de DiMaggio, Marilyn quiso demostrar desesperadamente que era algo más que una cara bonita y unas curvas voluptuosas alejándose de la imagen de sex-symbol que, paradójicamente, tanto la hacía triunfar. Algo de lo que se quejó en distintas ocasiones: “No les importas nada como actriz. Puedes ganar una fortuna con sólo vibrar ante la cámara. Ahora veo por qué rechazan verte como actriz: les eres más valiosa como estimulante sexual y todo lo que quieren de ti es sacar dinero fotografiando tus vibraciones eróticas”.   

Siempre aseguró que jamás aceptó ninguna propuesta deshonesta por parte de ninguno de los ejecutivos de las productoras, aun sabiendo que ello le hubiera permitido una ascensión más rápida y mejores papeles en los inicios de su carrera. Si en las películas su alter ego siempre era motivo de atracción por parte de hombres poderosos e influyentes gracias a su cuerpo e inocente encanto, en la vida real nada más lejos de la verdad.

Junto a Lee Strasberg en Nueva York.

Pero Marilyn, tenaz y trabajadora incansable, siguió invirtiendo en su preparación como profesional al acudir al prestigioso Actor’s Studio de Nueva York en 1955 para tomar clases con Lee Strasberg, gracias al cual la actriz estudió la técnica del psicoanálisis con el fin de conocerse mejor a sí misma para, después, poder dar todo de sí a nivel interpretativo. La figura de Strasbergfue muy importante para ella, ya que le dio el apoyo emocional que ella tanto necesitaba y le posibilitó que perfeccionara la técnica en las obras de teatro Un Tranvía Llamado Deseo, de Tenessee Williams, y Anna Christie, de Eugene O’Neill. Pero las malas lenguas en contra de su persona no paraban de acecharla y se llegó a decir en determinados círculos que estos detalles por parte de Strasberg no eran, sino, otro ejemplo más de la irrefrenable atracción que ejercía sobre los hombres y lo que eran capaces estos de llegar a ofrecerle con tal de tenerla a su lado.

En 1955 protagonizó La Tentación Vive Arriba(The Seven Year Itch, de Billy Wilder)y, en 1956, Bus Stop (de Joshua Logan). A pesar de que sus actuaciones fueron estupendas, el gran público era incapaz aún de verla como la actriz que estaba demostrando de sobras que era. Seguía fijándose, en cambio, en la imagen que la tendría encasillada eternamente: la de rubia sensual y no demasiado inteligente que despertaba pasión en figuras masculinas fuertes y hasta paternales.


Con Tom Ewell en La Tentación Vive Arriba (The Seven Year Itch).

Gracias a La Tentación Vive Arriba (adaptación de la obra teatral del mismo nombre), Marilyn obtuvo además el Premio BAFTA. En general, la película obtuvo un gran éxito comercial ya que recaudó más de ocho millones de dólares. Desgraciadamente, esta producción también tuvo su cara negativa ya que ayudó a que el matrimonio con DiMaggio finalizara al estar ella proyectando continuamente una imagen provocativa que él no podía soportar.

Fueron también legendarios los problemas que daba en los rodajes como consecuencia de un carácter inestable y emocionalmente muy sensible. Si bien es cierto que Marilyn tuvo una infancia que la marcó en ciertos aspectos afectivos, también lo fue que su lucha por seguir avanzando cada vez con paso más rápido era digno de elogio y de admiración. No obstante, fueron tantas las burlas que se hacían de ella desde sus propios compañeros hasta algunos directivos, unido todo ello a la gran presión a la que era sometida una estrella de este calibre, que pronto todo empezó a hacer mella en la actriz. Su comportamiento era cada vez más problemático en los rodajes haciendo que tanto actores como directores de renombrado prestigio afirmaran que su ego, su inmadurez, sus caprichos, su impuntualidad, sus excusas para intempestivas ausencias y sus altibajos emocionales eran motivos por los que no querían volver a trabajar con ella. Todo ello no hizo otra cosa que provocar que la actriz sufriera con más asiduidad episodios depresivos que la obligaban a estar ingresada por pequeños períodos de tiempo en clínicas especializadas.

Marilynllegó a explicar por qué no acababa de encajar en Hollywood:“Tengo muchos hábitos sociales malos. Invariablemente, llego tarde a las citas, en ocasiones con un retraso de dos horas. El motivo es el siguiente: cuando debo ir a algún sitio, me quedo tendida en la bañera una hora o más. Llega la hora de la cita y todavía sigo en la bañera. Voy echando perfumes en el agua y dejando que se vacíe la bañera y llenándola otra vez con agua limpia. Olvido que es la hora en que he quedado con alguien. Sigo pensando y sintiéndome muy lejos. A veces sé por qué hago esto: no es Marilyn Monroe la que está en la bañera, sino Norma Jean.Ésta, solía tener que bañarse en el agua que habían utilizado seis u ocho personas. Ahora puede bañarse en un agua tan limpia y transparente como el cristal. Y parece que Norma no tenga nunca suficiente agua limpia que huela a verdadera colonia. Y, cuando salgo de ella, me paso mucho tiempo restregándome cremas por la piel. Me gusta hacerlo; a veces pasa, tranquilamente, otra hora. Cuando empiezo a vestirme lo hago con lentitud porque me hace feliz llegar tarde: sé que me están esperando porque están deseosos de verme. Eso me hace feliz porque antes nadie nunca buscaba a la pequeña sierva…ni siquiera su madre”. 

Marilynsiguió luchando para hacer que los periodistas se fijaran en sus aptitudes intelectuales y en qué lecturas le gustaban y la motivaban a pensar de una manera u de otra pero no conseguía nada más que no fueran entrevistas prototipo que seguían alimentando la fama de rubia tonta que tan arraigada tenía. Fue en esta época cuando la actriz pronunció frases célebres como la de que ella solo se acostaba con unas gotas de Channel nº5 o que nunca usaba ropa interior, afirmaciones que aumentaron aún más esa fama superficial de la que tanto huía, aunque es muy probable que las mencionara con ironía como ataque a esos sectores que tan estereotipada y encasillada la tenían.


Con el laureado dramaturgo y escritor Arthur Miller.

Un año y medio después de su ruptura con DiMaggio, Marilyn se casó con el dramaturgo Arthur Miller, por lo que la actriz tuvo que convertirse al judaísmo. La boda, celebrada en 1956, fue aún más sorprendente que la anterior ya que Miller era un escritor y dramaturgo serio, de la élite intelectual judía y de posiciones ideológicas claramente de izquierdas, todo ello en una época en la que estas formas de ser y de pensar no eran muy bien vistas. La boda estuvo salpicada por el triste suceso de que una de las periodistas que acudieron al lugar del enlace para inmortalizar el evento, murió como consecuencia de la persecución que llevó a cabo para fotografiar a los novios.

El hecho de ver un hombre de estas características casarse con una mujer que era considerada superficial, frívola, sin ideas propias y que aparecía en las portadas de la prensa amarilla no fue demasiado entendido en la sociedad de la época y les auguraron un fracaso cercano. Ciertamente, Marilyn no encajó en el exclusivo círculo de intelectuales neoyorquinos de Miller ya que su forma de ser desenfadada e ingenua fue recibida con desprecio y ninguneo hacia alguien a quien consideraban con muy poca cultura y el antítesis de su marido, hecho que produjo que se distanciaran progresivamente y se acabaran divorciando en 1961.

A este hecho fatídico para ella se le sumaron los recelos que despertó en el sector empresarial de Hollywood cuando fundó su propia productora, la Marilyn Monroe Productions.

Harta de ser objeto de burla, de maltrato verbal y del desprecio que recibía continuamente por parte de aquellos que estaban muy lejos de entenderla, Marilyn viajó a Gran Bretaña en 1957 para protagonizar y producir ella mismaEl Príncipe y la Corista (The Prince and the Showgirl), versión más cruda y dramática de sus intervenciones en Los Caballeros las Prefieren Rubias y Cómo Casarse con un Millonario. El director del proyecto y partenaire en la filmación era, nada más y nada menos, que Laurence Olivier, uno de los mejores intérpretes de la historia. El rodaje fue angustioso para ella (hasta el extremo de sufrir un aborto espontáneo que la llevó a volver a recaer en sus adicciones) y no estuvo exento de los problemas ya habituales en las filmaciones en las que trabajaba: retrasos, pastillas y alcohol reafirmaron que, trabajar con ella, no le gustaba a casi nadie. Aunque la crítica especializada fue tajante con el resultado de la película, sí es cierto que se alabó la interpretación de ella, llegando a asegurar que su espontaneidad y encanto eclipsaron al mismísimo Olivier. Tanto fue así que ganó en Italia el Premio David de Donatello a la “mejor actriz extranjera” y estuvo, nuevamente, nominada al BAFTA como mejor actriz. Pero, desgraciadamente, a partir de este momento se puede considerar que la trayectoria de Monroe (así como su vida personal) empezó el inicio de su declive.

Después de su experiencia con los ingleses, Marilyn volvió a tener constantemente problemas de inseguridad que afectaron a su carrera cinematográfica (los estudios cada vez eran más reacios a contratarla aun cuando su popularidad estaba en todo lo alto), además de un matrimonio que ya no funcionaba. Continuas depresiones, adicciones cada vez más acentuadas a las pastillas y al alcohol e ingresos en clínicas o sanatorios sucedían con más asiduidad.

El trío protagonista de Some Like It Hot:Tony Curtis, Marilyn Monroe y Jack Lemmon.

Dos años más tarde, en 1959, Marilyn rodó la que sería una de sus más icónicas películas, Con Faldas y a lo Loco (Some Like it Hot), en la que Billy Wilder supo otra vez sacar el lado más cómico de la actriz. Esta mordaz e inolvidable comedia versada en el amor (y que hacía un primer paso en tratar el tema de la transexualidad) fue, no obstante, un auténtico suplicio para los demás: Wilder dijo en sus memorias que fue la experiencia más traumática de su trayectoria profesional al tener que hacer frente constantemente al carácter imprevisible de ella, a su impuntualidad o a tener que repetir hasta 65 veces una toma en la que ella solamente tenía que decir una frase. Todo ello no restó la complicidad de Marilyn con el elenco masculino protagonista, Tony Curtis y Jack Lemmon, que hizo que finalmente la película tuviera un final más que satisfactorio y le diera a ella, en 1960, el Globo de Oro en la categoría de“mejor actriz de comedia o musical”. Aunque como siempre suele suceder en las grandes producciones, hubo otra versión de la realidad de la película y es que las malas lenguas de la época aseguraban que su relación con Curtis no era lo buena que se pretendía hacer creer a raíz de un embarazo surgido de un escarceo entre los dos, embarazo que volvió a perder con otro aborto espontáneo. Aún así, la cinta estuvo nominada a cinco premios Oscar.

Ese mismo año, Marilyn rodó, a las órdenes de George Cukor, El Multimillonario (Let’s Make Love), película romántica en la que una chica humilde con voluntad de superación personal se enamora de un hombre rico. La historia tenía un mayor acento dramático, sello indiscutible de su director. El rodaje se retrasó por el estado deteriorado de la actriz y porque, a petición suya, pidió que el guión fuera reescrito por Miller. Los cambios que hizo el dramaturgo provocaron que importantes actores de la época como Cary Grant, Charlton Heston, Yul Brynner y Rock Hudson se negaran a  hacer el papel protagonista. Finalmente, el papel recayó en el cantante y actor francés Yves Montand, con el que se dijo que la actriz tuvo un breve romance que no llegó a más ya que el actor volvió con su mujer, la también actriz Simone Signoret.

Paralelamente a todas estas experiencias de la actriz en su carrera profesional, su evolución a nivel personal seguía siendo caótica y llena de soledad aun cuando siempre estaba rodeada de personas, muchas de ellas por simple interés económico o bien por interés puramente sexual.


Una de las mejores fotos de la segunda mitad del siglo XX. Desprende un gran significado.

En medio de ellas, la aventura sentimental que Marilyn empezó a finales de los 50 con el senador y candidato a presidente, John F. Kennedy, fue la más escandalosa conocida hasta el momento y la que más sospechas generó acerca de su muerte. Desde motivos que abarcan su deterioro natural hasta desembocar en el suicidio (después de una vida llena de antidepresivos y alcohol con abundantes crisis emocionales) hasta su supuesto asesinato por ser considerada un peligro político (ya que conocía secretos de estado gracias a sus citas con el presidente) lo cierto es que, 53 años después, aún se desconocen las verdaderas causas de su trágica muerte. Y, aunque en el informe forense conste el suicidio como la causa de su muerte, muchos son los que se negaron desde un principio a creerse este veredicto.

Su última película rodada, Vidas Rebeldes (The Misfits, de John Huston), está considerada por muchos críticos como la mejor interpretación de la actriz. En ella (que contaba con el guión de su aún marido Arthur Miller, que lo escribió expresamente para ella), se reunió a un elenco inolvidable de la época: la propia Marilyn, Clark Gable, Montgomery Clift, Eli Wallach y Thelma Ritter. Esta magnífica producción de Huston, filmada en el desierto de Nevada, emotiva y dura a la vez sobre unos perdedores que luchan por encontrar el lugar donde encajar, fue la última que escribió Miller para la que era aún su esposa ya que el divorcio llegó el 21 de enero de 1961, una semana antes de su estreno. El papel de la actriz, el de la divorciada Roslyn Taber (plagado de situaciones, diálogos y momentos de la vida real de la actriz), fue galardonado de nuevo con el Globo de Oro de 1962. A pesar de tener motivos para estar feliz, el estado anímico de la actriz no era bueno: faltaba con frecuencia al rodaje durante las primeras semanas, no podía concentrarse en sus textos y consumía grandes cantidades de fármacos y de alcohol porque le costaba dormir. Todo ello derivó en que, un mes más tarde de haber empezado el rodaje, Marilyn fuera hospitalizada de urgencias en Los Ángeles durante diez días ya que su estado, según los médicos, “estaba al borde de la muerte”, aunque no especificaron detalles del mismo. Finalizada la hospitalización, regresó a Nevada para acabar la película. A su vuelta a Nueva York, al acabar el rodaje finalmente, la actriz se refugió en casa de su amigo Strasberg, donde encajó que la cinta tuviera malas críticas pero que tanto su actuación como la de Gable fueran consideradas excelentes. En una entrevista posterior, Huston dijo que la actriz sacó de dentro de sí misma todo lo que pudo para poder crear un personaje único y extraordinario ya que carecía de técnica de actuación. Afirmó que lo que se veía en la película era la Marilyn de la vida real.


Junto a Montgomery Clift y Clark Gable en The Misfits.

La estrella seguía sumando premios y méritos por sus trabajos. Su carrera seguía avanzando pero, desgraciadamente, el proyecto de Cukor titulado Something’s Got to Give se vio truncado al fallecer la actriz durante el rodaje del mismo.

En esta película, Marilyn compartía protagonismo con Dean Martin. Ya al inicio se encontraba bastante mal, con fuertes sinusitis, bronquitis y síntomas cada vez más evidentes de inseguridad, lo que parecía presagiar su triste y cercano final. Con esta producción, la Twentieth Century Fox confiaba sanear su economía ya que la empresa había empezado a quebrar por los desmesurados gastos que le supuso el rodaje de Cleopatra (película de Joseph L. Mankiewicz con Elizabeth Taylor, Richard Burton y Rex Harrison, entre otros).

Paralelamente al rodaje, el 19 de mayo de 1962, tuvo lugar la famosa interpretación por parte de la actriz del famoso “Happy Birthday, Mr. President”, en la gala en honor al cumpleaños del Presidente Kennedy. Para poder acudir a ella, Marilyn se ausentó del rodaje una semana, algo que le había denegado el estudio expresamente exigiéndole que cumpliera con su trabajo (a punto estuvieron de despedirla pero Dean Martin se opuso a ello, consiguiendo que la readmitieran). A su vuelta, la actriz rodó las famosas escenas en las que se mostraba desnuda en una piscina y realizó dos sesiones de fotos: la primera a cargo de Bert Stern para la revista Vogue (titulada póstumamente “The last sitting”) y una segunda realizada porGeorge Barrisen una casa deHollywood Hillsy en la playa de Santa Monica.


Marilyn en la playa de Santa Monica. Julio 1962. Fotógrafo: George Barris.

Muchos proyectos le quedaban aún por hacer a Marilyn ya que, semanas antes de su muerte, retomó las negociaciones con la productora para discutir su futuro profesional. Entre estos planes, constaban los siguientes proyectos con ella de protagonista: la biografía de Jean Harlow (papel que finalmente interpretó Carroll Baker), las comedias Irma, la Dulce y What a Way to Go! (protagonizadas luego por Shirley MacLaine) y, más tarde, Kiss Me, Stupid (protagonizada finalmente por Kim Novak). El acuerdo al que llegaron con estas negociaciones establecía que cobraría un millón de dólares por película y que tendría la libertad de elegir director y coprotagonistas.



En su vida personal, los últimos meses de Marilyn se vieron sacudidos por multitud de informaciones acerca de sus supuestos amantes (incluidos el propio Presidente y su hermano Robert) y por sus continuas recaídas en la depresión, en los barbitúricos y el alcohol. La actriz no dejaba de ingresar en centros especializados pero, la noche del 5 de agosto de 1962, Marilyn falleció en su casa de Brentwood (California).

Los hechos que rodearon su muerte se convirtieron, desde casi el mismo momento en que se supo de ella, en preguntas sin respuesta o en versiones contradictorias por parte del personal médico y  testigos que no hicieron más que convertir el trágico suceso en el inicio de un misterio que propició todo tipo de especulaciones. 

¿Suicidio? ¿Asesinato? ¿Negligencia médica? Pese a las múltiples versiones sobre lo sucedido, nunca se ha llegado a esclarecer del todo qué fue lo que ocurrió realmente aquella fatídica noche en pleno verano. 

Lo único cierto es que Norma Jeane Baker nos dejó un gran legado cinematográfico (tal vez, el más mitificado del siglo XX) tras el cual se escondía una mujer frágil, triste y necesitada de amor, lo que no impidió que forjara una gran leyenda que se acabó convirtiendo en el mito que generaciones enteras han conocido después.

Prueba de vestuario para Something's Got to Give.

Los enigmas entorno a la muerte de Marilyn Monroe

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Sesión de fotos en la casa de Tim Leimert en Hollywood Hills. Junio 1962. Fotógrafo: George Barris.

“Sí, había algo de especial en mi persona y sabía de qué se trataba: yo era el tipo de chica a la que se encuentra muerta en la antesala de un dormitorio, con un frasco de pastillas para dormir en su mano.”

Estas declaraciones extraídas de las memorias que Marilyn estaba escribiendo en el momento de su muerte, se convierten en palabras aciagas y fatídicamente premonitorias de la que sería su muerte el 5 de agosto de 1962 en su casa del 12305 de Fifth Helena Drive, situada en el barrio angelino de Brentwood (California).

Su muerte fue descrita por la policía, en sus primeras declaraciones, como un suicidio a causa de una sobredosis de barbitúricos a los que la actriz era adicta debido a sus múltiples estados depresivos, estadios de bajo nivel anímico que la llevaron, una y otra vez, a abusar de las pastillas y del alcohol para poder soportar el estado de soledad en el que se encontraba casi siempre, como ella misma declaró en alguna ocasión.

Como decíamos, la primera hipótesis que la policía barajó fue la de “suicidio”, aunque después rectificaron a “muerte accidental” ya que nunca lo pudieron corroborar con las pruebas (o escasez de ellas) que aportaron. Fue, precisamente, esta inconsistencia de datos que se desprendía de su expediente post mortem lo que llevó a crear muchas versiones sobre lo ocurrido. Empezaron a surgir teorías que afectaban a personajes muy importantes de aquella época (versiones que iban desde suicidio involuntario o inducido hasta el asesinato), favoreciendo acrecentar el mito en el que se convirtió Marilyn después de su trágica e inesperada muerte.

Sea como fuere, la muerte de Marilyn Monroe siempre ha estado plagada de preguntas sin respuesta y aún hoy, décadas después, no se tienen todos los datos necesarios para esclarecer, definitivamente, qué pasó aquella fatídica madrugada de principios de agosto. Aún así, y gracias a las investigaciones que se han seguido llevando a cabo durante todo este tiempo, parece que la versión oficial de lo que ocurrió aquel día pueda estar cambiando poco a poco porque cada vez son más los indicios que apuntan a que la actriz fue asesinada.

Su posible relación con la mafia, con el Presidente John F. Kennedy y después, supuestamente, con su hermano Robert, a la sazón Fiscal General de los Estados Unidos, parecen indicar que su muerte no fue lo que pareció. Hay indicios más que suficientes para seguir ahondando en el tema ya que, estas relaciones peligrosas, la convirtieron en una persona “non grata” a nivel político y de seguridad del país, supuestamente por estar en posesión de diferentes informaciones críticas para la seguridad de los EEUU.

Pero vayamos por partes para entender un poco más qué hechos se sucedieron durante las semanas previas al 5 de agosto de 1962 para acabar desencadenando estas teorías tan contundentes sobre este misterio jamás esclarecido.

El 5 de agosto de 1962, a las 4:55 de la madrugada, Jack Clemmons (jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles) recibió una llamada del doctor Ralph Greenson (psiquiatra de Marilyn Monroe), donde le comunicaba la muerte de la actriz. Según fuentes oficiales, y tal como consta en el informe policial posterior, Clemmons fue el primero en llegar a la casa de la actriz y se encontró con una serie de contradicciones por parte de los testigos que estaban presentes: dos médicos (el propio Greenson y el doctor Hyman Engelberg, internista del primero y que también trataba a la actriz en sus episodios depresivos) y la enigmática señora Eunice Murray (su ama de llaves).

Clemmons notó que el escenario de la muerte había sido, sin duda, manipulado: las sábanas estaban cambiadas y limpias y se notaba claramente que el cuerpo había sido movido (la lividez del cadáver no se correspondía con la postura en la que se encontró éste y, según consta en el informe, la postura era hasta incluso antinatural). El policía, a su vez, llegó a la deducción de que se habían eliminado expresamente pruebas ya que, a esa misma hora de la madrugada, la señora Murray estaba lavando ropa, lo que le fue sumamente extraño. No obstante, la autopsia reveló que la muerte se había producido por una sobredosis de barbitúricos.


Basándose en que Marilyn Monroe tenía continuas recaídas en estados de tristeza cada vez más fuertes y a su fuerte y creciente adicción a diferentes sustancias que le paliaban ese estado depresivo, muchos afirmaron que tal vez, y debido precisamente a esa acumulación de sustancias en su cuerpo, había llegado un punto en que los niveles de barbitúricos eran tan altos en ella que había desembocado, irremediablemente, en que su vida entrara en un punto crítico sin retorno. Muchos de los barbitúricos habían sido recetados por Greenson y por Engelberg. En defensa de la teoría de la posible muerte natural, esgrimieron tales afirmaciones, llegando a insinuar que también se podría haber suicidado finalmente en un episodio agudo de depresión.

Afirmaciones que, por falta de más pruebas en las que apoyar dichas teorías, enseguida se vieron rebatidas por aquellos que observaron que existían numerosos elementos que indicaban grandes inconsistencias y contradicciones.

Según la declaración del ama de llaves que consta en el informe policial, a las tres de la madrugada la señora Murray se levantó de su cama ya que no conseguía dormir y, al salir al pasillo, vio que había luz que sobresalía por debajo de la puerta del dormitorio de la actriz. Siempre según su testimonio, se acercó a la habitación, abrió la puerta y se encontró con el cuerpo de Marilyn en una extraña postura, con el teléfono agarrado fuertemente en una de sus manos, así como con un frasco vacío de Nembutal encima de la mesilla de noche. De sus palabras se puede desprender que Marilyn Monroe ingirió una cantidad elevada de barbitúricos hasta acabar con el frasco, provocando así su propia muerte. El médico forense certificó su fallecimiento posteriormente y expresó rápidamente su convencimiento de que se trataba de un suicidio, hipótesis que se vio claramente descalificada al cabo de un tiempo por falta de pruebas.

La casa del 10235 de 5th Helena Drive, en Brentwood.

Si bien es cierto que no era la primera vez que Marilyn ingería sobredosis de pastillas combinadas con alcohol (ya lo había hecho la primavera de 1961, al estar rodando Vidas Rebeldes y coincidiendo con su divorcio de Arthur Miller), sí extraña el por qué se negó la policía a revelar el nombre del medicamento que había causado su muerte según la autopsia. Si el ama de llaves había declarado que era Nembutal, ¿por qué, entonces, no era corroborado por los investigadores del caso? Es más, incluso incautaron y rehusaron hacer públicas las cintas magnetofónicas donde estaban grabadas las conversaciones que esa misma noche había mantenido la actriz… ¿A quién llamó o quién quiso hablar con ella? ¿Qué había en ellas que fuera tan necesario mantenerlas en secreto? Esto no hizo sino que confirmar más aún las sospechas de aquellos que empezaban a asegurar que su muerte debía ser tildada de “extrañas circunstancias” ya que, estas llamadas, daban a entender que la actriz habría llamado a alguien en busca de ayuda, tal vez; alguien con tan alta posición pública que no le permitiría afrontar el escándalo si esas llamadas salían a la luz. O, tal vez, nunca existió tal llamada y, simplemente, se colocó el teléfono de una forma determinada en la escena para desorientar las investigaciones posteriores.

Si nos remontamos a unos días antes de su muerte, Marilyn Monroe provocó unas escenas escandalosas para la época y que han pasado a la posteridad, centradas en la figura de un poderoso hombre a nivel mundial sobre el que han recaído varios interrogantes sobre la muerte de la actriz y, hasta incluso, de directas acusaciones de haber sido él (o alguien de su entorno) el causante de su muerte: el presidente norteamericano, John F. Kennedy.

Dichas escenas se corresponden con la comparecencia de Marilyn, el 19 de mayo de 1962, en el Madison Square Garden con motivo del cumpleaños del Presidente, donde le cantó el famoso y sensual “Happy Birthday Mr. President”. La actriz, enfundada en un vestido tan atrevido y ajustado que se lo tuvieron que coser una vez puesto (lo que provocó que se le empezara a desgarrar en plena actuación en la que se afirmó que cantaba bajo los efectos del alcohol), demostraba así que había una relación que iba mucho más allá con Kennedy y que no pensaba dejarla correr. La esposa del presidente, Jackie Kennedy, sabiendo que ella iba a estar presente, declinó su asistencia al evento, lo que confirmaba extraoficialmente que entre ellos existía más que una simple admiración mutua.

La relación de Marilyn con Kennedy empezó a finales de los años 50. De todos era conocida la afición del Presidente por bellas y jóvenes muchachas, así que no fue de extrañar que se encandilara con la musa erótica más famosa del momento.

Aun cuando se sabe de esta relación entre los dos, algunas fuentes confirmaron en su día que JFK presintió que la relación con la famosa actriz le podía acabar siendo perjudicial ya que ella estaba al corriente de que Kennedy, por entonces candidato a Presidente, tenía negocios con la mafia de camioneros relacionada, a su vez, con Frank Sinatra, que fue quien los presentó. Es decir, él seguía con su affaire con ella pero ya sabía que tendría que ponerle fin a no muy largo plazo si quería que sus anhelos de ser presidente se vieran cumplidos sin ningún peligro que acechara tales propósitos.

Peter Lawford, Patricia Kennedy, Frank Sinatra y Marilyn compartieron mucho tiempo juntos a finales de los 50.

Aún así, durante los siguientes meses a su proclamación como trigésimo quinto presidente de los EEUU, Kennedy continuó sus encuentros con Marilyn. Se rumorea que, en una ocasión y harta de esperar a que la pusieran en contacto con él, Marilyn llamó a la Casa Blanca para hablar con Jackie directamente y decirle que ella era su amante y que, tarde o temprano, la acabaría dejando para acudir a sus brazos. A lo que Jackie contestó sin inmutarse que se lo regalaba gustosamente pero que creía que a Marilyn no le gustaría hacerse cargo de las tareas aburridas y pesadas que le corresponderían como mujer del Presidente.

La actriz, a lo largo de todo el tiempo que duró su romance con JFK y paralelamente a los rodajes que llevaba a cabo, tuvo recaídas cada vez más fuertes en la depresión y en sus adicciones que la pusieron en más de una ocasión al borde de la muerte.

En 1961, coincidiendo con su divorcio de Arthur Miller, Marilyn tuvo una fuerte recaída que la llevó a ser internada en la clínica psiquiátrica Payne Whitney, experiencia que ella describió tiempo después como “una pesadilla”. Aun cuando se hubieran divorciado, Miller la ayudó a salir de dicho centro e ingresar en una clínica normal, donde la actriz acabó su tratamiento de recuperación. Pero su delicado estado de salud le impidió trabajar el resto del año.

Al año siguiente, la actriz regresó al cine con el proyecto Something’s Got to Give, junto a Dean Martin y Cyd Charisse. El rodaje quedó inconcluso ya que Marilyn murió antes de que finalizara (solo constan 40 minutos en total). Fue durante este rodaje cuando se ausentó una semana para ir al Madison Square Garden y participar en la gala de recuadación de fondos del Partido Demócrata que se transformó en una fiesta de cumpleaños avanzada para Kennedy (su aniversario era diez días después).



Además de su supuesta relación con el Presidente, Marilyn Monroe mantenía otras relaciones consideradas “peligrosas” ya que afectaban a posibles conexiones comunistas, el gran enemigo ideológico de los EEUU desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Se rumoreó que su relación con Frederick Vanderbilt Field, afincado en México, estuvo vigilada por el FBI. Su eterno director, J. Edgar Hoover, desclasificó un documento en marzo del 62 donde se consideraba que Marilyn Monroe era un Asunto de Seguridad-C” (la “C” hace referencia a “comunista”).

Llegados a este punto es donde todo tipo de conjeturas salieron a la luz: ¿eran tan comprometidas estas relaciones que hicieron del mito de Hollywood una persona peligrosa hasta el punto de tener que “eliminarla”? ¿O fue una muerte natural que se diluyó en medio de los acontecimientos extremos que formaban parte de su vida en esos momentos, impidiendo ver que se trataba, en realidad, de un simple accidente o de un suicidio premeditado?

Algunas de las teorías más atrevidas llegaron a afirmar que el propio hermano de JFK, el Fiscal General Robert Kennedy, fue quien solicitó que se la eliminase (pidiendo a los “servicios especiales” que se encargaran de ello) al considerarla peligrosa para las ambiciones políticas del clan. Como se conoció tiempo después, Marilyn tenía en su poder un diario personal en el que registraba todas las conversaciones que mantenía y sus vivencias más íntimas. Lo guardaba celosamente en su habitación. En principio, este diario obedecería a una terapia que su psiquiatra, el doctor Ralph Greenson, le habría mandado realizar como parte de su tratamiento y registro de evolución.

Al parecer, y siempre según esta teoría, Monroe habría amenazado a Robert Kennedy con divulgar todo lo que había recogido en esas páginas, incluidos secretos de Estado, dando lugar a que el Fiscal General (del que se dice que “heredó” por parte de su hermano mayor a la actriz como amante una vez el Presidente la hubo “despachado” y a la que llegó a definir como “un pedazo de carne”) la visitara la tarde del 4 de agosto para llegar con ella a un acuerdo o bien para arrebatarle el diario, lo que habría acabado desembocando en una terrible discusión sin resultados satisfactorios para Robert. Se rumorea, siempre siguiendo esta posible teoría, que Marilyn agredió incluso a Robert y que el guardaespaldas de éste tuvo que intervenir para separarlos. Testigos de esta visita habrían sido el alcalde de Los Ángeles, un vecino del que nunca se conoció el nombre y el ama de llaves, la señora Murray. Hasta se especuló que el mismísimo Hoover tuvo algo que ver en la muerte de ella, llegando a considerarla como “Crimen de Estado”.

Eunice Murray y el jardinero Norman Jeffries abandonan la casa de Brentwood el 9 de agosto de 1962.

Otra de las teorías que se barajaron, y la que menos conocida y más interrogantes presenta, era la que tenía como protagonista a la propia ama de llaves, la señora Murray, a partir de las declaraciones tan contradictorias que realizó ante la policía. Eunice Murray, de hecho, era la enfermera que dependía directamente del psiquiatra que atendía a Marilyn, el doctor Greenson, y conocía al detalle todo lo concerniente al día a día de la actriz. No se supo que era enfermera suya hasta que no se avanzó en la investigación después de la muerte de Marilyn; hasta entonces, solo la conocían por ser su ama de llaves.

Su participación en la muerte de Marilyn siempre se tuvo presente como una firme sospecha ya que hubo hipótesis que llevaron a pensar en su momento que tal vez podría haber sido cómplice pasivo en su muerte en asociación ilícita o, incluso, de haberla inducido al suicidio (el motivo, si lo hubiere, se desconoce). Estas hipótesis son el resultado de que hubiera un desfase entre las horas del descubrimiento que el ama de llaves hace del cadáver (siempre según su declaración oficial) y de la llamada que recibió la policía por parte del psiquiatra de la actriz notificando la muerte. Asimismo, fueron muy sospechosas la pulcritud y el orden en que se encontraba la habitación, claramente aseada y manipulada por la señora Murray. Si se tiene en cuenta que Marilyn siempre tuvo fama de ser una persona muy desordenada, ¿cómo es que las sábanas estaban en perfecto estado, con olor a recién puestas, y los frascos de pastillas bien ordenados? Asimismo, y como comentábamos al principio, el cuerpo no se correspondía con las marcas que había en él (las marcas que presentaba Marilyn eran, precisamente, del lado contrario al que la descubrieron). También la policía se percató de que se había reparado una ventana rota de manera apresurada, así como otros aspectos que no acababan de encajar cronológicamente entre las declaraciones de los testigos y lo que realmente se encontraron en el lugar de los hechos. Sí quedó patente que la señora Murray, cada vez que era interrogada, desviaba la atención hacia la presencia de Robert Kennedy.

Pero los misterios entorno a su muerte no se quedan ahí. La noche de su fallecimiento, un vecino testificó que una ambulancia llegó a la casa de la actriz y que estuvo unas cinco horas estacionada sin movimiento alguno hasta que llegó la policía, avisada ya del suceso. En ese momento, y siempre según la declaración de dicho testigo, varios enfermeros descendieron de la ambulancia y fueron directamente a la entrada de la casa. Este hecho es muy significativo en sí ya que, por encima de toda teoría posible, demuestra que sí hubo manipulación de su cuerpo durante horas ya que, el sargento de policía, solo tardó unos 20 minutos en llegar desde que recibió la llamada (tal como consta en el informe del caso, el sargento Jack Clemmons recibió dicha llamada a las 4:25 AM de la madrugada del 5 de agosto de 1962 y, a las 4:45 AM, ya se había personado en el lugar del deceso). Entonces, ¿qué representaba aquella ambulancia tantas horas cerca de la casa, preparada para llevarse el cuerpo si se supone, según el informe oficial, que aún faltaban horas para que muriera?

Este dato (importantísimo para la investigación) fue lo que puso sobre aviso al sargento que, como decíamos al inicio, vio otras incongruencias que lo llevaron a sospechar enseguida de que, la muerte de Marilyn, no era ni mucho menos lo que parecía a simple vista.


Como resultado de sus investigaciones, el sargento hizo notar los siguientes datos que evidenciaban que el cuerpo y el escenario habían sido manipulados y que los testigos mentían descaradamente:

- El teléfono estaba en la mano de la actriz, lo que daba a entender que quizá había querido pedir ayuda porque no se encontraba bien. Clemmons no lo creyó así ya que la situación del cuerpo era demasiado forzada como para que ella hubiera muerto en el momento de realizar la llamada y quedarse en esa postura. Además, si en el informe de la autopsia (como más tarde se supo), se afirmaba que tenía suficiente cantidad de barbitúricos en el cuerpo como para matarla, ¿cómo es que estuvo lo suficientemente lúcida para querer llamar si, precisamente con tal cantidad, debería haber estado ya inconsciente?

- El orden que encontró en la habitación no era casual: la pulcritud y las sábanas recién puestas y limpias como se notaba que estaban, no coincidían con una situación de desespero tal que lleva a alguien a matarse. Su ropa se estaba lavando en la lavadora a esas horas de la madrugada, puesta por la propia señora Murray. Ésta admitió que, mientras esperaba la llegada de la policía, estuvo limpiando la habitación.

- En un principio no había barbitúricos en el velador; más tarde, estos estaban pulcramente alineados en la mesilla de noche. Además de que este hecho evidencia una manipulación descarada de la habitación de por sí, no olvidemos que la actriz tampoco los habría tenido jamás ordenados de tal manera respondiendo a su carácter descuidado y desenfadado.

- Marilyn estaba desnuda y cubierta solo por una sábana en la cama en la posición “de soldado” (tendida de costado), con las manos rectas hacia abajo (una de ellas con el teléfono agarrado). El “rigor mortis” y otros signos de la lividez que presentan los cadáveres al cabo de unas horas demostraban que era imposible la postura en la que se la encontraron si tenía que coincidir con tales señales, ya que éstas apuntaban a que había muerto boca arriba.

- El momento de su muerte fue estimado 8 horas antes de que la señora Murray llamara a la policía, desmintiendo la hora que declararon todos los testigos en el momento de prestar declaración. Durante estas 8 horas “desconocidas”, estuvieron en casa de Marilyn los dos médicos que la trataban y el ama de llaves, con lo que pudieron haber hecho lo que quisieran con el cuerpo y la escena de la muerte (tal y como concluyó el sargento Clemmons, basándose en los otros datos ya comentados).

- El cuerpo tenía señales evidentes de haber sido sometido a la fuerza, como moratones y livideces tanto en las muñecas como en la espalda, aspectos que después fueron ignorados expresamente en los siguientes informes sobre el caso.

- El cristal roto que había sido repuesto en la ventana de su habitación le dio a pensar a Clemmons que la actriz se hubiera encerrado por dentro (no se sabría tampoco el motivo de ello) y que, alguno de los presentes en la casa, lo había roto para entrar a la fuerza.

- Al sacar el cadáver de la casa, éste fue llevado directamente a la morgue y rotulado con el número 81828, como si ya estuviera todo preparado. ¿Cómo podía ser, si acababa de suceder?

- Se encargó la autopsia a Lion Grandinson y fue ejecutada por un inexperto tanatólogo, Thomas Noguchi. El primer informe reveló que no había resto alguno de ningún barbitúrico ni de sustancias en el estómago de la actriz y extrajeron sus órganos para confirmar dicha afirmación, órganos que (curiosamente) desaparecieron después con las pruebas que pudieran contener.

- El análisis que se le hizo del recto demostró una decoloración en el colon descendente que, según algunos expertos, indicarían claramente que se le habría introducido un supositorio con veneno y que éste habría sido absorbido rápidamente por la mucosa rectal. El resultado: no se dejan huellas con este procedimiento en el organismo que puedan ser detectadas por ninguna autopsia.

- La señora Murray, días después de la muerte de la actriz, encontró un cheque en blanco firmado por Marilyn e intentó cobrarlo en el banco pero éstos se lo denegaron al considerarlo fraudulento.

A pesar de todas estas irregularidades recogidas por Clemmons y sus ayudantes que evidenciaban muchos interrogantes que no concordaban con una muerte natural, que los testigos dejaban más lagunas que preguntas esclarecidas y de que, conforme iban avanzando las investigaciones, se iba demostrando que no existía motivo para dictaminar suicidio por barbitúricos (ya que no había restos de tales sustancias en su cuerpo), se declaró a la prensa que Marilyn había ingerido 40 pastillas exactamente de un barbitúrico adictivo y que, por lo tanto, se trataba de un suicidio confirmado por fuentes policiales. Según éstas, las pastillas le habían sido prescritas por el psiquiatra y por su médico internista, el doctor Engelberg. Aún hoy se conservan algunas de las recetas originales firmadas por ellos dos.

Según otra teoría, el supositorio podría haber contenido un calmante y fue recetado por el doctor Greenson pero ella, tal vez, habría consumido otras sustancias paralelamente, recetadas a su vez por otro doctor, y la toxicidad de todo ello junto le habría causado la muerte. El hecho de que se hubiera manipulado, entonces, el escenario de la muerte, habría sido originado por la necesidad de los dos médicos de tapar sus huellas mediante un suicidio inventado ya que, de demostrarse que hubiera tomado un cóctel de fármacos recetados por ellos dos, podrían haber sido condenados por homicidio involuntario o negligencia profesional.

Aun cuando Clemmons constató mediante pruebas irrefutables, como decíamos, que la muerte escondía mucho tras de sí y que había indicios más que suficientes para pensar que la actriz había sido asesinada (aunque no había llegado a decir si tenía algún sospechoso en firme), lo cierto es que fue relevado del caso y trasladado a otro lugar con efecto inmediato pero, durante décadas, siguió afirmando que su muerte fue un asesinato encubierto más que evidente.

Casualmente, el famoso diario donde la actriz dijo que tenía apuntadas las informaciones con las que supuestamente habría amenazado a Robert Kennedy, jamás se encontró. También desaparecieron los registros telefónicos de esa noche y las fotos de la escena del crimen fueron alteradas, ya que las primeras demostraban una habitación desordenada, frascos de pastillas por el suelo y el vidrio de la puerta roto. Una escena que nada tenía que ver con la “oficial” que se encontró Clemmons horas después.

Tiempo después, tanto el presidente Kennedy como su hermano murieron también bajo circunstancias sospechosas aun cuando se declararan versiones oficiales sobre lo sucedido. El mafioso Sam Giancana (relacionado con Frank Sinatra y del que se dice que sabría bastante sobre lo sucedido) fue asesinado en 1975 y Eunice Murray falleció, a la edad de 91 años, en 1993. La muerte de todos ellos se llevó la verdad sobre la muerte de Marilyn Monroe y quizá nunca pueda ser esclarecida.

Lo que sí sabemos es que la “tentación” que vivía arriba, con su blusa y falda blancas plisadas que se agitaban y levantaban al pasar por encima de un respiradero del metro neoyorquino, nos dejó de deleitar con sus interpretaciones en plena cumbre de su fama.

Sus restos descansan en el cementerio Westwood Village Memorial Park, de Los Ángeles.


Tres días después de su muerte, su segundo esposo, Joe DiMaggio, organizó un funeral privado en el que Lee Strasberg, gran amigo y confidente de la actriz, pronunció estas palabras:“No puedo decirle adiós a Marilyn, nunca le gustaba decir adiós. Pero, adoptando su particular manera de cambiar las cosas para así poder enfrentarse a la realidad, diré “hasta la vista”. Porque todos visitaremos algún día el país hacia donde ella ha partido”.


Descanse en Paz.
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