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Star Wars. Organizaciones: Confederación de Sistemas Independientes. Por Fran Marí

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La Confederación de Sistemas Independientes, es una alianza de diversos sistemas y planetas que quieren mantenerse fuera del alcance de las leyes de la República Galáctica, con el único fin de beneficiarse económicamente, pero son más conocidos como los Separatistas.

Los principales miembros, responsables de instigar a más de un sistema a la rebelión, son la Alianza Corporativa, órgano encargado de las negociaciones de las principales operaciones comerciales de la galaxia; el Gremio de Comercio, cuyo único objetivo es controlar cualquier corporación dedicada a las materias primas, obligando a pagar tributos por la fuerza gracias a su ejército privado, reprimiendo las tecnologías alternativas, y sobornando a senadores y funcionarios; el Clan Bancario, cuya influencia se divide entre unas cuantas familias de rancio abolengo, que conciben la galaxia en términos puramente monetarios; y la Federación de Comercio, que controla los cargueros, los puertos y los principales apeaderos de las rutas mercantiles galácticas; además de contar con el apoyo de la Tecnounión, el Cartel de Hipercomunicaciones, y las Industrias Geonosianas.

A pesar del interés de provocar la guerra contra la República en todos los sistemas que dominan, ninguno de ellos -y en muchas ocasiones, tampoco ninguno de sus semejantes- lucha personalmente a no ser que sea necesario, sino que para ello han financiado y construido un ejército droide, que resulta barato, práctico y fácilmente reemplazable. La mayor parte de la construcción de este ejército se realiza en Geonosis, donde cientos de miles de geonosianos trabajan para proveer de millones de unidades de combate a los Separatistas.

El ejército droide se convierte, durante las Guerras Clon, en un elemento vital para el conflicto, ya que son el ejército que se enfrenta a la “supuesta” legalidad de la República Galáctica. En un principio solo comprendía los droides de batalla de la Federación de Comercio, pero al unirse con el resto de miembros de los Separatistas y crear la Confederación de Sistemas Independientes, el número de unidades creció exponencialmente. Como bien dice el Conde Dooku en El ataque de los clones:

“Nuestros amigos de la Federación de Comercio han prometido su apoyo. Y cuando sus droides de batalla se combinen con los suyos, tendremos un ejército más grande que cualquier otro en la Galaxia. Los Jedi serán insuficientes. La República estará de acuerdo con cualquier demanda que hagamos.”

Además de las conocidas y simpáticas unidades de combate B1, el ejército droide contaba con los temibles droidekas con escudos individuales, el superdroide de combate B2, el droide de combate serie BX, los droides cangrejo, los droides araña avanzados enanos, el ejecutor droide NR-N99 clase Persuasor, y un largo etcétera; sin olvidar al innombrable número de naves de apoyo, de transporte y de combate que tenía a su disposición es frío y metálico ejército.

Todo este ejército que se puede contar por trillones, ha estado bajo el mando de diversas personas, desde Asajj Ventress hasta el misterioso ser Durge, pero el que finalmente fue nombrado Comandante Supremo de los Ejércitos Droide, fue el ciborg conocido como General Grievous.

A pesar de ser realmente un grupo de sistemas cuyos líderes eran realmente malvados, y de poseer un ejército cuya potencia solo se vio superada con la aparición del ejército clon, desde mi punto de vista son los “pringados” de la saga, de la galaxia y del universo entero. Ya que aún siendo tan peligrosos, no pudieron ver que Darth Sidious los estuvo controlando desde un principio; no pudieron ver que el Conde Dooku los alzaba en una rebelión sin futuro, y por último no pudieron ver que fueron simples títeres en las manos del sith más peligroso de toda la historia. Palpatine, en busca de controlar la galaxia, no dudó en crear una Alianza Separatista, no dudó en utilizarla para que causaran estragos en una República diezmada por la corrupción y no dudó en eliminarlos -a través de las crueles manos de Darth Vader- una vez que hubo conseguido el objetivo de convertirse en el Emperador de la Galaxia.
Así que, a pesar de que el virrey Nute Gunray sea el peor villano, que el Archiduque Poggle el Menor sea cruel hasta la médula, y que el ejército droide sea una máquina de matar muy bien engrasada, no olvidéis en verlos como los grandes engañados de toda la saga. Además, es imposible que los droides de combate nos caigan mal, ya que se les diga lo que se les diga, siempre responden con un gracioso “¡Roger, roger!”.

Star Wars. Manual de Supervivencia es un proyecto de LASDAOALPLAY? y El Cine de Hollywood.

Títulos referencia para otoño 2015: The Walk

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El 7 de agosto de 1974, un funambulista francés llamado Philippe Petit, cruzó el espacio entre las dos torres del World Trade Center de Nueva York caminando por un cable. Este acto que atentaba contra las más elementales leyes del raciocinio fue llevado a cabo de forma clandestina y su realización sorprendió a las autoridades de la ciudad.

Petit realizó ocho pasadas por un cable que él y su equipo habían conseguido tender entre ambos edificios. Durante 45 minutos caminó, bailó, se recostó, e incluso saludó a los trabajadores de mantenimiento hincando la rodilla. La seguridad del New York Port Authority quedó en entredicho puesto que Petit y sus ayudantes llevaban tiempo planificando el acto y habían entrado gran cantidad de material para hacer posible la idea del funambulista.

Pero el Ayuntamiento comprendió que no debía reprobar a Petit por un acto que había tenido una resonancia mundial. Los cargos de entrada ilegal y uso de propiedad ajena fueron retirados a cambio de una actuación benéfica dedicada a los niños en Central Park.

Afincado en la ciudad de los rascacielos desde entonces, Petit ha realizado más actuaciones de riesgo pero su travesía en el WTC nunca fue superada a nivel mediático. Con el tiempo, escribió un libro sobre sus experiencias que atrajo la atención del cineasta Robert Zemeckis quien finalmente ha conseguido llevarlo a la gran pantalla con un guión en el que ha participado directamente. 

Zemeckis ha rodado la película con las técnicas fotorealísticas más modernas para convertir a la cinta en un ejercicio acerca de lo que supone colgarse a tanta altura. Habituado a los retos técnicos, Zemeckis ha demostrado una gran capacidad para aunar sensibilidad y prodigios visuales a lo largo de su dilatada carrera. Este proyecto le va como anillo al dedo y como muestra el impactante primer trailer. Todos aquellos que sufren de vértigo deberán alejarse de las salas cuando la película se estrene en octubre de 2015.





SONY PICTURES presents a TRISTAR and IMAGEMOVERS production 
"THE WALK"

JOSEPH GORDON-LEVITT  CHARLOTTE LE BON  JAMES BADGE DALE

BEN SCHWARTZ  STEVE VALENTINE
and BEN KINGSLEY


Music by ALAN SILVESTRI
Cinematography by DARIUSZ WOLSKI
Film editing by JEREMIAH O'DISCROLL
Production design by NAOMI SHOHAN


Produced by JACK RAPKE  TOM ROTHMAN  STEVE STARKEY and ROBERT ZEMECKIS

Written by CHRISTOPHER BROWNE and ROBERT ZEMECKIS based on the book written by PHILIPPE PETIT

Directed by ROBERT ZEMECKIS

Die Hard y "Summer in the City"

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Verano en Nueva York. Una época de calor abrasador con temperaturas que oscilan los 35 grados centígrados. Empieza un día como cualquier otro. Los tenderos preparan el género, la gente inunda el metro y los autobuses para ir a trabajar y las calles se llenan de automóviles dando sentido estricto a la llamada jungla de asfalto. Pero no todo va como acostumbra. Una bomba estalla entorno a unos grandes almacenes de la Quinta Avenida causando el caos en una ciudad habituada a los sobresaltos pero no por ello más preparada para sobrellevarlos.

La unidad de crímenes mayores de la Policía de Nueva York se inunda de llamadas pero una en particular merecerá toda la atención del departamento. Una voz funesta reclama la autoría del atentado y desea hablar directamente con Walter Cobb, inspector jefe de la unidad. Se hace llamar Simon y propone un juego macabro del cual dependerá la perpetración de más atentados. Recogiendo la tradición del juego infantil anglosajón "Simon says", el maníaco narcisista reclama que entre en escena un hombre en particular. Se trata de John McClane, actualmente suspendido del cuerpo por conductas poco éticas y por saltarse repetidamente el reglamento. Pero "Simon dice" que sin él desatará el pánico en las calles. Desea jugar con él, hacerle jugar al gato y al ratón bajo el peso de la mayor de las amenazas. Sus motivaciones serán conocidas más adelante.

Cobb no tendrá más remedio que restituir a McClane. Pobre John, tú ya has tenido lo tuyo. Ahora no te dejan ya ni emborracharte libremente mientras ves tus dibujos animados preferidos. Sin familia y ahora también sin placa las cosas se ven diferentes pero tendrás que despertar porque sino vuelves a ser el héroe de Nakatomi la ciudad lo va a lamentar. Despierta John, despierta! Te espera un auténtico calvario y la primera parada es Harlem...

En 1995 se estrenó Jungla de Cristal: la Venganza (Die Hard: with a Vengeance), la segunda secuela de una película que en 1988 sacudió el género de acción para siempre de una forma magistral. John McTiernan regresó a la dirección con un guión de Jonathan Hensleigh que introducía cambios interesantes en la franquicia. La fórmula McClane contra terroristas derivaba hacia la buddy-movie con la inclusión de Zeus Carver, interpretado por Samuel L. Jackson. La acción se desarrollaba en diversas localizaciones de la hipercalurosa Gran Manzana en vez de la Navidad en lugares fijos. Y el villano, un extraordinario Jeremy Irons, dotaba al film de un halo de brillantez. Además, su conexión con el primer film condenaba al olvido a la secuela dirigida por Renny Harlin en 1990.

El éxito en taquilla de esta tercera entrega fue absoluto y es lamentable que las dos películas que la han seguido (especialmente la última) hayan herido de muerte a la franquicia.

Pero vayamos a lo que nos ocupa en concreto. La película se abre con el ajetreo de la gran ciudad. El movimiento de gran cantidad de personas y el ritmo frenético de Nueva York se aprecia inmediatamente. Pero esta secuencia que parece rememorar el inicio del clásico de Hitchcock,Con la Muerte en los Talones (North by Northwest, 1959), concluye de una forma bien diferente. Su final es literalmente explosivo, rompiendo el aparente orden que hemos presenciado al principio. En este objetivo de mostrar el ritmo frenético de la gran urbe justo antes de un estallido brutal colabora especialmente la canción elegida para acompañar la secuencia. Se trata de la emblemática "Summer in the City" en la versión original interpretada por The Lovin' Spoonful.

The Lovin' Spoonful fue una notable banda de rock nacida en los ambientes bohemios de Greenwich Village a mitad de los sesenta. En 1966, dos de sus miembros (John Sebastian y Steve Boone) compusieron "Summer in the City" tratando de expresar la vorágine implacable que siente todo aquél que vive en la gran urbe. La canción resultó ser un gran éxito y llegó al número uno del Billboard en agosto de 1966. El tema se incluyó en el álbum Hums of the Lovin' Spoonful

Pues bien, esta frenética canción que, por momentos se asemeja a un trabalenguas, se encuadra perfectamente en el inicio de la película que hoy centra nuestra atención. Sin embargo, considerando la valía del tema yo me quedo con una de las múltiples versiones que se han grabado en años posteriores.

Joe Cocker realizó una espléndida versión en 1993 y su mayor temple, además de la inconfundible y desgarradora voz del intérprete británico, transforman un single bohemio de los 60 en una pieza rockera muy contundente, con toques de blues, que permanece más en la memoria del oyente. Pero todo ello es cuestión de gustos. A continuación, podéis escuchar ambas propuestas. En el apartado de comentarios la discusión puede empezar. 




Star Wars. Organizaciones: Imperio Galáctico

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Tras la cruzada contra los Jedis y la práctica aniquilación de todos sus adversarios, el Supremo Canciller Palpatine proclama el advenimiento del Imperio Galáctico, un nuevo régimen de Gobierno que acaba con todos los valores que la Antigua República había consolidado. Autoinvestido de poderes ejecutivos absolutos, el nuevo Emperador convierte al Senado en un organismo únicamente consultivo y sustituye la elección democrática de los representantes por Gobernadores militares. Sus peones administrarán, con autoridad y represión, los sistemas que van cayendo ante el poderío militar que el imparable ejército de clones es capaz de imponer allí donde se despliega.

Gran parte de los altos representantes aplauden las reformas del Emperador puesto que la nueva fórmula de Gobierno pone fin a la corrupción que se había enquistado en el seno de la milenaria República. Y el que no está de acuerdo poco más puede hacer. El miedo a la represalia hace el resto. Se apodera de la galaxia un discurso único y uniformizador. La libertad y la Democracia desaparecen bajo el poderoso régimen de Palpatine.

Pero muy pronto la gente se va dando cuenta que la nueva política se basa en la tiranía extrema, la brutalidad, y el odio hacia las especies alienígenas, a quienes se tiende a condenar al encarcelamiento y esclavitud. Los programas sociales desaparecen y esos fondos pasan a destinarse a la financiación del gasto militar. Todo avanza muy rápido y cuando los opositores quieren darse cuenta ya es tarde. El Emperador Palpatine ha convertido el miedo en su mejor arma y, siempre en beneficio de la “estabilidad”, continúa la expansión militar y la conquista y saqueo de todos aquellos sistemas que le hacen frente. 

Sin oposición alguna y apoyado por su discípulo sith Darth Vader, Palpatine da la orden de iniciar la construcción del arma definitiva del Universo: una estación espacial con una capacidad destructiva nunca antes conocida.

Con una Armada en expansión, el Emperador delega su control a los comandantes militares. El primero de ellos es Willhuff Tarkin, quien se convertirá en el número 2 de su régimen ya que prefiere a Vader como azote eliminador de los Jedi que escaparon a la purga.
La maquinaria militar no tiene precedentes en la historia de la galaxia. Las naves de asalto Republicanas, utilizadas durante las Guerras Clon, ceden el paso a colosales destructores equipados con una capacidad de fuego inmensa. 

La Academia de la República era el lugar donde se formaba a estudiantes en el servicio mercantil y de exploración. Palpatine la convierte en la Academia Naval Imperial, donde se instruye a los futuros oficiales del ejército en base al adoctrinamiento y a la propaganda. Los oficiales aprenderán a considerar a todos los seres alienígenas, no humanos, como a inferiores. Mientras son preparados para regir, dominar y conquistar, los estudiantes acaban siendo el producto de una filosofía elitista que busca la implantación práctica de un régimen autoritario y dictatorial que, con el tiempo, sembrará la semilla de la rebelión en miles de mundos.

Los oficiales que vayan saliendo de la Academia Imperial formarán una gran casta de líderes militares, al mando de poderosas naves y de ingentes tropas de soldados clon. Los que no se alistan voluntariamente son borrados del mapa o quedan reclutados en los regimientos de combate como soldados rasos. Terminan, por tanto, luchando junto a los clones en los sistemas que se rebelan contra la nueva autoridad.

Mientras Palpatine controla el poder político desde Coruscant, sus huestes crecen cada vez más. Pero su ideal de uniformidad y vasallaje acabará hallando contestación aunque para ello será necesario que pase cierto tiempo.

Star Wars. Manual de Supervivencia es un proyecto de LASDAOALPLAY? y El Cine de Hollywood.

Ecos de Rodolfo Valentino en Falcon's Lair

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Benedict Canyon es un enclave de Beverly Hills que está asociado a un hecho cruel y salvaje: el brutal asesinato de Sharon Tate y cuatro de sus amigos a manos del grupo liderado por Charles Manson. Pero hoy nos dedicamos a otra localización cercana vinculada a dos ilustres propietarios. Se trata de la mansión llamada Falcon's Lair.

En 1924, el arquitecto Wallace Neff, uno de los nombres más reconocibles del Spanish Colonial Revival tan característico del área de Los Angeles, dirigió la construcción de una mansión entorno a una propiedad de cuatro acres. Un año después, la mayor estrella cinematográfica del momento y el primer sex-symbol de la historia del séptimo arte, Rodolfo Valentino, pagó una enorme suma de dinero (175.000 dólares de la época) por hacerse con la finca a la que bautizó con el nombre de Falcon Lair ("el nido del halcón"). Poco después de la compra, se divorció de su segunda esposa, Natacha Rambova, y fue conocido por organizar numerosas fiestas que iluminaron las noches en las montañas de Santa Monica. Pero la diversión no se alargó demasiado porque Valentino murió prematuramente a causa de complicaciones por una peritonitis cuando solo contaba 31 años de edad.

Valentino en el salón principal de Falcon Lair (1925).

Tras su muerte, la finca fue subastada para cubrir las enormes deudas contraídas por el actor italiano y fueron varios los propietarios de la villa hasta que fue adquirida por la multimillonaria Doris Duke en 1951. Duke añadió el genitivo sajón al nombre de la mansión y convirtió Falcon's Lair en su residencia fija cuando visitaba Los Angeles para alternar con músicos de jazz y actores de Hollywood. La acaudalada y eterna soltera mantuvo la propiedad hasta el final y murió en la mansión principal el 28 de octubre de 1993. Sus últimos años fueron algo sombríos puesto que su mayordomo, el arribista Bernard Lafferty, parece ser que disponía de poderes legales de administración conferidos por Duke. Eso provocó que el modesto empleado se convirtiera en administrador y costó varios años expulsarle de ese lugar de privilegio. Esta compleja relación entre ambos se ha explorado en dos interesantes propuestas televisivas: la miniserie "Too Rich" (1999), protagonizada por Lauren Bacall y Richard Chamberlain, y el telefilm de la HBO"Bernard and Doris" (2006) donde los papeles corresponden a Susan Sarandon y Ralph Fiennes.

La Fundación Duke acabó vendiendo la finca en 1998 pero, desde entonces, la idílica hacienda no ha tenido suerte. Se intentó un proyecto de renovación y restauración que rápidamente se quedó sin fondos y en 2006 la mansión principal del complejo tuvo que ser demolida. El tour por el llamado "Haunted Hollywood" que realiza la agencia Starline hace parada en los alrededores de Falcon's Lair y desde el minibus descubierto podemos ver la entrada y el lateral de la casa que habitaban los guardianes de la casa.

La propiedad, de 440 metros cuadrados, está a la venta por el módico precio de 8 millones de dólares. Hasta el momento, no ha habido nuevos dueños. Google Street View nos la muestra así:


Star Wars. Organizaciones: Ejército Imperial. Por Fran Marí

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Toda saga de películas, series o incluso libros, cuando su número de seguidores es considerable, genera de forma automática unos símbolos, algo con lo que sus fans se identifican y le pueden decir a los demás “me gusta esto”. En el caso de Star Wars que, con permiso de Star Trek. The Original Series, fue el que inventó las manadas de fans a gran escala, hay tres elementos que se han convertido, con el tiempo, en símbolos de su poder “fanboyero”. Estos son los sables láser, el casco o la imagen de Darth Vader y, como, los archiconocidos soldados de blanca armadura conocidos como Stormtroopers o tropas de asalto.

Aunque en época imperial estos soldados eran, en parte, reclutados, en gran parte tenían un origen un tanto más exótico, eran clones. En estos tiempos había diversos sujetos originales cuyo ADN servía para hacer más y más unidades para nutrir el Ejército Imperial, pero el que vendió sus genes por primera vez fue Jango Fett, padre del cazarrecompensas Boba Fett. El imperio heredó diversas cosas de la República Galáctica, entre ellas, su ejército clon, cuyas unidades eran clones modificados de Jango, con el objetivo que fueran más dóciles y más fáciles de dirigir en combate. En época republicana, el Ejército Clon fue creado por los kaminoanos siguiendo las órdenes del Conde Dooku, aunque este se hizo pasar por su amigo, el maestro jedi Sifo-Dyas, y de esta forma dotar de fuerza militar a una república carente de ella. Durante los últimos años de las Guerras Clon -concretamente desde la batalla de Geonosis, fueron los garantes de la supuesta libertad que defendía el Canciller Palpatine, frente a la opresión de los Separatistes y su Ejército Droide.

Tanto antes como después del ascenso de Palpantine al trono imperial de la Galaxia, este ejército estaba compuesto por muchos más cuerpos además de las características tropas de asalto. Al principio, los kaminoanos creían que los caballeros jedis no bastaban para formar fuerzas de élite y comandantes de campo para millones de soldados, por lo que dotaron a ciertos clones con programación y formación adicional para que actuaran como fuerzas especiales o como eslabones en la cadena de mando entre los jedis y los soldados rasos. Debido a ello se parecían más a Jango Fett, mostrando iniciativa y capacidad de liderazgo. Además también existían los pilotos de naves de combate o de vehículos AT, los comandos, etcétera, etcétera.

Ya en época imperial, los grados intermedios fueron ocupados por oficiales adiestrados en academias militares del Imperio, pero los soldados siguieron especializándose según las necesidades, así veremos tropas de invasión de planetas nevados como Hoth, soldados de reconocimiento como los que se encuentran en la luna de Endor, pilotos de cazas TIE, y, por ejemplo, de unidades de AT-ST o AT-AT. Pero, a grandes rasgos, todas ellas no son más que variaciones y especializaciones de su unidad más grande e importante, los stormtroopers, que son la columna vertebral tanto del Ejército Clon como del Ejército Imperial.

A parte de su conocida armadura, lo que caracteriza a estas tropas de combate es su imposibilidad de acertar con sus blasters a los protagonistas de la saga. Esto, conocido como el Efecto Stormtrooper, se debe a que, a pesar de su aplastante superioridad numérica, su preparación militar y su probada efectividad en el combate contra personajes muy secundarios, son incapaces de herir seriamente o incluso alcanzar a los protagonistas principales. A la vez, los stormtroopers son altamente vulnerables y caen aparatentemente muertos o incapacitados tras recibir un único disparo en el abdomen o en el hombro, a pesar de estar protegidos por una sólida armadura, lo cual es aún más evidente cuando sus oponentes son los protagonistas.

Sea por su “eficacia militar”, sea por su curioso origen, o sea por su característica armadura, las tropas de asalto de Star Wars se han convertido, en su conjunto, en un elemento básico del universo creado por George Lucas.

Star Wars. Manual de Supervivencia es un proyecto de LASDAOALPLAY? y El Cine de Hollywood.

Spielberg on Spielberg: los inicios en Universal Pictures

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Steven Spielberg desarrolló su pasión por el cine desde la infancia. La primera película que vio en la gran pantalla fue El Mayor Espectáculo del Mundo (The Greatest Show on Earth, 1952) y el film de Cecil B. De Mille encandiló a un niño de cinco años que había acudido a un cine de Cincinatti, acompañado por su padre, para pasar la tarde. Nada volvió a ser igual para él a partir de ese momento.

A los doce años se apropió de la cámara Kodak 8mm de su padre y empezó a filmar compulsivamente atreviéndose a crear pequeñas películas. Pero el adolescente Steven era el hijo de una familia en constante movimiento. Su padre era un veterano de la Segunda Guerra Mundial que trabajaba como ingeniero electrónico y sus servicios eran reclamados por empresas de todo el país. Le tocó ser el eterno "nuevo de la clase" y abandonar a los amigos cuando los lazos empezaban a estrecharse. Todo ello se vio incrementado con el divorcio de sus padres y el antisemitismo que pudo percibir en más de uno de los lugares en que vivió. Todo ello favoreció que la pasión por el cine creciera con más fuerza en su interior porque solo grabando e imaginando historias, más allá de su propia realidad, podía sentirse feliz. Con una cámara tenía el control total y podía sentirse importante. La soledad no era entonces un problema porque la actividad de filmar y montar le llenaba mucho más que cualquier otra cosa. A falta de amigos, eran sus hermanas las que en muchas ocasiones se convertían en las improvisadas actrices de sus proyectos.

"Estaba fascinado con el control que me ofrecían las películas a la hora de crear secuencias de eventos (un accidente creado con dos trenes de juguete que podía repetir y después ver una y otra vez). Creo que fue el hecho de darme cuenta de que podía cambiar la forma en que percibía la vida a través de otro medio. Y de paso ver si lo que yo hacía tenía algún efecto en alguien más aparte de mí."
"Creo que todos los niños viven el cine. Cuando los padres les compran un regalo de cumpleaños, como pequeños personajes o soldaditos, y el niño se tumba boca abajo sobre la alfombra , sujeta la figurita y la levanta a la altura de sus ojos, de forma muy realista, y apunta al soldado y estira el otro soldado a la altura y longitud del brazo y empieza bang, bang, bang!!!: ese es el principio de la cinematografía. Todos empezamos como cineastas. Supongo que yo nunca dejé de jugar así."

Afincados con su madre en Los Angeles, el joven Steven tenía la industria del cine a tiro y no iba a dejar pasar esa oportunidad. Durante un verano en que pasaba las vacaciones junto a unos familiares en Canoga Park, Spielberg fue a visitar los estudios Universal. Tenía dieciocho años y estaba a punto de cumplir el sueño de palpar cine de verdad. Durante el descanso de mediodía del tour guiado por el estudio, se escondió en uno de los decorados. Media hora después de que el autobús se hubiera marchado, empezó a pasear por el backlot a sus anchas. 
"Estuve en el plató de los estudios Universal. No tenía ni idea de cómo iba a regresar a casa pero me pasé toda la tarde entrando y saliendo de las diferentes salas de montaje. Hice mi propio recorrido y me lo pasé en grande."
Cuando empezaba a anochecer y había que irse, Steven no tenía ni idea de como volver a Canoga Park. Tuvo la suerte de coincidir con el director de la biblioteca del estudio, Chuck Silvers, y éste tras conocer su historia le indicó cómo volver además de expedirle un pase de tres días. Pasados los tres días, Spielberg no quería dejar de venir y siguió entrando al aprovechar el hecho que cada día entraban proveedores a las instalaciones y el trasiego era constante. Así fue como se le vio en los estudios Universal durante todo el verano. La gente asumió que ese chico trabajaba para el estudio aunque nunca nadie preguntó en qué. Durante ese verano y el siguiente, Spielberg aprendió el funcionamiento de los departamentos básicos de la major. Se familiarizó con la jerga y aprendió como funcionaba el negocio del cine desde la base. El afecto que le unió a Universal se ha mantenido a lo largo de toda su carrera porque aunque ha trabajado para todas las majors, el estudio fundado por Carl Laemmle ocupa un lugar especial en su corazón. Prueba de ello es que las oficinas de Amblin Entertainment y DreamWorks siempre han estando allí. En esa época también visitó las localizaciones de algunas de las películas del estudio. Está documentada su presencia en el set de rodaje de El Señor de la Guerra (The War Lord, 1965), una magnífica película situada en la Alta Edad Media que estaba dirigida por Franklin J. Schaffner y protagonizada por Charlton Heston.

Sin embargo, esa fascinación por el oficio del cine no encontraba correspondencia en las aulas. No pudo entrar en las facultades de cine de la USC y la UCLA y el Long Beach's California State College no le aportaba las titulaciones que le interesaban. A pesar de ello, consiguió financiación para hacer una media docena de cortos durante su tiempo libre. Rodó Encounters, sobre un asesino a sueldo que no tiene pistola y que debe arreglárselas en su oficio con una navaja. Slipstream, donde tuvo a Tony Bill como protagonista, era la crónica de una persecución en bicicleta. Pero se quedó sin dinero antes de finalizarla. En Universal le seguían queriendo como "chico para todo" pero necesitaba estudiar para mantener la prórroga que impedía su reclutamiento militar. En sus palabras decidió hacer "una inversión en su vida".

Organizó su horario en la facultad para que todas las clases fueran lunes y martes. De esta manera, podría presentarse a su inexistente trabajo en Universal el resto de los días. La idea seguía siendo la de hacer un cortometraje que pudiera llamar la atención de algún ejecutivo del estudio y eso, hasta el momento, no era posible porque sus trabajos eran demasiado extraños y rocambolescos. Debía hacer algo que tuviera un espectro más amplio. Se puso a escribir compulsivamente y desarrolló una sinopsis de cinco páginas cuyo título era Amblin. Explicaba la historia del romance entre dos jóvenes en el desierto de Mojave. Le mostró la idea a Dennis Hoffman, propietario de la empresa de efectos especiales Cineflex. Hoffman quería convertirse en productor y decidió apostar por Amblin poniendo diez mil dólares, un dinero más que suficiente para la realización de un cortometraje de 26 minutos que no incluía diálogos. Según Spielberg, el resultado final parecía más bien un anuncio de refrescos pero el cuidado con el que estuvo realizado traslucía un cuerpo de calidad. Hoffman envió la película a varios festivales cosechando algunos premios. Y después la vendió a Paramount que la programó como antesala en los cines donde se proyectaba Love Story (1970).


Spielberg empezó a trabajar como guía del estudio mientras seguía trabando amistad con ejecutivos como el jefe de producción del momento, Jennings Lang. Pero la mejor oportunidad le llegó cuando Chuck Silvers, su primer mentor, le enseñó Amblin a Sid Sheinberg que, en aquel momento, era el máximo responsable de la división televisiva de Universal. Al día siguiente, Steven fue citado al despacho de Sheinberg y éste le ofreció un contrato por siete años. Fue algo rápido y directo y le dijo lo siguiente: "si vienes a trabajar a Universal, te puedo garantizar una cosa: te apoyaré en el éxito pero también en el fracaso." El ejecutivo quiso asegurarse los servicios de Spielberg al ver el talento acreditado en Amblin y estaba convencido de que ya habría recibido ofertas de otros estudios, algo que no había sucedido. Pero esa frase nunca la ha olvidado Spielberg puesto que significó el inicio de una carrera imparable.

Su primer encargo fue rodar el episodio piloto de Night Gallery, una serie de género fantástico creada por Rod Serling (The Twilight Zone). La gran Joan Crawford era la protagonista del episodio interpretando el papel de una mujer ciega que compra los ojos de un pobre para poder ver Nueva York antes de que caiga completamente la noche. Pero en lugar de ver eso, contempla un gran apagón en la ciudad y el caos consiguiente. Imaginaos a un director debutante e inexperto, en un proyecto muy ambicioso que contaba con un equipo de más setenta personas que incluían a técnicos y creativos de gran trayectoria. Cuando estos veteranos vieron llegar al director, la reacción entre ellos fue de consternación.

"Cuando me presenté con mi acné, mi pelo largo y el visor pretenciosamente colgado del cuello, como si fuera una especie de talismán que me protegería de todo lo malo, me miraron una vez y dijeron: más vale que este chaval demuestre lo que vale enseguida o ya se está marchando."
"Recuerdo que el equipo de rodaje me recibió con gran hostilidad, casi como si yo supusiese una amenaza a su seguridad. La tropa del equipo me lanzaba puñales, trabajaba con la mayor lentitud que podía, no para que la despidiesen, sino para que me sacasen de la serie. Acabé mi primer trabajo profesional con cuatro días de retraso. Como era de esperar, el productor, William Sackheim, me gritaba y John Badham, productor asociado, me decía: ¿no puedes adelantar un poco?."
"Fue brutal, un verdadero bautismo de fuego. La semana entera fue un infierno."

El programa se estrenó en la NBC y tuvo suficiente audiencia para permitir la realización de la serie. A pesar de ello, Spielberg seguía siendo conocido en el estudio como "el capricho de Sheinberg". Eso provocó que, durante un año, solo le llegara la opción de dirigir un capítulo en la serie Marcus Welby. Ante esta situación de cierto ostracismo, Steven le pidio a Sheinberg una excedencia que aprovechó para empezar a trabajar en nuevos guiones. Una de esas ideas fue la base de Loca Evasión (The Sugarland Express) que acabaría siendo su primera película para el cine. Cuando pasó su argumento a los guionistas Hal Barwood y Matthew Robbins, éstos le presentaron a un grupo de jóvenes profesionales que trataban de renovar el lenguaje cinematográfico desde la base. Eran Brian De Palma, George Lucas, Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, y John Milius, entre otros. El intercambio creativo entre ellos era constante y Spielberg fue inmediatamente incorporado a sus tertulias configurando la que se ha considerado como una de las mejores generaciones de la historia del cine.

A finales de 1970, Steven regresó a Universal para dirigir varios episodios en proyectos televisivos. De todos esos encargos, uno fue el más destacado. Se trataba de realizar el primer capítulo de Colombo (Columbo), la serie que se acabaría convirtiendo en un clásico de la pequeña pantalla que aupó al éxito a su protagonista, Peter Falk. El capitulo, titulado Murder by the Book, había sido escrito por Steven Bochco y sentó las bases de un show que se mantuvo en antena durante varias décadas.


Spielberg, con 24 años, mantenía su ilusión de llegar a la dirección cinematográfica. El escepticismo inicial en el estudio se estaba transformando en un progresivo reconocimiento a su labor. Los ejecutivos sabían que tenían a un diamante en bruto en Universal Pictures y no dudaban en su aprovechamiento aunque nadie podía preveer la enorme repercusión que obtendría en sus proyectos de futuro. Continuará... 

Padre de familia: Star Wars (Fox, 2007, 2009, 2010). Por Fran Marí

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Cuando la familia Griffin está disfrutando de un agradable y tedioso partido de golf, se va la luz de todo el vecindario. Ante tal frustración, y después de pasar por alto la horrible idea de leer a la luz de las velas propuesta por Brian, Peter decide contarles una historia…

“Una historia sobre amor y pérdida, sobre padres e hijos, y sobre lo de mantener los derechos internacionales del merchandising. La historia de… La Guerra de las Galaxias. ¡Empecemos con la cuarta parte!”

Y a partir de aquí se inicia un sinfín de bromas, parodias y chistes al más puro estilo Padre de familia, adaptando casi al milímetro la historia creada por George Lucas. Así, por ejemplo, veremos a Stewie haciendo chistes tan malos como “No he llegado al Darth Water”, “Me he hiper-cagado encima” o “Mi pañal se ha pasado al lado oscuro”; a Peter y a Brian cargando un viejo sofá que han encontrado en el compactador de basura de la Estrella de la Muerte mientras huyen de los soldados imperiales; o los sarcásticos y cínicos títulos flotantes introductorios de cada capítulo.

Como no podía ser de otra forma, el equipo de Padre de familia recurrió a sus personajes principales para que interpretaran los papeles del Universo Star Wars, Peter se convierte en Han Solo, Brian en Chewbacca, Lois en Leia, Chris en Luke, Quagmire en C-3PO, Cleveland en R2-D2 y Stewie en Darth Vader. Además de estos, por los tres episodios desfila todo el reparto de Padre de familia dando lugar a interpretaciones tan rocambolescas como el farmacéutico Mort en el papel de Lando Calrissian, el viejo Herbert como Obi-Wan Kenobi, el afeminado Bruce como Greedo y el pollo gigante como Boba Fett.

Pero es que el humor absurdo pero al mismo tiempo con gancho de Padre de familia, no reside solo en los gags y en los personajes, sino en todo el producto final. Así, por ejemplo, los títulos de cada uno de estas capítulos largos o películas cortas que Padre de familia dedica a La Guerra de las Galaxias, no son el mismo que en el original, sino que toma algún elemento gracioso del original. La historia de Una nueva esperanza toma el título provisional que tuvo El retorno del Jedi, “Blue Harvest”, mientras que El imperio contraataca se convierte en “Bla, bla, bla, lado oscuro”, una broma acerca la insistencia sobre el lado luminoso y el lado oscuro de la Fuerza, y El retorno del Jedi coge una de las frases más míticas del Almirante Akbar y de la saga, “¡Es una trampa!”, y la convierte en el título del episodio.

Cuando uno está viendo cualquiera de los tres episodios, lo primero que piensa es ¿cómo narices logró el equipo de Padre de familia que George Lucas diera permiso para hacer estas parodia? Pues la respuesta a esta pregunta la dan creadores de Padre de familia en el episodio especial de Padre de Familia“200 episodios después”. En palabras del propio Seth MacFarlane:

“Habíamos hecho unas cuantas escenas de La Guerra de las Galaxias, y, como ya eran tantas, los abogados de Fox nos dijeron que, si íbamos a seguir haciéndolas, teníamos que pedir autorización a LucasFilm, porque sino fijo que nos demandaban. Creímos que eso sería el final, que no podríamos hacer más parodias, pero los de LucasFilm nos sorprendieron diciendo que adelante, que les gustaba.”

Y lo que un principio fue una simple idea se convirtió en una parodia sobre La Guerra de las Galaxias de casi una hora escrita por Alec Sulkin, y de una parodia rápidamente se pasó a tres, versionando Una nueva esperanza, El imperio contraataca y El retorno del Jedi. Y la verdad es que el trabajo de guión y adaptación es brillante y, para envidia de los demás, Sulkin disfruto como un niño haciéndolo:

“Desde crío he sido un gran fan de La Guerra de las Galaxias, como muchos de nosotros. Yo lo pasé genial trabajando en eso, me sabía de memoria todos los diálogos de las películas y fue fantástico poder sacarle punta a todo, y contar los chistes que siempre se me habían ocurrido.”

Además, LucasFilm no se quedó con los brazos cruzados esperando a que Padre de familia hiciera una, para no decir la mejor, parodia que se ha hecho de Star Wars, al contrario, ofrecieron todo tipo de facilidades, como explica MacFarlane:

“Pudimos utilizar la música de John Williams, que es fantástica. Nos dieron las herramientas para hacerlo bien, y fue porque confiaban en nosotros, sabían que éramos fans y que no íbamos a destruir su propiedad.”

El resultado final fue una desternillante versión de la trilogía original, y una nueva forma de alargar el infinito éxito del universo creado por George Lucas a finales de los setenta.

La loca historia de las galaxias (Mel Brooks, 1987). Por Fran Marí

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Diez años después del estreno de Star Wars. Episodio IV: Una nueva esperanza, Mel Brooks estrenó su parodia correspondiente, La loca historia de las galaxias. A pesar de no mostrar piedad en la parodia, que no evita señalar los puntos débiles de la saga de George Lucas, se le criticó por esperarse diez año después del estreno, a lo que Brooks se justificó diciendo que quería esperar a que la trilogía se terminará para poder parodiarla mejor.

Lone Starr (una mezcla entre Han Solo y Luke Skywalker en inútil interpretada por Bill Pullman) y su ayudante Vómito (una criatura mitad humana mitad perro, que no es otro que la parodia de John Candy de Chewbacca) son amenazados por Pizza el Hutt (un monstruo hecho de pizza con mucho parecido con Jabba) de que si no le pagan lo que le deben los convertirá en picadillo, por lo que no pueden negarse a aceptar el cargon del Rey Roland del planeta Druidia (interpretado por Dick Van Patten) de salvar a su hija, la princesa Vespa (Daphne Zuniga) de las manos de los temibles Spaceballs liderados por el Presidente Skroob (el propio Mel Brooks), Casco Oscuro (interpretado por Rick Moranis en la versión más patética de Darth Vader) y Coronel Sandurz (George Wyner), cuyo objetivo es robar el aire del planeta Druidia para trasladarlo al suyo, que se está quedando sin aire y deben respirar con gas embotellado de la marca Perr-air. Pero para salvar a la joven y bella princesa Lone Starr y Vómito no estarán solos, sino que contarán con la ayuda de Yogur (de nuevo Mel Brooks en al versión más pasada de vueltas de Yoda) un ser que controla el poder de la suerte, además del merchandising de la película -de donde realmente provienen los auténticos beneficios de la película-, que les enseñará como derrotar a los temibles Spaceballs.

Para la ocasión, Mel Brooks cambió el concepto básico del Universo Star Wars, la fuerza, por algo más ambiguo, la “Schwartz”, que en nuestro país se tradujo como la suerte, haciendo que el lema de la película fuese “Que la suerte te acompañe”, algo que, inevitablemente, nos lleva a pensar en la lotería, el calvo y los niños de San Ildefonso. Otro de los elementos que será modificado o, en este caso, pulverizado, será la hipervelocidad, que en este caso se ve claramente superada por la velocidad absurda, una velocidad tan elevada que el rastro que dejan las naves que viajan en ella es el estampado de una manta de cuadros, de esas que se llevan en el maletero del coche.

Además de los habituales gags y situaciones absurdas a los que nos tiene acostumbrados Mel Brooks -como las innumerables ocasiones que se dirigen al espectador o hablan sobre la propia película-, La loca historia de las galaxias esta repleta de referencias a un gran número de películas de ciencia ficción además de a Star Wars. Se hace más de una referencia al universo Star Trek, por ejemplo, el responsable de los transportes en la nave Spaceball One se llama Snotty y es evidentemente escocés, en una clara referencia a Scotty, personaje de la serie original de Star Trek, o cuando el personaje de Lone Starr intenta utilizar el clásico pellizco en la nuca al estilo vulcano utilizado por Spock en numerosas ocasiones. Del mismo modo, al final del film los tres villanos principales acaban en El Planeta de los Simios. Además de los ya mencionados, también se parodia a los Transformers, El Mago de Oz, El puente sobre el río Kwai y Rambo. Pero el auténtico gag sorpresa de esta película es la aparición de John Hurt que repite la escena más conocida de Alien y, mientras la criatura atraviesa su vientre, tan solo puede decir: “¡Oh no! ¡Otra vez no!”.

Puede que La loca historia de las galaxias no sea ni la mejor parodia que se ha hecho de Star Wars, ni la mejor película realizada por Mel Brooks -claramente superada por Sillas de montar calientes, El jovencito Frankenstein o Las locas, locas aventuras de Robin Hood-, pero con el tiempo se ha convertido en la parodia más mítica y al mismo tiempo con más momentos épicos de la comedia de ciencia ficción.

Una lapidaria:
Casco Oscuro: Antes de morir hay algo que deberías saber sobre nosotros, Lone Starr.
Lone Starr: ¿Qué?
Casco Oscuro: Yo soy el ex-compañero de habitación del primo del sobrino del hermano de tu padre.
Lone Starr: ¿O sea que tú y yo somos…?
Casco Oscuro: Absolutamente.. ¡Nada!

The Walking Dead: Grady Memorial (SPOILERS)

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Apoteósico y ansiado final el de esta primera parte de la 5ª temporada de The Walking Dead. La muerte de uno de sus personajes fijos y la puerta que nos abren de cara a los próximos capítulos con los interrogantes planteados a través de sus historias sin finalizar, no son sino ejemplos de cómo el grupo está evolucionando a marchas forzadas obligados por las circunstancias en las que viven.

La muerte de Beth (Emily Kinney) cuando ya casi dábamos por acabado el último episodio pone de manifiesto la capacidad de los creadores de la serie para mantener en vilo al espectador al dar giros de tuerca cuando menos se los espera. Sigo pensando que es una técnica fantástica porque, de este modo, todos nos mantenemos atentos a la serie, tanto los que seguimos el cómic como aquellos para quien la serie es su primer referente. Nadie sabe nada aunque crea que tiene la trama más o menos controlada.


Esta primera parte, que volverá a reiniciarse dentro de pocos meses, no ha hecho sino seguir con el devenir natural que se podía esperar del grupo liderado por Rick Grimes (Andrew Lincoln). Sus integrantes han evolucionado y nos han ido enseñando, episodio a episodio, que las circunstancias extremas con las que tienen que convivir en el nuevo mundo que se ha formado después de la hecatombe, les ha hecho convertirse en un reflejo de lo que se encuentran diariamente. Carol (Melissa McBride) ha cambiado, Carl (Chandler Riggs) ha cambiado, Daryl (Norman Reedus) ha cambiado y Rick es cada vez más extremo en las decisiones que toma.
Aunque haya quien pensará que siempre es más de lo mismo pero en distintas escenas y en distintos estadios de tiempo creo que, precisamente, es necesario el “convivir” con ellos desde fuera de la pantalla para llegar a hacernos una idea de a lo que se enfrentan. Estos episodios son la antesala de más pérdidas humanas, de más decisiones tanto correctas como incorrectas que provocarán que la suerte de todos se decante más hacia un lado o hacia el otro. Sus autores lo saben y utilizan estos episodios donde parece que no sucede nada relevante para ir acomodándonos y preparándonos para cuando llegue el suceso en el que culminen tantos pasos previos. También quieren que les cojamos cariño, que nos identifiquemos, para que cuando llegue la desaparición de alguno de ellos nos haga querer continuar con la serie para saber qué les sucederá a los demás.

Sin embargo, creo que se trata de la temporada que más se ha alejado de la historia paralela del cómic. Los sucesos se desarrollan de manera muy diferente y otorgados a otros personajes, como sucede con la muerte de Bob, Dale en el cómic. Pero es normal; para los lectores de su formato en papel, siguen habiendo sorpresas que hacen que quieran continuar viendo la serie y, para los demás, los capítulos no dejan de sucederse uno tras otro con la incógnita siempre acompañándolos. La muerte de Beth nos ha sorprendido a todos ya que, sin existir su personaje en el cómic, su bondad y dulzura ocupó un lugar en el grupo de momento irremplazable. Bob no es el destinado a ser comido en el formato de papel, sino que es Dale (muerto en la serie hace tiempo ya) el que se lleva esa mala suerte. Michonne (Danai Gurira) casi no ha tenido protagonismo pero ya le llegará, lo ha cedido temporalmente para dar paso a otros personajes, necesarios para continuar con la historia, como Abraham (Michael Cudlitz), Rosita (Christian Serratos) y Eugene (Josh McDermitt). Sobre este último, tampoco se descubre que es un farsante de la misma manera: en el cómic es Rick quien, de manera accidental, se da cuenta que no es el científico que dice ser.

Hay que dar la oportunidad de que todos los protagonistas de la serie puedan explicarnos quiénes son para que, en su conjunto, el grupo tenga el sentido de unidad y de supervivencia que nos quieren transmitir sus creadores en todo momento.
El grupo aún tiene mucho por decir, sus personajes no están estancados sino todo lo contrario; cada vez que cambian de lugar, conocen nueva gente y estas personas con las que se van encontrando serán las que acaben de definir la trayectoria personal de cada uno de ellos. Muchos de ellos morirán, algunos sin que nos lo esperemos (si siguen un poco el devenir del cómic) pero se necesita primero confraternizar con cada uno de los protagonistas para que la muerte del personaje no haya sido en balde y dé un sentido a todo el devenir de esta historia apocalíptica.


Otras novedades que aporta en exclusiva la serie son las concernientes a Terminusy el Grady Memorial, donde muere BethEn la primera, vemos cómo unas personas que en un principio se esconden en las instalaciones de lo que parecen ser unas fábricas se convierten en caníbales que, bajo la falsa ayuda que ofrecen a los supervivientes que queden por los alrededores, atraen a aquellas personas que se han quedado solas y no tienen a quién acudir para matarlas como si fuera ganado y comérselas. Las escenas que centran esta trama en la serie, sin ser rápidas en cuanto a hechos ni movimientos, sí que son intensas y desgarradoras ya que demuestran, una vez más, que el enemigo que existe ahí fuera no es solo el muerto sino también el vivo. Esta historia de Terminus tampoco existe en el cómic ya que el grupo que se quiere comer a Dale (Bob en la serie) simplemente aparece en las páginas sin historia previa que explique por qué comen a otros seres vivos. Encuentro que han sabido aprovechar muy bien esta historia, otorgándole el sentido necesario para que, una vez más, vayamos entendiendo a qué llegan a ser obligadas las personas en caso de extrema supervivencia.
En la segunda, el Grady Memorial es un hospital dominado por otro grupo fuerte, policial en este caso. Antiguos agentes de la ley en Atlanta, toman bajo su control una de sus plantas para llevar a cabo lo que ellos creen que debería ser un estado policial acorde a las leyes: recibes para dar a cambio. Lo que no cuentan a los recién llegados es que se permite la violación sistemática de mujeres, el asesinato por encubrimiento de fallos o por obtener el control del poder y el servilismo a cambio de protección y de seguridad. Cuando Beth llega, todas estas normas ya están dictadas desde hace tiempo pero ello no impide que se dé cuenta de que hay unas fisuras que, más tarde o más temprano, provocarán el derrumbe de este mini estado policial. Capitaneado por la policía Dawn (Christine Woods), el lugar invita a irse más que a quedarse pero los que están en él no se saben valer por sí mismos fuera. Eso hace que se queden aun sabiendo que la vida en él también es un infierno pero de otro tipo. Esta indefensión de la gente es bien aprovechada por el equipo de Dawn, ya que sacan partido de ellos bajo la siempre “segura protección” que les brinda el hospital. Pero como todo estado policial, acaba cayendo y se lleva por delante a la hermana de Maggie (Lauren Cohan) en el último e intenso episodio. El hospital tampoco existe en el cómic pero, en esta temporada, los autores están girando poco a poco hacia una nueva forma de supervivencia del grupo: el de la batalla cara a cara de un grupo contra otro.


La parte de supervivencia individual ya ha quedado más que reflejada en las primeras temporadas de la serie; es hora de dar un nuevo rumbo a la historia pero sin dejar su característica principal: la supervivencia pura y dura. Esta vez, no obstante, tomando como origen el grupo de Rick para ver cómo se relacionan con otros grupos que se han ido formando paralelamente en otros escenarios y con los que se van encontrando durante su peregrinaje incierto. Es decir, hemos evolucionado nosotros como público también y ahora ya estamos preparados para tramas más complejas entre núcleos de personas más extensos.
Como en toda buena serie que se precie, estos episodios de esta primera tanda de la quinta temporada están situándonos, poco a poco, en medio de una trama que acabará por traer más sufrimiento y pérdidas de personajes principales. Episodios que si bien parecen insustanciales al principio, nos hacen dar cuenta de que son imprescindibles para ir tejiendo una buena historia con sentido de fondo, sin fisuras ni hechos absurdos que hagan mella en la trama general.

A veces hay que esperar un poco para obtener una historia de calidad y no quedarnos solo con cierta cantidad de escenas macabras. La impaciencia nunca nos llevará a obtener buenos resultados.
The Walking Dead nos lo está demostrando temporada a temporada: bien hilvanada, consigue crear una historia sólida en su argumento, con buenas interpretaciones y con grandes expectativas de cara al futuro. Y que continúe.

Boyhood: vida de este chico

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La ficción y la realidad siempre están jugueteando. Se trata de un idilio eterno que puede generar piezas de gran calidad artística en el cine. Pero el caso que nos ocupa va incluso más allá de eso al plantearnos la historia de un chico a lo largo de 12 años que transcurren en la realidad.

El autor de esta propuesta tan innovadora es Richard Linklater, uno de los creadores más brillantes y prolíficos de las últimas dos décadas. Un director y guionista cuya capacidad para la innovación visual y narrativa parece no tener fin. Él es el responsable de films tan recordados como Dazed and Confused (1993), Antes del Amanecer (Before Sunrise, 1995), Tape (2001), School of Rock (2003), Antes del Atardecer (Before Sunset, 2004), Fast Food Nation (2006), Me and Orson Welles (2008), y Antes del Anochecer (Before Midnight, 2013).

En esta ocasión, se planteó explicar la historia de un chico desde los 6 años hasta la llegada a la mayoría de edad. Y decidió que iba a hacerlo en tiempo real, rodando cada año pequeñas piezas que acabarían conformando el resultado final de la película. Así pues, asistimos a la evolución de Mason Jr. (Ellar Coltrane). Un niño que, tras el divorcio de sus padres, inicia la educación primaria y experimenta vivencias que la cámara va recogiendo a lo largo de una etapa vital plagada de grandes cambios. El crecimiento / envejecimiento del reparto camina en paralelo al de los personaje en la ficción y el resultado es el mejor valor del film.

Linklater ha combinado, obviamente, el rodaje de este proyecto con otras películas pero siempre ha guardado tiempo para una cinta cuyo título definitivo es Boyhood. El rodaje de este experimento fílmico empezó en Austin (Texas) durante el verano de 2002 y las últimas escenas, con un Ellar Coltrane ya finalizando la adolescencia, tuvieron lugar en octubre de 2013. En total, 39 días de rodaje.

El estudio independiente IFC Films ha financiado esta "locura" del realizador de Austin quien, a su vez, decidió volver a contar con su amigo Ethan Hawke para el rol del padre. El guión se fue escribiendo a lo largo de los años y, en ocasiones, Linklater y Hawke daban los últimos retoques al mismo la noche antes de rodar.


Boyhood es un canto a la vida. Su tono optimista pasa por encima de las vicisitudes que sacuden a la familia y que, en buena parte, derivan de Olivia Evans, la madre coraje que interpreta Patricia Arquette. Por tanto, somos invitados a presenciar el viaje a la interesante rutina de unas personas durante doce años en los que la forja del carácter de Mason Jr. y Samantha (Lorelei Linkater, hija del director) se está produciendo a caballo entre los continuos traslados a los que su madre les somete debido a su atribulado proceso de crecimiento personal e intelectual. El desfile de padrastros también va asociado a ese proceso aunque los niños siempre tendrán cerca a su irresponsable padre biológico (un excelente Ethan Hawke) con el que compartirán momentos de ocio y lecciones de vida.

Esta es una película que trata básicamente sobre la evolución de las personas. Y el cambio físico es solamente una cortina bajo la cual se descubre lo más interesante: el proceso de madurez de un joven al encuentro de su propia identidad.

Esta evolución se ve complementada por los cambios en la música, la tecnología, los video-juegos e incluso la política. Acontecimientos relacionados con la cultura y los estrenos de películas también tienen su momento en el film con lo que Linklater consigue crear un lienzo de emociones, alegrías y decepciones (aunque menos).

El aspecto risueño y desenfadado de esta trama vital nos depara momentos curiosos cuando comprobamos que también los adultos realizan sugestivos viajes. Es el caso de Mason Sr. y su obligado viraje al conservadurismo Republicano. Olivia, por su parte, acabará aposentándose en las aulas como docente y compartirá la vida con dos hombres que surgirán de ellas. La película está plagada de visiones interesantes que contribuyen a dotar al argumento de un atractivo que se mantiene casi hasta el final.

Sin embargo, creo que esta cinta puede padecer el síndrome de lo anecdótico. Ha sido y será elogiada por su apuesta temporal y por mostrarnos episodios de la vida de gente común de una forma atractiva. Pero, con el paso del tiempo, no creo que el film pueda permanecer en el recuerdo más allá de la originalidad de la propuesta. El contenido de la misma, como sucede con la vida, será superado una y otra vez. Es el duro castigo que sufren los pioneros.


El formato de Boyhood hace difícil concluirla y eso se nota en los últimos minutos de la cinta cuando Mason Jr., convertido en una especie de Shaggy modernizado, inicia su periplo en la universidad con la libertad y autonomía que le confiere el alejamiento respecto a una madre que está deseosa de verle volar. En esos últimos momentos, la película ya no tiene nada que añadir; es un simple alargamiento de metraje en una propuesta que ya ha concluido pero que sigue teniendo fotogramas insulsos pendientes de proyectar.

En cualquier caso, debe valorarse Boyhood como una pieza audaz que seguramente condicionará a algunos cineastas jóvenes y que, por consiguiente, será superada por esas nuevas visiones.

La apesadumbrada existencia de un joven en la Louisiana del siglo XVIII

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La vida es un sinsentido para el terrateniente Louis de Pointe du Lac (Brad Pitt) tras la muerte de su esposa e hijo. En la Louisiana francesa de 1791, el joven hacendado no halla consuelo a su desdicha y su errático comportamiento acabará llamando la atención de un cazador nocturno.

"Hacía menos de un año que la había enterrado a ella y al bebé. Hubiera sido feliz de unirme a ellos, no podía soportar el dolor de su pérdida. Deseaba librarme de él... 
Quería perderlo todo... el dinero, la hacienda... y la cordura. Más que nada deseaba la muerte. Ahora lo sé, la buscaba como un alivio para el dolor de vivir. Mi invitación era extensible a cualquiera... desde la puta que estaba a mi lado hasta el chulo que la seguía. Pero fue un vampiro el que aceptó..." 

En sus confesiones privadas ante el reportero Daniel Molloy (Christian Slater) en el San Francisco del siglo XX, Louis trata de exorcizar sus demonios. Revelarlo todo de forma pública puede liberarle de nuevo tras doscientos años de existencia en las tinieblas. Sin embargo, su historia es tan fascinante que no consigue el efecto deseado en Molloy. Louis siempre ha rechazado su condición de vampiro y la inmortalidad asociada pero el fracaso se repite cuando se da cuenta que en la época actual sus palabras generan deslumbramiento y no repudio. La filosofía de su creador, Lestat de Lioncourt (Tom Cruise), se impone.

En 1994 llegó a las pantallas Entrevista con el Vampiro (Interview with the Vampire), adaptación del bestseller escrito por Anne Rice dieciocho años antes. Esa rotunda novela inició la saga The Vampire Chronicles, un conjunto de relatos caracterizados por una contundencia atroz y un tono ineludiblemente adulto. El productor David Geffen se interesó por la historia desde el primer momento y, finalmente, consiguió comprar los derechos de adaptación a Rice tras aceptar la condición de que ella misma se encargara de la escritura del guión. 

Geffen y Warner Brothers dotaron al film de un presupuesto de 60 millones de dólares y esperaban un gran éxito en la taquilla. Tras contratar al irlandés Neil Jordan como director, se pusieron manos a la obra para configurar un reparto de grandes nombres. Rice no compartía esa idea pero no podía impedirlo. Llegó a criticar la elección de Tom Cruise para el papel de Lestat con las siguientes palabras: "Cruise se parece tanto a mi Lestat como Edward G. Robinson a Rhett Butler". Pero esa afirmación precipitada y tendenciosa fue rectificada cuando la propia Rice cambió completamente su opinión al ver la película. Llegó a declarar lo siguiente: "Desde el momento en que apareció en escena, Tom se convirtió en Lestat para mí".

Recordemos también que el papel del entrevistador debía ser para River Phoenix pero éste murió súbitamente cuatro semanas antes de iniciar sus escenas. Christian Slater fue contratado para sustituirle y éste donó todo su sueldo a las ONG's con las que Phoenix colaboraba. 

El film se rodó en Londres, San Francisco y en varias localizaciones de Louisiana. Una de ellas fue Oak Alley Plantation, que en la película representó la mansión de Louis. Esta bella hacienda, reminiscente de la imagen icónica que asociamos con el sur burgués de Estados Unidos, se encuentra adyacente a la ribera sur del Mississippi, dentro del condado de Vacherie, a unos cincuenta kilómetros de Nueva Orleans.

En octubre de 1993 se rodaron escenas en su espléndido paseo de acceso y también frente al río donde el equipo de dirección artística recreó un muelle maderero. Oak Alley había sido construida en 1839 y debe su nombre a los 28 robles que se agrupan a ambos lados del paseo de entrada. Desde 1972, forma parte del patrimonio de Louisiana y está administrada por una fundación cuyo objetivo es dar a conocer su historia a las nuevas generaciones. Además de Entrevista con el Vampiro, Oak Alley también ha acogido el rodaje de Primary Colors (1998) y Abraham Lincoln: Cazador de Vampiros (2012), entre otras. Es importante hacer constar que los interiores de la mansión de Louis fueron rodados en otra hacienda cercana, la Destrehan Plantation (construida en 1787, la más antigua en el sur del Mississippi).






Las películas más taquilleras de 2014

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Todos los analistas de los grandes estudios habían presentado informes en los que advertían a sus jefes que el 2014 sería un año puente entre ejercicios exitosos. Advertían que el global de taquilla en Estados Unidos descendería. Las cifras finales les han dado la razón.

Los títulos presentados este año no han atrapado tanto a los norteamericanos como en los espléndidos ejercicios de 2012 y 2013. Tanto los blockbusters adultos como los infantiles de animación han cosechado cifras algo más discretas de lo habitual y el reflejo global es que el boxoffice estadounidense ha caído un 5,3% respecto a las cifras de 2013. En términos absolutos, la taquilla ha generado 10.347 millones de dólares mientras que en 2013 se llegó casi a la cifra estratosférica de los 11.000 millones.

Se han vendido un 5,2% menos de entradas y quizá el resultado habría sido más bajo de no haber obtenido buenos resultados en la campaña navideña. En ningún caso podemos hablar de cataclismo sino de un movimiento natural de fluctuación que en 2014 ha generado una tendencia descendente.

En Estados Unidos observamos que películas como Guardians of the Galaxy, Lego Movie y Maleficent han sido grandísimos inputs pero The Amazing Spider-Man 2 y The Hunger Games: Mockingjay Part 1 han obtenido resultados inferiores a sus predecesoras. Entrando más a fondo en temas socio-demográficos se ha comprobado que los jóvenes entre 12 y 24 años han visto un 15% menos de películas en las salas de cine. Este dato pone de manifiesto algo que los estudios conocen perfectamente desde hace algún tiempo: la revolución de las nuevas tecnologías está ofreciendo alternativas y nuevas distracciones a los más jóvenes. Eso determina que no acudan tanto a los cines puesto que ya disfrutan de otras experiencias de entretenimiento más cercanas y satisfactorias. Este es el devenir de los tiempos y frente a eso hay que crear nuevos acontecimientos, dentro de las salas, que hagan imprescindible la presencia de los más jóvenes. Las majors están analizando la situación y uno de los temas que tienen sobre la mesa es el caso del teaser trailer de Star Wars: The Force Awakens. Un simple teaser que mostraba más bien poco a lo largo de 88 segundos generó el visionado de 40 millones de usuarios en 72 horas. Por consiguiente, existe un buen diagnóstico de situación aunque también hay que citar algo importante: en 2014 han confluido en cartelera blockbusters menos atractivos que en años anteriores.

Los estudios están convencidos que el 2015 puede marcar un registro histórico. Y no les falta razón cuando se presenta un año con títulos como Avengers: Age of Ultron, Jurassic World, Spectre, Hunger Games: Mockingjay Part 2 y el impulso final que experimentará el box-office con el superestreno de Star Wars: The Force Awakens. Los más optimistas creen que se sobrepasará la cifra de los 11.000 millones de recaudación.

Asimismo, hay que hacer constar que el 2015 ha sido muy bien repartido en cuanto a estrenos importantes a lo largo de todo el año. Además de los títulos ya citados, hay un segundo nivel de películas, con grandes expectativas, que pueden atraer a segmentos diversos de público. En cuanto al cine de animación, la llegada del ambicioso nuevo proyecto de Pixar, Inside Out, y el estreno de Minions pueden generar un verano explosivo en las taquillas.

Este 2014 ha sido especialmente flojo durante el verano. La campaña estival ha sido la peor de los últimos 17 años. Lo que ha permitido arreglar las cifras ha sido la entrada del otoño con títulos que han ofrecido algo diferente (Gone Girl, Big Hero 6) y la campaña de Navidad con grandes números para la última entrega del Hobbit y para el Unbroken de Angelina Jolie (62,5 millones en siete días).

La nueva entrega de Transformers era el título estrella del verano. ¿Qué se puede esperar entonces de un ejercicio en que una saga tan lamentable es la gran esperanza de taquilla?. Detengámonos en este caso un instante. Age of Extinction ha quedado en quinta posición en Estados Unidos, sólo un poco por encima de su brutal presupuesto. Si fuera así poco más podríamos esperar de una franquicia pésima. Pero ¿qué ocurre en el resto del mundo?... Transformers 4 es la líder de taquilla con más de 840 millones de dólares generados. Así pues, el 77% de su rendimiento se obtiene fuera de USA. El éxito se explica por su enorme seguimiento en el continente asiático donde cada estreno de Transformers es un gran acontecimiento (301 millones recaudados en China, 43 en Corea del Sur, 27 en Japón...). Por tanto, gracias a los asiáticos, a Rusia (45 millones) y México (33 millones) tendremos más películas de esta lamentable saga. El mercado es el mercado.



Los 10 films más taquilleros en el global mundial durante 2014:

Transformers: Age of Extinction (Paramount) 1087,4 millones de dólares

Guardians of the Galaxy (Disney) 772,5 m.

Maleficent (Disney) 757,8 m.

X-Men: Days of Future Past (20th Century Fox) 746 m.

Captain America: the Winter Soldier (Disney) 714,1 m.

The Amazing Spider-Man 2 (Sony) 709 m.

Dawn of the Planet of the Apes (20th Century Fox) 708,3 m.

The Hunger Games: Mockingjay - part 1 (Lionsgate) 676,2 m.

Interstellar (Paramount / Warner Brothers) 650,1 m.

The Hobbit: the Battle of the Five Armies (Warner Brothers) 628,8 m.


Los 10 films más taquilleros en Estados Unidos a lo largo de 2014 han sido los siguientes:

Guardians of the Galaxy (Disney) 332,8 millones de dólares

The Hunger Games: Mockingjay - part 1 (Lionsgate) 313,2 m.

Captain America. the Winter Soldier (Disney) 259,7 m.

- The LEGO Movie (Warner Brothers) 257,7 m.

Transformers: Age of Extinction (Paramount) 245,4 m.

Maleficent (Disney) 241,4 m.

X-Men: Days of Future Past (20th Century Fox) 233,9 m.

Dawn of the Planet of the Apes (20th Century Fox) 208,5 m.

- Big Hero 6 (Disney) 204,6 m.

The Amazing Spider-Man 2 (Sony) 202,8 m.


Fuente: Box Office Mojo

Primer trailer de Ant-Man

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"I need you to be the Ant-Man"

Hank Pym










MARVEL STUDIOS presents "ANT-MAN"


PAUL RUDD as Scott Lang   MICHAEL DOUGLAS as Hank Pym

EVANGELINE LILLY  COREY STOLL
BOBBY CANNAVALE  MICHAEL PEÑA  JUDY GREER
TIP HARRIS  DAVID DASTMALCHIAN  JORDI MOLLÀ
MARTIN DONOVAN  WOOD HARRIS  
with JOHN SLATTERY as Howard Stark and HAYLEY ATWELL as Peggy Carter


Music by 
CHRISTOPHE BECK

Cinematography by 
RUSSELL CARPENTER

Film editing by 
DAN LEBENTAL and COLBY PARKER JR.

Production design by 
SHEPHERD FRANKEL and MARCUS ROWLAND

Produced by 
KEVIN FEIGE and NIRA PARK

Story by
EDGAR WRIGHT and JOE CORNISH

Written by 
ADAM McKAY and PAUL RUDD

Directed by
PEYTON REED

20th Century Fox consigue liderar la taquilla estadounidense en 2014

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Desde el cambio de siglo, 20th Century Fox no había conseguido colocarse en el primer puesto de la recaudación anual. Los datos reflejan que regresa al liderato con el 17,3% del total ingresado en Estados Unidos.

En 2014, Fox ha crecido un espectacular 68,3% respecto al ejercicio precedente. Su éxito se deriva del buen rendimiento general de las producciones presentadas. No ha tenido un film líder global pero ha obtenido más productividad en una oferta muy diversa que incluye una potente división de cine de animación.

Los films más contribuidores han sido X-Men: Days of Future Past (233,9 millones), Dawn of the Planet of the Apes (208,5), How to Train Your Dragon 2 (177), Gone Girl (166,7), Rio 2 (131,5), The Fault in Our Stars (124,8), Mr. Peabody & Sherman (111,5), The Maze Runner (102,2) y Night at the Museum: Secret of the Tomb (90,7), entre otras.

Incluso con un reseñable fracaso como Exodus: Gods and Kings (61,7 millones recaudados en USA frente a un presupuesto de 140), la major ha obtenido el primer puesto. Si a eso añadimos que su división de cine independiente y británico, Fox Searchlight, ha aportado 147,4 millones más con títulos tan aclamados como The Grand Budapest Hotel, Birdman, Wild o 12 Years a Slave, es evidente que la corporación dirigida por Jim Gianopulos ha justificado el esfuerzo realizado, en años anteriores, para encontrar buenos proyectos.

Entre las seis grandes compañías, solo Sony (10,2%) y Paramount (8,9%) han visto incrementados sus números este año. La emergente Lionsgate llevaba dos ejercicios colocándose en los lugares de privilegio pero el éxito algo más moderado de The Hunger Games: Mockingjay part 1 y el fracaso de The Expendables 3 han rebajado su rendimiento. En total su caída ha sido del 31,1% respecto a 2013.

Disney ha caído un 5,5% pero tiene prácticamente asegurado el triunfo absoluto en 2015 con Avengers: Age of Ultron, Ant-Man, Cinderella, Tomorrowland, Inside Out, The Good Dinosaur, The Jungle Book y Star Wars: the Force Awakens. Su esfuerzo por adquirir grandes franquicias va a tener un fuerte impacto en taquilla.


Los 10 estudios con más recaudación en Estados Unidos


20th Century Fox 1.790,5 millones de dólares (17,3% del total de recaudación)

Walt Disney Productions 1.617,5 m.d. (15,6%)

Warner Brothers 1.562,4 m.d. (15,1%)

 Sony Pictures / Columbia 1.261,2 m.d. (12,2%)

 Universal Pictures  1.115 m.d. (10,8%)

Paramount Pictures 1052,9 m.d. (10,2%)

Lionsgate 736,9 m.d. (7,1%)

The Weinstein Company 222 m.d. (2,1%)

Relativity Media 186,5 m.d. (1,8%)

Open Road Films 162,7 m.d. (1,6%)


Fuente: Box Office Mojo

Star Wars. Personajes: Boba Fett

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“Podría haber sido un buen chico, si no fuera porque ví como un Jedi decapitó a mi padre ante mis ojos.”

Así se expresaba un joven Boba Fett en el orfanato de Bespin al que llegó poco después de la batalla de Geonosis. El mejor cazarrecompensas de la galaxia tiene una historia salpicada por las turbulencias intrínsecas de un origen problemático.

Todo empieza con su padre, Jango Fett, un hombre adoptado por los mandalorianos tras el asesinato de sus progenitores y entrenado en el arte del combate extremo, según la tradición de esta comunidad ancestral. Tras participar en la Guerra Civil de Mandalore, Jango empezó a ir por libre no sin antes ocuparse de la defenestración del grupo Death Watch. Este escuadrón mandaloriano había sido el responsable del asesinato de su mentor, Jaster Mereel. 

Sus hazañas como cazarrecompensas pronto llegaron al oído del Conde Dooku que decidió contactar con él, bajo su identidad Sith, en Bogden. La propuesta para Jango era muy significativa. Su destreza en el combate y capacidad estratégica le convertían en el mejor modelo posible para generar un ejército de clones. La oferta económica rebasaba los mejores sueños de Jango y éste aceptó trasladarse al remoto planeta de Kamino donde sus evolucionados nativos darían inicio al proceso.

Jango sólo puso una condición. Pidió que se le concediera un clon a su medida. Demandó una creación inalterada. Pidió un niño sin el inhibidor de comportamiento que se incorporaba genéticamente a todos los soldados para facilitar su docilidad y obediencia. Y también sin la hormona del crecimiento acelerado. A todas luces, sería un niño normal al que consideraría su hijo. Su deseo le fue concedido por Dooku y, diez años después, el gigantesco ejército estaba listo para entrar en acción y Boba Fett se había convertido en un jovencito listo y audaz que apoyaba a su padre ante todas las situaciones que se presentaban.

Pero tras la debacle en Geonosis, Boba tuvo que seguir viviendo sin la presencia referencial de su progenitor. Sin embargo, su carácter intrépido y rebelde no pudo ser controlado y aun siendo un niño, en una galaxia repleta de peligros, se las apañó para sobrevivir. Tras escapar del orfanato, se alió con varios cazarrecompensas y aprendió lo que pudo. Pronto pasó de ser una mascota para algunos de ellos a un compañero de aventuras. Resulta curioso como su evolución le empareja con otro personaje de la gran pantalla. Se trata de Peter Quill, un chaval terráqueo, raptado por alienígenas, que acaba convirtiéndose en un bounty hunter mucho más burlón y sinvergüenza pero con talento suficiente para localizar una Gema del Infinito.

Con el tiempo, Boba Fett se independiza y empieza a trabajar a las órdenes de poderosos jefes de clan de varios sistemas. Sus éxitos llaman la atención del mismísimo Darth Vader quien le recluta, de vez en cuando, aunque manifiesten importantes disensiones en cuanto a la perspectiva de acción. También trabaja asiduamente con Jabba the Hutt y ya le vemos en el muelle 94 del puerto espacial de Mos Eisley cuando Jabba reclama a Han Solo la devolución de la deuda pendiente. 

Tres años después, Darth Vader convoca a los mejores cazarrecompensas para que localizen el paradero del Halcón Milenario, donde viaja Luke Skywalker. De todos ellos, solo Boba consigue descubrir que Han Solo se ha dirigido a Bespin. En la colonia de gas tibanna, dirigida por Lando Calrissian, Boba completa una misión doble. Encuentra a Skywalker para Vader y éste le premia con la congelación del Capitán Solo para que sea conducido al palacio de Jabba como nuevo trofeo. El líder Hutt había puesto un alto precio por la captura del contrabandista después de hartarse por no recibir el pago de la deuda que Solo había prometido abonar.

Y será precisamente en los dominios de Jabba, en Tatooine, donde asistimos al presunto último acto de las andanzas de Boba Fett. Durante la fuga que Luke, Leia, Lando y Han Solo protagonizan en la barcaza flotante de Jabba, Boba Fett acaba siendo arrastrado al fondo del hoyo en el que se oculta el Sarlacc. Pero será mejor que no demos por sentadas las consecuencias porque algunas crónicas cuentan que el cazarrecompensas consiguió escapar de las garras del depredador y amenaza con volver a dejar su huella en la galaxia.

Star Wars. Manual de Supervivencia es un proyecto de LASDAOALPLAY? y El Cine de Hollywood

Marvel acierta con Agent Carter

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1946, ciudad de Nueva York. Peggy Carter (Hayley Atwell) se ha trasladado a la oficina central de la SSR (Strategic Scientific Reserve), la organización para la que trabajó durante la guerra en Europa y la misma que amparó los estudios del doctor Abraham Erskine sobre el suero de super-soldado. 

Pero todos sus logros y el trabajo conjunto realizado con el Capitán América solo le han valido un puesto administrativo y el escepticismo de la mayor parte de los agentes por su condición de mujer en un trabajo que consideran eminentemente masculino.

Peggy se enfrenta pues a los rigores de una época en la que las mujeres liberadas y con iniciativa no abundan demasiado. Sin embargo, los injustos prejuicios solo son una parte de su presente ya que el poderoso industrial Howard Stark (Dominic Cooper) sigue considerándola un valor incuestionable y está decidido a confiarle la investigación entorno a una serie de inventos que han sido misteriosamente sustraídos de sus instalaciones. Apoyada por el mayordomo de Howard, Edwin Jarvis (James D'Arcy), la agente Carter tratará de hacer compatible el burocrático trabajo en la SSR con su agenda oculta a las órdenes de Stark. No obstante, los recuerdos de los momentos vividos con Steve Rogers y los fuertes sentimientos que le unían a él, no dejan de turbarla e impiden, por el momento, que pueda plantearse una relación con otro hombre.

El Marvel Cinematic Universe sigue ampliándose en una época apasionante. Un personaje interesante como Peggy Carter, introducido en Captain America: the First Avenger (2011), podía abrir un nuevo camino y llenar un hueco en el timeline de la "Casa de las Ideas". Tras ver los dos primeros episodios de esta reducida temporada, es evidente que este show se distancia de la superficialidad y falta de sustancia de la primera serie de Marvel Studios: Agents of SHIELD. Estamos ante un proyecto sustentado en la enérgica interpretación de Hayley Atwell y en la maravillosa puesta en escena, rebosante de sofisticación y elegancia. La propuesta, además, se ve reforzada por un acertado uso del swing de las big bands y por unas divertidas cuñas de radio sobre las hazañas de un personaje que impregna el alma de la serie. A partir de estos pilares, Agent Carter nos presenta una trama deudora del género negro más popular, incluyendo concomitancias indudables con otros clásicos del cómic de época como The Shadow, The Spirit o The Phantom.

A la fascinación por una estética se añade una trama resultona, plagada de acción, y que promete un interesante desarrollo de personajes. Como producto de una cadena generalista, en este caso ABC, la serie mantiene el tipo y ofrece una propuesta diferente al resto de productos de entretenimiento. Además de todo esto, las referencias constantes al universo de Marvel contribuyen a generar un extra de atención entre el fandom que la compañía de Kevin Feige ha convocado desde 2008.   

Tanto Jeph Loeb, máximo responsable de la división televisiva de Marvel Studios, como los creadores de la serie, Christopher Markus y Stephen McFeely (habituales guionistas de la saga fílmica del Capitán América), han acertado en la propuesta inicial. Ahora habrá que confirmar si el desarrollo de la misma consigue defender lo sembrado y estabilizarse en la parrilla televisiva de cara a futuras temporadas.

Por el momento, hay que reconocer que se trata de un producto bien estructurado cuya exposición dramática mantiene un nivel de ingenuidad adecuado alejándose del realismo de forma consciente pero convincente.

Quería añadir un elemento más que aprecié en la emisión de la premiere. Ya desde la primera escena en que Peggy camina por la ciudad, rodeada de hombres y vestida con una ropa cuyos colores recuerdan al Capi, estuve seguro que se había filmado en el backlot de los Warner studios.

Repasando las fotos que tomé en mi viaje de 2012, pude contrastar la apreciación. Comprobé que en el backlot se encuentra el edificio donde se oculta la oficina central de la SSR y su entorno (incluyendo una salida del metro). También se ha utilizado uno de los callejones para ambientar la salida trasera de una cafetería. Allí es donde Peggy golpea a Jarvis sin saber que trabaja para Stark. Otras calles del estudio se han utilizado también para algunas tomas de situación.

Es muy interesante ver como los encargados de la ambientación han customizado los lugares para ceñirlos a la época aunque la mayor parte de la magia se produce en post-producción cuando se añaden fondos digitales en la profundidad del plano y en las partes altas.


La sede encubierta del SSR y su entorno.

El frontal ha sido modificado y se ha colocado el nombre de la tapadera de la SSR: New York Bell Co.

Justo al lado, la marquesina nos indica indica que, en la serie, este decorado polivalente es un hotel.



Peggy pasea por esta calle mientras es observada por Jarvis.


El callejón en el que Peggy se reencuentra con Howard Stark.

Star Wars. Naves: Slave I

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Resulta curiosa la fascinación que siente el fandom hacia el Slave I. Yo me incluyo en esta atracción hacia una nave que tiene una estética cuando menos peculiar y, en apariencia, disfuncional.

El Slave I es la nave asociada, en la saga fílmica, al cazarrecompensas Boba Fett. Pero la llegada de las precuelas introdujo nuevos elementos en el backstory de los personajes y así fue como pudimos ver que el Slave I había estado vinculado a la generación anterior puesto que era la nave con la que Jango Fett atravesaba la galaxia. Obi-Wan Kenobi tuvo la oportunidad de comprobar la potencia de fuego y la maniobrabilidad del Slave I cuando casi acaban con su pequeño caza republicano en el cinturón de asteroides de Geonosis.

Pero este vehículo poco estilizado, e incluso vetusto, tiene un origen interesante. Se trata de una nave bastante exclusiva ya que solo llegaron a fabricarse seis unidades. Fueron diseñadas por Kuat Systems Engineering tras recibir el encargo del asteroide prisión Oovo IV. Este Firespray 31, clase patrulla, fue utilizado como nave de vigilancia en la prisión hasta que Jango Fett se apoderó del mismo tras una rebelión en Oovo IV.

Jango buscaba a un criminal sobre el que pesaba una fuerte recompensa. Las cosas no fueron bien en la misión y su nave, llamada Jaster’s Legacy en honor del que fuera su mentor, fue destruida. Fett y su ayudante en esa misión, Zam Wesell, se apoderaron entonces de una de las naves del hangar y en su huída torpedearon el muelle para que no pudieran seguirles. Los otros cinco Firespray quedaron destrozados y convirtieron a su nuevo vehículo en algo único dentro de la galaxia ya que Kuat Systems tardó décadas en volver a producir este modelo.

Jango rebautizó la astronave con el nombre de Slave I y se convirtió en una seña de identidad única para el cazarrecompensas. Tras su muerte en Geonosis, su hijo Boba heredó el vehículo y su probada eficacia para la infiltración le permitió asegurar el éxito en muchos de sus encargos.

El Slave I parece una cruz flotante. Mide 21 metros de largo y atesora la misma medida en su parte más ancha. Cuando aterriza se posa horizontalmente y los motores de navegación también realizan la función de arranque. Se considera una nave rápida y maniobrable. Las mejoras introducidas por los Fett incluyen un aumento en su armamento para incluir también silos de torpedos protónicos que se añaden a cuatro cañones blaster. Además está equipada con dispositivos de ocultación y dispone de una capacidad de carga de 40 toneladas.

Boba Fett aumentó aún más la capacidad de fuego durante su etapa. Incorporó cargas sísmicas, ocho silos para misiles y un cañón de iones. Añadió también un estabilizador de cabina para que el puente de mando siempre quedara en posición correcta y no forzara pesados cambios de orientación. En el interior, instaló seis celdas para prisioneros.

Dejando la ficción a un lado, hay que decir que muchos ven un gran parecido del Slave I con una lámpara. Pero Nilo Rodis-Jamero, director artístico de El Imperio Contraataca, (donde se vio por primera vez la nave) afirma que la inspiración se encuentra en la forma oval de un radar. Fue después, al surgir las primeras maquetas, cuando algunos miembros de la producción empezaron a hablar de su parecido con una lámpara de calle. 

En cualquier caso, el Slave I ha sido uno de los juguetes más vendidos en la historia del merchandising de Star Wars. Tras el Halcón Milenario y el X-Wing, la nave de Boba Fett ocupa un lugar preponderante en las preferencias de los consumidores y coleccionistas. Su diseñador nunca pensó que fuera una nave especialmente atractiva para el público pero su curiosa configuración le confirió un insólito interés. Mucho éxito para un radar volador...

Star Wars. Manual de Supervivencia es un proyecto de LASDAOALPLAY? y El Cine de Hollywood

Spielberg on Spielberg: El Diablo sobre Ruedas (Duel, 1971)

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Richard Matheson (1926-2013) ha sido uno de los escritores más brillantes y prolíficos dentro del género fantástico y de ciencia-ficción. Más allá de su obra más conocida, I Am Legend (1954), Matheson fue el autor de un gran número de novelas, cuentos cortos, y guiones para la televisión (The Twilight Zone) y el cine. 

Su enorme talento creativo y literario se nutrió, en ocasiones, de experiencias propias que sirvieron como base para sus relatos. Ese fue el caso de una historia corta que publicó en la revista Playboy. El origen de la misma se sitúa el 22 de noviembre de 1963, el mismo día del asesinato de John F. Kennedy. Esa mañana, Matheson y su amigo Jerry Sohl habían ido a jugar al golf en su club de costumbre. Cuando regresaban a casa, tuvieron un rifirrafe con un camionero y éste decidió perseguirles durante el resto del camino. A partir de ese incidente, Matheson concibió una modesta trama en la que un vendedor, en viaje de negocios, sufre el acoso de un camionero tras haber tenido una pequeña trifulca de carretera.


Universal había adquirido los derechos del guión que el mismo Matheson había adaptado sobre el material original. Pensaban convertirla en una película de bajo presupuesto para la televisión. El documento se quedó amontonado en las oficinas del estudio pero un día fue descubierto por Nona Tyson, la secretaria de Steven Spielberg, y decidió llevárselo al joven director con las siguientes palabras: "Tendrías que dirigir esto. Eres tú, es tu estilo".

Spielberg lo leyó con fruición y se encaprichó completamente hasta el punto que acudió al despacho del productor George Eckstein para plantearle la realización. Por suerte para Spielberg, el primer actor al que se le había propuesto el papel protagonista, rechazó la oferta. Se trataba de Gregory Peck y su aceptación hubiera supuesto la contratación de un director con más trayectoria y experiencia además de una suavización del guión para dar más heroicidad al personaje.

Ante esta situación, Universal decidió confiar en Spielberg para que hiciera la película en formato televisivo. Su buena labor en las producciones de la casa durante los años precedentes le valió la confianza y aprobaron el presupuesto de 450.000 dólares que presentó. Para el rol protagonista, Spielberg contrató a Dennis Weaver, un actor de televisión fundamentalmente conocido por interpretar al ayudante del sheriff en la longeva serie Gunsmoke (emitida entre 1955 y 1975). Weaver daba el pego como ese hombre común que se ve sometido a una situación indeseable en la que ve peligrar su vida de forma constante y ante la cual reacciona con pánico y miedo. El director, por su parte, veía la película de la siguiente forma:
"Yo la veía como una gran historia sobre el acoso. No solo el camión era un acosador, sino todos en la autopista: la gente de la gasolinera, los de la lavandería, los clientes de la cafetería e incluso su esposa... la camarera era la única persona amable de toda la película. Era una semana terrible para este hombre; tendría que encontrar la forma de sobrevivir a la peor semana de toda su vida. Esa era mi actitud para hacer la película. Ese era el tono que intentaba lograr."
Se trataba de una historia sencilla que contenía elementos francamente aterradores y eso es lo que deseaba aprovechar el director en su plasmación visual. Además de los grandes momentos de acción, recordemos que uno de los instantes más desasosegantes ocurre en la cafetería cuando David Mann (Dennis Weaver) levanta la vista y se da cuenta que uno de los camioneros que espera ser servido debe ser su verdugo.


Se le ha atribuido a Spielberg el elemento hitchconiano que presenta Duel. Pero el director siempre opinó de manera diferente a los analistas:
"El mérito es del guión, muy hitchconiano y lleno de suspense. Creo que esa es la primera vez que me di cuenta de que si tengo un buen guión y soy un buen director, puedo hacer una película bastante buena."
Spielberg rodó el telefilm en once días consiguiendo un metraje de 74 minutos. No hizo storyboard sino que dibujó un mapa del tramo de autopista, en el desierto de Mojave, donde pensaba rodar. En él escribió pequeñas V para indicar la ubicación de las cámaras y dispuso cinco de ellas para rodar simultáneamente. 
"En un kilómetro y medio de autopista podía obtener un montón de tomas, como mínimo cinco ángulos, para después darle la vuelta a los vehículos, cambiar objetivos y hacerlo en la otra dirección, no solo de derecha a izquierda, sino también de izquierda a derecha. La concepción visual en el guión de Matheson también me ayudó."
La película se emitió en la NBC el 13 de noviembre de 1971 y cosechó buenos datos de audiencia conquistando también a la crítica. A las cadenas de televisión les gustaba disponer de telefilms a las cuales considerar la "película de la semana" con lo que rompían la dinámica habitual de episodios y seducían a más público. Pero en contraposición a los productos habituales, Duel resultó ser mucho más que la "película de la semana".


La propuesta era más que un duelo. Nos hablaba de una preocupación común que puede invadirnos en cualquier momento. Simplemente vas de viaje, tratas de no meterte con nadie y solo conducir pero cometes un error sin importancia y te encuentras, de repente, en una lucha por salvar tu vida. Esta apelación a un miedo interno ante una situación rocambolesca pero posible, dotó al film de mucha más repercusión de la esperada.


Duel tenía varios niveles de lectura. Podía ser un producto de buen entretenimiento pero también había quienes vieron una película inteligente, llena de suspense e incluso plagada de referencias existencialistas. Ante la gran acogida, Universal decidió aprovechar el tirón y plantearse una versión cinematográfica extendida que se proyectó en Europa durante 1973. Cosechó un buen número de premios en varios festivales y despertó el interés de los especialistas entorno a un joven realizador que había demostrado un gran talento con pocos recursos. La historia del vendedor perseguido por un enemigo anónimo, desconocido, y al que nunca vemos directamente siguió captando la atención del público. Sin embargo, existe una curiosa anécdota:
 "Cuando estrenamos la película en los cines, los europeos la vieron por primera vez con el formato 1,85:1, y en la televisión ni siquiera pude ver esto porque se cortaron los laterales. Pero en 1,85:1 estoy, en diecisiete tomas, en el asiento trasero del coche, el cual se ve completamente. Tuvieron que ampliarlo ópticamente en una reposición para sacarme de allí." 
Duel reafirmó a Spielberg en sus objetivos como director. La consideración de promesa de futuro se consolidaba con base firme y, al mismo tiempo, iba obteniendo crédito y mayor libertad para continuar con su carrera más allá de la televisión. Mientras preparaba el que habría de ser su debut oficial en la gran pantalla, dirigió dos telefilms más: Something Evil (1972) y Savage (1973). Pero el camino ya estaba trazado. 


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Frankie Laine y el western

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Vivir en los barrios humildes de Chicago entre 1900 y 1950 podía resultar una experiencia complicada. Hoy hablamos de uno de esos jóvenes criados en una realidad compleja donde la omertá garantizaba la supervivencia.

Convivir con los asesinatos era algo que acababa endureciendo a las buenas gentes del vecindario y esa inmunización se traducía en mirar hacia el otro lado y hacer la vista gorda. En este contexto nació Francesco Paolo LoVecchio (1913-2007). Sus padres eran emigrantes sicilianos que se habían establecido en el "Little Italy" de Chicago. Su padre llegó a ser el barbero de Al Capone durante los años 20 y su abuelo formaba parte de una banda criminal. Fue abatido a tiros siendo él un niño.

Pero Frankie no se dejó vencer por el entorno y pronto tuvo oportunidad de aflorar un talento natural que fue el pasaporte imprescindibe para dejar atrás una dura realidad social. Desde el momento que empezó a cantar en el coro de la iglesia, su vida despegó y con el tiempo fue generando interés hasta incorporarse a una selecta promoción de crooners italoamericanos que seguían la estela de éxito marcada por Frank Sinatra.

Empezó a recibir ofertas de emisoras de radio y discográficas en un viaje artístico que le llevaría a Nueva York y finalmente a Hollywood donde Columbia, Capitol Records y Mercury, entre otras, le esperaban para grabar. Rebautizado con el nombre de Frankie Laine a partir de 1938, configuró una carrera en la que destacó en un repertorio musical variado: swing standards, rythm and blues, folk, jazz y country. Fue en este último estilo musical donde llamó la atención de la industria cinematográfica que estaba buscando nuevas voces para cantar temas principales en los westerns.

Laine había echo sus pinitos como actor pero no había logrado destacar. Sin embargo, la versión que hizo del tema principal de Solo ante el peligro (High Noon, 1952), originalmente interpretado por Tex Ritter, fue un éxito masivo y eso convenció a los estudios de su idoneidad para la interpretación de temas que requerían una gran voz.

Así fue en Soplo Salvaje (Blowing Wild, 1953), La Pradera sin Ley (Man without a Star, 1955), La Pelirroja Indómita (Strange Lady in Town, 1955), Duelo de Titanes (Gunfight at O.K. Corral, 1957), El Tren de las 3:10 (3:10 to Yuma, 1957), La Mujer del Látigo (Bullwhip, 1958), e incluso Sillas de Montar Calientes (Blazing Saddles, 1974), la parodia western de Mel Brooks. Laine también interpretó el tema principal de la teleserie donde intervenía un joven espigado que odiaba profundamente a su personaje. Nos referimos a Clint Eastwood y a la serie Rawhide (1959-1966).

Tanto High Noon como Gunfight at O.K. Corral son piezas musicales espectaculares que conectan, de una forma impresionante, con el género del western pero yo soy más devoto de Man without a Star. Se trata de una melodía compuesta por Arnold Hughes con letra de Frederick Herbert. En la voz de Frankie Laine se convierte en una canción briosa que nos introduce en la trayectoria de un personaje errante, Dempsey Rae, que está marcado por acontecimientos duros pero que sigue labrándose el porvenir con firmeza y picaresca a partes iguales. Hubiera sido difícil encontrar a alguien mejor para representar esta dualidad que Kirk Douglas. Bajo la dirección de King Vidor, esta película se encuentra en la élite de los grandes westerns clásicos.

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