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Islandia y el cine: una asociación muy fructífera (I)


Islandia, nación de volcanes y géisers. Un país repleto de parajes inhóspitos que parecen pertenecer a un planeta distante. Tierra casi polar que se alza en el Atlántico Norte como si fuera la última parada hacia el Ártico. Una isla de gran extensión que ha seducido a cineastas y location managers desde hace bastantes años, condición que sigue manteniendo de una forma muy activa albergando varios rodajes de grandes producciones cada año. También la aclamada serie de TV, Juego de Tronos, saca partido de sus gélidos escenarios para representar las tierras de más allá del muro. Sin duda alguna, los buenos incentivos fiscales que ofrece el país y también la facilidad para trasladar equipos de rodaje, están permitiendo que Islandia se haya revalorizado ante otros competidores norteños en la lucha por captar proyectos audiovisuales.

Mi amigo Xavi ha visitado recientemente estos territorios remotos y ha disfrutado de la variedad de paisajes y de la explosión natural que caracteriza a la isla. Suya es la frase que encabeza este artículo y le agradezco enormemente el haberme facilitado un material fotográfico de primer nivel sobre varias localizaciones que hemos visto en películas recientes que todos recordamos. 

Empezamos con Muere Otro Día (Die Another Day, 2002). ¿Recordáis la escena en que Bond (pierce Brosnan) y Zao (Rick Yune) se enfrentan, a bordo de sus respectivos coches (el Aston Martin Vanquish y el Jaguar XKR), sobre un impresionante lago helado? Pues bien, buena parte de dicha escena se rodó en Jökulsárlón, al sur del Parque Nacional Vatnajökull. No era la primera vez que Bond recorría estas tierras porque en Panorama para Matar (A View to a Kill, 1985) también se filmó buena parte de la escena inicial en la misma zona. 

Durante el rodaje de Muere Otro Día se consiguió parar la entrada de agua al lago lo cual facilitó la congelación del mismo y ayudó en la realización de unas tomas que fueron coordinadas por uno de los mejores directores de segunda unidad que han existido: Vic Armstrong.



Un año antes, en 2001, el mismo lago fue escenario de rodaje del primer Tomb Raider que protagonizó Angelina Jolie. En esta ocasión, representaba una distante laguna siberiana a la que llegaba Lara Croft acompañada por una delegación de los Illuminati, liderada por Manfred Powell (Iain Glen), a la que también se había agregado un arqueólogo cazatesoros llamado Alex West (Daniel Craig).

Así lo vimos en Lara Croft: Tomb Raider

En el próximo artículo, continuaremos viendo localizaciones. Nos centraremos en Batman Begins y Prometheus.

Islandia y el cine: una asociación muy fructífera (II)



Batman Begins (2005), la película que felizmente reintrodujo al caballero oscuro en el cine por la puerta grande. Un film de grandísima repercusión que tenía una parte importantísima ubicada en el Himalaya Tibetano, lugar que representaba el paso decisivo en el aprendizaje y entrenamiento de un joven Bruce Wayne que busca desesperadamente un camino que le guíe en su ardiente necesidad de castigo y justicia. Muchas localizaciones de Islandia sirvieron para la película pero hay una que es particularmente emblemática y que se produce cuando Henri Ducard (Liam Neeson) alecciona a Bruce(Christian Bale) cruzando espadas sobre el hielo resbaladizo. Dicho escenario es, en realidad, Skaftafell. Situado al sureste de la isla, pertenece también al Parque Nacional de Vatnajökull, algo que ya analizamos en un artículo anterior.

A continuación adjunto una serie de imágenes del film y después las localizaciones vistas a través del objetivo de la cámara de Xavi.




Existe otro momento en el film en que Christopher Nolan aprovecha el poderío paisajístico de Islandia para mostrar la soledad de Bruce Wayne cuando le sueltan en una aislada carretera y emprende camino hacia el santuario de Ra's al Ghul. La toma aérea y panorámica es de una gran belleza y muestra uno de los impresionantes glaciares del Parque Vatnajökull. De nuevo, comparto imágenes extraídas del film para después exponer el paraje real que Xavi tuvo la oportunidad de inmortalizar.





La tercera y última localización fílmica que presentamos, en este artículo doble, pertenece a Prometheus (2012). Al inicio de la cinta que dirigió Ridley Scott, vemos como una nave estelar deja en tierra a un alienígena de aspecto humanoide. Este "ingeniero" bebe de una cápsula que lleva consigo e inicia su desintegración al mismo tiempo que se lanza bajo la fuerza de una enorme cascada. En el agua empieza a tener lugar una mutación genética que empieza a crear vida. Esta poderosa secuencia que prometía más de lo que la cinta finalmente ofrecía, fue rodada en la cascada de Dettifoss, la más importante de Europa en cuanto a carga de agua (llega a los 193 metros cúbicos por segundo, como promedio). Situada también en el parque Vatnajökull, la catarata desguaza buena parte del agua generada en el noreste de Islandia. Su caída, de 45 metros, le confiere una fuerza increíble que queda muy bien reflejada en las fotos de Xavi.

Veamos al humanoide en la cascada y después las fotos realizadas en un lugar que Xavi tuvo que visitar en dos ocasiones porque, el primer día, la profundísima niebla y la lluvia impedían cualquier tipo de fotografía.






Escenarios para evitar el olvido

"There’s the black sand and great sense of desolation … Nowhere else has Iceland’s vast expanses that sweep to the horizon in that particular colour palette."

Michael John Meehan, supervisor de localizaciones de Oblivion



Durante el mes de junio de 2012, el equipo de rodaje de Oblivion recorrió tierras islandesas para incorporar su desoladora belleza a la caracterización de nuestro planeta en 2077, tras una hecatombe provocada que, sin embargo, está generando un reinicio del sistema natural.

Joseph Kosinski encontró en Islandia la plasmación física de los parajes que tanto ansiaba para escenificar su ansiado proyecto. Y, con la magia de los efectos digitales en post-producción, fue capaz de incluir enclaves iconográficos de la costa este norteamericana en las vastas llanuras de la isla atlántica.

Utilizando las "noches de sol" islandesas en las que la luz se mantiene durante prácticamente las 24 horas del día, el director halló respuesta a su voluntad de llevar la ciencia-ficción a la luz del día y ofrecer una visión de máxima claridad y diafanidad a un género que nos tiene acostumbrados a deambular por la permanente oscuridad.

El primer día de rodaje en estas localizaciones se concentró en el cráter volcánico de Hrossaborg, al noroeste de la isla. Allí se escenificó la emotiva escena en que Jack Harper (Tom Cruise) se hace eco de la última Superbowl. Los efectos visuales añadieron capas al escenario para darle el aspecto de unas gradas semi-derruídas que transmiten al espacio esa sensación de vinculación sentimental pero a la vez de devastación extrema.

Hay una toma particularmente relevante en la película donde vemos a Harper en la cima de una montaña admirando un horizonte sin límites mientras pone agua en un pequeño bote del que brota incipiente el tallo de una planta. El paraje evoca la desolación, con un oceáno en avanzado estado de desecación y unas plataformas que siguen esquilmando más agua en el horizonte. Pero la perspectiva y la profundidad de cámara son extraordinarias y sólo en Islandia podía conseguirse un plano de estas características. Utilizando una grúa que enfoca a Cruise desde el precipicio y le rodea completamente, Kosinski crea una secuencia de gran belleza. El enclave en que todo esto fue posible fue la montaña que se conoce popularmente como "Earl's Peak (Cima del Conde)", situada dentro del glaciar Langjökull, en el área noroeste.

No se puede acceder muy fácilmente al Earl's Peak. Casi todo el equipo tuvo que trasladarse en helicóptero. Una vez allí, se montó el operativo para rodar la escena que fue complementada por los responsables de efectos visuales. En los siguientes vídeos, podemos ver cómo se rodaron ambos momentos y se incluyen los testimonios de los implicados en el film.




Por último, destacar que las cascadas de Dettifoss también aparecen como imágenes de fondo en los trayectos de Harper a bordo de su fantástica aeronave. Un enclave así no puede desperdiciarse.

Coches de Warner Brothers (I)


La visita a los estudios de la Warner Brothers en Burbank (California) es una experiencia fenomenal e ineludible para cualquier amante del cine que tenga la oportunidad de viajar a Los Angeles. En este artículo, quiero detenerme en el hangar que reúne a algunos de los coches que hemos visto en producciones recientes de la major.

Entre 1965 y 1970, se emitió por primera vez la serie Get Smart (que nosotros conocimos posteriormente como Superagente 86) y, a pesar de su tono profundamente paródico que buscaba presentarnos a un agente secreto que era la antítesis total de James Bond, dejó una profunda huella en las audiencias de todos aquellos países que consiguieron derechos de emisión. Don Adams dio vida al atribulado y patoso Maxwell Smart, miembro de la organización de espías conocida como Control. La intro de la serie sigue siendo uno de los hitos de la historia de la televisión y la música de Irving Szathmary se atribuía gran parte del mérito. Tras varios intentos por trasladar la serie a la gran pantalla, Warner Brothers impulsó la realización de una película que se estrenó en 2008. Peter Segal dirigió el film que contó con un reparto más que interesante integrado por Steve Carell en el papel de Max Smart, Anne Hathaway como la agente 99, además de Alan Arkin, Dwayne Johnson, y Terence Stamp. Para este nuevo film que fue un éxito notable en taquilla (230 millones de  dólares de recaudación para un presupuesto de 80) se recuperó un modelo de coche que era el más emblemático de cuantos condujo el superagente original. Se trata del Sunbeam Tiger rojo, modelo 65. Este auto, usado en la película, es el que podemos ver expuesto.




En 1979, la CBS estrenó una serie que también obtuvo un éxito rotundo a lo largo de sus seis años de emisión. Se trata de la emblemática Dukes of Hazzard, una propuesta que nos situaba en las profundidades del estado de Georgia donde dos primos, Bo (John Schneider) y Luke Duke (Tom Wopat) no paraban de meterse en líos mientras cumplían libertad condicional y encrespaban los ánimos de una incompetente oficina del sheriff. Esta teleserie introdujo, por primera vez, grandes secuencias de persecuciones acrobáticas con los autos. A pesar de los grandes trompazos y colisiones que sufrían los perseguidores nunca nadie recibía el más mínimo rasguño, algo que se siguió cultivando en la posterior A-Team. El coche de los protagonistas se ha convertido en un auténtico símbolo para la audiencia sureña en Estados Unidos. Y las numerosas proezas de las que era capaz le concedieron una mayor repercusión. Se trata del Dodge Charger de 1969 anaranjado. Su matrícula era la CNH 320 y llevaba la inscripción 01 en las puertas. En el techo estaba pintada la bandera confederada puesto que el nombre popular del coche era, nada más y nada menos, que General Lee. Para que la retórica sureña se viera completada, cuando los protagonistas utilizaban la bocina, eran las doce primeras notas del himno "Dixie" las que sonaban.



En la serie se suponía que estaba equipado con un motor V8 440 Magnum pero, como llegaron a utilizarse cientos de coches durante los seis años de emisión, quien sabe cuantos tipos de motores se usaron. Muchos Dodge Charger quedaron destrozados pero el que aparecía en pantalla siempre salía indemne. El modelo fue elegido por el prestigio que había obtenido en las carreras del circuito NASCAR entre finales de los sesenta y principios de los 70. Diecisiete unidades fueron vendidas al final de la serie y han sido expuestas en numerosas exhibiciones automovilísticas. En 2005, WB produjo una versión cinematográfica para la cual fue necesario recuperar varios Charger que de nuevo serían protagonistas de las más increíbles persecuciones. Podemos ver uno de ellos en las siguientes fotos. La película fue dirigida por Jay Chandrasekhar y contó con Seann William Scott, Johnny Knoxville, Jessica Simpson, Burt Reynolds, y el legendario cantante Willie Nelson. El film obtuvo pingües beneficios y fue masacrado por la crítica. 




Cambiamos de tercio y nos centramos en el remake de un film que, en su momento, fue muy exitoso. Nos referimos a la divertida comedia Arthur (1981). En la película conocíamos al multimillonario neoyorkino Arthur Bach (Dudley Moore), un hombre excéntrico y borrachín  que está a punto de contraer matrimonio con una rica heredera. Pero, en los días previos, conoce a una joven humilde de Queens (Liza Minnelli), de la que se enamora perdidamente. La cinta fue escrita y dirigida por Steve Gordon (su primer y último trabajo ya que murió súbitamente poco después) y logró cuatro nominaciones a los premios Oscar ganando dos. El gran Sir John Gielgud, que interpretaba al resignado mayordomo de Arthur, obtuvo la estatuilla como mejor actor de reparto y la canción "Best that you can do", escrita por Carole Bayer-Sager, Peter Allen, Burt Bacharach y Christopher Cross, ganó el Oscar a la best original song. Christopher Cross también la interpretó con su particular voz y sigue siendo una pieza emblemática e intemporal que siempre gusta escuchar.


En 2011, se estrenó un remake dirigido por Jason Winer y protagonizado por Russell Brand, Helen Mirren, Jennifer Garner, Luis Guzmán, y Nick Nolte. La película fue un absoluto fracaso crítico y comercial y se estrenó directamente en DVD en multitud de países. En el hangar de WB se expone un bellísimo Rolls Royce Silver Wraith de 1953. En ambas películas, este era el vehículo en el que Arthur Bach era conducido durante sus diferentes andanzas por la ciudad de los rascacielos.


Si existe una saga de comedias que ha conseguido el éxito en los últimos años, esta sin duda es The Hangover (2009) y sus dos secuelas estrenadas en 2011 y 2013. La primera entrega de las aventuras de Phil (Bradley Cooper), Stu (Ed Helms), Alan (Zach Galifianakis), y Doug (Justin Bartha), en Las Vegas, arrasó en la taquilla con 467 millones de dólares de recaudación convirtiéndose en el éxito sorpresa del año (su presupuesto fue de 35 millones). Las dos películas posteriores han superado los 900 millones en taquilla.

Pero todo ello no habría sido posible si el padre de Alan no les hubiera cedido su exclusivo Mercedes 220SE de 1965 descapotable. Así fue como el "Wolfpack" llegó a la capital del juego para celebrar la despedida de soltero de Doug.




Este mismo año se ha estrenado Gangster Squad, un prometedor proyecto que nos colocaba a finales de los 40, durante la lucha de una brigada especial de la policía de Los Angeles contra el dominio mafioso de Mickey Cohen. Desgraciadamente, el guión no estaba a la altura de la suntuosa puesta en escena y las contundentes escenas de acción no equilibraban una propuesta decepcionante. Dirigida por Ruben Fleischer y con un reparto de lujo del que formaban parte Sean Penn, Ryan Gosling, Josh Brolin, Emma Stone, Nick Nolte, Anthony Mackie, Robert Patrick, Giovanni Ribisi, y Mireille Enos, la cinta no fue el éxito que Warner esperaba. Uno de los coches utilizados en el film, por parte de los criminales, es un precioso Cadillac Series 62 Touring Sedan. Quizá el color negro le ha llevado a ser colocado junto a dos batmóviles. 


Y, para terminar el artículo, una referencia a una película de mucho más calado e infinitamente más emotiva. Se trata de Gran Torino (2008), la fantástica película dirigida e interpretada por Clint Eastwood, un hombre que ha desarrollado la mayor parte de su carrera en los estudios de Burbank. No es extraño que decidiera que el Ford Gran Torino de 1972, utilizado en el film, permanezca expuesto en sus instalaciones.
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Ben Affleck habla sobre Batman con Jimmy Fallon

Por primera vez y en exclusiva para el late night de Jimmy Fallon en la NBC, Ben Affleck habla de su contratación para ser el nuevo Batman. Además de expresar el enorme entusiasmo ante el reto que se le viene encima, el actor también revela como fueron a buscarle y él respondió: "yo no tengo veinticinco años". Fue entonces cuando Zack Snyder le presentó el trabajo que están llevando a cabo en pre-producción y el enfoque que le quieren dar al personaje.

Resulta también muy interesante comprobar como le mostraron archivos con las reacciones adversas que habían recibido otros actores antes de afrontar papeles similares puesto que era más que evidente que su nombramiento iba a suscitar mucha polémica. Pero, en la mayor parte de los casos, esos comentarios cesaron al ver el resultado final.

El mismo Affleck comenta, en tono jocoso, que el primer tweet que vio tras hacerse oficial su contratación fue un más que evidente: "nooooooooooooooooooooooooooooooooooooo".

Quizá Warner Brothers debería publicar, en los próximos meses, algún dibujo de pre-producción arrebatador que calmara la tensión que existe entre los fans.


Coches de Warner Brothers (II): vehículos no registrados en el departamento de tráfico de Gotham City

A finales de los 80, el productor Jon Peters persuadió a Warner Brothers para producir una película de gran presupuesto sobre Batman. Tras conseguir el fichaje del director joven (Tim Burton) más interesante del momento, la maquinaria del film se puso en marcha y uno de los puntos clave era el diseño del batmóvil. Todos tenían presente la serie que se desarrolló en los años 60 pero ahora la concepción visual oscura, que había inundado progresivamente al personaje en los cómics durante los 70 y 80, también iba a ser la que predominara en un film cuyo director había demostrado previamente cuanto llegaban a seducirle los ambientes góticos y tenebrosos.

El diseñador de producción, Anton Furst, fue el creador del nuevo batmóvil en el que demostró su gran valía como artista conceptual. El diseño que fue definitivamente elegido presentaba una trompa muy lanzada, incorporando en ella la entrada de la turbina. El nuevo tono oscuro y siniestro se reflejó perfectamente en la visualización de un batmóvil que disponía de unas aletas traseras que pretendían emular las alas del murciélago. La nueva cabina, cuya cubierta se abría hacia delante, reforzaba la aerodinámica del vehículo. 

En la película, el auto estaba equipado con ametralladoras, blindaje completo, un gancho especial y un dispositivo de postcombustión. Sobre los diseños de Furst, el constructor John Evans dio forma definitiva al coche. Varias piezas de la aviación fueron utilizadas para las partes de la trompa y de la cola. La fibra de vidrio acabó de dar la estética exterior definitiva al modelo. 

Se construyeron dos batmóviles que medían ocho metros de largo. Los chasis utilizados para ambas unidades fueron extraídas de dos viejos Chevrolet Impala, a los que hubo que alargar unos 45 centímetros. Los motores estaban muy abajo del chasis y se incrementó el ancho de las ruedas para hacer posible su estabilidad. 

Para Batman Returns (1992), el batmóvil fue esencialmente el mismo aunque, en pantalla, presentó algunas modificaciones como el estrechamiento que era capaz de obtener desprendiéndose de algunos de sus elementos, algo que le permitía escapar por lugares que impedirían el paso a sus perseguidores. Se convertía, de hecho, en una especie de batmisil..

La belleza del prototipo y su aire siniestro le reservan un lugar muy especial en la exhibición de Warner Brothers.


Tras varios contactos con directores de gran proyección, WB decidió confiar el reboot de la franquicia a Christopher Nolan que acababa de dirigir Insomnia (Insomnio, 2002) para el estudio de Burbank. Nolan y el guionista David S. Goyer concibieron un reinicio que cambiaba completamente el tono de las adaptaciones previas del héroe de Gotham. Y en su intento de crear una película más adulta y realista creyeron que era necesario crear un batmóvil con menos estilismo y más cercano a un vehículo de combate urbano ultrareforzado. De alguna manera, el tanque brutal que vemos en la novela gráfica de Frank Miller, El Regreso del Caballero Oscuro, fue el referente sobre el que los responsables del film se pusieron a trabajar.

Con estas premisas, el diseñador de producción Nathan Crowley creó la versión definitiva del que fue conocido como tumbler. El resultado fue un vehículo amenazador y consistente que muy pronto cautivó a los fans del personaje. Este cruce entre un Lamborghini y un tanque militar, supuso muchísimos meses de preparación y pruebas. Se construyeron dos unidades completas para la grabación de las secuencias de calle y otro más, con un mecanismo hidráulico especial, para las tomas de saltos. Otro modelo completo se equipó con un propulsor de propano trasero que serviría para mostrar la fuerza impulsora en determinados momentos. Finalmente, también había una versión a escala 1/3 que sirvió para rodar determinados planos como la secuencia en el que el tumbler escapa rodando a través de los tejados.

Por dentro, la apariencia del era la de un coche de rallies por lo que las tomas interiores de Batman al volante fueron rodadas en estudio. En el film, el tumbler ha sido desarrollado por la división de ciencias aplicadas de Empresas Wayne para ser vendido al ejército como vehículo blindado capaz de tender puentes con su sofisticado equipo de salto. Cuando Lucius Fox (Morgan Freeman) le presenta el auto a Bruce Wayne (Christian Bale), éste ve que puede ser justo lo que andaba buscando para su alterego enmascarado. Solo le hacía falta un pequeño ajuste: pintarlo de negro.

El modelo definitivo medía 4,62 metros de largo y venía equipado con un motor GM V8 de 500 caballos de potencia. Toda una declaración de intenciones.

En el Caballero Oscuro (The Dark Knight, 2008), el tumbler aparecía al inicio cuando Batman captura al Espantapájaros y, en su siguiente presencia completa, resultaba seriamente dañado tras recibir el impacto de un cohete lanzado por el Joker. La gran innovación conceptual se producía cuando Batman salía del automóvil accidentado a través del desprendimiento de una de sus partes delanteras que se convertía en el Batpod. La persecución continuaba por las calles de Gotham en una secuencia de gran espectacularidad que ha convertido al Batpod en la moto preferida incluso de aquellos que aborrecen los vehículos de dos ruedas.

En El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace (The Dark Knight Rises, 2012), los tumblers de camuflaje que seguían depositados en Empresas Wayne son sustraídos por Bane y sus hombres. En su plan de tomar el control de Gotham, los vehículos eran una piedra angular por su gran poder intimidador y la capacidad ofensiva que poseen. En la batalla final que se libra para salvar a la ciudad del apocalipsis, Batman cuenta con su más reciente y mortífera creación: The Bat, una aeronave equipada con toda clase de dispositivos armamentísticos que, además, dispone de una gran maniobrabilidad para eludir el ataque con misiles. Solo con este as en la manga puede el murciélago derribar a tres Tumblers en su objetivo de localizar el ingenio de destrucción masiva que está a punto de detonar.

En el hangar de Warner Brothers se encuentra expuesto uno de los tumblers de camuflaje usados en The Dark Knight Rises. También ocupa un lugar de excepción el fantástico Batpod.







 



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Tras los pasos de Hannibal Lecter en Florencia


Florencia, una de las más importantes capitales culturales del mundo. Cuna de genios literarios y artísticos. Universalmente conocida porque, dentro de sus muros, eclosionó, con toda su magnificencia, la suprema belleza del Renacimiento.

Una ciudad impregnada por el legado de maestros como Dante Alighieri, Giovanni Bocaccio, Cimabue, Giotto di Bondone, Lorenzo Ghiberti, Filippo Brunelleschi, Donatello, Leonardo da Vinci, y el inconmensurable Michelangelo Buonarroti. Pasear por su centro histórico supone un enamoramiento constante puesto que resulta inevitable verse imbuido por su vasta cultura.

La Florencia, expandida por el mecenazgo de los Medici, se ha convertido en un destino imprescindible para los amantes de las artes y la UNESCO reconoció su enorme contribución al declarar el centro histórico como patrimonio de la humanidad en 1982. Los turistas inundan sus calles y sus plazas pero uno nunca se siente agobiado por ello porque la ciudad sigue inspirando calma y reflexión. Y siempre te sorprende con algún rincón mágico desde el que puedes disfrutar de su encantador ambiente.

No es de extrañar que la ciudad pudiera convertirse en el destino ideal para el doctor Hannibal Lecter. Diez años después de la masacre en Memphis y su posterior fuga, ha recalado en el lugar que tanto contemplaba a través de los dibujos que él mismo realizaba en la celda de Baltimore. Amante del buen gusto y de la elegancia en todas sus formas, Lecter halla en Florencia la respuesta a su incesante inquietud cultural.

Habiendo sido incluso desplazado de la lista de los más buscados por el FBI, el que ahora vive bajo la falsa identidad del doctor Fell, disfruta de una existencia plácida que se ve complementada por su voluntad de convertirse en el conservador titular de la Biblioteca Capponi, tras la misteriosa desaparición de su predecesor.

Los acontecimientos están a punto de dar un giro completo aunque el buen doctor siempre dispondrá de recursos para seguir adelante. En su interior el fuego se mantiene vivo y la vida tranquila también empieza hastiarle. Desea salir de su letargo, volver a la acción, y pronto una influyente víctima suya se encargará de hacerle saltar al escenario en que tan bien se desenvuelve.

En mayo de 2000, el equipo de rodaje de Hannibal, la esperada secuela de El Silencio de los Corderos (The Silence of the Lambs, 1991), se desplazó a la ciudad toscana para rodar las escenas de la parte central del film. Ridley Scott quedó obnubilado por la magnificencia de los escenarios y sacó gran partido de ellos convirtiendo el segmento florentino en el más interesante y brillante de la película.

En la Piazza della Signoria, inusitadamente vacía, el comisario Rinaldo Pazzi (Giancarlo Giannini) pierde algo de tiempo fumando para llegar al final de una reunión que se está celebrando en el Salone dei Cinquecento del Palazzo Vecchio. En dicho encuentro, los responsables culturales de la ciudad debaten sobre la conveniencia de ofrecer el puesto definitivo de conservador de la Biblioteca Capponi al doctor Fell, un extranjero que no hace mucho tiempo que ha llegado a la ciudad. En su camino hacia el palacio, Pazzi camina cerca de la imponente Loggia dei Lanzi pasando también por el lujoso vestíbulo hasta llegar al salón. 




Posteriormente, vemos como el doctor Lecter (Anthony Hopkins) escribe una emotiva carta a Clarice Starling tras descubrir que ha caído en desgracia dentro del FBI y que la búsqueda se ha reactivado. Dejará la carta en un buzón situado al final del paseo de los Uffizi, permitiendo ver desde allí el torreón del Palazzo Vecchio


El Palazzo y la Biblioteca Capponi, donde vive y trabaja Hannibal en el film, está en realidad al otro lado del rio Arno (en el Oltrarno). Pero, como bien sabemos, el cine reubica las localizaciones en función de los permisos obtenidos y la facilidad para rodar. En este caso, cuando Pazzi se dirige a la Biblioteca para recoger las pertenencias del signore di Bonaventura, el antiguo conservador, vemos claramente como sube las escaleras del Spedale degli Innocenti, un antiguo orfanato que está considerado como el primer trabajo renacentista de Filippo Brunelleschi


Decidido a cobrar la poderosa recompensa que ofrece el millonario Mason Verger (Gary Oldman) por la captura de Hannibal, el commendatore Pazzi compra un brazalete plateado en uno de los lugares más característicos de la ciudad, el Ponte Vecchio. Ante el busto del famoso orfebre florentino, Benvenuto Cellini, parece reflexionar acerca de su arriesgado plan. El Ponte Vecchio volverá a aparecer, más adelante, cuando el comisario se reúne con los hombres de Verger en la ribera del Arno.



Utilizando al ladronzuelo Gnocco (Enrico Lo Verso) para que consiga las huellas dactilares de Lecter, Pazzi les sigue a distancia hasta la Loggia dei Mercato Nuovo donde se alza la fuente del gran jabalí, una referencia evidente hacia lo que Verger tiene preparado para Hannibal. Tras la herida mortal que sufre Gnocco a manos de Lecter, Pazzi se limpia las manos de sangre en la fuente.

Allegra (Francesca Neri), la esposa de Pazzi, es una gran aficionada a la ópera y ambos acudirán a un evento en el claustro mayor de la Basílica de la Santa Croce. Hans Zimmer y Patrick Cassidy musicaron un soneto de Dante Alighieri, llamado la "Vita Nuova", para ilustrar la escena operística. Una partitura que volverá a escucharse en momentos posteriores de la cinta. En dicha escena, la orquesta se situó en el corredor de columnas de la cara norte mientras que el escenario fue colocado justo delante de la Cappella de Pazzi, obra también de Brunelleschi. Los Pazzi son muy importantes en la historia de Florencia...





El día en que el buen doctor ofrecerá una conferencia para conseguir el puesto definitivo de conservador, Pazzi tiene previsto capturarle junto a los hombres que ha enviado Mason Verger. La charla versa sobre la relación que se establece entre Dante y uno de los personajes históricos que él menciona en la Divina Comedia: Pietro della Vigna. Tras el estruendoso éxito que consigue Lecter con su exposición, Pazzi pone en marcha el dispositivo ignorando que Hannibal ya tiene sus propios planes. 



La conferencia tiene lugar en el interior del Palazzo Vecchio y las tomas nocturnas de la plaza y alrededores muestran la gran belleza del enclave. En el Salón dei Cinquecento, uno de los esbirros sardos que tratan de capturar a Lecter tiene un desagradable encuentro con él. Pero antes, el caníbal ha dado buena cuenta del commendatore al lanzarlo desde el balcón principal del Palazzo para que quede ahorcado y con los intestinos desparramados por el suelo. Este momento culminante que finaliza con un irónico saludo de Hannibal a la cámara de seguridad, se complementa con las primeras palabras que intercambia con Clarice Starling (Julianne Moore) en diez años. Pronto volverá a Estados Unidos con una doble misión pero eso será otra historia...


 

Rush: dos campeones, un mito


En 1976, el austriaco Niki Lauda era el vigente campeón del mundo de Fórmula 1 y el piloto de referencia de la poderosa escudería Ferrari. Cuando estaba lanzado hacia su segundo título consecutivo, sufrió un grave accidente durante el Gran Premio de Alemania, en el circuito de Nürburgring. Tras sufrir quemaduras graves, en cara y cabeza (perdió casi la totalidad de su oreja derecha), e inhalar gases tóxicos durante el incendio que se produjo en su monoplaza, Lauda tuvo que abandonar la competición siendo reemplazado por Carlos Reutemann. Su ausencia no fue prolongada, y en un arranque de valor extraordinario, el austríaco regresó seis semanas después del accidente. El Gran Premio de Italia, en Monza, presenció su vuelta a la competición. Durante las dos carreras en que no pudo participar, su gran rival del momento, el británico James Hunt (de la escudería McLaren), recortó distancias en la clasificación general. Sus victorias en Canadá y Estados Unidos le dejaron a tres puntos de Lauda a falta de la última prueba del año en Japón. En el circuito de Fuji, y bajo una intensa lluvia, volvieron a enfrentarse para decidir el título mundial de pilotos.

Esta historia de coraje, superación, y rivalidad histórica, captó la atención del prestigioso dramaturgo y guionista británico Peter Morgan (The Damned United, The Queen, The Last King of Scotland) . Tras completar la escritura, Morgan contactó con Ron Howard (ambos colaboraron en Frost / Nixon). El realizador de Apolo 13 vio que el material podría ser ideal para crear una film que combina competitividad, hechos históricos deportivos, e importantes retos técnicos de rodaje, algo que nunca ha asustado al director nacido en Oklahoma.

El resultado de esta nueva colaboración es Rush, un excelente drama deportivo que destaca por mantener siempre un equilibrio muy patente entre trama argumental y perfección técnica (excelente en la visualización de las carreras, los adelantamientos y maniobras, etcétera). En definitiva, el film deleita a los amantes de la Fórmula 1 y también a aquellos que no conocen demasiado de este mundo porque el director les implica con el tenso músculo narrativo y dramático de la cinta. Secuencias como las que vive Lauda en el hospital, tras su accidente en Alemania, conmueven por su contundencia. No hay límites en la exposición del dolor y eso es un logro magno de la película.

La propuesta nos lleva hacia el choque épico de dos titanes sobre el asfalto. Dos hombres que, emulando a la teoría del ying y el yang, se necesitan para continuar compitiendo a pesar de que son caras opuestas de una misma moneda. Desde la primera escena, con una introducción situada en la parrilla de salida de Nürburgring, sabemos que algo muy trascendente va a ocurrir a nivel visual. Y el espectacular rugido de los motores se encarga de ponerlo todo en movimiento.

La puesta en escena, la captación del ambiente de los 70, y las magníficas intepretaciones de Daniel Brühl como Niki Lauda y Chris Hemsworth en el papel de James Hunt, complementan una magnífica propuesta. Hay que decirlo muy claramente pese a quien pese: Rush es uno de los mejores films de 2013.


Pero, en este punto, quiero aprovechar el resto del artículo para presentar a un nuevo colaborador del blog. Se trata de Ignacio Isern, estudiante universitario y apasionado de la Fórmula 1. Él completa la reseña con los aspectos que más le han llamado la atención de una cinta que le ha convencido plenamente. Os dejo con su punto de vista:

Saludos, me gustaría en primer lugar agradecer a Néstor la oportunidad que me ha dado para escribir en su blog. 

Sobre Rush sólo puedo decir que hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto de una película en el cine. Todos somos conscientes de la gran calidad que tiene Ron Howard a la hora de dirigir pero, en esta ocasión, consigue incluso superarse mostrándonos lo grande que es este deporte tanto dentro de la pista (los momentos de la salidas, los pit stop, los adelantamientos, el sonido) como fuera de ella (los circuitos, los aficionados, las ruedas de prensa, los equipos). Además, gracias a su constante impulso creativo, hemos vuelto a ver imágenes de circuitos que ahora mismo son inexistentes en la F1 (Brands Hatch, Paul Ricard...). El aroma de la gasolina casi trasciende la pantalla para abrasar el patio de butacas. Otra parte del éxito de esta película debe atribuirse al guionista Peter Morgan.  Crea unos diálogos entre los dos pilotos que reflejan la personalidad de cada uno de ellos, como también se puede apreciar en la pista.

Respecto a la película hay que destacar muchas cosas. Las interpretaciones del dúo protagonista son magníficas. La verdad es que los dos consiguen que me los crea como Niki Lauda (orgulloso, muy meticuloso, pensativo, fiable, competidor) y James Hunt (fiestero, playboy, con ganas de demostrar que él también vale, agresivo...). 

Cabe  destacar la escena en que están concediendo autógrafos. Ahí se constata la manera tan diferente de vivir la F1.  Ambos comparten el mismo objetivo pero la forma de llegar a él es totalmente opuesta. Estos dos personajes consiguen que te centres en la película desde el principio. Son presentados de forma independiente y rápidamente se escenifica el contraste. El comienzo de la rivalidad entre ellos es perfecta, se presentan en la pista cada uno mostrando sus características para competir (mientras que uno conduce de manera fina, y solo atacando en momentos en que se ve el hueco claramente, el otro busca el hueco donde no lo hay). Los dos personajes son seguros de sí mismos, pero hay importantes matices: a  Niki Lauda se le nota mucha más prestancia y carácter de campeón, ya no tiene tanta presión encima, pero si hay algo que le incordia es ver como Hunt, un piloto que no es la mitad de centrado que él, le gana. En cambio, Hunt manifiesta un ego descomunal, tiene ganas de demostrar que es mejor que Lauda, y se pone la presión encima de quererle superar a toda costa. Otro momento en que se ve claramente esta gran diferencia es justo antes de la carrera de Nürburgring, durante la reunión de pilotos en que se discute si se tiene que correr o no con la lluvia que está cayendo. Un controvertido encuentro que acaba desembocando en el brutal accidente que deja a Lauda al borde de la muerte.

Esta película nos muestra que dos grandes rivales no tienen porque odiarse, sino respetarse y admirarse mutuamente. Por último, quiero decir que, en la última escena, se ve claramente en Lauda la devoción que sentía por un piloto como James Hunt y la necesidad que tiene de luchar contra alguien como él (al año siguiente ganó, pero  pronto rompería con Ferrari y no volvió a ganar hasta siete años después). Los grandes campeones necesitan grandes rivales para motivarse y el austriaco siempre dejó claro que, de todos los que compitieron contra él, el británico fue al que más respetó, a pesar de todos los enfrentamientos que tuvieron en los años que coincidieron al máximo nivel.

También hay que decir que no tiene porque gustar la F1 para ir a verla. Se trata de un film que tiene otra lectura porque te demuestra el grado de competitividad que hay en la vida y no solo en las carreras de coches o en deportes, sino en la vida real. Pero eso no es óbice para el respeto y el aprecio mutuo. Porque hay veces que necesitamos un enemigo para que estemos en la vida motivados y con ganas de salir adelante y poder demostrar que en realidad somos mejores.


Maestros de la luz: Néstor Almendros (1930-1992)


Truffaut, Rohmer, Schroeder, Malick, Benton, Pakula, Nichols, Scorsese... ¿qué une a todos estos nombres más allá de ser grandísimos cineastas? Todos ellos contaron con un catalán universal como director de fotografía: Néstor Almendros.

Nació en el seno de una familia adinerada en la Barcelona de 1930. Su padre, escritor y pedagogo republicano, emigró a Cuba en 1939 tras el ascenso del régimen franquista. Su hijo le siguió en 1948 y, muy pronto, demostró su habilidad para la cinematografía al empezar a rodar varias piezas en 8 y 16 mm mientras fundaba el primer cine club-filmoteca de la isla. Pero en la Universidad de La Habana no encontraba el nivel de enseñanza que deseaba y es por ello que viajó a Roma para estudiar en el prestigioso Centro Sperimentale di Cinematografia (CSC). Constreñido por el academicismo que atentaba contra su libre creatividad, decidió abandonar Italia para pasar un tiempo en Estados Unidos donde se convirtió en profesor de español del Vassar College. 

Regresa a Cuba poco antes del triunfo revolucionario de Fidel Castro y  vive unos años de idilio con el nuevo régimen comunista. Dirige varios documentales para el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC) pero, en última instancia, acaba aborreciendo las cada vez mayores limitaciones creativas que se imponen desde los estamentos oficiales. Dos de sus cortometrajes (Gente en la Playa y La Tumba Francesa) fueron prohibidos y esa fue la gota que colmó el vaso de su paciencia.


Obnubilado por la incesante y rompedora producción de los cineastas de la Nouvelle Vague, Almendros se traslada a París y allí entra en contacto con un núcleo de críticos de cine que decidieron convertirse en realizadores aportando una nueva estética visual y de tratamiento argumental que hizo progresar enormemente al séptimo arte. Almendros sintonizó con esta marea de ideas y se acabó convirtiendo en el responsable de la fotografía en varios proyectos de Éric Rohmer y François Truffaut. Su sello está presente en películas como La Coleccionista (La Collecctioneuuse, 1967), Mi Noche con Maud (Ma Nuit chez Maud, 1969), El Pequeño Salvaje (L'Enfant Sauvage, 1970), Domicilio Conyugal (Domicile Conjugal, 1970), La Rodilla de Claire (Le genou de Claire, 1971), Las Dos Inglesas y el Amor (Les Deux Anglaises et le Continent, 1971), El Amor después del Mediodía (L'Amour l'après-midi, 1972), Diario Íntimo de Adela H. (L'histoire d'Adèle H., 1975), La Marquesa de O (Die Marquise von O, 1976), El Amante del Amor (L'Homme qui amait les femmes, 1977), y El Último Metro (Le Dernier Métro, 1980), entre otras.

Durante este periodo también trabajó en varias ocasiones con Barbet Schroeder - El Valle (La Vallée, 1972), Maitresse (1975)... - y regresó a España para el polémico film de Vicente Aranda, Cambio de Sexo (1977).

En 1978 desembarca definitivamente en Estados Unidos tras la llamada de Terrence Malick para su película Días del Cielo (Days of Heaven). Almendros siempre había apostado por una iluminación naturalista, fiel a la emotividad que aporta el reparto y al color de la luz cambiante a lo largo del día. Rechazaba la iluminación interior estandarizada en los 40 y los 50. Buscaba siempre el matiz que aporta la naturalidad del momento, del segmento de vida que debía captar la cámara. Por todo ello, Malick le contrató para una película que debía sacar mucho rendimiento de los grandes espacios y de la luz que inunda los campos de la región de Alberta (Canadá). El resultado fue inmejorable obteniendo el Oscar a la mejor fotografía en su primera nominación.


A partir de ese momento, Almendros se incorpora al cine de Hollywood forjando una fructífera alianza creativa con el director Robert Benton. Inició su colaboración en el oscarizado drama Kramer contra Kramer (Kramer vs. Kramer, 1979). Trabajó con el realizador tejano en cuatro films más entre los que destaca Un Lugar en el Corazón (Places in the Heart, 1984)


En los ochenta aportó su prestigio a títulos tan importantes como El Lago Azul (The Blue Lagoon, 1980), La Decisión de Sophie (Sophie's Choice, 1982), Se Acabó el Pastel (Heartburn, 1986), Nadine (1987), y el capítulo de Martin Scorsese en el tríptico Historias de Nueva York (New York Stories, 1989). Life Lessons es la crónica del resurgir de un pintor iconoclasta (Nick Nolte) que pierde a su gran amor (Rosanna Arquette) pero obtiene la motivación para lograr su mayor éxito artístico. Una magnífica composición de emoción y sentimientos que, en mi opinión, constituye la mejor pieza de esta obra en tres partes.

Aquejado de graves complicaciones en su estado de salud debido al síndrome de inmunodeficiencia adquirido, Almendros culminó su trayectoria a las órdenes de su gran amigo, Robert Benton, en el thriller criminal Billy Bathgate (1991). Murió el 4 de marzo de 1992 en Nueva York.

Mantuvo su compromiso en favor de los derechos humanos hasta el fin de sus días rodando varios documentales sobre la vulneración de las libertades en Cuba y en otros lugares del mundo. Con él desapareció un superdotado del oficio cinematográfico y un creador de imágenes y planos imborrables.

Fue clasicista e innovador a la vez. Creía en la expresividad de una cara, de un paisaje, sin mayores artificios visuales. Pero, a la vez, defendió siempre la toma de contacto con la luz natural y huyó de montajes estereotipados de iluminación básica en el plano contra plano. Quiso mostrar la realidad con todos sus matices y queda claro que logró su objetivo con calidad y maestría.

"When I started, I found that my job consisted principally in de-lighting sets, that is, removing all the fake, conventional movie lighting that had been set up by lighting technicians. They were old-fashioned. They believed in a very glossy kind of photography, that faces should never be in a shadow, that there should always be a lot of back lighting, with no shadows in the sets anywhere".

"The contribution of a good cameraman begins long before production, in the selection of sets, locations, costumes."

El 75 aniversario de Superman según Bruce Timm y Zack Snyder

Coincidiendo con el 75 aniversario de Superman, el director de películas de animación de DC Comics, Bruce Timm, y Zack Snyder se han unido para producir un vídeo que homenajea y resume la larga trayectoria del Hombre de Acero en dos minutos. Los principales acontecimientos en la vida del personaje en cómics, televisión, y cine encuentran reflejo en esta magnífica pieza que combina las partituras musicales de John Williams y Hans Zimmer.


 

Primer trailer de Captain America: The Winter Soldier



WALT DISNEY STUDIOS MOTION PICTURES presents a MARVEL STUDIOS production 
"CAPTAIN AMERICA: THE WINTER SOLDIER"

CHRIS EVANS  SCARLETT JOHANSSON  SEBASTIAN STAN
ANTHONY MACKIE  COBIE SMULDERS  FRANK GRILLO
EMILY VANCAMP  HAYLEY ATWELL
with ROBERT REDFORD and SAMUEL L. JACKSON as Nick Fury


Music by HENRY JACKMAN
Cinematography by TRENT OPALOCH
Film editing by JEFFREY FORD and MARY JO MARKEY
Production design by PETER WENHAM

Produced by KEVIN FEIGE
Written by CHRISTOPHER MARKUS and STEPHEN McFEELY
Directed by ANTHONY RUSSO and JOE RUSSO

The Walking Dead cuarta temporada: más allá de los muros de la prisión

Eva Buendía regresa al blog para hablarnos de las premisas de la nueva temporada de The Walking Dead. Ávida lectora de los cómics de Robert Kirkman, conoce detalles que quizá ocurran en el futuro. Pero no temáis por los spoilers. Eva ha construido un texto muy prudente y no revela nada acerca del hipotético destino que esté reservado para los personajes principales. Os dejo con su reseña.



La cuarta entrega de la serie “The Walking Dead” ha empezado rugiendo como nunca.

Esta serie, reflejo de la adaptación de las ideas post-apocalípticas en formato de cómic de su creador Robert Kirkman, nos lleva de la mano de sus protagonistas principales a través de la nueva Historia de la Raza Humana que se genera a raíz del virus (en pleno siglo XXI) que ha hecho convertir a casi toda la población en muertos vivientes, personas enfermas que únicamente conservan el instinto de supervivencia para matar y poder comer, todo ello sin ningún atisbo de consciencia.

En este primer episodio podemos ver cómo han transcurrido unos meses desde el final de la terceratemporada, en la que el Gobernador organizó un batallón de ciudadanos de Woodbury, refugio de decenas de personas que intentaban escapar y estar a salvo de las hordas de zombies, y atacó la cárcel donde se refugia el elenco protagonista de la serie. Esta confrontación entre los dos grupos por marcar territorio acabó siendo una verdadera lucha encarnizada donde el enemigo del hombre fue el propio hombre, en clarísima paradoja hacia los zombies que, por el contrario, estaban controlados fuera de las murallas de la cárcel.


Creo que este salto en el tiempo le ha ido muy bien a la serie. Como fiel seguidora que soy del cómic de Kirkman, no se puede dar el mismo ritmo a un formato que a otro, la serie tiene que captar muchísimo más la atención de los espectadores para que estos no pierdan el interés en seguir siguiéndola, lo que la obliga a ser mucho más ágil y amena en su narración.

No puedo dar muchos detalles sobre según qué aspectos de lo que irá sucediendo para todos aquellos que no se hayan leído el cómic pero sí puedo decir que los guionistas de la serie (en colaboración con el propio Kirkman) han decidido juntar hechos que suceden en el primero junto con otros que, también en el cómic, suceden después de que hayan tenido que abandonar la cárcel. Es decir, en el cómic, una vez producido el ataque a la prisión, el grupo protagonista ya no sigue viviendo en ella, deben huir, con lo que todos ellos se dispersan debido a la confusión del momento y el instinto de supervivencia. Por ejemplo, lo que hemos visto en el primer capítulo de esta cuarta temporada (la colonia que han formado con sus leyes y normas sociales, clases para los más pequeños en la biblioteca, y el cultivo de los campos) en el cómic se da antes de que se produzca el ataque, no después, ya que sus vidas toman, en el formato original, un nuevo rumbo drástico e inesperado al verse atacados por el terrible Gobernador, el cual perece al final del ataque a manos de su propia gente. Es en ese mismo ataque en el cómic cuando muere Lori (la esposa de Rick) y la bebé recién nacida y a la primera jamás la vemos convertirse en zombie una vez muerta. Como podemos observar, la adaptación en serie ha llevado a hacer algunos cambios bastante importantes en el guión que han afectado la evolución de algunos de sus personajes principales. No olvidemos que Shane, el amigo de Rick y amante de su esposa, en el cómic muere a los pocos capítulos pero, en cambio, en la serie vieron que le podían dar mucho más juego y su personaje se extendió.


Aún así, con todos estos cambios, encuentro que han sabido montarlo muy bien ya que, esta unión entre lo que sucede en el futuro en el cómic más lo que ya ha sucedido en la serie, puede dar muy buenos e interesantes resultados…

Veamos… como ya nos hacen ver desde el final de este episodio, ha aparecido una nueva forma de manifestación del virus. ¿Qué le ha sucedido al chico que se transforma sin que haya tenido contacto con ninguno de los caminantes ni haya muerto por otras circunstancias y que, por lo tanto, una vez muerto haya tenido lugar la mutación, como descubrieron en la primera temporada que les acabará sucediendo a todos ellos el día que mueran por la causa que sea? ¿Está relacionado con la muerte súbita de la cerda que tienen en la piara? ¿Es que el virus ha mutado y ahora hay que añadir más riesgos de infección? ¿A quién atacará el muchacho que se ha transformado en el sótano de la cárcel sin que nadie se haya percatado antes de que lo puedan controlar?

Y el temible Gobernador… ¿dónde está? ¿Cuándo volverá a atacar? ¿Logrará Michonne darle caza antes de que él vuelva a intentar dañarlos?

¿Les queda mucho tiempo a nuestros protagonistas para estar juntos o pronto habrá que volver a empezar de nuevo en otra parte ahora que, por fin, se han logrado estabilizar las cosas?

Son muchos los interrogantes que nos plantean desde un primer momento pero es una secuencia lógica que deberá suceder ya que, en un mundo dominado por seres irracionales portadores de un virus atroz y aniquilador, nada es seguro y ningún personaje tiene la plena supervivencia. Este es uno de los factores por los que apostó Kirkman desde un principio y con el que me siento muy identificada: si sucediera de verdad, nadie estaría a salvo; entonces… ¿quién dice que los protagonistas con los que nos hemos identificado tanto tengan que serlo? Esta incertidumbre constante de que cualquiera de ellos puede morir es un aliciente que hace que sus millones de seguidores nunca pierdan la curiosidad sobre lo que está aún por suceder.

Sé, por haber leído el cómic hasta que la historia está mucho más avanzada, que quedan muchas sorpresas que dejarán a sus seguidores en el formato televisivo con la boca más que abierta… y, desde esta nueva oportunidad que me da Néstor en su magnífico blog de poder escribir y comentar sobre una de mis series preferidas actuales, solo me queda recomendar fervientemente que nadie se pierda esta cuarta temporada ya que está plagada de giros espectaculares de guión que, aunque no sucedan igual que en el libro, deberán ser contados de alguna manera si se quiere continuar unas cuantas temporadas más. Habrá emoción, intriga, y lágrimas, muchas lágrimas…

Y me gusta haber visto que hayan dado un giro espectacular a la hora de retratar a unos niños no  tan inocentes, tomando clases con Carol sobre cómo clavar un cuchillo y matar a conciencia a los caminantes o la transformación de uno de ellos al final del capítulo como ya he comentado hace unas líneas… sería una realidad inevitable en el caso de que sucediera algo parecido en nuestra sociedad, lamentablemente. Ese realismo constante es otro de los artífices del éxito del cómic y ahora también de la serie.

La cuarta temporada de “The Walking Dead” ha empezado, pues, con mucha fuerza. Veamos hacia dónde nos lleva y qué sorpresas mayúsculas nos vamos encontrando por el camino. La vida estable que creen sus protagonistas haber encontrado al fin no es, ni mucho menos, lo que se van a encontrar en realidad.

Iremos comentando…  

Primer trailer de X-Men: Días del Futuro Pasado

"As new species are formed through natural evolution, others will become rarer and rarer, and finally extinct. The forms which stand in closest competition with those undergoing modification and improvement will naturally suffer most."

Charles Darwin "On the Origin of the Species"



20th CENTURY FOX presents a BAD HAT HARRY and THE DONNER'S COMPANY production 
"X-MEN: DAYS OF FUTURE PAST"

HUGH JACKMAN  JAMES McAVOY  MICHAEL FASSBENDER

PETER DINKLAGE  JENNIFER LAWRENCE  ELLEN PAGE
HALLE BERRY  ANNA PAQUIN  NICHOLAS HOULT
SHAWN ASHMORE  OMAR SY  EVAN PETERS
with PATRICK STEWART and IAN McKELLEN


Music by JOHN OTTMAN
Cinematography by NEWTON THOMAS SIGEL
Film editing by JOHN OTTMAN
Production design by JOHN MYHRE

Produced by SIMON KINBERG  HUTCH PARKER  LAUREN SHULER DONNER  and BRYAN SINGER
Written by SIMON KINBERG
Directed by BRYAN SINGER

"It's time to stop driving. It's time to go home"


El espacio exterior inunda la pantalla y, ante la imagen poderosa de la Tierra, el objetivo se va acercando a un pequeño artefacto que, a medida que va ganando proximidad, resulta ser un transbordador espacial norteamericano que está conectado al satélite Hubble. Pronto descubrimos que la doctora en ingeniería Ryan Stone (Sandra Bullock) está realizando labores de actualización de los sistemas del satélite en su primera misión en el espacio. Hay otros miembros en la tripulación pero el que más destaca es el comandante Matt Kowalski (George Clooney), un veterano astronauta en su última aventura más allá de la atmósfera. Equipado con un jetpack disfruta de las imponentes vistas mientras descubre su carácter abierto y socarrón, un signo inequívoco de lo poco que le impacta estar libre en el vacío espacial tras tanta experiencia acumulada. Dos personajes, por tanto, que establecen un interesante contrapunto al estar en polos opuestos en cuanto a la vivencia de la situación. Vemos que Stone está realizando su trabajo muy presionada y los signos vitales la delatan ante el control de misión. Pero todo cambiará cuando un ensayo de un misil antisatélite, lanzado por los rusos contra uno de sus "pájaros", acaba provocando una nube de escombros que está destruyendo a otros dispositivos en cadena.  La amenaza para el Explorer es inminente pero ninguna de las maniobras de emergencia consigue el efecto deseado y la destrucción del transbordador deja a Kowalski y a Stone a la deriva por el frío e inmenso espacio. La historia de superación personal que sigue a continuación es una auténtica epopeya que ensalza lo mejor del espíritu humano. Gravity nos lo cuenta con profusión de detalles.


Lo primero que impacta en este magnífico film es su puesta en escena y el poder visual del que hace gala a lo largo de todo el metraje. Verla en la pantalla grande es un lujo y satisface ver como el director mexicano Alfonso Cuarón ha sido capaz de aprovechar los grandes medios a su alcance para recuperar aquella magia que desprende la experiencia cinematográfica y que, en ocasiones, creemos perdida. La escala visual de la cinta es impresionante y la integración de los escenarios espaciales con la interpretación de los actores es técnicamente brillante. Cuarón demuestra un dominio de la técnica excelso y la velocidad de cámara que consigue, al mostrar las escenas de colisión, es digna de elogio. La conjunción entre imagen de acción (imprescindible verla en un 3D magníficamente aprovechado) y sonido consigue colocarte en medio de la escena.

El enfoque realista de la vida en el espacio es otra de las grandes aportaciones de la película. Aunque obviamente tendrá sus licencias artísticas, es indudable que Gravity consigue transmitir, más que ninguna otra cinta hasta ahora, la sensación de lo que debe representar manejarse y realizar operaciones en esas condiciones de extrema dureza. El guión, firmado por el propio director y su hijo, está al servicio del poderío visual pero cumple en su intento de crear una ruta de supervivencia que es aprovechada especialmente por la genial interpretación de Sandra Bullock. La actriz demuestra que, cuando tiene un buen proyecto en sus manos, es capaz de demostrar una valía artística que muchos le hemos negado considerando lo que ha sido la mayor parte de su carrera.


La película contiene un lenguaje visual muy poético en el que, a pesar de las catástrofes que presenciamos, aparecen múltiples momentos en los que las imágenes son profundamente inspiradoras y sugerentes. Cuando Stone llega a la estación espacial internacional y se desprende del traje, queda suspendida en la ingravidez mientras flota en posición fetal. Cuarón nos muestra que ella ha podido salvarse cuando todo estaba en su contra y, por tanto, el enorme esfuerzo realizado la obliga a descansar. Pero, en el fondo, lo que está sugiriendo es que Ryan Stone ha vuelto a nacer y, aunque deberá afrontar muchos retos todavía, ha sobrevivido a lo imposible.

Se ha hablado también de religión cuando se comenta la película en todo tipo de foros. Teniendo en cuenta las referencias explícitas a varias confesiones a lo largo del metraje, no me cabe duda que el mensaje que se intenta enviar a la audiencia es profundamente interreligioso. La conciliación y convivencia entre las diferentes creencias es un valor muy importante y significativo. Cuarón es partidario de ello y nunca aboga por la exclusión de nadie sino por la convivencia entre las diferentes creencias dentro de un mundo complejo.

Los planos del espacio exterior en relación con el planeta Tierra suponen uno de los valores visuales más poderosos de la propuesta y, en mi caso como geógrafo, debo reconocer que quedé fascinado por unos planos que muestran lo impactante que pueden llegar a ser los encuadres con gran profundidad de cámara. Quedé especialmente atraído en el momento en que Stone y Kowalski viajan hacia la estación espacial internacional y de fondo vemos claramente el norte de Egipto, con el río Nilo delimitado por pequeños puntos de luz que se expanden al llegar a El Cairo. También podemos ver claramente Suez y la península del Sinaí e incluso puede vislumbrarse la costa de Israel. Una maravillosa experiencia para un espectador a quien le apasiona la configuración de la corteza terrestre.

La conclusión final no puede ser desvelada pero todo aquél que haya visto el film compartirá la sensación que tiene la protagonista y lo que debe experimentar al levantar la mirada tras la epopeya heroica que ha afrontado.

Gravity es un tesoro visual, la demostración de que el cine puede seguir golpeando en la era de los dispositivos móviles. Es la reivindicación de que la imagen de gran formato y la inmersión en la acción es una de las mejores experiencias sensoriales que el ser humano puede obtener en la era moderna.

El retorno del Vengador mitológico. Reseña de Thor: el Mundo Oscuro


Tras regresar a Asgard y entregar a Loki, Thor prosigue su campaña para terminar con las rebeliones que han asolado los Nueve Reinos durante los últimos dos años. Pero desde el pasado remoto de los tiempos se alza una nueva amenaza personificada en Malekith, líder de los elfos oscuros de Svartalfheim. Una nueva alineación dimensional entre los diferentes mundos ofrece la oportunidad de extender la oscuridad al universo y la sustancia mítica del Aether sería el canalizador de ese mortal objetivo. 

Thor ha ganado en sabiduría y prudencia y está más cerca que nunca de ocupar el trono de Odín pero su debilidad se encuentra en Midgard donde la terrestre Jane Foster sigue siendo el centro de sus pensamientos. Cuando las distorsiones dimensionales atraen la atención de la doctora en Londres, Thor irá a su encuentro para protegerla sin saber aún que ella se ha convertido en la portadora del Aether y, por tanto, en el objetivo número uno de Malekith.

La fase II de Marvel Studios empezó con un varapalo crítico (que no comercial) causado por la risible Iron Man 3. Afortunadamente, parece que los caminos se han reconducido con el siguiente proyecto, Thor: el Mundo Oscuro. El nuevo film vuelve a ofrecer un gran entretenimiento y destierra las salidas de tono que caracterizaron al último film protagonizado por Tony "Downey" Stark.

Hace dos años, Kenneth Branagh creó una película apreciable en la que brilló el desarrollo de importantes personajes de la trama presentándonos, por primera vez, el mundo mitológico de Asgard con el lujo y la pompa deseada. Pero, como ya observamos en su momento, el film experimentaba problemas en la combinación con la acción en la Tierra y el resultado final no acabó de ser el esperado hasta que vimos a Thor, como siempre le habíamos imaginado, luchando codo con codo con sus colegas Vengadores.


Kevin Feige optó por hacer algunos cambios de cara a la inevitable secuela y confió el script definitivo a los guionistas de Capitán America mientras otorgaba la dirección a Alan Taylor, un realizador que se desenvuelve muy bien en ambientes épicos y que venía de crear algunos de los mejores episodios de la laureada serie Juego de Tronos. El resultado del cambio es más que evidente. La inclinación al drama shakesperiano que era tan necesaria en la presentación de los personajes, debía ceder protagonismo a la acción y a las cruzadas interdimensionales y místicas que tanto han caracterizado al Dios del Trueno durante su trayectoria de más de 50 años en los cómics. En este sentido, Alan Taylor dota al film de una capa más de dureza, de rugosidad, incluso de suciedad en última instancia. Dentro de esta fábula mística introduce una dimensión de realismo mágico que toma elementos de muy diversos films sin que por ello la propuesta pierda un ápice de su enorme valor como entretenimiento heroico.

Estamos ante una película que, además, consigue integrar mucho mejor la acción entre Asgard y la Tierra. El que fue el talón de Aquiles del film precedente ahora ha quedado definitivamente superado cuando la trama nos propone una unión dimensional que nos mueve, una y otra vez, entre Londres y Asgard sin perder un atisbo de interés. Incluso Jane Foster (Natalie Portman) inicia bien su participación en la película hasta que el esquematismo de su personaje y la simpleza de la interpretación vuelven a hacer acto de presencia y regresa la eterna pregunta... ¿dónde está Loki?

Loki sigue siendo la estrella de la función pero sería injusto deshacerse en elogios hacia él sin antes comentar que Chris Hemsworth demuestra un afianzamiento brutal en su personificación de Thor. Resulta creíble siempre y honora, con su impactante presencia, al superhéroe que venerábamos mientras leíamos sus andanzas en las viñetas. Los aciertos de casting siguen siendo el punto más fuerte de Marvel Studios y gracias a ello, sus películas disponen de grandes recursos a su favor para triunfar.


En cuanto a Tom Hiddleston hay que insistir en la admiración. Aunque, en este film, realiza una intervención más reducida y más ambigua, sigue siendo el villano real de la función y queda claro que puede superar a cualquier otro que se proponga dominar el universo. Sus planos en la celda, que recogen su mirada y su reacción a lo que está ocurriendo, son buena muestra de la categoría interpretativa que atesora. En esta ocasión, insufla mayores dosis de ironía a su personaje beneficiándose de su posición teóricamente debilitada en relación a Thor y Odín. Suyos son algunos de los momentos más divertidos de la cinta y sus intervenciones son esperadas porque no hay una sola frase que pronuncie que no pueda ser analizada desde diferentes perspectivas morales.  

El humor en esta película tiene una presencia relevante pero, a diferencia de Iron Man 3, esos momentos de cierta absurdidad no molestan sino que acompañan de forma natural a la trama y conectan con los elementos de diversión que siempre aparecían en los cómics. No podemos olvidar que estamos ante un producto de masas surgido de iconos de la cultura popular. El humor tiene que estar presente en estas películas pero lo que hay que exigir es que se produzca en momentos interesantes, nunca buscando la saturación, y respetando a los personajes. 


En este sentido, la amenaza de Malekith y la interpretación que Christopher Eccleston ofrece, resulta relevante para la película. Se trata de un buen villano aunque pertenece a esa galería de personajes que pueden protagonizar una saga corta, sin mucha más repercusión. Hay que asumirlo, para este film no podía aparecer alguien más significativo porque nos queda mucho camino por recorrer con Los Vengadores y ellos serán los que se verán las caras con némesis del potencial de Ultrón y Thanos. Por tanto, correcta la apuesta por Malekith aunque este elfo milenario quizá debería haber asistido a alguna de las clases magistrales de Loki. Pero obviamente no pudo presenciarlo porque se encontraba en un proceso de aletargamiento y consciencia suspendida para poder soportar el paso del tiempo.

La cinta tiene una conclusión potente pero la premisa final nos deja con muchas dudas. Quizá podamos hablar sobre ello en el apartado de comentarios. Veremos a Thor en Los Vengadores y, a buen seguro, habrá un tercer film del personaje en solitario pero ¿qué podemos esperar de Odín en el futuro?. Anthony Hopkins dignifica con su prestancia la solemnidad del "padre de todos" pero, en ocasiones, su enorme sabiduría no le confiere la agudeza suficiente para ver lo que se mueve frente a él.

Incluso con situaciones no siempre asumibles, esta nueva entrega de Thor justifica el precio de la entrada puesto que nos coloca ante un espectáculo de gran poder visual y de enormes repercusiones cósmicas. La cinta tiene un buen ritmo y asegura entretenimiento y diversión desde una propuesta de cambios de escenarios constantes. Los mundos que une el árbol de la vida de Yggdrasil presentan muchos contrastes y la película consigue reflejarlos sin desconcertar al espectador.

Todo parece indicar que estamos volviendo a subir por la ladera de una cumbre. Thor: el Mundo Oscuro nos aleja del campamento base en el que se encuentra Iron Man 3. Ahora seguiremos ascendiendo para quedarnos al borde la cima en Capitán América: el Soldado de Invierno. Le tocará a Joss Whedon dirigir la maniobra de asalto al pico. Y Marvel Studios considera que es el hombre más indicado para conseguir la segunda coronación en la cúspide del éxito.


Aronofsky muestra sus cartas en el primer trailer de "Noah"


En el ranking de las películas más esperadas de 2014, Noah ocupa uno de los puestos principales. El proyecto, largamente ambicionado por Darren Aronofsky, ha podido ver la luz gracias al presupuesto de 130 millones de dólares que Paramount Pictures y New Regency pusieron sobre la mesa tras ver una adaptación del guión a partir de una novela gráfica publicada en 2011. 

La idea de Aronofsky y su co-guionista habitual, Ari Handel, siempre fue la de centrarse en la faceta más épica del Arca de Noé, dejando el aspecto religioso en segundo término. A tenor de las imágenes que nos presenta el trailer, el director ha conseguido un film de impacto a gran escala. 


Tras la respuesta negativa de Christian Bale y Michael Fassbender al ofrecimiento del papel protagonista, Aronofsky contactó con Russell Crowe quien se mostró enormemente interesado en el proyecto. A su lado, podremos ver a Jennifer Connelly (sustituyendo a la inicialmente prevista Julianne Moore), Anthony Hopkins, Emma Watson (reemplazando a Dakota Fanning, que no pudo ser contratada por problemas de calendario), Logan Lerman, Douglas Booth, Kevin Durand, Marton Csokas, y Ray Winstone en el papel de Tubal-Cain, el enemigo acérrimo de Noé.

El film se rodó durante la segunda mitad de 2012 en localizaciones de Islandia y del interior del estado de Nueva York. Industrial Light & Magic es la responsable de los efectos visuales que fueron definidos, por uno de sus creativos, como los más exigentes en la historia de la compañía.

El estreno estadounidense está fijado para el 28 de marzo de 2014.

 

PARAMOUNT PICTURES and NEW REGENCY PRODUCTIONS presents a DISRUPTION ENTERTAINMENT  and PROTOZOA PICTURES production 
"NOAH"

RUSSELL CROWE

JENNIFER CONNELLY  ANTHONY HOPKINS  RAY WINSTONE
EMMA WATSON  LOGAN LERMAN  DOUGLAS BOOTH
KEVIN DURAND  MARTON CSOKAS  DAKOTA GOYO


Music by CLINT MANSELL
Cinematography by MATTHEW LIBATIQUE
Film editing by ANDREW WEISBLUM
Production design by MARK FRIEDBERG

Produced by DARREN ARONOFSKY  SCOTT FRANKLIN  and  MARY PARENT
Written by DARREN ARONOFSKY  ARI HANDEL  and JOHN LOGAN
Directed by DARREN ARONOFSKY

Crónica de un rapto bajo la lluvia: Prisioneros

Prisioneros es, sin duda alguna, uno de los mejores filmes del 2013. Su puesta en escena agreste y la trama dramática profundamente desgarradora, convierte a la película en una experiencia imprescindible para el espectador más cinéfilo. Eva Buendía quedó cautivada por la propuesta del quebequés Denis Villeneuve y ha escrito un texto muy enfocado hacia la generación de un debate en este blog. Eva plantea una serie de preguntas que inundan a todo aquél que ha visto la cinta. Por consiguiente, estamos ante una buena oportunidad para reflexionar y opinar acerca de un tema muy espinoso. Os dejo con la interesante reseña:


   
Con guión de AaronGuzikowski (Contraband), dirección de Denis Villeneuve (Incendies) y fotografía del maestro Roger Deakins,Prisioneros se convierte desde el primer momento en una obra fantástica, magistralmente interpretada por  todo su elenco protagonista. Su ambientación sórdida, tenebrosa y desasosegante, hace que el espectador no quiera perder ni un instante de la trama dramática sobre la desaparición de dos niñas pequeñas, en un barrio obrero del interior del estado de Pennsylvania, mientras van de camino a la casa de una de ellas. El paisaje húmedo y lluvioso en todo momento, reflejo del otoño que empieza, no hace más que intensificar esta sensación de desesperación, misterio, y duda sobre qué debe haber ocurrido con ellas. 

Keller Dover(HughJackman) es un trabajador de clase media al que las cosas no le van del todo bien últimamente y deberá enfrentarse a la peor situación que jamás hubiera podido imaginar: la desaparición de su hija Anna de seis años junto con Joy, su mejor amiga. El tiempo va pasando y mientras cree observar que la policía no hace todo lo que debiera, culpando al encargado de la investigación (el detective Loki, interpretado por JakeGyllenhaal), decide ponerse él mismo a investigar utilizando para ello todos los medios que considera adecuados para dar con el paradero de las dos niñas a partir de la única pista de la que disponen: una destartalada caravana conducida por Alex Jones (Paul Dano), un chico deficiente que había sido detenido por la policía poco después de la desaparición. Las pesquisas de unos y otros parecen complicarse más cuando salen reflejados casos de desapariciones a manos de pederastas, algunos de los cuales viven por la zona y con los que, el propio Jones, parece estar relacionado de alguna manera. 

Este drama policíaco es sensacional desde su primera imagen. Vemos que la aparente felicidad que se transmite no va a perdurar mucho hasta llegar a un desenlace donde queda reflejado que, desde el principio de la película, nada es lo que parece. 

Realmente, es una historia impactante, con una temática difícil para muchas personas pero que no por ello hace perder el interés por ella. Al contrario, personalmente creo que se trata de un argumento que te hipnotiza desde el primer momento por su trama compleja tan bien urdida, desarrollada, y finalizada gracias a un gran trabajo del director y de sus protagonistas, los cuales realizan papeles magistrales.  Villeneuve se convierte en el agudo observador de la narración, focalizando su atención en los primeros planos que reflejan la tensión emocional que viven los personajes. Y su uso de las elipsis para ahorrarnos escenas que ya nos suponemos, resulta un elemento muy valorable y que respeta la inteligencia del público. 

De toda ella se desprende un mensaje moral a cada minuto que la vamos viendo: ¿hasta dónde llegaríamos si algo así nos sucediera a nosotros?. Siempre pensamos que estamos dispuestos a cumplir con las leyes y a ser ciudadanos cívicos pero… ¿realmente nos lo creemos?. Los protagonistas de la historia son personajes normales y corrientes, como cualquier vecino que podamos tener… o como nosotros mismos. Entonces, ¿actuaríamos igual?, ¿podemos sancionar lo que hacen o llegamos a sentirnos identificados con ellos, aun cuando lleguen al punto de torturar a un chico deficiente al que se cree culpable del secuestro?. 

   
Todas estas reflexiones morales y legales se las hace el espectador durante y después del visionado de la película. Es por ello que me ha gustado tanto, porque te hace pensar y muy duramente además. No es una historia apta para el espectador casual pero, para los que nos gusta el cine y debatir sobe él, sí lo es. Aunque pueda parecer larga o con un transcurso de los acontecimientos lentos, no lo es; necesita desarrollarse lentamente para que todas las piezas queden bien ensambladas y todo cobre sentido en el sorprendente desenlace final.    

Al lado de Jackman y Gyllenhaal, vemos también a un elenco secundario de gran fuerza interpretativa: su mujer en la película, Maria Bello( La Momia: la Tumba del Emperador, A History of Violence, Coyote Ugly), los mejores amigos de ambos, padres de la otra niña desaparecida, el matrimonio formado por Viola Davis (Criadas y Señoras, La Duda, El Juego de Ender) y Terrence Howard (IronMan, Hustle and Flow, Crash), Melissa Leo como la tía del chico acusado (TheFighter, Oblivion, El Vuelo), David Dastmalchian como uno de los pederastas (TheEmployer, Brutal, Sushi Girl), DylanMinnette como el  hermano mayor de Anna (Let Me In, Awake, Salvando a Grace), ErinGerasimovich como Anna (¡Menudo Fenómeno!), KylaDrew Simmons como Joy, ZoëSoul como la hermana mayor de Joy, LenCariou como el cura del pueblo (Se Ha Escrito un Crimen, Blue Bloods, Intothe Storm) y Sandra EllisLafferty como la madre de uno de los niños desaparecidos 19 años atrás (Los Juegos del Hambre, Walkthe Line, La Profecía).  

Todos ellos juntos forman parte de un film desgarrador y tristemente muy de actualidad.  Una historia muy bella, a la vez, puesto que aborda, con profundidad, cómo hay gente que lucha con todas sus fuerzas para evitar que sigan sucediendo raptos de niños, los más desfavorecidos de la sociedad. De momento, ya se ha alzado con el reconocimiento de ser Finalista del Premio del Público como Mejor Película en el Festival de Toronto de este año. 


Le agradezco muchísimo a Néstor que me haya dejado participar otra vez en su magnífico blog realizando el post de Prisioneros. Es una película que me ha cautivado completamente y de la que tenía muchas ganas de hablar porque me ha hecho cuestionar muy seriamente hasta qué punto hay que culpar a Jackmande los métodos que utiliza para extraer información del chico acusado. De hecho, gracias a sus métodos se empiezan a obtener frutos…  

Dejo el debate abierto para la reflexión de cada uno. 

Primer trailer de American Hustle

Christian Bale y Bradley Cooper, con apariencias estrafalarias y muy setenteras, son los protagonistas de la nueva película de David O. Russell: "American Hustle"

Se nos dice en la sinopsis que la película busca romper tópicos y convencionalismos en el género del thriller criminal. Si el guión está a la altura, la categoría del director y su reparto puede hacer interesante cualquier cosa. Esperemos que sea así.

Habrá que estar atentos a un film que cuenta con dos de las actrices femeninas más solicitadas del momento: Amy Adams y la ganadora del Oscar, Jennifer Lawrence. Jeremy Renner también forma parte de la partida e incluso Robert De Niro realiza un cameo. Recordemos que Russell ha trabajado recientemente con Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, y Robert De Niro en "El Lado Bueno de las Cosas (Silver Linings Playbook)" y que Christian Bale y Amy Adams coincidieron en The Fighter (2010), que también dirigió el realizador neoyorkino.

Hasta ahora, American Hustle nos ofrece lo siguiente:

"A fictional film set in the alluring world of one of the most stunning scandals to rock our nation, American Hustle tells the story of brilliant con man Irving Rosenfeld (Christian Bale), who along with his equally cunning and seductive British partner Sydney Prosser (Amy Adams) is forced to work for a wild FBI agent Richie DiMaso (Bradley Cooper). DiMaso pushes them into a world of Jersey powerbrokers and mafia that's as dangerous as it is enchanting. Jeremy Renner is Carmine Polito, the passionate, volatile, New Jersey political operator caught between the con-artists and Feds. Irving's unpredictable wife Rosalyn (Jennifer Lawrence) could be the one to pull the thread that brings the entire world crashing down. Like David O. Russell's previous films, American Hustle defies genre, hinging on raw emotion, and life and death stakes." 

 

ANNAPURNA PICTURES and ATLAS ENTERTAINMENT presents a COLUMBIA PICTURES production 
"AMERICAN HUSTLE"

CHRISTIAN BALE  BRADLEY COOPER  AMY ADAMS

JEREMY RENNER  JENNIFER LAWRENCE
and ROBERT De NIRO


Music by DANNY ELFMAN
Cinematography by LINUS SANDGREN
Film editing by JAY CASSIDY
Production design by JUDY BECKER


Produced by MEGAN ELLISON  CHARLES ROVEN  and RICHARD SUCKLE


Written by ERIC SINGER and DAVID O. RUSSELL


Directed by DAVID O. RUSSELL

Coches de cine: Mad Max y sus interceptores

Varias son las películas que, hasta la década de los 70, habían imaginado un futuro distópico y atroz. Pero hay que reconocerle a George Miller que su Mad Max (1979) aportó una visión nueva al mostrarnos, sin censuras ni tapujos, la violencia encarnizada y la crueldad despiadada que podría desatarse en el caso que nuestras sociedades se enfrentaran a un panorama de escasez de recursos y carburantes. La visualización de ese mundo, de esas carreteras australianas desoladas que parecen ser únicamente ocupadas por bandas de asaltadores y psicópatas de toda índole, encumbra a Mad Max como un film de ciencia ficción muy referencial a pesar de contar con unos medios bastante humildes para la época.


George Miller había sido médico de urgencias en la región de Victoria (Australia) y fue testigo directo de los múltiples sucesos y accidentes automovilísticos que se generaban constantemente. En las carreteras "aussies", la siniestralidad en el tráfico fue enormemente potente en los 60 y los 70. Las lesiones graves y las muertes por accidente impactaron a Miller desde muy temprana edad. Cuando decidió volcarse en su sueño de dirigir películas, tenía claro que debía rodar un argumento que girara entorno a todas estas vivencias. Junto a su socio de cortometrajes, Byron Kennedy, y al guionista, James McCausland, empezaron a conversar acerca de un libreto que se acabó convirtiendo en Mad Max

Pero el alto contenido de violencia era un factor innegociable a la hora de presentar el proyecto a las compañías productoras y, para que resultara más creíble para la audiencia, se decidió ubicar la acción en un futuro apocalíptico en el que unos locos patrulleros tratan de dar caza a una serie de dementes salvajes que han hecho de las carreteras su lugar predilecto de actuación. 

Con un presupuesto final de 400.000 dólares (parte de ellos fueron aportados por Miller y Kennedy), la película pudo entrar en producción y el resto, como se suele decir, es historia. Las secuencias  de persecuciones tienen un realismo impresionante y aún conservan todo su magnetismo en pantalla. Mad Max fue una obra de artesanía que trataba de llegar al gran público y, sin lugar a dudas, lo consiguió (recaudó más de 100 millones a nivel mundial). Las dos secuelas posteriores ya contaron con el apoyo decidido de Warner Brothers desde la fase inicial de creación.

Pero una película de este tipo, influenciada también por clásicos del género automovilístico como Punto Límite Cero (Vanishing Point, 1971) y Death Race 2000 (1975), debía disponer de coches impactantes. Hablemos de los autos que conducía "Mad" Max Rockatansky, un joven patrullero que, tras perderlo todo, deberá transformarse en un jinete solitario. Los motores siempre rugirán a su alrededor mientras se forja la leyenda del misterioso Max, el nómada del páramo.


Max inicia su andadura en un Ford Falcon XBsedán amarillo, más conocido como el Interceptor. Se trataba de un vehículo de 1974 que fue donado por la policía del estado de Victoria tras caer en desuso. Pero, posteriormente en el film, Max pasaba a utilizar otro Ford Falcon XB. En esta ocasión, el modelo era un GT coupé negro. Este "Pursuit Special" de 1973 era un modelo exclusivo del que se había hecho una producción muy limitada en suelo australiano. Las modificaciones que se le practicaron costaron 35.000 dólares. Supuestamente, iba armado de un motor V8 con compresor pero eso quedaba solo para el cine puesto que en realidad seguía usando un carburador convencional. 


Después del rodaje, el vehículo fue reconfigurado y utilizado con fines publicitarios. Pero, tres años después, George Miller volvió a rescatarlo para rodar la secuela: Mad Max 2, The Road Warrior (1981). Se instalaron nuevamente los accesorios especiales y se agregaron tanques en la parte posterior. Este Ford es el que vimos en las tomas de aproximación ya que, en las de velocidad, se usó una réplica que fue finalmente destruida tal como vemos en la película. 

Finalizada la producción, el coche no recibió ofertas de compra y se depositó en un desguace de Adelaide. Bob Forsenko, coleccionista y fan de la saga, consiguió salvarlo de la eliminación y lo restauró al estado del primer film pero con los tanques posteriores que se utilizaron en la secuela. Vendido, una vez más, fue a parar al National Motor Museum de Australia que acabó traspasándolo al Cars of the Star Motor Museum de Cumbria (Inglaterra). Con el cierre reciente de dicha instalación, el XB pertenece ahora a la colección Dezer, ubicada en Miami (Estados Unidos)

La significación de estos vehículos acompaña a la mitología de una saga que nos hizo descubrir a un joven actor de 22 años, nacido en Peekskill (Nueva York), pero que había llegado a Australia diez años antes debido al traslado de su familia a la "tierra desconocida del sur". Mel Gibson se había formado en los escenarios teatrales y tenía una sólida formación interpretativa pero su carácter violento y la afición a la bebida ya era conocida por als agencias de casting. Sin embargo, en este caso, dicha fama le fue bien. El día antes de su prueba, se había enzarzado en una pelea de bar. Se presentó a la audición Las dos secuelas de Mad Max agrandaron su figura pero sería injusto no citar sus notables intervenciones en grandes cintas como Gallipoli (1981), The Year of Living Dangerously (1982), y The Bounty (1984). Con su salto a Hollywood en 1984 (con Mrs. Soffel y The River), su fama aumentó y la condición de estrella del celuloide ya le aguardaba en la esquina tras protagonizar un gran clásico del cine de acción moderno: Arma Letal (Lethal Weapon, 1987).


En cuanto a Mad Max, hay que valorar muy especialmente la primera secuela: The Road Warrior. Es la más lograda de la trilogía y en ella se nos presenta a un Max desalmado que, por el capricho del destino, va a parar a uno de los pocos pozos de petróleo que siguen activos. Sitiados por las hordas del señor del páramo, el temible Humungus, deberá decidir donde situar su lealtad y, en última instancia, comprobará que su esencia de antihéroe no está reñida con las costumbres de un buen samaritano.

Acabamos de saber que la esperada nueva entrega, Mad Max: Fury Road, no llegará a los cines hasta mayo de 2015. Dirigida y co-escrita por George Miller, la película es una "intersecuela" que se situaría temporalmente entre la primera y segunda cinta de la trilogía original. Con un casting renovado liderado por Tom Hardy en el papel de Max, la película parece estar pasando por un auténtico calvario. Rodada entre julio y diciembre de 2012 en Namibia, rebasó ampliamente el presupuesto asignado. Desde entonces, ha sido castigada por los ejecutivos de Warner Brothers que, más de un año después, siguen sin ver claro el montaje del film. Durante un tiempo, incluso daba la sensación que podría convertirse en un proyecto maldito que vería la luz con baja distribución y sin repercusión alguna. Finalmente, parece que el estudio le ha vuelto a dar la oportunidad a Miller para que consiga un montaje interesante en la sala de edición. No hay reshoots previstos así que lo que no salga de allí....


La cinta cuenta con un reparto interesante en el que destacan Charlize Theron, Nicholas Hoult, Zoë Kravitz, y el mismísimo Mel Gibson en un pequeño cameo. La película verá la luz tres años después de su rodaje. Esperemos que este dilatado espacio de tiempo no sea sinónimo de film de fondo de armario.

Cadena Perpetua: la experiencia tras la trinchera


La creación cinematográfica no resulta tan maravillosa y fascinante cuando eres el responsable de un proyecto. Frank Darabont siempre había sido un cinéfilo empedernido y sentía una irresistible necesidad de convertir su pasión en profesión. Cuando finalmente tuvo la oportunidad de adaptar el relato corto de Stephen King, Rita Hayworth and the Shawshank Redemption, debió sumirse en un extenuante proceso creativo que le absorbió completamente durante largo tiempo.

"En una ocasión, le pregunté a George Lucas por qué no había dirigido en veinte años. Su respuesta fue que el trabajo demanda demasiado, te exprime, y te deja sin fuerzas al terminar. Cuando empecé a dirigir, entendí más claramente sus sensaciones. Cadena Perpetua consumió casi un año y medio de mi vida. Lo más asombroso de una película no es si es buena, sino que haya podido completarse hasta el final."

Pero... ¿cómo alguien puede quejarse de ello?, ¿cómo se pueden poner trabas a un oficio tan glamuroso? Darabont no niega ni contradice nada en sus palabras acerca del oficio de director. Simplemente pone de relieve que el sacrificio y la dedicación no son elementos que estén exentos de la profesión de realizador porque, aunque parezca una obviedad tener que recordarlo, gran parte de los estudiantes de cinematografía emprenden dicha titulación esperando que todo sea un camino plagado de gloria, reconocimientos, alfombras rojas, y entrevistas tipo junket.

¿Cuales son algunos de los momentos más dulces en la vida de un director al rodar una película?. Si tomamos el caso de Cadena Perpetua, Darabont enumera los siguientes: conocer a Stephen King tras 14 años de conversaciones, cartas, y llamadas telefónicas; conocer y compartir los conocimientos de un cineasta como Rob Reiner; mostrarle el montaje final a George Lucas y recibir el feedback de Susan Sarandon, Billy Crystal, Tom Cruise, Jack Nicholson, Arnold Schwarzenegger, y Barbra Streisand.


Unas vivencias extraordinariamente interesantes pero exploremos la otra cara de la moneda en el mismo caso. La preproducción de Shawshank empezó en enero de 1993 con pruebas de casting, localización de exteriores, interminables reuniones con miembros del equipo técnico, y largas charlas con la productora, Niki Marvin, sobre la conveniencia de un actor u otro. Los viajes también son parte esencial de la pre-producción. De los cinco meses que duró esta fase, tres tuvieron lugar en Los Angeles y dos en Ohio, buscando los mejores exteriores para el film.

Tras este intenso periodo empieza el trabajo de verdad. Tres meses de rodaje en Mansfield (Ohio), con jornadas de trabajo que oscilaban entre 15 y 18 horas, seis días a la semana. Y, durante el domingo (el supuesto día de descanso), planificar con detenimiento cuales serían los planos a rodar durante las escenas que se filmarían la siguiente semana.  En palabras de Darabont, la sensación es la siguiente:

"Agotador es un calificativo demasiado cómodo para describir el proceso. Aún tienen que inventar la palabra idónea. Te acabas convirtiendo en una especie de zombie, que funciona con piloto automático, y que solo recuerda que hay que poner un pie antes que el otro al caminar."

La tensión acrecenta el cansancio. Dormir plácidamente es parte de un lejano recuerdo y la energía invertida, a nivel físico y mental, resulta extenuante. El estrés se hace patente en toda la extensión del término. Pero, si sobrevives a todo ello, llega el último día de rodaje que pone fin a ocho meses de trabajo ininterrumpido alrededor de un mismo proyecto. Pero ¿todo ha terminado? Ni mucho menos...


Tras un par de días de descanso en casa con la familia, llega el momento de iniciar la post-producción. Una fase más calmada a nivel físico pero igual de exigente a nivel mental. Para The Shawshank Redemption, se invirtieron varios meses más trabajando, siete días a la semana, en el montaje de la película (eligiendo los mejores planos para cada escena). También es el momento en que se incorpora la banda sonora musical y los efectos de sonido. Y eso en una cinta que no tiene efectos especiales...

Llegados a este punto, todos podemos pensar: "vaya con este Darabont! menudo quejica! realiza una película con la que siempre ha soñado, con grandes medios a su disposición, y lo que único que hace es lamentarse." 

Darabont replica a esta especie de voz de la conciencia propia que, en ningún momento, trata de buscar que se le compadezca. Él está realizando su sueño pero nadie dijo que todo sería siempre apasionante y divertido. Lo que el director se esfuerza en transmitir, cada vez que le invitan para dar charlas en escuelas de cine, es lo siguiente:

"Veo en nuestra sociedad como se expande sin control la idea de complacencia entre la gente joven, parece que todo se puede obtener sin esfuerzo. La MTV, las videoconsolas, los canales de telecompra, manifiestan tener un efecto narcótico que desplaza la conciencia hacia lo fácil, lo inmediato, todo aquello que se puede conseguir sin esfuerzo alguno. Cuando Los Einsteins, los Schweitzers, los Lindberghs... son sustituidos, como modelos de comportamiento, por nuevos ídolos como Bart Simpson y Beavis y Butthead, tenemos un problema. No soy un censor que cree que estos personajes son el principio y final de todos nuestros problemas, no quiero darles tanto crédito. Pero constato que cada vez tengo menos paciencia ante los productos que exaltan y glamurizan la pereza y la estupidez. Ni la ignorancia ni la falta de exigencia deberían ser valores a transmitir."

"Lo siento chicos pero no creo que nuestros padres fundadores tuvieran el 'vámonos de fiesta' en mente cuando consagraron el principio de la búsqueda de la felicidad. La vida no viene con una garantía de diversión. La vida es lo que hacemos con ella y la mayor pérdida que podemos experimentar es no aprovechar nuestras potencialidades en el poco tiempo que nos han dado. En las charlas que he dado en escuelas de cine y universidades, me he dado cuenta de que lo único que no enseñan es como creer en uno mismo. Y he sentido la necesidad que tienen los estudiantes de recibir la seguridad de que sus proyectos, por muy inalcanzables que puedan resultar, son posibles."

"Pero hay que esforzarse. Yo mismo pasé nueve años de trapicheos, caídas, y decepciones hasta que conseguí ganarme la vida como guionista. Pero en los nueve años siguientes, no he parado de trabajar. Soy afortunado aunque creo que cada uno se fabrica su propia suerte. Hay que mostrar determinación y esfuerzo, buscar implacablemente lo que quieres, aprovechar cualquier oportunidad y tener una fe indestructible en uno mismo. Siempre suelo bromear diciendo que hay mejores directores y guionistas que yo trabajando en zapaterías y hamburgueserías. La diferencia es que yo estaba dispuesto a pasar por nueve años de esfuerzos y ellos no. El Presidente John F. Kennedy lo explicó mejor que nadie: 'queremos ir a la luna no porque sea fácil, sino porque es una ardua tarea'. Por consiguiente, si tienes un sueño, persíguelo con todas tus fuerzas. Kennedy debe triunfar sobre Beavis y Butthead."  

El mensaje que nos traslada Darabont es enormemente potente. Supone un alegato contra la complacencia y una oda al talento y a la expresión del mismo mediante el esfuerzo y la tenacidad. Es importante tener en cuenta que uno de los grandes motivos por los cuales se enamoró del relato corto de Stephen King, fue por el hecho de que leyéndolo descubrió que esta filosofía de superación y esfuerzo rezuma en cada línea del texto. Reflexionemos sobre ello y tengamos en cuenta que, además de disponer de oportunidades, también hay que saber ofrecerlas cuando se tienen posibilidades. King y Darabont son claros ejemplos de ambas cosas.

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